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La Teología de reemplazo y Hechos

ADONAI ¡ama a Su pueblo judío! ADONAI siempre ha amado a Su nación judía escogida. Él dice, Israel es mi hijo, mi primogénito (Éxodo 4:22). Israel siempre ha sido importante para Dios y sigue siendo amado por Dios. Aunque Ha’Shem ha disciplinado a Israel, Hebreos 12:6 nos dice que Él disciplina a los que ama (Salmo 94:12; Apocalipsis 3:19). El amor de YHVH por Israel es insaciable e inagotable (Jeremías 31:35-37). Él hará lo que sea necesario para traer a la nación judía de regreso a Sí mismo, incluso usando pruebas y persecución durante los últimos siete años antes de que Él regrese (Daniel 9:27). Este tiempo es llamado la angustia de Jacob (Jeremías 30:7). Vea el comentario del libro de Apocalipsis Cg La Gran Tribulación.

Algunos han tratado de utilizar pasajes de Hechos, como el llamado de Pablo a Macedonia, la visión de Pedro en el techo de la casa de Simón en Jope y la falsa impresión de que decenas de miles de no judíos se unieron a la Comunidad Mesiánica/Iglesia, para dar la impresión de que Dios había rechazado a Su pueblo y tomó para un nuevo pueblo, una nueva nación… la Iglesia. Pero Ha’Shem no ha elegido ninguna denominación cristiana para tomar el lugar del pueblo judío, que proviene de la simiente de Abraham y lleva el nombre de nación elegida de Dios.

En términos teológicos, nos corresponde examinar todas las Escrituras y ver el gran amor de ADONAI por Israel, como un ejemplo de Su gran amor por la Iglesia. El amor de Dios no es ciego al pecado en Su hijo, porque ni Israel ni aquellos que se llaman a sí mismos cristianos, pueden entrar al cielo simplemente usando el nombre “Israel” ni “cristiano”. Sólo amando verdaderamente a Dios como Señor pueden tanto “Israel” (Deuteronomio 6:5) como los “cristianos” (Mateo 22:37-38) entrar en el glorioso hogar de Dios. Definitivamente nadie es “reemplazado”; más bien, estamos maravillosamente unidos en un solo cuerpo, como el Ruaj HaKodesh inspiró a Pablo a escribir: Así pues ya no sois extranjeros ni forasteros, sino que sois conciudadanos con los santos y miembros de la familia de Dios, habiendo sido edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la piedra angular el mismo Jesús, el Mesías, en quien, bien trabado todo edificio, crece hasta llegar a ser un templo santo en el Señor; en el cual también vosotros sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu (vea Efesios 2:13-22).

La teología de reemplazo enseña puntos que se oponen directamente a la Palabra de Dios. Note la pregunta retórica de Pablo y su respuesta inequívoca en Romanos 11:1ss: Digo, pues: ¿Ha desechado Dios a su pueblo? ¡De ninguna manera! Porque también yo soy israelita, de la descendencia de Abraham, de la tribu de Benjamín. No ha desechado Dios a su pueblo que eligió de antemano. Decir que Dios ha rechazado al pueblo judío contradice explícitamente la clara declaración del apóstol Pablo.

También sabemos que Dios no ha rechazado a la nación de Israel porque el sol todavía brilla de día y la luna y las estrellas de noche. Jeremías hace que el sol, la luna y las estrellas sean signos de la fidelidad de Dios hacia Israel, y lo hace en el contexto de la proclamación del Brit Hadashah que Dios pretende hacer con Judá e Israel. Así dice YHVH, Que estableció el sol para alumbrar el día, Y las leyes de la luna y de las estrellas para alumbrar de noche; Que aterroriza el mar, Y se ponen en consternación sus olas: ¡YHVH Sebaot es su nombre! Si estas leyes se apartaran de delante de mí, dice YHVH, Entonces también faltará la descendencia de Israel, Para no ser nación delante de mí eternamente. Así dice YHVH: Si los cielos pudieran ser medidos arriba, O se exploraran los cimientos de la tierra abajo, Entonces también Yo desecharía la descendencia de Israel por todo lo que hicieron, dice YHVH (Jeremías 31:35-37).

