Diáconos ungidos para el servicio
6: 1-7
31-33 dC
Los acontecimientos de Hechos 3-8 transcurren con creciente preocupación por parte de los judíos, y especialmente de las autoridades judías en Jerusalén. La creciente tensión dio lugar a una acción de vigilancia contra Esteban, y luego a un esfuerzo autorizado bajo el mando del rabino Saulo para perturbar y destruir ese nuevo movimiento mesiánico, lo que implicó persecución e incluso la muerte de los creyentes. La persecución llevó a varios creyentes como Felipe a ir a Samaria y dar testimonio de Yeshua.
Diáconos ungidos para el servicio ESCUDRIÑAR: Teniendo en cuenta lo que dice la Biblia en Hechos 2:44-45 y 4:32, ¿cómo podrían pasarse por alto a las viudas en el sustento diario? ¿Cómo resuelven los apóstoles este problema? ¿Por qué la comunidad mesiánica elegiría a siete judíos de habla griega para ocupar este ministerio? Mirando 2:42-47, 4:32-35, 5:42 y 6:7, ¿cómo resumiría lo que ha sucedido en el libro de Hechos hasta ahora? ¿Cómo se relaciona eso con 1:8?
REFLEXIONAR: ¿Qué cuestiones secundarias impiden que su lugar de adoración cumpla Hechos 1:8? ¿Cuáles son los peligros de poner en puestos de liderazgo a personas que no tienen inteligencia espiritual? ¿Qué principios aquí podrían ayudar a liberarlo para su verdadera misión? No es necesario ser diácono o diaconisa para servir a los demás. ¿Cómo puede servir a los demás esta semana?
En el libro de los Hechos, los ataques del Adversario a la iglesia (o comunidad mesiánica) se han producido en varios frentes diferentes. El diablo intentó corromper a la comunidad del mesías desde dentro e intentó una oposición directa e intimidación, vea el enlace haga clic en At – Ananías y Safira mienten al Espíritu, y vea Au – Los apóstoles son perseguidos. Pero estas estrategias habían fracasado. Por tanto, el gobernante de los demonios (Mateo 12:24) ahora intenta “dividir y vencer” levantando a un grupo de la Comunidad (iglesia) contra otro.
El problema: En aquellos días, habiéndose multiplicado el número de los discípulos, hubo murmuración de los helenistas contra los hebreos, porque sus viudas eran desatendidas en el servicio diario (6:1). La frase en aquellos días, se refiere a después de la segunda persecución del Capítulo 5, y la frase los discípulos es un nombre de los primeros creyentes. Los hebreos eran aquellos judíos más proclives a abrazar la cultura judía y eran en su mayoría de Judea. Los helenistas eran aquellos judíos más proclives a abrazar la cultura griega y procedían en su mayoría de la diáspora (de todo el Imperio Romano). En su mayor parte, los hebreos tendían a considerar a los helenistas como no espirituales, transigentes con la cultura griega, y los helenistas consideraban a los hebreos como tradicionalistas “santurrones”. Ya existía una sospecha natural entre los dos grupos, y el Adversario intentó aprovechar esa sospecha permanente.128
El problema en 6:1 fue porque las viudas helenistas [de habla griega] eran desatendidas en el servicio diario del fondo común. Al parecer, algunos de los judíos helenísticos creían que las viudas de los judíos hebreos recibían mejor atención. Esto no significa que la desatención fuera deliberada. Se trataría más bien de un problema de crecimiento muy rápido y de mala supervisión. Aunque las viudas siempre recibieron protección especial bajo la Ley o Torá (Deuteronomio 14:29, 24:19, 26:12), a menudo ellas fueron ignoradas bajo el gobierno farisaico (Marcos 12:38-40). Pero la comunidad mesiánica (o iglesia) en Jerusalén tenía una preocupación especial por el bienestar de sus viudas (Santiago 1:27).
