Pablo se encuentra con Pedro y Santiago en Jerusalén
1: 18-24
Pablo se encuentra con Pedro y Santiago en Jerusalén ESCUDRIÑAR: ¿Qué prueba ofrece Pablo para mostrar que él era un misionero independiente y predicaba extensamente sin la aprobación o supervisión formal de los apóstoles en Jerusalén? ¿Cómo se relaciona eso con el punto principal de Pablo aquí? ¿Por qué Pablo mencionó los quince días? ¿Por qué los otros apóstoles inicialmente tenían miedo de encontrarse con Pablo? ¿Quién rompió esa barrera? ¿Cuántos años pasó Pablo en las regiones de Siria y Cilicia?
REFLEXIONAR: ¿Quién es su mentor? ¿Quién lo hace responsable a usted? ¿Quién le hace las preguntas difíciles a usted? Usted ¿a quién está asesorando? Si alguien viniera a usted con lo que él o ella dijo que era un mensaje de Dios, no del hombre, ¿cómo determinaría si su mensaje es verdadero o falso? ¿A quién conoce usted que una vez fue muy hostil a Jesús el Mesías, pero luego es creyente? ¿Qué provocó ese cambio?
Pablo subió a Jerusalén para visitar a Pedro y Santiago. Pero debido a su reputación, tenían miedo de reunirse con él. Sin embargo, Bernabé intercedió por él y los convenció de que la conversión de Pablo era genuina. Después de predicar su evangelio en Sión, los incrédulos helenistas trataron de matarlo. Luego, Pablo escapó a las regiones de Siria y Cilicia durante los siguientes diez años antes de regresar para el Concilio de Jerusalén.
37 dC
Después de escapar de Damasco luego de que los judíos conspiraran para matarlo (Hechos 9:23-25), Pablo subió a Jerusalén: Luego, después de tres años, subí a Jerusalén a visitar a Cefas, y permanecí con él quince días (1:18). Todas las otras iglesias (comunidades mesiánicas) en Judea sabían que Pablo, quien anteriormente había causado estragos en la Iglesia, ahora era creyente y predicaba el mismo evangelio que una vez desdeñó. Sin embargo, las personas de esas iglesias nunca lo vieron en persona ni tuvieron ninguna oportunidad de influir en su doctrina porque se había ido en forma abrupta a Arabia durante tres años (vea el enlace, haga clic en Ai – Armonía de Hechos 9 y Gálatas 1).
Pablo menciona quince días para mostrar el breve período de tiempo que permaneció con Pedro. Por un lado, fue muy poco tiempo para obtener su teología de Pedro; por el otro, fue lo suficientemente largo para mostrar que, si Pablo estaba predicando un evangelio falso, Pedro habría podido exponerlo.36 Cuando Pablo llegó a Jerusalén, intentó juntarse con los discípulos, pero todos tenían temor de él, y no creían que era discípulo. Pero Bernabé lo tomó consigo y lo llevó ante los apóstoles, y les contó cómo había visto al Señor en el camino, y que Éste le había hablado, y cómo, en Damasco, había predicado con denuedo en el nombre de Jesús. Y estaba con ellos en Jerusalén, entrando y saliendo, hablando con denuedo en el nombre del Señor (Hechos 9:26-28). También conversaba y discutía con los helenistas, pero éstos intentaban matarlo. Cuando lo supieron los hermanos, lo bajaron a Cesarea, y lo enviaron a Tarso (Hechos 9:29-30). Dice: Y no vi a ningún otro de los apóstoles, sino a Jacobo, el hermano del Señor (1:19), Sin embargo, ellos pudieron haber tenido demasiado miedo de verlo, o pudieron haber estado fuera de Jerusalén en ese momento.37
Santiago era el medio hermano del Señor (Marcos 6,3; Gálatas 2,9 y 12; Primera Corintios 15,7; Hechos 15,13 y 21,18), y el que presidía el concilio de Jerusalén, también uno de los apóstoles , como el mismo Pablo (Hechos 14:4 y 14; Primera Corintios 9:5-6) y Bernabé quien fue enviado (apóstol) por los apóstoles; vea el comentario sobre Hechos Bs – El Concilio de Jerusalén. Esto significa que hubo más de doce apóstoles (vea Romanos 16:7), aunque el papel de los Doce es único (Mateo 19:28; Apocalipsis 21:14); por supuesto Efesios 4:11 insinúa que el oficio de apóstol continuaría siendo un don para la Iglesia (Comunidad Mesiánica).38 Pablo consideró estos hechos tan importantes en su demostración de su independencia apostólica que añadió estas palabras: Y lo que os escribo, os aseguro delante de Dios que no miento (1:20).