La teología de reemplazo se ha escondido detrás de lemas como “Israel espiritual” o “el verdadero Israel” y ha desacreditado a Israel como pueblo de Dios al negar directamente la Palabra escrita.

Se ha sostenido que Pablo se volvió hacia los gentiles como resultado del rechazo de su mensaje por parte de las sinagogas. El libro de los Hechos no apoya en absoluto este punto de vista. Tanto Hechos como las cartas de Pablo a las iglesias que él inició, indican que, si bien la comisión de Pablo era para los gentiles, él continuó yendo a la sinagoga cada Shabat. Durante su visita, lo invitaron a leer la Torá y a hacer un comentario sobre el texto, algo que nunca habría sucedido si la comunidad judía hubiera sospechado que era un hereje.

Uno de los textos frecuentemente apelados para “intentar probar” que Pablo se alejó de los judíos y se fue a los gentiles es Hechos 13:46-47: Así que Pablo y Bernabé, dijeron con todo denuedo: A vosotros primero era necesario que se hablara la palabra de Dios, pero ya que la rechazáis y no os consideráis dignos de la vida eterna, he aquí nos volvemos a los gentiles. Cabe señalar que Pablo citó Isaías 49:6. Al predicar a los gentiles, Pablo estaba cumpliendo la promesa dada a Israel por los profetas. La declaración, volvamos a los gentiles, no puede entenderse aquí como un rechazo a los judíos, porque Pablo continuó yendo a la sinagoga cada Shabat y predicando el evangelio al pueblo judío por toda Asia Menor y Grecia hasta llegar a Roma. De hecho, tres días después de llegar a Roma, Pablo reunió a los líderes de la comunidad judía y les dijo muy claramente: Yo, varones hermanos, a pesar de no haber hecho nada contra el pueblo ni contra las costumbres de nuestros antepasados, he sido entregado preso desde Jerusalén en manos de los romanos (Hechos 28:17b). Dado que la declaración de Pablo a los judíos en Roma es cierta, indica que permaneció fiel a la Torá y a las costumbres y tradiciones judías durante toda su vida. El hecho de que continuara frecuentando la sinagoga prueba que son falsas las afirmaciones de que Dios ha rechazado a Israel y también es falso que Pablo había rechazado a su propio pueblo.6

No sólo eso, sino que Jeremías nos dice que las naciones gentiles deben proclamar lo que Dios ha declarado. Oh naciones, oíd la palabra de YHVH, Y hacedlo saber en las costas lejanas: El que esparció a Israel lo reunirá y lo guardará, Como el pastor a su rebaño (Jeremías 31:10). Este versículo muestra claramente el error del Amilenialismo, la Teología del Pacto, la Teología de Reemplazo y el llamado “movimiento de raíces hebreas” (vea el comentario sobre Gálatas, haga clic en Ak El movimiento de las raíces hebreas: un evangelio diferente). Estas falsas teologías no ven futuro para Israel, sino que ven las promesas a Israel siendo cumplidas espiritualmente por la Iglesia. Ellos toman literalmente la palabra “dispersión” mencionada arriba, sin embargo, luego intentan alegorizar el regreso de Israel. Pero las dos declaraciones anteriores están reunidas de una manera que no pueden separarse (vea el comentario sobre Jeremías Em Oh Señor, salva a tu pueblo, el remanente de Israel). Por lo tanto, si la Iglesia no es Israel, ¿cuál es la relación entre los dos? Vea el comentario sobre Jeremías Eo Vienen días, declara Dios, en que haré un nuevo pacto con el pueblo de Israel.

Ntd: Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo el que cree: al judío primeramente, y también al griego (Romanos 1:16).

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