Cb – El fruto del Espíritu es bondad 5: 22f

El fruto del Espíritu es bondad
5: 22f

El fruto del Espíritu es bondad ESCUDRIÑAR: ¿Qué queremos decir cuando les decimos a nuestros hijos que “sean buenos”? ¿Ser “bueno” es suficiente para llevarlo al cielo? ¿Por qué si o por qué no? ¿Cómo es Dios bueno? ¿Qué le dijo ADONAI a Miqueas? ¿Cómo define la Biblia la bondad? ¿Cómo estaba el fariseo haciendo lo correcto, de manera incorrecta por la razón incorrecta?

REFLEXIONAR: ¿Cómo usted puede mostrar bondad hacia los demás esta semana? ¿Cómo es como Dios cuando muestra bondad hacia los demás? ¿Cómo puede practicar la justicia esta semana? ¿Cómo puede amar la misericordia esta semana? ¿Cómo puede asegurarse de que está haciendo lo correcto de la manera correcta, por la razón correcta? ¿Cómo puede caminar más humildemente con Dios? ¿Cuál es la única forma en que podemos considerarnos buenos?

Cuando Pablo habló de caminar por el Espíritu, no se refería a seguir tras visiones y revelaciones místicas (haga clic en el enlace y vea Bv Caminar por el Espíritu, y no por los deseos de la carne). En cambio, proporcionó una lista de atributos que describen a una persona dirigida por el Espíritu. Así, la evidencia del fruto del Espíritu es una vida cambiada. Pablo presenta ahora el camino correcto, según el cual deben andar los fieles a Dios en Su Mesías. El fruto contrasta con las obras de la carne. El fruto de Espíritu simplemente nos muestra las cualidades que caracterizan el Reino de Dios. Pero, en contraste con las obras de la carne, el fruto del Espíritu (singular, como un racimo de uvas) es amor, gozo y paz; paciencia, benignidad y bondad; fidelidad, mansedumbre, dominio propio (5:22-23a LBLA). Todos estos elementos deben ser parte de nuestra vida mientras permitimos que el Espíritu Santo fluya a través nuestro.

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Bondad (del griego: agathosune, en hebreo: tob) tiene que ver con la excelencia moral y espiritual que se caracteriza por su dulzura y benignidad activa. De hecho, la amabilidad y la bondad son muy similares. Y otro sinónimo de esas dos palabras sería compasión. La palabra bueno o bondad se encuentra unas 600 veces en la Biblia, unas 350 veces en el TaNaJ y unas 250 en el Brit Hadashah. Y no tiene que ir muy lejos en la Biblia para ver que se usa esta palabra. Y vio Dios que la luz era buena (Génesis 1:4a). Y cada vez que Dios creó algo en Génesis, vio que era bueno. En el segundo capítulo en Génesis, es la primera vez que vemos la negativa adjunta: No es bueno que el hombre esté solo (Génesis 2:18b). Nosotros usamos la palabra bueno todo el tiempo.

Les decimos a nuestros hijos cuando vamos a la tienda, “¡Pórtense bien!” ¿Sabe lo que eso significa? Realmente significa: “No incendien la casa ni se maten unos a otros mientras no estoy”. Realmente no tienen que hacer nada, ¿verdad? No espera que limpien la casa o laven el auto. Si simplemente no hacen ningún daño, entonces han cumplido con su expectativa de “ser buenos“. Pero eso no es lo que la Biblia quiere decir cuando dice “Sé bueno”. La Biblia dice que el fruto del Espíritu es bondad. ¿Qué significa eso?

¿Cómo es Dios bueno? Usted podría decir: “Dios me ha dado salvación”, “Dios ha perdonado mis pecados”, “Dios me ha dado una familia maravillosa”, “Dios me ha dado vida hoy”. Todo lo que dijo sobre la bondad de Dios tiene algo que ver con lo que Dios nos da. La bondad está ligada a la idea de generosidad. Por un lado, Dios es bueno en virtud de quién es Él, sí. El SEÑOR es bueno para con todos, y su compasión, sobre todas sus obras (Salmo 145:9 LBLA), Haz bien, SEÑOR, a los buenos, y a los rectos de corazón (Salmo 125:4 LBLA). Pero eso no es cierto para nosotros. Para nosotros, la bondad no es simplemente una virtud interna, sino algo que hacemos. Y una de las formas en que expresamos eso es a través de la generosidad. Así, somos como Dios cuando somos generosos.

¿Cómo define la Biblia la bondad? En los profetas, Miqueas se pregunta a sí mismo: ¿Con qué me presentaré al SEÑOR y me postraré ante el Dios de lo alto? ¿Me presentaré delante de Él con holocaustos, con becerros de un año? ¿Se agrada el SEÑOR de millares de carneros, de miríadas de ríos de aceite? ¿Ofreceré mi primogénito por mi rebeldía, el fruto de mis entrañas por el pecado de mi alma? (Miqueas 6:6-7 LBLA)?

Entonces Dios responde a Miqueas diciendo: “¿Quieres saber qué es la bondad? Déjame decirte. Él te ha declarado, oh hombre, lo que es bueno. ¿Y qué es lo que demanda el SEÑOR de ti, sino sólo practicar la justicia, amar la misericordia, y andar humildemente con tu Dios? (Miqueas 6:8).

Necesitamos practicar la justicia: Necesitamos hacer lo correcto. Vivimos en una sociedad impía donde se parece a aquellos días que no había rey en Israel. Cada uno hacía lo que bien le parecía (Jueces 21:25b). Lo correcto es lo correcto incluso si nadie lo está haciendo. Noé construyó su arca en medio de una sociedad sin Dios (vea el comentario sobre Génesis CaLos hijos de Dios tomaron como mujeres a las hijas de los hombres. Un mundo de injusticia y maldad. Satanás sigue siendo el gobernante de este mundo. Pero lo malo es malo incluso si todo el mundo lo hace. La bondad es cuando hacemos lo correcto, como Noé.

No solo debemos hacer lo que es correcto, sino que debemos hacerlo de la manera correcta y por la razón correcta. Debemos amar la misericordia (hebreo: jesed). Usada unas 248 veces en el TaNaJ, la palabra hebrea jesed no tiene equivalente en español. Siendo una expresión de relación, el término significa fidelidad, benignidad, bondad, misericordia, amor y compasión, pero principalmente lealtad a un pacto. YHVH es Aquel que modela jesed. Es una característica de Ha’Shem más que de los seres humanos; está enraizado en la naturaleza divina. Jesed precede al pacto (brit), lo que brinda seguridad adicional de que la promesa de YHVH no fallará. Si bien los justos pueden pedir ayuda basándose en una relación con Él, también puede haber un pedido de ayuda basado no en ningún mérito humano, sino en la fidelidad de ADONAI para ayudar a los que no lo merecen a traerles el perdón y la restauración. Una vez más, Dios modela el “haciendo jesed” para nosotros. El jesed del SEÑOR que es experimentado y conocido por Sus hijos, viene a definir lo que el jesed humano puede ser, debe ser y, a veces, realmente es. 149

En los días del Mesías, había un fariseo que subía al Templo a orar. Obviamente, orar es algo bueno. Es esencial que oremos. El problema, sin embargo, no era que oraba, sino cómo oraba. El fariseo, de pie, oraba consigo mismo estas cosas: Oh Dios, te doy gracias porque no soy como los demás hombres: ladrones, injustos, adúlteros, tampoco como este publicano (Lucas 18:11). El fariseo no estaba en contacto con Dios en absoluto, sino que simplemente se jactaba y se justificaba a sí mismo. Las razones del fariseo para estar solo se entienden fácilmente. Él se consideraba a sí mismo justo y de hecho, no como otras personas, como vemos en su descripción de un recaudador de impuestos parado lejos de él.

La práctica judía es orar en voz alta. Esto añade alta definición a la escena. En esencia, el fariseo está predicando a “los menos afortunados sin lavar” a su alrededor. Es como si estuviera pensando para sí mismo: “Tienen pocas posibilidades de ver bien a un hombre verdaderamente justo como yo, así que misericordiosamente les ofreceré unas pocas palabras de juicio, junto con alguna instrucción en justicia.” Pero su oración revela más de sí mismo de lo que probablemente pretendía. La oración en la piedad judía, principalmente implica ofrecer alabanza y agradecimiento a ADONAI por todo lo que ha hecho, y peticiones por las necesidades del adorador. Este fariseo no lo hace. Se jacta de su propia justicia y no tiene peticiones. Así, su “oración” degenera en mero engrandecimiento propio, y a medida que avanza, va de mal en peor.150

Él decía: no soy como los demás hombres: ladrones, injustos, adúlteros, tampoco como este publicano (recaudador de impuestos). Los fariseos, por lo general mostraban un orgullo y una superioridad hacia prácticamente todos los demás. Ellos eran ofensivamente despreciables, francos, carentes de decencia y caridad, pero siempre con mucha autoafirmación piadosa. Aquí, sus palabras fueron seleccionadas porque sintió que se aplicaban específicamente al recaudador de impuestos, a quien se ve de pie a cierta distancia de los otros fieles. También decía: Ayuno dos veces a la semana y doy la décima parte de todo lo que recibo.” En cambio, el recaudador de impuestos, que se había quedado a cierta distancia, ni siquiera se atrevía a alzar la vista al cielo, sino que se golpeaba el pecho y decía: “¡Oh Dios, ten compasión de mí, que soy pecador!” (Lucas 18:12-13). La imagen del recaudador de impuestos en la mente del fariseo, contrasta fuertemente con la realidad del hombre quebrantado y humilde, de pie a cierta distancia, lejos de los adoradores reunidos. Él no se mantiene al margen, sino a distancia, porque él no se siente digno de estar en medio del pueblo de Dios.

Decía: “Dios, ten misericordia de mí, que soy pecador” (Lucas 18:13b). La gracia es recibir lo que no se merece (perdón) y la misericordia es no recibir lo que se merece (castigo). El recaudador de impuestos no está ofreciendo una oración general por la compasión de Dios. Él anhela específicamente los beneficios de la expiación, o un sustituto. Los que venían a orar en el momento del sacrificio de la tarde, verían primero el sacrificio y el corte del cordero del sacrificio. Entonces notarían que el sacerdote entraba al Lugar Santo para quemar incienso.