La primera comunidad mesiánica (o iglesia) tomó en serio su responsabilidad de ayudar a sostener a las viudas. La definición bíblica básica de una viuda no necesariamente tiene que ver con su estado civil, sino una mujer que ya no tiene medios de sustento, y por lo tanto necesita de una protección especial (Primera de Reyes 17:12). A muchas mujeres bíblicas conocidas (como Rut, Orfa, Noemí, Abigail y Betsabé) nunca se las llamaba viudas porque presumiblemente, poseían alguna fuente de ingresos. Por lo tanto, una mujer quedaba viuda sólo si y cuando no tenía a nadie obligado a sustentarla a ella. El caso de Tamar sugiere que el hecho de estar refugiada en la casa de Onán le impidió ser llamada viuda. Ella sólo fue llamada viuda después de que dejó la casa de Judá (Génesis 38:11).129
Una mirada más cercana a los helenistas: Aquí Lucas presenta un misterioso grupo de personas llamado helenistas. Esta terminología se encuentra nuevamente en 9:29, y posiblemente también en 11:20. Dado que el término helenista (griego: jelenistés, que significa judío de habla griega, es decir, alguien que sólo puede hablar griego y no hebreo o arameo) no se encuentra en ninguna literatura anterior a Hechos, uno debe confiar en el contexto del término para ayudarnos a entender lo que Lucas quiere decir. Si uno toma todas las pistas que Lucas da en Hechos, capítulos 6 al 11, parece que usa el término “helenista” para referirse a los judíos de la diáspora o sus descendientes que habían emigrado de regreso a la tierra, viviendo en o alrededor de Jerusalén, cuyo idioma principal era el griego y que asistían a sinagogas donde adoraban en griego (como la Sinagoga de los Libertos en 6:9). Sin minimizar las diferencias que existían entre hebreos y helenistas en cuanto al cuidado de sus viudas, que era esencialmente una cuestión práctica, hay que decir que no hay nada aquí que sugiera una brecha doctrinal significativa entre los dos grupos de creyentes.130
La solución: Entonces, los Doce, actuaron como ancianos en la congregación mesiánica. Así que los doce, habiendo convocado a la congregación de los discípulos, dijeron: No es bueno que nosotros dejemos la palabra de Dios para servir a las mesas (6:2). La palabra servir del griego: diakoneo, significa asistir, servir, ministrar. Se les concedía un gran respeto a los Sabios que pertenecían a la “santa hermandad” y dividían su día en tres partes: una tercera parte para la Torá, una tercera para la oración y una tercera para las mitzvot o buenas obras (Ecl.R. 9.9.1). En este contexto, los apóstoles querían dedicar la mayor parte de su tiempo a sus dos tercios del estudio de la Torá y la oración en lugar de a cuestiones prácticas que legítimamente estaban dentro de los deberes de los discípulos. Esto no significaba que los apóstoles consideraran el ministerio a las viudas como algo inferior a ellos, simplemente no tenían el tiempo para hacerlo adecuadamente. Esto nos recuerda la selección de Moisés de hombres capaces para ayudarlo a juzgar al pueblo (vea el comentario sobre Éxodo Cy – Moisés eligió hombres capaces de todo Israel). Necesitaban gente para servir las mesas, pero había requisitos que cumplir.
Ellos delegaron estas responsabilidades. Buscad más bien, hermanos, a siete varones de entre vosotros, que sean de buen testimonio, llenos del Espíritu y de sabiduría, a quienes encarguemos esta función (6:3). El número siete y las calificaciones de los candidatos son paralelos al comité de los siete “mejores hombres de la ciudad, o administradores” que representaban y gobernaban los asuntos de la ciudad. Como gobernantes, que cada ciudad tenga siete hombres que demuestren integridad y búsqueda de la justicia (Josefo Antigüedades 4.214).131 Ellos pidieron a los discípulos que nombraran a los hombres, ellos sabiamente querían la opinión de los creyentes, pero la decisión final en realidad recaía en los apóstoles.
En ninguna parte de este capítulo de Hechos se llama a estos hombres diáconos, pero más tarde, cuando la Comunidad Mesiánica creció y los gentiles entraron a la Iglesia, estos hombres fueron llamados diáconos (en griego diakonos o shammash en hebreo); como se lee en Primera Timoteo 3:8; y de la misma manera, sus esposas (o mujeres) también servían como diaconisas (Primera Timoteo 3:11). Febe era una diaconisa (diakonos en griego) de la iglesia o comunidad del Mesías en Cencrea, vea la recomendación del apóstol Pablo en Romanos 16:1. La palabra diácono simplemente significa siervo, y esos hombres ciertamente eran siervos. Podrían reclamar la promesa de servicio fiel que Pablo hace específicamente a los diáconos en Primera Timoteo 3:13: Porque los que ejerzan bien el diaconado, ganan para sí un grado honroso, y mucha confianza en la fe que es en Cristo Jesús.
