Y edificó Noé un altar al Señor y ofreció
holocausto en él
8: 20-22

Y edificó Noé un altar al Señor y ofreció holocausto en él ESCUDRIÑAR: ¿Por qué cree usted que ADONAI ha decidido no destruir a la raza humana de nuevo, a pesar de que la humanidad sigue haciendo el mal? ¿Hacia qué futuro y solución final señala la misericordia de Dios? ¿Cuál es la evaluación del Señor de la naturaleza básica de la humanidad?

REFLEXIONAR: ¿Qué le motiva para adorar al Señor? ¿Qué es más importante, el método o la motivación? ¿Por qué? ¿Cómo puede ser usted un aroma agradable al Señor?

Lo primero que hizo Noé fue construir un altar a ADONAI, para darle gracias por Su gracia protectora y orar por Su misericordia en el futuro. Esta es también la primera mención en la Biblia de la palabra altar. En este punto, el jardín del Edén ha sido destruido por el Diluvio. Ya no tenían la presencia visible Shejiná a quien podían traer su ofrenda. Así que Noé establece el modelo que finalmente se registra en el libro de Levítico y construye un altar.

Noé sobre ese altar ofreció como holocausto animales puros y aves puras, probablemente, el séptimo de toda clase que había en el arca (8:20a). La idea en el Antiguo Pacto de la limpieza se basa en la santidad de ADONAI. Ciertos animales fueron apartados para el culto, eran los animales limpios. Y el Señor miro con agrado a éstos. Sin embargo, otros no iban a ser utilizados para el culto, ya que fueron considerados inmundos e inaceptable para Él. Anteriormente, Caín trajo una ofrenda inaceptable al Señor, mientras Él miró con agrado a Abel y a su ofrenda (4:4-5). Noé era plenamente consciente de la tradición oral del sistema de culto que con el tiempo sería escrito por Moisés en el libro de Levítico. Por lo tanto, su ofrenda no fue sólo aceptable porque se utilizaron animales y aves puros, sino también porque Noé ofreció holocaustos sobre ese altar (8:20b). Las ofrendas quemadas eran un acto de adoración voluntaria y expiatoria por el pecado no intencional en general. Ellas eran una expresión de la devoción, el compromiso y la entrega total al Señor (vea el comentario sobre Éxodo Fe – El Holocausto). El holocausto ofrecido debía ser un toro, un carnero o ave macho, una paloma o un pichón para los pobres. Noé fue a quemar todo esto en el altar. Fue un holocausto, una ofrenda presentada por fuego, de aroma grato al SEÑOR (Levítico 1:6-9).

El SEÑOR es representado como percibiendo el aroma grato aroma de la ofrenda de Noé (8:21a). Los animales sacrificados no expían el pecado, como el escritor a los Hebreos dice tan bellamente: es imposible que la sangre de toros y machos cabríos quite los pecados (Hebreos 10:4). Sólo Cristo puede hacer eso. Así que antes de la venida del Mesías, los pecados de los creyentes del Tanaj se colocaron temporalmente a un lado cuando trajeron una ofrenda aceptable como lo hizo Abel. ¿Sobre qué base se puso su pecado a un lado? Fue su fe. Cuando trajeron sus ofrendas demostraron su fe y sin fe es imposible agradar a Dios (Hebreos 11:6). La razón por la que el aroma del animal quemado era grato al Señor, era porque representaba la fe. Y ADONAI dijo en Su corazón, esto indica que se trataba de algo en que Él iba a comprometerse. Pero, tenía aspectos tanto negativos como positivos.

Negativamente, Él prometió esto: Aunque las intenciones del ser humano son perversas desde su juventud, nunca más volveré a maldecir la tierra por culpa suya. Tampoco volveré a destruir a todos los seres vivientes, como acabo de hacerlo (8:21b). Esta es la manera de decir del Señor que la humanidad tiene la naturaleza de pecado. Esto se convierte en la fuente de la doctrina rabínica de la inclinación al mal. Los rabinos enseñan que todo el mundo nace con una inclinación al mal y una inclinación a lo bueno. Pero la inclinación al mal a menudo gana dominio sobre la inclinación al bien. Mientras que el judaísmo no cree que el hombre tiene una naturaleza de pecado, y se acerca a este concepto de la inclinación al mal. Pero a pesar del hecho de que toda inclinación del corazón del hombre es mala desde su juventud, ADONAI prometió que Él nunca más volvería a destruir todo ser viviente, como lo había hecho con el Diluvio. El Señor le había enseñado a la humanidad que el pecado inevitablemente trae juicio. La destrucción de la humanidad cada pocas generaciones no serviría a ningún propósito útil.

Ahora positivamente, Mientras la tierra exista, habrá siembra y cosecha, frío y calor, verano e invierno, y días y noches (8:22). En primer lugar, la siembra y la cosecha; en segundo lugar, el frío y el calor; en tercer lugar, el verano y el invierno; y en cuarto lugar, el día y la noche. Mientras exista la tierra, el ciclo de la vida continúa (8:22). Esto es lo que Jeremías llama el pacto con el día y la noche (Jeremías 31:35-37, 33:17-26). Los rabinos enseñan que este juramento sólo se aplica siempre y cuando la tierra exista. Pero en los últimos días, ADONAI destruirá la tierra por completo y la renovará, y en ese momento él no será retenido por este juramento. Esto se parece mucho a la visión de Pedro en el Nuevo Pacto. Los cielos y la tierra están reservados para el fuego, guardados para el día del juicio y de la destrucción de los hombres impíos (II Pedro 3:7). Después del gobierno de mil años de Jesucristo en esta tierra, habrá Después vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra habían dejado de existir, lo mismo que el mar (Apocalipsis 21:1).

A pesar de que nunca más habría un juicio en todo el mundo, habrá un testimonio perpetuo que podrá ser visto claramente por toda la humanidad, y que aún está por venir. El testimonio del Diluvio se ve por todas partes en la estructura de las rocas de la superficie de la tierra, el cementerio de fósiles de todo el mundo, y la evidencia universal de catastrofismo. La naturaleza del pecado del hombre ha distorsionado tanto hacia el sistema de la evolución como el uniformismo. Pero la Biblia dice que aunque ellos ignoran voluntariamente, que están siendo responsabilizados (II Pedro 3:5) porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto. Porque desde la creación del mundo las cualidades invisibles de Dios – su eterno poder y deidad – se hacen claramente visibles, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa (Romanos 1:19-20). Sin embargo, la evidencia está por todas partes para todos los que tienen ojos para ver. El Señor es paciente, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento (II Pedro 3:9b).

ADONAI iba a hacer un pacto o un convenio con Noé. Vamos a ver este nuevo comienzo en el próximo capítulo. Este pacto es muy importante. Cuando Dios lo hizo con Noé, Él lo hizo con usted y yo, y toda la familia humana que está en la tierra hoy.159

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