Ambos fueron actos en los que el israelita no era simplemente un espectador, ya que se realizaron en nombre del pueblo, del cual el sacerdote era un representante, para afirmar diariamente la relación de Israel con ADONAI. Después de quemar el incienso, el sacerdote anunciaba la bendición con las manos extendidas y ponía el nombre de YHVH sobre el pueblo. Fue para la recepción de la bendición, que el pueblo se “inclinaba” hasta el suelo al oír el Nombre. Esto fue seguido, en la conciencia o conocimiento de que Dios aceptaría en su gracia la ofrenda, por traer el cordero del sacrificio al altar de bronce.

Casi se puede oler el incienso picante, escuchar los sonidos de la liturgia, el resonar de los címbalos, el toque de los shofares, la lectura de los Salmos, el canto del coro levítico en las gradas de la Puerta de Nicanor, ver la gran nube de humo denso que sube del holocausto sobre el altar de bronce, y la postración final del pueblo. El recaudador de impuestos está allí. Se quedó a distancia, ansioso por no ser visto, sintiendo su indignidad para estar con los otros adoradores. En el quebrantamiento, él anhela ser parte de todo. Quiere desesperadamente estar con “los justos”. Con profundo remordimiento se golpea el pecho y clama en arrepentimiento y esperanza: ¡Oh Dios, ten compasión de mí, que soy pecador!” Allá en el Templo este humilde hombre, agudamente consciente de su propio pecado y de la indignidad sin mérito propio, anhelaba que el cordero del sacrificio sobre el altar de bronce pudiera aplicarse a él. Como resultado, Dios tuvo misericordia de él y lo perdonó.151 Y como ADONAI, debemos amar la misericordia.

Y finalmente, ADONAI le dijo a Miqueas que anduviera humildemente con su Dios. Él no dijo simplemente que caminen con Dios, dijo que caminen humildemente (Miqueas 6:8b). En la Biblia, la humildad se opone a la soberbia como la del fariseo. Vivimos en una sociedad orgullosa y arrogante. La gente mira hacia abajo a otras personas. Las personas son narcisistas, pensando que el mundo gira a su alrededor. Pero en contraste con el mundo, debemos caminar humildemente con nuestro Dios, sabiendo que, si no fuera por la gracia y la misericordia de Dios, no estaríamos donde estamos. Todo lo que tenemos proviene de Él.

Practicar la justicia es una forma de amar la misericordia, que a su vez es una manifestación de caminar humildemente con nuestro Dios. Él es bueno para nosotros, Él es bueno por nosotros, Él es bueno en nosotros, y Él es bueno por medio de nosotros. El incrédulo típico de hoy cree que ir al cielo involucra algo acerca de ser una buena persona. Pero la única forma en que podemos ser buenos es porque Yeshua vive a través de nosotros. Dicho de otra manera, nadie puede ser “bueno” sin una relación con Jesús el Mesías. Es Dios viviendo a través de nosotros lo que produce Su bondad.

Querido Padre Celestial, ayúdanos a recordar el ejemplo que nos diste, porque, aunque eres perfecto, también eres humilde. Dejaste tu santo cielo, te vaciaste para venir a vivir en semejanza de hombre (Filipenses 2:6-14), dispuesto a ser traicionado (Mateo 26:14-16, 45-48), burlado, escupido, insultado (Mateo 26:29-30,44), negado y crucificado (Mateo 26:69-75, 27:34-50).

diste tanto por nosotros, que deseamos devolverte el amor dando mucho fruto, incluida la evidencia de la bondad. Cuando estemos ante Ti en el Cielo, anhelamos que nos digas “bien hecho”, como le dijo el maestro a su siervo fiel en la parábola que relataste. Su señor le dijo: Bien, siervo bueno y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor (Mateo 25:23). Nos deleitamos en servirte por amor. En el nombre de Tu santo Hijo y el poder de Su resurrección. Amén

2024-02-17T12:50:03+00:000 Comments

Ca – El Fruto del Espíritu es benignidad 5: 22e

El Fruto del Espíritu es benignidad
5: 22e

El fruto del Espíritu es benignidad o amabilidad ESCUDRIÑAR: ¿Piensa usted en la benignidad como debilidad o falta de convicción? ¿Por qué si o por qué no? ¿Cómo mostró Yeshua amabilidad o compasión? ¿Cuál es la esencia de la amabilidad? ¿Cuáles son los tres principios que podemos aprender de la parábola del Buen Samaritano? ¿Quién era el prójimo del herido? ¿El sacerdote? ¿El levita? No. El mestizo que lo amaba lo suficiente como para mostrarle gracia en acción.

REFLEXIONAR: ¿Qué significa para usted “capturado por la gracia”? ¿Cuándo lo ha experimentado? ¿Tiene miedo de ayudar en situaciones desconocidas? ¿Tiene tendencia a pensar demasiado en las situaciones que surgen en las que podría mostrar benignidad o amabilidad? ¿Cómo puede cambiar eso? Cuando muestra benignidad o amabilidad, ¿quién recibe la bendición?

Cuando Pablo habló de caminar por el Espíritu, no se refería a seguir tras visiones y revelaciones místicas (haga clic en el enlace y vea Bv Caminar por el Espíritu, y no por los deseos de la carne). En cambio, proporcionó una lista de atributos que describen a una persona dirigida por el Espíritu. Así, la evidencia del fruto del Espíritu es una vida cambiada. Pablo presenta ahora el camino correcto según el cual deben andar los fieles a Dios en Su Mesías. El fruto contrasta con las obras de la carne. El fruto del Espíritu simplemente nos muestra las cualidades que caracterizan el Reino de Dios. Pero, en contraste con las obras de la carne, el fruto del Espíritu (singular, como un racimo de uvas) es amor, gozo y paz; paciencia, benignidad y benignidad; fidelidad, mansedumbre, dominio propio (5:22-23a LBLA). Todos estos elementos deben ser parte de nuestra vida mientras permitimos que el Espíritu Santo fluya a través nuestro.

Benignidad o amabilidad (griego: crestotes) significa gracia en acción. Se relaciona con la tierna preocupación por los demás. No tiene nada que ver con debilidad o falta de convicción, sino que es el deseo genuino de un creyente de tratar a los demás con amabilidad, tal como nuestro Señor nos trata a nosotros. La benignidad de Yeshua es nuestro ejemplo. Cuando le fueron llevados unos niños para que pusiera las manos sobre ellos y orara, y los discípulos los reprendieron. Pero Jesús dijo: Dejad a los niños, y no les impidáis venir a mí, porque de los tales es el reino de los cielos (Mateo 19:13-14). En otra ocasión dijo: Venid a mí todos los que estáis trabajados y agobiados, y Yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas (Mateo 11:28-29). Así como nuestro Señor es benigno, a Sus siervos se les ordena: un siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable con todos, apto para enseñar, tolerante (Segunda Timoteo 2:24). Y tal como lo hace con todas las demás manifestaciones de Su fruto divino, el Ruaj Ha-Kodesh les da benignidad a los hijos de Dios (Segunda Corintios 6:6).

Entonces, ¿qué es la benignidad o amabilidad? Probablemente no haya mejor ejemplo en la Biblia que el del buen samaritano (vea el comentario sobre La vida de Cristo Gw –La parábola del buen samaritano). Hay tres principios que podemos aprender sobre la benignidad de esta parábola.

Primero, la benignidad o amabilidad no es algo de lo que hablamos, es algo que hacemos. Es la gracia en acción. Piense en todas las veces que Yeshua mostró compasión (sinónimo de benignidad) por las personas al hacer algo. Recuerde cuando el Mesías alimentó a las masas (vea el comentario sobre La vida de Cristo Fn Jesús alimenta a los 5.000): Y al salir, vio una gran multitud de gente, y se enterneció por ellos, y sanó a sus enfermos (Mateo 14:14a; Marcos 6:34a). Recuerde que resucitó a la hija de Jairo de entre los muertos y Él en Lucas 19:20 sanó a una mujer que estaba allí que había estado sangrando durante doce años (vea el comentario sobre La vida de Cristo Fh – Jesús resucita a una niña muerta y sana a una mujer enferma). La compasión de Yeshua, Su benignidad, siempre lo llevaron a hacer algo, la benignidad es la gracia en acción.

El pastor David Jeremiah escribe en su libro, Capturado por la gracia, acerca de una mujer llamada Victoria. Vivía en una zona rural del estado de Nueva York y una noche conducía a su casa después del recital de música de sus hijas. Sin previo aviso, algo atravesó el parabrisas de su auto y la golpeó en la cara. Le rompió casi todos los huesos de la cara. Chocó su auto y ella y su hija fueron llevadas al hospital. Tuvo que someterse a múltiples cirugías faciales y le cerraron la mandíbula con alambre. Ella estuvo en el hospital por más de un mes.

Cuando la policía investigó, descubrió que había cuatro chicos aburridos buscando problemas esa noche. Habían estado en una pequeña tienda y compraron algunas cosas y uno de ellos vio pavos congelados. Pensó en lo gracioso que sería tomar uno de esos pavos congelados de diez kilogramos y arrojarlo en la dirección de alguien mientras conducía por la carretera y hacer que se desviara bruscamente. Después de todo, ¿qué podría salir mal? Así que decidieron que sería algo divertido de hacer. Y cuando se acercaron al auto de Victoria que se dirigía hacia ellos por la ruta, uno de ellos bajó la ventanilla y arrojó ese pavo congelado de diez kilogramos en su dirección. Casi matándola.

Cuando se descubrió quiénes eran los cuatro jóvenes, fueron arrestados. Y hubo indignación en la comunidad, y la gente decía: “Deberían ‘tirárselo a ellos’. Todos hemos tenido esos mismos pensamientos. Cuando llegó el juicio, y el jurado había escuchado todos los hechos, fueron declarados culpables (los muchachos admitieron lo que habían hecho). Pero cuando el juez dictó la sentencia de seis meses de cárcel (que ya habían cumplido), cinco años de libertad condicional y consejería, hubo indignación en la comunidad. “¡Eso no es justo por lo que ellos le habían hecho a Victoria! ¿Cómo podría ser ese un castigo apropiado?

