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El libro del Génesis
desde una perspectiva judía

Para mi madre, Wilma Jean Mack, mi principio.
A través de todas las pruebas y tribulaciones de esta vida se ha mantenido fiel.
Desde sus raíces cuáqueras, ella me enseñó el camino de la “persuasión amistosa.”
Te amo, más que el prado tan verde y tranquilo,
Más que las moras en la colina,
Más que los brotes del manzano en mayo,
Yo te amo.

Génesis es el libro de los comienzos y probablemente el libro más importante que jamás se haya escrito. Proporciona un dramático relato de los orígenes de la humanidad y de su universo, la intromisión del pecado en el mundo, los efectos catastróficos de su maldición sobre la raza y los inicios del plan del Señor para bendecir a las naciones a través de Su descendencia. La mayoría de los libros de la Biblia tratan sobre el contenido del libro del Génesis en una forma u otra. Aparte de esto, sin embargo, el tema de Génesis, y la forma sencilla en que está escrito, ha cautivado la mente de la gente durante mucho tiempo.

Al igual que con la verdad bíblica en general, este libro ha sido una piedra de tropiezo para muchos de los que se han acercado a él con ideas preconcebidas o prejuicios anti-sobrenaturales. Pero para aquellos que lo reconocen como la Palabra de Dios, al que tratan de servir, Génesis es una fuente de consuelo e iluminación.1

Los Títulos de Génesis

El título hebreo del libro es bereshit y proviene de la primera palabra en el texto hebreo que significa “en un principio”. Es un hecho común que los nombres de los libros de la Biblia hebrea se basan en la primera o la segunda palabra. Este es un ejemplo. Este es el nombre hebreo moderno para el libro. En los tiempos antiguos, el nombre original del libro era sefer maasch bereshit, que significa el libro de la creación, o el libro de la ley de la creación. Desde entonces se ha acortado a simplemente bereshit.

El título griego del libro se llama geneseos y hace hincapié en el origen y la fuente. Es el nombre dado a la traducción griega de las Escrituras Hebreas. Durante siglos antes del nacimiento de Jesús, el número de judíos que vivían fuera de Palestina fue en aumento. Vivían en todo el Imperio Romano. Una de las consecuencias de esto fue que muchos habían olvidado el idioma de sus antepasados. Por esta razón, era necesario traducir las Escrituras Hebreas al idioma que entendían, el arameo en el este y el griego en el oeste. Después de las conquistas de Alejandro Magno, el griego se había convertido en el lenguaje común de una gran parte del Mediterráneo. Egipcios, judíos, e incluso los romanos usaban el griego para comunicarse entre sí. Por lo tanto, fue natural cuando los judíos de Alejandría comenzaron a perder su hebreo que se tradujera la Biblia al griego. Esta traducción se llama la Septuaquinta, o de los Setenta, porque hubo setenta eruditos judíos que la tradujeron.2

El autor del Génesis

Tanto la Escritura y la tradición están de acuerdo en que Moisés fue el autor humano del Génesis. ADONAI, a través de Moisés, lo inspiró a escribir los primeros cinco libros de la Biblia, o el Pentateuco. Pero, curiosamente, es nombrado como el autor del Génesis. Se sentó y escribió los libros de Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio. Él fue el autor humano y el origen de estos libros. Sin embargo, en lo que se refiere a Génesis fue un compilador y editor, porque no fue un testigo presencial de los acontecimientos de Génesis, porque no había nacido todavía. Él fue testigo de casi todo en el Éxodo, y todo en Levítico, Números y Deuteronomio. Moisés hizo uso de la vía oral, así como, las tradiciones escritas y la inspiración del Ruach HaKodesh, para editar y compilar once genealogías.

Génesis se ha considerado siempre parte de la Tora (los cinco primeros libros del Antiguo Testamento), y Moisés siempre ha sido considerado el autor humano de la Tora (Éxodo 17:14, Levítico 1:1-2; Números 33:2; Deuteronomio 1:1; Josué 1:7; I Reyes 2:3; 14:6; II Reyes 14:6; Esdras 6:18; Nehemías 13:1; Daniel 9:11-13; Malaquías 4:4; Mateo 8:4; Marcos 12:26; ​​Lucas 16:29; Juan 7:19; Hechos 26:22; Romanos 10:19; I Corintios 9:9; II Corintios 3:15). Por lo tanto, hay una larga lista en el Primer Pacto y en el Pacto Renovado que declara que Moisés es el autor humano de la Tora, de la cual Génesis es una parte.

Los motivos del Génesis

Todo el libro gira en torno a los motivos de la bendición y la maldición. El SEÑOR escogió a la nación a través de la cual Él bendeciría a todas las naciones. La bendición prometida daría a la nación de Israel los patriarcas y su tierra. Pero la maldición alejaría, privaría, y desheredaría a Israel de los patriarcas y de su tierra. En el Antiguo Testamento el verbo maldecir significa imponer una prohibición, una barrera, una parálisis en el movimiento u otras capacidades. Este poder sólo puede pertenecer a Dios. La maldición consiste en la separación del lugar de bendición o incluso de aquellos que son bendecidos. Esto se ve en los once primeros capítulos del Génesis. Por otro lado el verbo bendecir significa enriquecer. Aquí, también, ADONAI es la fuente y, como se usa en Génesis, la promesa de la bendición se ocupa sobre todo de los hijos de Abraham en la tierra de Canaán. La bendición prometida incluye que los patriarcas son bendecidos con hijos y la tierra está bendecida con los cultivos. El contraste entre la bendición y la maldición refleja la obediencia del hombre por la fe, o su desobediencia por su incredulidad. La aprobación del Señor de la fe o la desaprobación de su incredulidad no deja nada a la imaginación.