Pablo habló con denuedo a los judíos: Y estaba con ellos en Jerusalén, entrando y saliendo, hablando con denuedo en el nombre del Señor. También conversaba y discutía con los helenistas, pero éstos intentaban matarlo (Hechos 9:28-29). Temiendo por su vida, una escolta protegida lo ayudó a viajar al puerto de Cesarea donde navegó a Tarso (Hechos 9:30). ADONAI envió a Pablo allí para que otros aspectos de su vida espiritual pudieran crecer para igualar su celo. Durante ese tiempo, sin embargo, estuvo lejos de estar ocioso (Segunda Corintios 12:1-4). Entre este tiempo y el tiempo que Bernabé lo encontró en el puerto marítimo de Tarso y lo llevó a Antioquía, él estaba haciendo intensamente lo que ADONAI le había llamado a hacer (vea el comentario sobre Hechos Bj – La Iglesia en Antioquía de Siria).
Luego Pablo dice: Después fui a las regiones de Siria y de Cilicia (1:21), la última de las cuales incluía su ciudad natal de Tarso (vea Aq – Siria y Cilicia durante la época de Pablo). Con una población de quizás alrededor de 500.000 habitantes, Tarso aparentemente poseía una población judía considerable en el primer siglo, que todavía era vibrante en el siglo IV cuando el patriarca mandó un enviado allí para recolectar contribuciones de la comunidad judía. Como ciudad libre bajo Augusto, quien confirmó los privilegios ganados por las simpatías pro-cesares de sus ciudadanos, disfrutó de un estado de autogobierno y exención de impuestos (Plinio, Historia Natural 5.22.92).39
Aquí tenemos diez años de la vida de Pablo pasados en silencio, entre su huida de Jerusalén a Tarso en el 38 dC y su regreso a Sión para el concilio de Jerusalén en el 48 dC. Como resultado, las comunidades del Mesías fuera de Jerusalén, en el área más grande de Judea, ni siquiera sabían cómo era Pablo; Y era desconocido de cara por las iglesias de Judea, las que eran en el Mesías. Sólo oían: ¡Aquél que en un tiempo nos perseguía, ahora proclama la fe que antes trataba de destruir! (1:22-23) Salió de Jerusalén hacia Cilicia y Tarso tan abruptamente que las comunidades mesiánicas (iglesias) de Judea no tuvieron oportunidad de conocerlo. Si hubiera sido discípulo de los otros doce apóstoles, su ministerio habría sido en Judea, pero debido a que no lo fue, eso demostró que él era un misionero independiente, y que no estaba operando bajo la supervisión de la iglesia de Jerusalén o los Doce.40
Ellos glorificaban a Dios por mí (1:24). Aquí el verbo es imperfecto y presenta acción continua. Pablo quiere decir que su ejemplo fue la causa de que las iglesias de Judea glorificaran a Dios, y muestra la actitud cordial hacia él, contrastando el odio que los judaizantes mostraban en su antagonismo contra él.
Los judaizantes modernos, al igual que sus homólogos antiguos, rechazan la autoridad de Pablo y tratan de socavar el evangelio que predicaba. En los días de Pablo, su mensaje era, “el evangelio más la Torá”. En nuestros días es, “el evangelio más cualquier número de líderes religiosos, libros religiosos u organizaciones religiosas”. No puedes ser salvo a menos que (_ _ _ _ llene usted el espacio en blanco), es el mensaje de ellos como en Hechos 15:1. Y eso, siempre y cuando incluya unirse a su grupo y obedecer sus reglas. Si usted se atreve a mencionar el evangelio de la gracia predicado por Yeshua, Pablo y los otros apóstoles, ellos responderán: “¡Pero Dios nos ha dado una nueva revelación!”
Pablo y el Mesías tienen la respuesta para ellos. Pablo dijo: Como antes hemos dicho, también ahora repetimos: Si alguno os proclama otro evangelio contrario al que recibisteis, sea anatema (Gálatas 1:9). Y Yeshua declara: Yo testifico a todo el que oye las palabras de la profecía de este rollo: Si alguno añade a ellas, Dios le añadirá las plagas escritas en este rollo (Apocalipsis 22:18).
Cuando un pecador confía en Jesús el Mesías y nace de nuevo, él o ella es liberado, y ya no es esclavo del pecado, del Adversario o de los sistemas religiosos humanos (vea el comentario sobre La vida de Cristo Bv – Jesús enseña a Nicodemo), (vea Bo – Cuando llegó el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo). Así que, si el Hijo os liberta, seréis verdaderamente libres (Juan 8:36)41
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