Esa fue su sentencia porque Victoria se lo había pedido. Le había pedido al juez que fuera indulgente. Después de todo esto, había llegado a conocer a las familias de los muchachos y llegó a comprender que el joven que arrojó el pavo estaba realmente arrepentido por lo que había hecho, no solo por haber sido atrapado. Y el último día del juicio, Victoria cruzó la sala del tribunal hacia el joven, que lloraba abiertamente por lo que había hecho, y lo abrazó y le dijo: “Te perdono. Quiero que tu vida sea lo mejor que pueda ser”. El New York Times publicó esa historia al día siguiente, y el titular decía: “Capturado por la Gracia”. Le sugiero a usted que el titular podría haber sido “Capturado por la benignidad”.

En segundo lugar, a veces la benignidad o amabilidad tiene que ser intrépida. En la parábola del buen samaritano, la historia involucra a otras dos personas que se cruzaron con él tirado allí en el camino. Había un sacerdote y un levita ¿Por qué ellos no se detuvieron y ayudaron al samaritano que había sido atacado por ladrones?

Así, la parábola nos da la imagen de un sacerdote que pasa cabalgando, viendo herido (presumiblemente a cierta distancia), y luego dirigiendo su cabalgata hacia el otro lado del camino y continuando su ruta. Los sacerdotes creían que la ayuda ofrecida a tal despreciable hombre en esta condición estaría en contra de lo que Dios mismo exigió, porque ADONAI detesta a los pecadores (Sirac 12:1-7). No solo eso, existía la posibilidad de que este pecador en la zanja no fuera judío, o peor aún que el hombre podría estar muerto. Si fuera así, el contacto con él contaminaría al cohen, quien recolectó y distribuyó los diezmos. Si se contaminaba, él no sería capaz de hacer ninguna de esas cosas, y su familia y sirvientes también sufrirían las consecuencias de su comportamiento.

Otra parte de la decisión del sacerdote de detenerse y prestar ayuda o evitar al pecador, fue el hecho de que bajaba de Jerusalén a Jericó. Un gran número de sacerdotes servían en el Templo por períodos de dos semanas, pero vivían en Jericó. Cualquier sacerdote dejando a Jerusalén en su camino a Jericó, naturalmente, se supondría haber cumplido su período de servicio y estar de camino a casa. Se nos dice que los sacerdotes realizaban la purificación ritual dos veces al día en el Templo. Durante el servicio se tocaba un gong en el momento de la ofrenda de la mañana y de la tarde. En ese momento el sumo sacerdote hacía que todos los inmundos se pararan en el Patio de las Mujeres frente al altar de bronce.144 El sacerdote, inmundo también, se paraba allí avergonzado por contraer impurezas (Mishna Tamid 4, 6). Es fácil imaginar la humillación ardiente que sentiría el cohen si contrajera impureza ritual. Habiendo completado probablemente sus dos semanas como líder de la adoración en el Templo, ¿regresaría entonces humillado y se pararía en el Patio de las Mujeres con todos los demás pecadores inmundos? Por lo tanto, no es difícil de entender la situación del sacerdote, quien de repente se encontró con un hombre inconsciente junto al camino.

Más específicamente, el cohen no podía acercarse a menos de cuatro codos de un cadáver sin ser contaminado, y ciertamente tendría que acercarse más que eso solo para evaluar la condición del hombre. Entonces, si estuviera muerto, el sacerdote probablemente se arrancaría sus ropas. Y eso habría violado la Ley Oral mandándole no destruir las cosas valiosas (vea el comentario sobre La Vida de Cristo Ei – La Ley Oral). La esposa, el sirviente y los colegas del sacerdote habrían aplaudido su abandono del hombre herido y los fariseos lo habrían encontrado justificado para detenerse, pero con derecho a seguir de largo. Por lo tanto, para él, la vida se había organizado en un sistema de hacer y no hacer.145 Él tenía miedo de enfrentar cualquiera de estas consecuencias.

Y por coincidencia, cierto sacerdote bajaba por aquel camino, y al verlo, pasó por el lado opuesto. Igualmente, un levita, al llegar junto al lugar y al verlo, pasó por el lado opuesto (Lucas 10:32). El levita era un descendiente de Levi que vigilaba el Templo y ayudaba a los sacerdotes en varios deberes de sacrificio. El levita supo que había un sacerdote que iba delante de él y que había dejado al hombre herido, porque uno es capaz de ver el camino por delante a una distancia considerable durante la mayor parte de los 27 kilómetros. Además, un viajero en ese camino estaría extremadamente interesado en saber quién más está por allí. Su vida podría depender de ello. Una pregunta hecha a un transeúnte en el borde del último pueblo, justo antes de que comience el desierto; un breve intercambio con un viajero que viene en sentido contrario; huellas frescas en la tierra blanda al borde del camino donde hombres y animales prefieren caminar; un vistazo en el aire claro del desierto de una figura con túnica por delante; todos estos eran fuentes potenciales de conocimiento para el viajero levita.

Así que el levita sabía este detalle, y es importante para la historia, porque no estaba sujeto a tantas normas como el sacerdote. El levita solo estaba obligado a observar la limpieza ritual en el curso de sus actividades en el Templo.146 Así, él podría prestar ayuda, y si el hombre estuviese muerto o muriera en sus brazos, las repercusiones para él no serían tan graves. Se nos dice que el levita vino al lugar donde yacía el hombre. El levita, como el sacerdote, no podía averiguar si el herido era o no un prójimo. Esta puede ser la razón por la que se acercó a él. Quizás podría hablar. Al no poder averiguarlo, él luego pasó de largo. Entonces, en contraste con el sacerdote, el levita parece haber roto la prohibición de la Ley Oral de los cuatro codos y satisfizo su curiosidad con una mirada más cercana (vea el comentario sobre La vida de Cristo Ei – La Ley Oral). Entonces decidió no ofrecer ayuda y pasó al otro lado.

El miedo a la corrupción no habría sido un fuerte motivo. Sin embargo, el miedo a los ladrones puede haberlo sido. Lo más probable es que sea el ejemplo del sacerdote de mayor rango lo que lo disuadió. No solo podía decir: “Si el sacerdote que estaba adelante no hizo nada, ¿por qué debería preocuparme yo, un simple levita?”, sino que también, podría verse como una especie de afrenta a su superior.147 Más que acusar sutilmente al sacerdote de “dureza de corazón” al detenerse, el levita también estaría criticando la actitud del sacerdote en la interpretación de la Torá. Cuando el sublime sacerdote interpretó la Torá de una manera, ¿debe el levita cuestionar su juicio? Difícilmente.

El levita era de un orden social más bajo que el sacerdote y bien pudo haber estado caminando. En todo caso, podría haber brindado asistencia médica mínima incluso, si no hubiera tenido forma de llevar al hombre herido a un lugar seguro. Si estuviera caminando, podemos imaginarlo diciéndose a sí mismo: “yo no puedo llevar al hombre a un lugar seguro y ¿debo sentarme aquí toda la noche y correr el riesgo de ser atacado por estos mismos ladrones?” 148 Como el sacerdote, él también tenía miedo.

Pero al llevar al herido a una gran ciudad como Jericó, el samaritano se dejó identificar y corrió el grave riesgo de que la familia del herido lo buscara para vengarse de él. Después de todo, ¿quién más estuvo ahí? La mentalidad de grupo de la sociedad campesina del Cercano Oriente hace un juicio totalmente ilógico en este punto. El extraño que se involucra en un accidente, a menudo, se considera parcialmente, si no totalmente, responsable del incidente. Después de todo, ¿por qué él se detuvo? Las mentes irracionales que buscan un foco para sus represalias no hacen juicios racionales, especialmente cuando la persona involucrada pertenece a una minoría odiada. Lo cauteloso hubiera sido dejar al hombre herido a la puerta de la posada y desaparecer, en cuyo caso el samaritano estaría completamente protegido. Pero cuando se quedó en la posada toda la noche a cuidar del hombre, y prometió volver, el anonimato no fue posible. Su coraje se demostró por primera vez cuando se detuvo en el desierto (porque los ladrones todavía estaban en la zona). Pero se vio su verdadera valentía en este último acto de compasión en la posada. A veces, la amabilidad debe ser intrépida. A veces necesitamos ser amables con alguien cuando realmente no sabemos cuál será el resultado final de mostrar benignidad. Pero ADONAI nos dice en un susurro apacible y delicado (Primera de Reyes 19:12b), “Esta es una oportunidad para mostrar gracia en acción”.

Tercero, la amabilidad no es ciencia espacial. Usted no tiene que pensar demasiado en ser amable. A veces comenzamos a pensar en todas las consecuencias de tomarnos el tiempo para un acto de benignidad, que desarrollamos parálisis por análisis, y antes de que nos demos cuenta, la oportunidad se nos fue. La amabilidad no hace eso. La benignidad responde con la incitación del Espíritu Santo. El buen samaritano, no pensó demasiado en su respuesta. Pero un samaritano que iba de camino, se acercó a él, y al verlo, fue movido a compasión; y allegándose, vendó sus heridas derramando aceite y vino, y poniéndolo sobre su propia cabalgadura, lo llevó a un mesón, y cuidó de él. Y al día siguiente, al partir, sacó dos denarios, los dio al mesonero, y le dijo: Cuídalo, y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese.