Los apóstoles dijeron: nosotros nos dedicaremos a la oración y al ministerio de la palabra (6:4), en realidad la oración y el servicio de la Palabra son inseparables. Los rabinos mesiánicos, pastores y maestros de la Palabra deben impregnar su enseñanza y predicación en oración, o sus mensajes serán superficiales y secos. Deben orar constantemente para que su pueblo aplique las verdades que les enseñan. Los hombres y mujeres de ADONAI también deben orar para que sean un canal puro a través del cual pueda fluir la verdad de Dios.
El mayor proclamador de la Palabra de Dios que jamás haya existido, Pablo, fue un hombre dedicado a la oración. Él aseguró a la iglesia en Roma: Dios, al cual sirvo en mi espíritu en el evangelio de su Hijo, me es testigo de cómo incesantemente hago memoria de vosotros siempre en mis oraciones, rogando que de algún modo sea posible, ahora por fin, tener un próspero viaje para ir a vosotros en la voluntad de Dios (Romanos 1:9-10). Él le dijo a la iglesia en Éfeso: Por esta causa también yo, habiendo oído de vuestra fe en el Señor Jesús, y de vuestro amor para con todos los santos, no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones (Efesios 1:15-16). A la iglesia de Filipos escribió: Doy gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de vosotros, siempre en todas mis oraciones rogando con gozo por todos vosotros, por vuestra comunión en el evangelio, desde el primer día hasta ahora (Filipenses 1:3-5). Pablo también oraba constantemente por la iglesia de los Colosenses: Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual, para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios (Colosenses 1:9-10).
Pablo también sirvió como un gran modelo del compromiso con la Palabra. En su palabras de despedida a los ancianos de Éfeso, dijo: Vosotros sabéis cómo me he comportado entre vosotros todo el tiempo, desde el primer día que entré en Asia, sirviendo al Señor con toda humildad, y con muchas lágrimas, y pruebas que me han venido por las asechanzas de los judíos; y cómo nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas, testificando a judíos y a gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Señor Jesucristo (20:18-21).
Hechos 19:9-10 describe el ministerio de Pablo en Éfeso: Y entrando Pablo en la sinagoga, habló con denuedo por espacio de tres meses, discutiendo y persuadiendo acerca del reino de Dios. Pero endureciéndose algunos y no creyendo, maldiciendo el Camino delante de la multitud, se apartó Pablo de ellos y separó a los discípulos, discutiendo cada día en la escuela de uno llamado Tiranno. Así continuó por espacio de dos años, de manera que todos los que habitaban en Asia, judíos y griegos, oyeron la palabra del Señor Jesús. Encarcelado en Roma, la gente acudía a él en gran número: y habiéndole señalado un día, vinieron a él muchos a la posada, a los cuales les declaraba y les testificaba el reino de Dios desde la mañana hasta la tarde, persuadiéndoles acerca de Jesús, tanto por la ley de Moisés como por los profetas (Hechos 28:23).132
Y lo dicho fue del agrado de toda la congregación, y escogieron a Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu Santo, y a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Pármenas y a Nicolás, prosélito de Antioquía, a quienes presentaron delante de los apóstoles, y después de orar, les impusieron las manos (6:5-6). Esteban del griego: Stephanos, significa corona. Lo dicho de que los apóstoles se dedicarían a la oración y ministrar la Palabra agradó a todos y eligieron a Esteban un hombre lleno de fe y controlado por el Ruaj HaKodesh, y a Felipe el evangelista (Capítulo 8). No se sabe nada definitivo acerca de los cinco hombres restantes: Prócoro, Nicanor, Timón, Parmenas y Nicolás todos judíos de la diáspora, por lo que no se les podía acusar de favoritismo contra las viudas judías de habla griega (6:5). Una vez más, vemos las habilidades literarias de Lucas cuando presenta sutilmente a dos figuras principales, Esteban y Felipe, quienes pronto figurarán de manera significativa en la historia, tal como lo había hecho antes con Bernabé (4:36), y pronto lo hará con Saulo (7:58). Existe abundante evidencia sobre los residentes de Jerusalén que emigraron de la diáspora (2:5). Según el número de lápidas con inscripciones griegas descubiertas, se estima que el número de residentes de la ciudad, de habla griega oscilaba entre el diez y el veinte por ciento de la población total.