La estructura del Génesis

I. El origen del mundo y la nación en general (1:1 a 11:9)

A La Creación (1:1 a 2:25)

B La Caída (3:1a 5:32)

C El Diluvio (6:1 a 9:29)

D Las Naciones (10:1 a 11:9)

El tema es el comienzo de la raza humana.

El estilo es histórico.

La línea de tiempo es de dos mil años o más.

II. El origen de una nación, la nación judía de Israel (11:10 a 50:26)

A. Abraham (11:10 a 25:18)

B. Isaac (25:19 a 26:35)

C. Jacob (27:1 a 36:43)

D. José (37:1 a 50:26)

El tema es el comienzo del pueblo judío.

El estilo es la historia biográfica.

La geografía se centra en tres lugares: Canaán, Harán y Egipto.

La línea de tiempo es de 193 años.

El tramo inicial marca la estructura de Génesis (1:12:3), y luego Moisés edita y compila once genealogías. La palabra importante en la estructura de Génesis es toldot, que significa el relato escrito, o esto es lo que pasó con estos hombres y sus descendientes. El sustantivo se traduce a menudo como generaciones, historias o descendientes. Toldot viene de la palabra hebrea yalad, que significa tener o generar. Tiene un punto de partida para pasar de una genealogía a otra. Esta palabra estructural permite a Moisés moverse a lo largo de la línea de la historia.

Pero cuando comienza un toldot, la línea de la historia que sigue no siempre es acerca de la persona mencionada. Por ejemplo, cuando dice: Esta es la historia de Isaac, lo que sigue concierne principalmente a Jacob, no a Isaac. En otras palabras, lo que pasó de Isaac a Jacob. O cuando dice: Ésta es la historia de Jacob, lo que sigue es principalmente acerca de José, no de Jacob. Pero sí nos dice qué pasó con Jacob. Lo qué paso de Jacob a José. Así que cada genealogía explica qué fue de una generación particular. El toldot también muestra una reducción de esa generación a la semilla elegida (3:15), y contiene dentro de cada sección los motivos duales de la bendición y la maldición.

Los principios de interpretación de Génesis

Los escritores del Nuevo Testamento, y el propio Yeshua, aceptaron el libro de Génesis como una historia literal y no como un lenguaje figurado. Algunos podrían pensar que Gálatas 4:24, que dice: Este relato puede interpretarse en sentido figurado (en referencia a la historia de Agar y Sara), garantiza mirar a Génesis en sentido figurado. Nada podría estar más lejos de la verdad. El apóstol Pablo, quien escribió Gálatas, simplemente usa los principios espirituales con que Dios trató a Abraham, sus esposas e hijos, para ilustrar principios eternos que Él aplica a todos los hombres. Se hace una aplicación figurativa, pero no una interpretación figurativa. Abraham e Isaac, Sara y Agar, eran personas reales para Pablo como el contexto claramente demuestra. Estos eventos descritos en Génesis realmente sucedieron a gente real, y es debido a este mismo hecho que Pablo puede hacer algunas aplicaciones espirituales en el Nuevo Pacto.

Aunque no rechazan los hechos históricos de Génesis, otros hacen uso excesivo de los “tipos“. Los personajes y las experiencias de Abraham y otros se toman como “tipos” de experiencias en la vida de Cristo, o el pueblo de Israel, o de la Iglesia. Sus intenciones son buenas, pero van mucho más allá de lo que realmente está escrito y puede haber cierta práctica especulativa.

No hay duda, sin embargo, que algunas partes del libro del Génesis se tratan como “tipos” en el Nuevo Pacto. El primer Adán es tomado como un tipo de contraste del segundo Adán (Romanos 5:12-19; I Corintios 15:21-22 y 45-47). El Arca es descrita como un tipo de la salvación en Cristo (I Pedro 3:20-21). Abraham e Isaac se tratan como un tipo del Padre ofreciendo a Su único Hijo (Hebreos 11:17-19). Abraham es un tipo de la salvación por la fe para justicia (Romanos 4:3, Gálatas 3:6, Santiago 2:23). Y a veces, como es el caso de José, es simplemente muy interesante ver todos los paralelismos entre su vida y la vida de Cristo. Pero sin confirmación en el Nuevo Pacto, José no puede ser identificado como un tipo.

Además, nunca hay que olvidar que los “tipos” se han de considerar sólo como ejemplos o aplicaciones, y no como interpretaciones doctrinales (excepto cuando se hace por los escritores del Nuevo Pacto). Hay que recordar que cualquier valor que el uso de tipos puede tener, la aplicación está basada en la persona real en la historia. Por lo tanto, en este comentario devocional, se pondrá el énfasis sobre todo en los acontecimientos reales que tuvieron lugar en la historia y en la aplicación de esos eventos a nuestra vida cotidiana.

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