Demasiadas veces vemos una necesidad y pensamos: “bueno, ¡cómo nos dejamos meter en este lío! ¿Por qué no sale y consigue un trabajo? ¿Alguna vez ha pensado eso? Yo sí. Pero cuando vemos una necesidad y el adversario se sienta en nuestro hombro, y nos grita al oído: “¿Cómo te metiste en este lío?”, debemos escuchar al ángel en nuestro otro hombro susurrando: “Ahí voy yo por la gracia de ADONAI.” Yo necesito preguntarme si yo estuviera en esa situación y alguien se cruzara en mi camino, y tuviera la oportunidad de ayudarme, ¿querría que fuera amable conmigo? ¡Sí! Por lo tanto, necesito mostrarles benignidad. A veces puede que no se sienta muy apreciado, lo que debería recordarnos cómo Dios nos tolera. Y al mostrar benignidad, a veces la bendición puede ser más suya que la de la otra persona. ¿Quién está ahí para quién? ¿Estoy ahí para él o él está ahí para mí? En conclusión, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos como hermanos, misericordiosos, humildes; no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino bendiciendo, pues para esto fuisteis llamados, para que heredarais bendición (Primera Pedro 3:8-9).

Querido Padre Dios, que Padre tan maravilloso ¡eres! Alabado seas por Tu amor jesed, que es a la vez un amor profundo y leal basado en la fidelidad en una relación. Estoy asombrado por la riqueza de significado de Tu amor jesed, con tres conceptos siempre interactuando: fuerza, firmeza y amor. Como tres cuerdas de amor que se juntan para expresar ricamente un compromiso fuerte y leal en una relación, el amor jesed para su familia del pacto, no es solo una obligación, sino también lleno de generosidad, no solo de lealtad, sino también misericordioso. Te alabo por este maravilloso y fuerte amor. Que nos transformes para amar a los demás de maneras muy benignas, siguiendo Tu ejemplo (Primera Juan 4:11-12). En el santo nombre de Tu Hijo y el poder de Su resurrección. Amén

2024-02-17T12:44:11+00:000 Comments

Bz – El fruto del Espíritu es paciencia 5: 22d

El fruto del Espíritu es paciencia
5: 22d

El fruto del Espíritu es paciencia ESCUDRIÑAR: ¿Cuál es la diferencia entre perseverancia y paciencia? ¿Por qué ADONAI es paciente con nosotros? ¿Por qué debemos modelar nuestra paciencia según el Señor? ¿Qué debe producir la paciencia? ¿Qué pasaría si ADONAI arreglara todos nuestros problemas? ¿Cuál es nuestra gran nube de testigos y qué nos enseñan hoy? ¿A qué apunta el segundo grupo de evidencias del fruto?

REFLEXIONAR: ¿La gente tiene que caminar sobre cáscaras de huevo alrededor de usted? ¿Es usted paciente la mayor parte del tiempo? ¿Cuándo pierde la paciencia? ¿Cuál es su realidad ahora mismo? ¿Qué está pasando en este momento que requiere paciencia? ¿Por qué no debería sorprenderse? ¿Qué le ha enseñado ADONAI a usted través de las pruebas y el sufrimiento de la vida?

Cuando Pablo habló de caminar por el Espíritu, no se refería a seguir tras visiones y revelaciones místicas (haga clic en el enlace y vea Bv Caminar por el Espíritu, y no por los deseos de la carne). En cambio, proporcionó una lista de atributos que describen a una persona dirigida por el Espíritu. Así, la evidencia del fruto del Espíritu es una vida cambiada. Pablo presenta ahora el camino correcto según el cual deben andar los fieles a Dios en Su Mesías. El fruto contrasta con las obras de la carne. El fruto de Espíritu simplemente nos muestra las cualidades que caracterizan el Reino de Dios.

Pero, en contraste con las obras de la carne, el fruto del Espíritu (singular, como un racimo de uvas) es amor, gozo y paz; paciencia, benignidad y bondad; fidelidad, mansedumbre, dominio propio (5:22-23a LBLA). Todos estos elementos deben ser parte de nuestra vida mientras permitimos que el Espíritu Santo fluya a través nuestro.

Cuando nosotros llegamos al fruto de Espíritu en 5:22 y 23, el primer grupo de tres, amor, gozo y paz, están dirigidos a Dios, todo fluye de eso; el segundo grupo de tres, paciencia, benignidad y bondad son hacia el hombre, cómo nos tratamos unos a otros; y el tercer grupo de tres, la fidelidad (o), la mansedumbre y dominio propio son hacia adentro, es cómo nos convertimos en lo que ADONAI quiere que seamos.

Hay dos palabras en el Brit Hadashah para describir esta idea de paciencia. Una es jupomone, que es una palabra pasiva y significa tener una carga sobre usted y tiene que soportar esa carga. Puede ser un problema de salud, tal vez un problema familiar, pero es algo impuesto y tiene que soportarlo. La palabra que generalmente se usa para interpretar jupomone es resistencia. Pero la palabra paciencia que se usa aquí es una palabra diferente (griego: makrothumia). Es una combinación de dos palabras, makro, que significa grande, en este contexto significaría largo, y thumia, que significa fuego, en este contexto significa pasión, ira o temperamento. Entonces, cuando junta esas dos palabras, “la paciencia” tiene que ver con la tolerancia y la paciencia que soporta las heridas infligidas por otros, y la disposición tranquila de aceptar situaciones que son irritantes o dolorosas.

Todo el mundo conoce a alguien de mal genio. Nunca se sabe qué lo va a desencadenar. Usted debe caminar sobre cáscaras de huevo a su alrededor. Bueno, la paciencia que la Biblia describe aquí es lo opuesto a eso. Esta es una persona, no con una mecha corta, sino con una mecha larga. Así que paciencia bíblica es la capacidad de entender que Dios tiene el control. Es la capacidad de liberarse de las pequeñas cosas irritantes de la vida, que realmente en el gran ámbito de las cosas no importan. Es la habilidad de aceptar la demora o la desilusión con gracia porque sabe que Dios tiene el control y confía en Él.

Mas tú, Señor, eres un Dios compasivo y lleno de piedad, lento para la ira y abundante en misericordia y verdad (Salmo 86:15 LBLA). ADONAI es paciente para que seamos salvos. ¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar la ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia vasos de ira preparados para destrucción (Romanos 9:22)? ¿Por qué es paciente? El Señor no retarda la promesa, como algunos la consideran tardanza, sino que es paciente (makrothumia) hacia vosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento (2 Pedro 3:9).

Sea usted una persona paciente o no, la Biblia dice que debemos modelarnos a nosotros mismos según la paciencia de nuestro Padre celestial. Como creyentes nunca debemos menospreciar: ¿O tienes en poco las riquezas de su bondad, tolerancia y paciencia, ignorando que la bondad de Dios te guía al arrepentimiento? (Romanos 2:4), ellos mismos deben mostrar esos atributos de su Padre celestial. Se nos ordena imitar la paciencia de nuestro Señor (Salmo 103:8). Hebreos 10:36 dice: Porque tenéis necesidad de la paciencia (makrothumia), para que, habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa. La promesa se refiere a Su venida (vea 2 Pedro 3:4).

¿Por qué necesitamos paciencia? Noticia de última hora: porque la vida es dura. Es difícil debido a las cosas físicas. Es difícil por cosas emocionales. Es difícil debido a las relaciones. Es difícil debido a las presiones financieras. Es simplemente difícil. Y necesitamos la capacidad de aceptar la demora y la decepción con gracia. Necesitamos la capacidad de dejar ir las pequeñas cosas que, en el gran ámbito de las vicisitudes, no importan mucho. Necesitamos tener la habilidad de entender que Dios tiene el control porque la vida es dura.

Así que aquí es donde usted empieza. Usted define su realidad. Nuestra realidad cambia a medida que avanzamos en la vida. Lo que era su realidad hace cinco años, puede no ser lo que es su realidad hoy. Su realidad en este momento puede que ni siquiera sea lo que será mañana. Puede recibir una llamada telefónica. Algo puede pasar en su vida o en la vida de su familia y su realidad cambia en un segundo. Es posible que ya haya experimentado eso. Usted sabe de qué estoy hablando. Ha tenido cáncer y está en tratamiento, está en proceso de divorcio, su hijo se ha rebelado o tal vez acaba de perder su trabajo. Su realidad ha cambiado, pero ahí es donde empieza a encontrar esta paciencia que ADONAI nos da.

Pedro nos dice: Amados, no os sorprendáis por el fuego que os ha sobrevenido, que os sucede para prueba, como si algo extraño os aconteciera (1 Pedro 4:12). Todos vamos a tener ese mismo tipo de problemas en algún momento de nuestras vidas, o alguien a quien ama los tendrá. Así que no deberíamos sorprendernos. Pero, ¿qué dice la Biblia al respecto?

En el libro a los Hebreos había un grupo de nuevos creyentes judíos que estaban en algún lugar de la diáspora. Ellos estaban pasando por una gran persecución a causa de su fe en el Mesías. Pero algunos judaizantes entraron y los confundieron con el legalismo (vea Ag ¿Quiénes eran los judaizantes?). Les dijeron a esos bebés creyentes que creer en Yeshua era tolerable, si eso es lo que querían hacer, pero que ellos necesitaban volver al sistema Levítico de sacrificios (vea el comentario sobre Hebreos Cb La insuficiencia de los sacrificios levíticos). En otras palabras, necesitaban volver al legalismo. Y el escritor de Hebreos dice: Pero traed a la memoria los días antiguos, en los cuales, habiendo sido iluminados, soportasteis una gran lucha de padecimientos. En parte, ciertamente siendo expuestos a vergüenza pública con reproches y también aflicciones, y en parte siendo hechos compañeros de los que eran así tratados. Porque compartisteis los padecimientos de los presos y el despojo de vuestros bienes sufristeis con gozo, sabiendo que tenéis en vosotros mismos una mejor y perdurable herencia. No perdáis, pues, vuestra confianza, la cual tiene gran recompensa. Porque tenéis necesidad de la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa (Hebreos 10:32-36). Entonces, ¿cómo conseguimos esa paciencia?

Santiago nos dice: Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os veáis cercados de diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Y dejad que la paciencia tenga su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna (Santiago 1:2-4). Ahora, es una cosa extraña decir: ¿cómo se puede tener un gran gozo cuando tiene cáncer? ¿por qué su cónyuge se escapa con otra persona? o ¿cuándo su hijo es abusado? Aquí se da la respuesta.