Nosotros deberíamos considerar como un privilegio servir al Señor de estas maneras básicas y prácticas, en lugar de verlo como una carga. No es necesario ser diácono o diaconisa para servir a los demás, y nunca debe usar eso como excusa. Aparte de la cruz, Jesús mostró la máxima medida de amor simplemente lavando los pies de sus apóstoles (Juan 13:1-5).
Pusieron a estos hombres delante de ellos; y después de orar, les imponían las manos (hebreo: s’mikhah), confiriéndoles los deberes y privilegios de su oficio de la manera tradicional judía (6:6). El primer acto de los apóstoles fue orar. La práctica de la imposición de manos, originalmente, era parte del ritual de los sacrificios llevados al Tabernáculo, y más tarde al Templo (Levítico 1:4, 3:3, 4:15 y 8:14ss). La Ley Oral interpretó el texto bíblico en el sentido de que el individuo debía presionar ambas manos con todas sus fuerzas sobre la cabeza del animal que iba a ser ofrecido (Betza 2:4, Men. 9:7ss, Templo 3:4, Kel. 1:8, Meg. 16b). En su forma básica, el rito parece haber representado un derramamiento del propio ser en otro. En el período del Segundo Templo, la práctica se convirtió en un medio de ordenación rabínica.133
El principio: Un principio vital se ilustra en este incidente que es de urgente importancia para las congregaciones mesiánicas e iglesias de hoy. Es que ADONAI llama a todo Su pueblo al ministerio, que Él llama a diferentes personas a diferentes ministerios, y que los llamados a la oración y al ministerio de la palabra nunca se pueden permitir distraerse de sus prioridades.134
Esta es una declaración de transición que proporciona pistas razonables para el desarrollo del material de Lucas que sigue, que son los comienzos de la Comunidad Mesiánica en Jerusalén.
El resultado: debido a que la situación se manejó con sabiduría y sensibilidad hacia aquellos que se sintieron ofendidos, se desactivó un tema potencialmente divisivo y el evangelio continuó avanzando. Y la palabra de Dios crecía, y el número de los discípulos se multiplicaba grandemente en Jerusalén, y un gran número de los sacerdotes obedecían a la fe (6:7). Los dos verbos difundir y multiplicar están en tiempo imperfecto, lo que significa que la difusión de la palabra y el crecimiento fueron continuos. La estrategia del diablo fracasó. Intentó dividir a la congregación mesiánica y no funcionó. Pero la segunda estrategia del diablo también fracasó. Los apóstoles no se distrajeron del enfoque del ministerio que ADONAI tenía para ellos.135
…y un gran número de los sacerdotes obedecían a la fe (6:7b). Aunque la mayoría de los sacerdotes (cohanim) se presentan en el Brit Hadashah como opositores a Yeshua, esto no era cierto para todos. Había hombres santos en el sacerdocio como Zacarías, el padre de Juan el Bautista (vea el comentario sobre La vida de Cristo Ao – El Nacimiento de Juan el Bautista). Existe la teoría de que los cohanim que llegaron a creer en Yeshua no eran parte de la estructura o establishment sino, aquellos que se habían desencantado y se habían ido a unirse a los esenios en Qumran. El razonamiento es que la teología de los Rollos del Mar Muerto está mucho más cerca del Nuevo Pacto que la de los fariseos que controlaban el sacerdocio de Jerusalén. Pero esa teoría carece de evidencia del Brit Hadashah para apoyarlo. Además, dado que la actividad de los creyentes mesiánicos aún no se había extendido a otras partes de la Tierra, parece más probable que los cohanim que se volvieron obedientes a la fe en ese momento, fueran aquellos que se ocupaban de estar en Jerusalén, en lugar de retirarse al desierto. Porque Dios incluso puede llegar a los corazones de personas cuyos vínculos y asociaciones se podría esperar que los llevaran a oponerse al Mesías. Cuando llegamos a 15:5 se nos informa sobre los cohanim creyentes.136
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