Muchos samaritanos creen
Juan 4: 39-42
Muchos samaritanos creen ESCUDRIÑAR: Dadas las barreras sociales entre judíos y samaritanos, ¿qué le enseñan estos versículos acerca de Jesús?
REFLEXIONAR: ¿Qué tuvo de significativo el hecho de que el Señor eligiera a una mujer samaritana como la primera persona a quien se le reveló? ¿Qué aprende usted de la mujer acerca de ser testigo?
Y salieron de la ciudad y fueron a Él (Juan 4:30); cuando los habitantes de Sicar se dirigieron hacia Él, Jesús se conmovió profundamente. Esto fue un presagio de cómo el pueblo de fuera de Israel vendría más tarde a Él. Y de aquella ciudad muchos de los samaritanos creyeron en Él a causa de la palabra de la mujer, que daba testimonio: ¡Me dijo todo lo que hice! (Juan 4:39). ¡Qué contraste entre ella y la recepción que recibió Yeshua de los líderes religiosos en Jerusalén! Lucas escribió: Y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Éste recibe a pecadores y come con ellos (Lucas 15:2). A los escribas también se los llama maestros de la Torá. Se indignaron porque estaba dispuesto a hablar con prostitutas y pecadores como esta mujer. Se burlaban de Él abiertamente, diciendo: ¡He aquí un hombre comilón y bebedor de vino, amigo de publicanos y pecadores! (Mateo 11:19b). Se ofendieron, por ejemplo, cuando Jesús fue a la casa de Zaqueo. Pero al verlo, todos murmuraban, diciendo: Entró a hospedarse con un hombre pecador (Lucas 19:7).
Los fariseos, saduceos y maestros de la Torá eran arrogantes, creyendo que cuando viniera el Mesías, Él los justificaría. Los samaritanos, sin embargo, tenían la opinión opuesta. Ellos sabían lo que el Mesías había prometido. Aunque la Torá era la única parte del TaNaJ en la que creían, las promesas mesiánicas todavía estaban allí. Como nuestro Salvador había declarado a los fariseos: Si creyerais a Moisés, creeríais en mí, porque de mí escribió él (Juan 5:46). En Deuteronomio 18:18a, por ejemplo, ADONAI prometió un gran Profeta, un portavoz nacional como Moisés, diciendo: Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú, y pondré Mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que Yo le ordene. La Torá también incluía promesas conocidas sobre la Simiente de la Mujer que aplastaría la cabeza de la Serpiente (Genesis 3:15); y la Simiente de Abraham, en quien todas las naciones serían bendecidas (Genesis 12:1-3). Así fue como la mujer samaritana supo que el Mesías vendría.371
Los rabinos enseñaron que todo Israel tendrán una parte en el mundo venidero (Masekhet Avot 1:1). Pero los samaritanos no estaban tan seguros de sí mismos. Tenían un sentido definido de que ellos eran pecadores. Cuando pensaban en la venida del Mesías, probablemente ellos lo esperaban con cierto temor. Pero cuando uno de los suyos anunció que Él había venido y la había aceptado a ella a pesar de su vida de pecado, el pueblo acudió corriendo.
De manera que cuando los samaritanos llegaron a Él, le rogaban que permaneciera con ellos; y se quedó allí dos días. Y muchos más creyeron a causa de la palabra de Él, y decían a la mujer: Ya no creemos por tu dicho, porque nosotros mismos hemos oído, y sabemos que éste es verdaderamente el Salvador del mundo (Juan 4:40-42); la mujer sembró y Jesús cosechó. Este fue un avivamiento notable y debe haber cambiado por completo a toda la ciudad.
A los tres años del encuentro de Cristo con la samaritana nació la comunidad mesiánica (iglesia), que creció muy rápidamente y se ramificó desde Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra (Hechos 1:8). Esto se refería a la mujer samaritana y a la gente de Sicar, quienes pronto podrían encontrar compañerismo y enseñanza donde no habría hebreo ni samaritano. No hay judío ni griego, no hay siervo ni libre, no hay varón ni hembra: porque todos vosotros sois uno solo en Jesús el Mesías (Gálatas 3:28).
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