Aproximadamente diez años después de escribir a los Gálatas, Pablo escribió a los creyentes en Roma, diciendo: nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado (Romanos 5:3-5), Aquí está ese extraño concepto nuevamente: nos gloriamos en el sufrimiento. Así que aquí está el secreto bíblico de la madurez espiritual. Cuando enfrentamos pruebas y sufrimientos, y los soportamos con paciencia, crecemos para ser quienes Dios quiere que seamos.

Permítame hacerle una pregunta. ¿Qué sucede cuando un niño crece y cada vez que se mete en problemas, cada vez que tiene un problema con un maestro, entrenador o cualquier figura de autoridad, un padre se apresura a solucionarlo? ¿Qué sucede cuando ese niño no puede pararse sobre sus propios dos pies? Enseñamos a nuestros hijos que, cuando se cae, se levanta, se sacude y vuelve a caminar. ¿Qué sucede cuando un padre rescata a su hijo todo el tiempo? Termina con un niño mimado y nunca aprende a lidiar con los problemas reales de la vida.

¿Por qué ADONAI nos haría eso? Eso es lo que hacemos cada vez que tenemos un problema. Decimos: “Señor, no sé si has estado prestando atención, pero tengo un problema en el corazón. Arregla eso.” Tengo cáncer, “Señor arregla eso”. “Tengo un matrimonio roto, tengo un hijo en rebeldía, tengo este problema en el trabajo, tengo este problema financiero: Dios soluciona mi problema.” Si Ha’Shem viniera al rescate cada vez que le pedimos que solucione nuestros problemas, seríamos niños malcriados espiritualmente y nunca podríamos enfrentar los problemas de la vida.

¿Por qué ADONAI nos haría eso? Él no lo hace. Así, Él nos enseña a través del sufrimiento; Él nos enseña a través de las pruebas de la vida (vea el comentario sobre Hebreos CvLa fe a través de las pruebas). Vivimos en un mundo quebrantado como resultado del pecado. Él nos enseña la paciencia a través de nuestro sufrimiento. Por lo cual también nosotros, teniendo alrededor nuestro una tan grande nube de testigos, desprendiéndonos de todo peso, y del pecado que nos asedia, corramos con paciencia la carrera que nos es puesta delante (Hebreos 12:1); vea el comentario sobre Hebreos ClEl Salón de la Fe. Los héroes de nuestra fe no vivieron de las pruebas, ellos vivieron a través de las pruebas. Ellos han sido perseguidos; ellos han pasado por todo lo que usted ha pasado, ahora ellos están en el cielo, y son testigos de que usted también puede lograrlo. Su paciencia puede producir el carácter que produce esperanza. ¿No ha pasado por algo antes donde Dios estuvo con usted a través de eso? ¿Por qué lo abandonaría ahora? Teniendo puestos los ojos en Jesús, el Autor y Consumador de la fe (Hebreos 12:2a).

Querido Padre Celestial, te alabo porque podemos correr con paciencia la carrera de nuestra vida. A veces nos cansamos tanto en la carrera y la siguiente colina o prueba parece tan difícil, pero siempre te tenemos a Ti en nosotros y con nosotros: porquenos ha dicho: No te dejaré ni te desampararé (Hebreos 13:5c). ¡Qué consuelo eres!

Qué reconfortante saber que cuando nos sentimos heridos, cuando nos pasa algo malo, primero debemos examinar nuestro corazón para buscar pecado; pero si está limpio podemos confiar en Tu amor y sabiduría, para guiar todo lo que llega a la vida de Tu hijo: Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas ayudan para bien, a los que son llamados conforme a su propósito (Romanos 8:28).

Elogio que que nunca te cansas, nunca te confundes, nunca te preocupas. Siempre estás al tanto de todo lo que toca a Tu hijo y Tu firme y leal amor jesed, está guiando nuestras vidas más de lo que podemos imaginar. Al mirar Tu rostro amoroso y las manos traspasadas por los clavos, podemos pasar por la vida con paciencia, sabiendo que esta vida es solo un respiro y, que pronto pasaremos una eternidad gozosa contigo. Porque esta leve tribulación momentánea, produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; no poniendo nuestra mira en las cosas que se ven, sino en las que no se ven; porque las que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas (2 Corintios 4:17-18). ¡Te amamos y anhelamos complacerte con nuestras vidas ahora, en gozosas gracias por Tu gran amor! en nombre de Tu santo Hijo y el poder de Su resurrección. Amén.

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2024-02-13T20:58:44+00:000 Comments

By – El Fruto del Espíritu es paz 5: 22c

El Fruto del Espíritu es paz
5: 22c

El fruto del Espíritu es paz ESCUDRIÑAR: ¿Qué significa paz? ¿Cómo se relaciona eso con el Mesías Yeshua (Jesús)? ¿Qué dijo Isaías acerca de la paz que sobrepasa todo entendimiento? ¿y del Príncipe de Paz? ¿Cómo nos da Daniel un ejemplo de la paz que sobrepasa todo entendimiento? ¿Cómo Ananías, Azarías y Misael también nos dan un ejemplo de paz perfecta?

REFLEXIONAR: ¿Se siente como Daniel en el foso de los leones? ¿Se siente como Ananías, Azarías y Misael en el horno de fuego? ¿Qué ejemplos nos da esto? ¿A qué problema se enfrenta ahora mismo que necesite la paz que sobrepasa todo entendimiento? ¿Cómo puede obtenerla? ¿Le invade el olor a humo del horno? ¿Por qué? ¿Por qué no está solo?

Cuando Pablo habló de caminar por el Espíritu, no se refería a seguir tras visiones y revelaciones místicas (haga clic en el enlace y vea BvCaminar por el Espíritu, y no por los deseos de la carne). En cambio, él proporcionó una lista de atributos que describen a una persona dirigida por el Espíritu. Así, la evidencia del fruto del Espíritu es una vida cambiada. Pablo presenta ahora el camino correcto según el cual deben andar los fieles a Dios en Su Mesías. El fruto contrasta con las obras de la carne. El fruto del Espíritu simplemente nos muestra las cualidades que caracterizan el Reino de Dios. Pero, en contraste con las obras de la carne, el fruto del Espíritu (singular, como un racimo de uvas) es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre y templanza (5:22). Todas estas evidencias deben ser parte de su vida mientras permite que el Espíritu Santo fluya a través de usted.

Si el gozo habla de la alegría del corazón que proviene de estar bien con ADONAI, entonces la paz (griego: eirene, que significa tranquilidad mental) se refiere a la paz que proviene de la relación salvadora con Dios (Salmo 29:11). Alguna forma de esta palabra se encuentra 429 veces en las Escrituras. La forma verbal de eirene significa unir. Así, el Mesías Yeshua (Jesús), a través de Su sangre en la cruz, reconcila lo que fue separado por el pecado, los pecadores quienes pusieron su confianza en YHVH.143 Veamos algunos pasajes sobre la paz.

Isaías dice al remanente creyente: Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera, Porque en ti ha confiado (Isaías 26:3). La frase completa paz no es sólo una duplicación, shalom (completa), shalom (paz). Y debido a que el remanente fiel confió en el Señor, y la mente del remanente se centró en Él a pesar de lo que sucedía a su alrededor, entrarán en la Jerusalén Milenial (vea el comentario sobre Isaías Fe – Tenemos una Ciudad Fuerte; Dios hace la salvación sus muros). Se pueden sacar principios de este versículo y aplicarlos a nosotros hoy, pero el contexto dicta que aquí Isaías tiene en mente al remanente judío creyente al final de la Gran Tribulación (vea el comentario sobre Apocalipsis Ev La base para la Segunda Venida de Jesucristo).

Porque un Niño nos es nacido, Hijo nos es dado; El dominio estará sobre su hombro, Y se llamará su nombre: Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz (Isaías 9:5). Yeshua (Jesús) es el Príncipe de Paz, tanto en el sentido de que Él mismo era supremamente pacífico, como en el sentido de que Él da Su paz a aquellos que son Suyos (vea el comentario sobre Isaías Ck – Él será llamado el Príncipe de Paz).

Paz os dejo, mi paz os doy. Yo os la doy no como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón ni se acobarde (Juan 14:27). Incluso cuando enfrentó al Adversario cara a cara en el desierto, el Mesías tuvo una paz perfecta, sabiendo que su Padre celestial estaba continuamente con Él y supliría todas Sus necesidades (vea el comentario sobre La vida del Mesías Bj – Jesús es tentado en el desierto).

Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tenéis aflicción, pero confiad, Yo he vencido al mundo (Juan 16:33).

Si es posible, en lo que depende de vosotros, procurad la paz con todos los hombres (Romanos 12:18).

Por nada estéis angustiados, antes bien, por la oración y la súplica, en todo sean conocidas ante Dios vuestras peticiones con acción de gracias, y la paz de Dios, que sobrepuja todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Jesús el Mesías (Filipenses 4:6-7). ¿Cómo se ve eso realmente? ¿Cómo se manifestó esta paz que sobrepasa todo entendimiento en la vida de personas reales en la Biblia?

En el libro de Daniel había un rey llamado Nabucodonosor. Era un rey malvado e hizo todo tipo de cosas despreciables. Él hizo una estatua de unos 27 metros de su imagen, y declaró que nadie se inclinaría ni adoraría nada más que esa estatua. Pero tres hebreos llamados Ananías, Azarías y Misael (la mayoría de la gente los conoce por sus nombres babilónicos de Sadrac, Mesac y Abed-Nego), continuaron haciendo lo que siempre habían hecho, oraron a su Dios. Y cuando se negaron a inclinarse y adorar a su ídolo, Nabucodonosor entonces, lleno de furia contra Sadrac, Mesac y Abed-nego, y con el rostro desencajado ordenó que el horno fuera calentado siete veces más de lo acostumbrado. Y mandó a algunos de los hombres más fornidos de su ejército que ataran a Sadrac, Mesac y Abed-nego, y los arrojaran al horno en llamas. Así estos varones fueron atados con sus zaragüelles, sus túnicas, sus turbantes y sus vestidos, y fueron echados dentro del horno de fuego abrasador. Y por cuanto la orden del rey era apremiante, y el horno estaba demasiado caliente, las llamas abrasaron a los hombres que habían arrojado a Sadrac, Mesac y Abed-nego mientras los tres varones, Sadrac, Mesac y Abed-nego, caían atados dentro del horno de fuego en llamas. (Daniel 3:19-22).

Cuando Nabucodonosor vio desde la distancia que su decreto se llevaba a cabo, él se asombró y se puso de pie de un salto. Les preguntó a sus ministros: Entonces el rey Nabucodonosor, estupefacto, se levantó de repente, y preguntó a los de su consejo: ¿No fueron tres los varones que cayeron atados dentro del fuego? Ellos respondieron al rey: Es verdad, oh rey. Pero él respondió: ¡Mirad! Estoy viendo a cuatro varones sueltos que se pasean en medio del fuego sin sufrir ningún daño, y el aspecto del cuarto es semejante a un hijo de los dioses (Daniel 3:24-25).

Más adelante en el libro de Daniel (vea el Capítulo 6) había otro rey cuyo nombre era Darío. No era un rey horrible y en realidad hizo algunas cosas que eran buenas, pero la verdad es que le agradaba mucho Daniel. Sin embargo, los funcionarios y sátrapas buscaron un motivo para acusar a Daniel con respecto a los asuntos del reino (Daniel 6:4a). Ellos sabían que Daniel era un hombre de oración, así que fueron al rey y le pidieron que promulgue un edicto y ponga en vigor el mandato de que cualquiera que en el término de treinta días haga petición a cualquier dios u hombre fuera de ti, oh rey, sea echado en el foso de los leones (Daniel 6:7b). Acto seguido, el rey Darío emitió el decreto escrito a causa de su ego. Sus funcionarios le habían tendido una trampa a Daniel porque sabían que Daniel oraba a ADONAI varias veces al día. Finalmente, atraparon” a Daniel orando a ADONAI, lo arrestaron y lo llevaron ante Darío. Cuando el rey oyó el asunto, le pesó en gran manera, y resolvió librar a Daniel, y hasta la puesta del sol se esforzó por librarlo (Daniel 6:14). Pero como había firmado un decreto que no podía ser alterado, entonces el rey dio orden, y trajeron a Daniel y lo echaron en el foso de los leones. Pero el rey dijo a Daniel: ¡Tu Dios, a quien sirves continuamente, Él te libre! Y fue traída una piedra y puesta sobre la puerta del foso, la cual el rey selló con su propio anillo y con el anillo de sus príncipes, para que el acuerdo acerca de Daniel no fuera alterado.

Y se retiró el rey a su palacio y pasó la noche en ayuno, sin hacer venir concubinas a su presencia, y el sueño huyó de él. Al amanecer, se levantó el rey y al rayar el alba fue apresuradamente al foso de los leones. Y acercándose al foso gritó con voz afligida a Daniel, y le dijo: ¡Daniel, siervo del Dios viviente! ¿Ha podido librarte de los leones ese Dios a quien sirves continuamente? Entonces Daniel respondió al rey: ¡Oh rey, vive para siempre! Mi Dios ha enviado a su ángel, el cual cerró la boca de los leones para que no me hicieran daño, porque ante Él fui hallado inocente, como también lo fui ante ti, oh rey, pues no te he causado perjuicio alguno (Daniel 6:16-22).

Como resultado, el rey se alegró en gran manera, y ordenó que sacaran a Daniel del foso. Y Daniel fue sacado del foso, y no se halló ninguna lesión en él, porque había confiado en su Dios (Daniel 6:23). Si no hubiera tenido una conversación con ellos, ni siquiera habría sabido que habían pasado por el fuego. Pero hay quienes pasan por su “horno de fuego” y no pueden vivir sin que se sepa lo duro que lo han pasado. Cómo han sido maltratados y cuantas cosas horribles les han pasado. Van por la vida y el olor a humo está por todas partes. Pero, cuando Ananías, Azarías y Misael salieron de ese horno, el olor a humo ni siquiera estaba en ellos.

Ellos no estaban preocupados por lo que habían pasado, ¡querían que usted supiera Quién los había ayudado a superarlo! Querían que supiera usted que fue Dios quien los rescató.

A veces enfrentamos luchas en la vida y estamos tentados a pensar que Dios se ha olvidado de nosotros. Incluso podemos creer que Él ya no nos ama. Pero el amor del SEÑOR por nosotros es tan grande como los brazos abiertos del Mesías en la cruz. Y la tierna compasión de ADONAI es más confiable y duradera que el amor de una madre por su hijo lactante. Consuélense: Porque YHVH es bueno; Para siempre es su misericordia, Y su fidelidad de generación en generación (Salmo 100:5).

Dios usa una imagen para asegurar a Sión que no se ha olvidado de ella, dice: En mis palmas te he esculpido; Tus muros están siempre delante de mí (Isaías 49:16); vea el comentario sobre Isaías Ip – Sión no es abandonado. Esto es lo contrario de la práctica normal. En lugar de que el nombre del amo esté escrito en las manos del esclavo, el nombre del esclavo está escrito en las manos del Amo. Esta es una forma figurativa de expresar que el SEÑOR nunca se olvidará de Sión. La Ciudad está representada como grabada en Sus manos, de modo que sus muros están perpetuamente a Su vista, y así el pueblo de Dios, que está representado por la Ciudad, se mantiene en una memoria eterna. En la India se usa con frecuencia una forma similar de expresión para expresar el destino de uno. Es común decir, con referencia a hombres o cosas, “ellas están escritas en las palmas de sus manos”. El recuerdo de un ausente se expresa mediante una figura retórica utilizada en este versículo: “¡Ay, amigo mío, hace mucho tiempo que me has olvidado!” ¿Pero te he olvidado? ¡Nunca! Esta imagen también puede aplicarse a nosotros hoy.

Todo un pensamiento ¿no? Su nombre está escrito en las manos de Dios. Su nombre en los labios del SEÑOR. Tal vez haya visto su nombre en algunos lugares especiales. En un premio o un diploma… Pero pensar que su nombre está en las manos del Señor y en sus labios... ¿podría ser? O tal vez nunca usted haya visto honrar su nombre. Y no puede recordar cuándo lo escuchó decir con amabilidad. Si es así, puede ser más difícil para usted creer que ADONAI incluso sabe su nombre, pero Él lo hace. Escrito en Su mano. su nombre es susurrado por Sus labios.

Cuando usted es arrojado al foso de los leones, o al horno de fuego de la vida, es posible que lo haya causado usted, puede que no lo haya causado, puede haber sido provocado por alguna circunstancia que estaba más allá de su control, pero se ha encontrado bajo ataque. Cuando sus enemigos le hayan rodeado: la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús (Filipenses 4:7). El Shalom de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, puede ser suyo al saber que puede confiar en su Dios. Él sabe quién es y conoce las luchas de su vida. Él sabe dónde ha estado, Él sabe dónde está, y Él sabe a dónde va usted. Él lo ha grabado en las palmas de Sus manos. Cuando se encuentre en el horno de fuego o en el foso de los leones, es cuando puede encontrar la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento porque usted no está solo.

Querido Padre, te alabo porque podemos estar en paz cuando pasamos por cualquier prueba, porque has prometido estar siempre a nuestro lado. Porque Dios mismo ha dicho: Nunca te dejaré ni te desampararé (Hebreos 13:5c). Nuestro corazón, descansando en tu poder y fortaleza, confiará y no temerá, de manera que podemos decir osadamente: El Señor es mi ayudador, no temeré. ¿Qué me puede hacer el hombre? (Hebreos 13:6). Incluso cuando alguien nos agravia con rencor, te alabamos porque lo haces para nuestro bien. Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas ayudan para bien, a los que son llamados conforme a su propósito (Romanos 8:28); así como lo hiciste con el rey David, quien confió en Ti, aun cuando el rey lo perseguía con todo su ejército. El amor de David por Ti se hizo más fuerte a medida que pasaba prueba tras prueba y otra vez, y siempre le fuiste fiel con un amor jesed rico, fuerte, profundo y leal.

Te alabo porque podemos tener paz mientras pensamos en entrar al cielo. Sabemos que ninguna cantidad de buenas obras puede ser suficiente para llevarnos a Tu santo cielo (Efesios 2:8-9); porque eres totalmente perfecto y no puedes permitir ningún pecado en santo cielo. enseñaste a Tu hijo primogénito (Éxodo 4:22), los judíos, que la única forma en que podían acercarse a Ti era pagando el precio de la muerte por sus pecados... transfiriendo su culpa al cordero, inmolado en su lugar. Apoyará su mano sobre la cabeza de la víctima, y le será acepta para hacer expiación por él (Levítico 1:4). Esta transferencia del pecado a un chivo expiatorio sacrificado con sangre es el mismo patrón que usas para que todos entren en Tu presencia en Tu santo cielo: Limpiad la vieja levadura, para que seáis masa nueva, como sois, sin levadura, porque el Mesías, nuestra pascua, ya fue sacrificada (Primera Corintios 5:7c).

No tomamos este gran regalo a la ligera; pero nos inclinamos en reverencia ante Ti y buscamos amarte de nuevo con todo nuestro corazón. En nombre de Tu santo Hijo y poder de Su resurrección. Amén.

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2024-02-13T20:52:42+00:000 Comments

Bx – El Fruto del Espíritu es gozo 5: 22b

El Fruto del Espíritu es gozo
5: 22b

El fruto de Espíritu es gozo ESCUDRIÑAR: ¿Cómo se conectan la Gracia y el gozo? ¿Cómo se relacionan entre sí Santiago 1:2-3 y 1 Pedro 4:10? ¿Qué relación tiene el gozo con la felicidad? ¿De dónde viene el gozo? ¿A qué sorprendente conclusión llegó Santiago sobre el gozo? ¿Cuál es la clave para tener gozo en su vida? ¿Por qué debemos estar alegres? ¿Cómo podemos expresar nuestro gozo?

REFLEXIONAR: ¿Cómo la gracia de Dios ha traído gozo en su vida, ya sea por haberse cumplido o por una promesa? ¿De qué manera los diversos colores de problemas en su vida han sido emparejados con los diversos colores de la gracia que Dios le ha dado? ¿Está usted buscando el gozo de ADONAI o el ADONAI del gozo? ¿Por qué debería estar lleno de gozo hoy? ¿Cómo expresamos nuestro gozo?

Cuando Pablo habló de caminar por el Espíritu, no se refería a seguir tras visiones y revelaciones místicas (vea el enlace haga clic Bv Caminar por el Espíritu, y no por los deseos de la carne). En cambio, proporcionó una lista de atributos que describen a una persona dirigida por Espíritu. Así, la evidencia del fruto del Espíritu es una vida cambiada. Pablo presenta ahora el camino correcto según el cual deben andar los fieles a Dios en Su Mesías. El fruto contrasta con las obras de la carne. El fruto del Espíritu simplemente nos muestra las cualidades que caracterizan el Reino de Dios. Pero, en contraste con las obras de la carne, el fruto del Espíritu Santo (singular, como un racimo de uvas) es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre y templanza. Todos estos elementos deben ser parte de su vida mientras permite que el Espíritu Santo fluya a través de usted.

La segunda manifestación del Espíritu es el gozo (del griego: cara), y se vincula con la palabra clave del libro de Gálatas, que es la palabra gracia (griego: caris). Esas dos palabras suenan muy similares, cara y caris. Las dos palabras vienen de la misma raíz y están conectadas porque el gozo brota de la gracia. Cuando comprendemos la gracia de Dios en nuestra vida, ya sea una promesa o ya cumplida, nos trae gozo.

ADONAI nos ha prometido algunas cosas por Su gracia que aún no han sucedido. Él ha prometido que un día regresará y establecerá Su Reino Mesiánico por mil años. Él nos ha prometido que un día nos llevará de este mundo al cielo. Él ha prometido que estar ausente del cuerpo es estar presente con Él. Todavía no hemos experimentado esas cosas, pero la promesa de esas cosas nos da gozo. Y luego están esas cosas que ya se han cumplido.

La palabra gozo o alguna variación de la palabra se usa unas 350 veces en la Biblia. En el TaNaJ hay 27 palabras diferentes para describir el gozo. Es un elemento clave de nuestra fe y usted debería poder entender lo que significa tener el gozo de ADONAI.

Por tanto, no permitáis que se hable mal de lo que para vosotros es bueno. Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia y paz y gozo en el Espíritu Santo (Romanos 14:16-17). Muchas veces la gente equipara la palabra gozo con felicidad. Pero nada podría estar más lejos de la verdad. La felicidad se basa en las circunstancias favorables de la vida. Es como las olas en la playa, la felicidad va y viene. Y a veces las olas de felicidad son más grandes un día que en otros momentos. Pero no se basa en las circunstancias. El gozo se basa en la gracia de Dios. El gozo es la sensación profunda de bienestar que mora en el corazón de una persona que sabe que todo está bien entre él y el Señor. Es un regalo de Dios para los creyentes. Veamos algunos pasajes sobre el gozo.

Jacobo (Santiago) hace una declaración muy inusual en Santiago 1:2-3: Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os veáis cercados de diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. ¿Siempre todo nos sale bien? ¡No!. La palabra diversas (del griego: poikilos), significa varios colores, las pruebas se nos presentan en diferentes colores. Las pruebas vienen en todos los colores y tonos. Ya hemos aprendido que la abundancia de la gracia de Dios es gozo. Ellas se encuentran conectadas. Así, en Primera Pedro 4:10 dice Cada uno según el don que recibió, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. Por cada “color de problema” que se nos presente, Dios tiene un “color de gracia” correspondiente. Vea Ntd1

El Talmud afirma que, “cuando la Torá fue olvidada de Israel, Edras subió de Babilonia y la estableció” (Talmud Succ. 20a). Esdras vino y leyó la Torá, que tuvo un impacto devastador en su audiencia. Así como la lectura del rollo de Deuteronomio desencadenó un avivamiento bajo Josías, la lectura del rollo de la Torá provocó la necesidad de que todos se arrepintieran (vea el comentario sobre Jeremías Ai – Josías gobernó durante 31 años del 640 al 609 aC). Y mientras escuchaba las palabras de la Ley, todo el pueblo lloraba; entonces Nehemías, el gobernador, y Esdras, sacerdote y escriba, y los levitas que hacían entender al pueblo, dijeron a todo el pueblo: Hoy es día santo para YHVH vuestro Dios; no os lamentéis ni lloréis. Luego les dijo: ¡Id, comed ricos manjares y bebed, y enviad porciones al que nada tiene preparado, porque hoy es día santo para nuestro Señor! ¡No os entristezcáis, porque el gozo de YHVH es vuestra fortaleza! (Nehemías 8:9-10). Si usted se da cuenta de que estás perdiendo su gozo, enfóquese en su relación con ADONAI. La clave es que el gozo realmente no es un sentimiento, sino que, como el amor, es una decisión. El gozo es una elección. Elegimos estar alegres. Cuanto más nos acercamos al Señor, más fluye Su gozo desde usted. No deberíamos estar tan interesados en buscar el gozo de ADONAI, tanto como deberíamos estar interesados en buscar el ADONAI del gozo.

¿Por qué debemos estar llenos de gozo? Bueno, en primer lugar, Él nos salvó, Él ha perdonado nuestros pecados y nos ha redimido y vive dentro de nosotros. Eso debería traernos gozo. En la parábola de la oveja perdida hubo mucho gozo en el cielo porque se había encontrado a una persona perdida (vea el comentario sobre La vida de Cristo Hs – La parábola de la oveja perdida). Debemos estar llenos de gozo por aquellos que han sido librados de la adicción. Las cadenas que los tenían atados se han roto. Ya no viven como esclavos de eso. Las personas han sido liberadas de las relaciones tóxicas. Hay personas que han sido liberadas de sus enemigos. Él nos ha hecho libres.

¿Cómo expresamos nuestro gozo? Primero, agradezca a ADONAI por lo que ha hecho en su vida. Eso le hace concentrarse en Su gracia y Sus bendiciones y le quita de la mente sus pruebas. En segundo lugar, de usted de lo que otros le han dado. Ofrende o diezme, sí, pero también use su(s) don(es) espiritual(es) para ministrar a otros. Cuando use su(s) don(es) espiritual(es), experimentará mucho gozo. De a otros la verdad de Dios, de esperanza. Cada creyente necesita servir de una forma u otra.

El Espíritu Santo dice en todo momento: ¡Regocijaos en el Señor siempre! Otra vez lo diré: ¡Regocijaos! (Filipenses 4:4)! Esto no es una sugerencia, ni una buena idea. No es algo que hacer si se anima a ello: esto es un mandato. Note lo que Él no dijo. Él no dijo: “Alégrate de tus riquezas”. Él no dijo: “Alégrate de tu salud”. Él no dijo: “Regocíjate en tu capacidad para hacer las cosas”. Todas esas cosas van a pasar. Mire lo que dijo: Regocijaos en el Señor siempre. Vivir su vida con gozo no es una emoción o un sentimiento, siempre es una elección.

Querido Gran Padre Celestial, ¡Cuánto te amamos y te alabamos! ¡Es tan gozoso conocerte! Es un gran gozo y bendición darnos cuenta de que nos has liberado de querer ganar la salvación por las obras, y podemos confiar en Tu obra expiatoria, hecha por nosotros por Tu Hijo como el cordero de Dios (Juan 1:29), sacrificado en nuestro lugar (Levítico 1:4), llevando nuestro castigo por el pecado (Hebreos 9:26). Porque por gracia habéis sido salvados por medio de la fe, y esto no es de vosotros, es el don de Dios. No por obras, para que nadie se gloríe (Efesios 2:8-9).

Es tan maravilloso meditar en Tu asombroso carácter, y en Tu amorosa bondad, Tu misericordia y gracia, que abrió la puerta al Cielo al darnos a Tu Hijo como nuestra ofrenda por el pecado y luego vestirnos con Su justicia. Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros llegáramos a ser justicia de Dios en Él (2 Corintios 5:21).

Es tal el gozo y consuelo saber que ninguna prueba vendrá sobre nosotros sin que lo sepas y que Tu presencia está con nosotros en la prueba: Vuestra manera de vivir sea sin avaricia de dinero, estad satisfechos con las cosas que tenéis, porque Él dijo: No te dejaré ni te desampararé (Hebreos 13:5). Aunque la prueba sea por lo que otro nos ha hecho, nos regocijamos de que Tu poder es mayor que el poder de cualquier hombre y por eso descansamos en Tu amor y fortaleza, de manera que podemos decir osadamente: El Señor es mi ayudador, no temeré. ¿Qué me puede hacer el hombre? (Hebreos 13:6).

Tu Amor Asombroso y Magnífico nos hace desear responder con nuestro gozo y ofrecerte amorosamente a nosotros mismos: nuestro tiempo, pensamientos, finanzas, relaciones y todo lo que tenemos. Deseamos complacerte con lo que tenemos y somos, para Tu gloria eterna. En el nombre de Tu Santo Hijo y el poder de Su resurrección. Amén.

Ntd1: La palabra multiforme o diversos colores, del griego: poikilos. El verbo poikilo significa hacer festivo, alegre: la raíz de la primera sílaba es pik-, que se halla en la lengua castellana en la palabra pictórico.

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2024-02-13T20:49:57+00:000 Comments

Bw – El fruto del Espíritu es Amor Gálatas 5:22a y 1 Corintios 13:1-8a

El Fruto del Espíritu es Amor
Gálatas 5:22a y
Primera Corintios 13:1-8a

El fruto del Espíritu es el amor ESCUDRIÑAR: ¿Con qué contrasta Pablo el fruto del Espíritu Santo? ¿Por qué es importante entender que la palabra fruto es singular? ¿Con qué se puede comparar el fruto de Espíritu Santo? ¿Cuáles eran las cuatro palabras para “amor” disponibles durante el tiempo de Brit Hadashah? ¿Cómo es el “amor ágape”? ¿Cuáles son las nueve evidencias del fruto del Espíritu Santo? ¿A qué apunta la primera agrupación del fruto?

REFLEXIONAR: ¿Cómo definiría el amor en una sola oración? Dado que todas estas nueve evidencias deberían ser ciertas en usted, ¿en cuál uno o dos diría que necesita trabajar más? ¿Puede fingir un “amor ágape”? Explique. ¿Alguna vez se ha convertido en un címbalo que retiñe? ¿Por qué? ¿Cómo puede cambiar eso? ¿A quién puede mostrarle amor esta semana?

Cuando Pablo habló de caminar por el Espíritu Santo, no se refería a seguir tras visiones y revelaciones místicas (haga clic en el enlace y vea BvCaminar por el Espíritu Santo, y no por los deseos de la carne). En cambio, proporcionó una lista de atributos que describen a una persona dirigida por el Espíritu Santo. Así, la evidencia del fruto del Espíritu Santo es una vida cambiada. Pablo presenta ahora el camino correcto según el cual deben andar los fieles a Dios en Cristo Jesús. El fruto contrasta con las obras de la carne. El fruto del Espíritu Santo simplemente nos muestra las cualidades que caracterizan el Reino de Dios. Pero el fruto del espíritu es amor, gozo y paz; paciencia, benignidad y bondad; fidelidad, mansedumbre y templanza; en contra de tales cosas, no hay ley (5:22-23). Pero, en contraste con las obras de la carne, el fruto del Espíritu Santo (singular, como un racimo de uvas) es amor, gozo, paz, paciencia, amabilidad (o benignidad), bondad, fidelidad, mansedumbre y templanza. Todos estos elementos deben ser parte de su vida mientras permite que el Espíritu Santo fluya a través de usted.

Cuando llegamos al fruto del Espíritu en 5:22 y 23, el primer grupo de tres, amor, gozo y paz, están dirigidos a Dios, todo fluye de eso; el segundo grupo de tres, paciencia, amabilidad y bondad son hacia el hombre, cómo nos tratamos unos a otros, y el tercer grupo de tres, la fidelidad, la mansedumbre y el dominio propio son hacia adentro, es cómo nos convertimos en lo que ADONAI quiere que seamos.

El fruto del Espíritu Santo es el amor (griego: ágape). Vivimos en una sociedad que está fascinada con el amor. En las películas tenemos historias de amor. Está en los libros, tenemos novelas y romances. También está en la música. Simplemente impregna nuestra sociedad. Sin embargo, con ese énfasis es sorprendente lo pervertida y distorsionada que se ha vuelto la idea del amor. Es como si realmente no supiéramos lo que significa el amor. Ahora, estaría de acuerdo en que el amor es una palabra difícil de definir. Es difícil encontrar una definición de una sola oración para el amor. Alguien dijo una vez: “El amor es un sentimiento que sientes cuando sientes un sentimiento que nunca antes habías sentido”.

Amor, una palabra difícil de definir. Y parte de la razón de eso está en nuestra cultura, solo tenemos una palabra para amor.Amo la pizza, amo mi país, amo mi nuevo par de zapatos”. Pero, curiosamente, usamos esa misma palabra para decir: “Amo a mi madre”. ¿Cómo puede amar la pizza y amar a su madre de la misma manera? Usted no puede. Pero ese no fue el caso en el Nuevo Pacto. Tenían al menos cuatro palabras que podían usar que eran los diferentes elementos del amor. Todas se traducen amor, pero significan cosas diferentes. La primera fue la palabra griega eros, que es una atracción física, una atracción sexual. La palabra erótico, proviene de la palabra eros. Curiosamente, esta palabra no se usa en el Nuevo Pacto. La segunda palabra griega fue storgé, que describe un amor familiar. Es el amor que un hermano tiene por su hermana, o un padre tiene por un hijo. Nos amamos porque somos familia. Una tercera palabra que estaba disponible para ellos era phileo. Describía el amor que un amigo siente por otro. Era el tipo de amor que Jonatán y David tenían el uno por el otro. No era un tipo de amor eros, era un tipo de amor phileo.

La cuarta y principal palabra disponible para amor era ágape. Curiosamente, esa palabra no se usó en la literatura griega hasta la época de la Septuaginta, o el Nuevo Testamento griego. Es una palabra que sale del corazón mismo de YHVH. Es un amor divino que fluye de ADONAI a través de nosotros cuando nos convertimos en conductos de Su amor. Y nosotros hemos conocido y creído en el amor que Dios tiene hacia nosotros. Dios es amor, y el que permanece en el amor, permanece en Dios, y Dios permanece en él (Primera Juan 4:16). Es el tipo de amor ágape que Dios tiene por nosotros. La esperanza no será avergonzada, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado (Romanos 5:5). El amor ágape es la forma de amor que más refleja la elección personal, no refiriéndose meramente a emociones placenteras o buenos sentimientos, sino al sacrificio voluntario. Pero Dios demuestra su mismo amor hacia nosotros en que, siendo nosotros aún pecadores, el Mesías murió por nosotros (Romanos 5:8). Dios demuestra su propio amor ágape. Yeshua el Mesías es el ejemplo supremo de este tipo de amor ágape (1 Juan 3:16). Para los creyentes, el amor no es una opción sino un mandato: y andad en amor ágape, como el Mesías también nos amó, y se entregó por nosotros en ofrenda y sacrificio a Dios para olor fragante (Efesios 5:2).

El amor ágape es la evidencia principal del fruto del Espíritu Santo. Y sobre todas estas cosas, el amor ágape, que es el vínculo perfecto (Colosenses 3:14). Si va a tener las otras evidencias del fruto del Espíritu, si van a ser mostradas en su vida, comience con el amor ágape, el amor de Dios. Sin embargo, ese mandato no puede cumplirse sin el Espíritu Santo, la fuente de esta y todas las demás expresiones del fruto espiritual. Este tiene que fluir de Dios a través de nosotros. Usted no puede fingir este tipo de amor por su cuenta. ¿No le gustaría saber cómo sería el amor ágape en su vida? Veamos Primera de Corintios.

Pablo escribió: Si yo hablara en lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como el bronce que resuena, o un címbalo que retiñe (Primera Corintios 13:1). Las más grandes verdades dichas de la mejor manera se quedan cortas si no se hablan con amor. Sin el amor ágape, incluso quien dice la verdad con elocuencia sobrenatural se convierte en ruido. Pablo dice que incluso el don de profecía necesitaba ser ministrado desde el amor ágape. Y si tuviera profecía, y entendiera todos los misterios y toda la ciencia, y si tuviera toda la fe, de tal manera que removiera montañas, y no tuviera amor, nada soy. (Primera Corintios 13:2). Esa comprensión espiritual no serviría de nada sin el supremo fruto espiritual del amor. Y aun si repartiera todas mis posesiones, y entregara mi cuerpo para gloriarme, y no tuviera amor, de nada me sirve (Primera Corintios 13:3). Los rabinos enseñaron que la gente nunca necesita dar más del veinte por ciento, por lo que la ilustración de Pablo sugiere una generosidad inaudita. Cuando la persecución de la Iglesia primitiva se volvió intensa, algunos creyentes en realidad, buscaron el martirio como una forma de hacerse famosos o de obtener un crédito celestial especial. Pero cuando el sacrificio está motivado por el interés propio y el orgullo, pierde su valor espiritual. Incluso, aceptar la muerte agonizante de nada sirve si no se hace sin el amor divino. La persona sin amor no produce nada, no es nada y no gana nada.141

El amor es sufrido, el amor es bondadoso, el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece, no actúa indebidamente, no busca lo suyo, no se irrita, no toma en cuenta el mal (Primera Corintios 13:4-5). Aquí encontramos la descripción bíblica más completa de la plenitud del amor ágape. Pablo hace brillar su ágape a través de un prisma y si se quiere, vemos un espectro de quince de sus colores y matices de amor. Cada rayo da una faceta, una propiedad, del amor ágape. A diferencia de la mayoría de las traducciones, que incluyen varios adjetivos, las formas griegas de todas estas propiedades son verbos. No se enfocan tanto en lo que es el amor como en lo que el amor hace y no hace. El amor ágape es activo, no abstracto ni pasivo. No sólo se siente paciente, sino que practica la paciencia. No tiene simplemente sentimientos amables, sino que hace cosas amables. No sólo reconoce la verdad, se regocija en la verdad. El amor es completamente ágape solo cuando este actúa: hijitos, no amemos de palabra ni de lengua, sino con obra y de verdad (Primera Juan 3:18).

El propósito del prisma de Pablo no es dar un análisis técnico del amor, sino dividirlo en partes más pequeñas para que podamos comprender y aplicar más fácilmente su rico y completo significado. Como toda la Palabra de Dios, no podemos realmente comenzar a entender el ágape hasta que comencemos a aplicarlo en nuestras vidas. El propósito principal de Pablo aquí, no es meramente instruir a los corintios sino, cambiar sus hábitos de vida. Él quería que examinaran sus vidas cuidadosa y honestamente contra esas características divinas del amor. Para cambiar la metáfora, Pablo está pintando un retrato del amor ágape, y Yeshua el Mesías está sentado para el retrato.142

El amor no se alegra en la injusticia, sino que se regocija con la verdad; todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta (Primera Corintios 13:6-7). El amor nunca se satisface con el pecado, ya sea nuestro propio pecado o el de los demás. Hacer cosas malas es bastante malo en sí mismo; regocijarse de ellos hace que los pecados sean aún peores. Alegrarse de la injusticia es justificarla. Es hacer que lo incorrecto parezca correcto. Isaías declaró: ¡Ay de los que llaman al mal bien y al bien mal; Que hacen de la luz tinieblas y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce y lo dulce por amargo! (Isaías 5:20)! Eso es darle la vuelta a la verdad de Dios. El amor nunca falla. El amor nunca deja de ser. Porque las profecías serán abolidas, las lenguas cesarán, el conocimiento se acabará (Primera Corintios 13:8). A lo largo de toda la eternidad el amor ágape nunca terminará. El amor, como la Palabra de Dios, es eterno. La única forma en la que encontrará amor ágape, es el Espíritu Santo fluyendo a través de usted.

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2024-02-13T20:48:05+00:000 Comments
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