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Pedro y Juan comparecen ante el Sanedrín
4: 1-31

31-33 dC
Los acontecimientos de Hechos 3-8 transcurren con creciente preocupación por parte de los judíos, y especialmente de las autoridades judías en Jerusalén. La creciente tensión dio lugar a una acción de vigilancia contra Esteban, y luego a un esfuerzo autorizado bajo el mando del rabino Saulo, para perturbar y destruir ese nuevo movimiento mesiánico, lo que implicó persecución e incluso la muerte de los creyentes. La persecución llevó a varios creyentes como a Felipe, a ir a Samaria y dar testimonio de Yeshua.

Pedro y Juan se presentan ante el Sanedrín ESCUDRIÑAR: ¿Qué papeles desempeñaron los sacerdotes (cohanim), el capitán de la guardia del templo y los saduceos en el ministerio de Yeshua (vea Lucas 20:27-40, 22:6 y 52)? ¿Por qué se opondrían los saduceos a la proclamación de los apóstoles? ¿Qué sentiría si usted fuera Pedro o Juan? ¿Qué está tratando de hacer ellos y la familia del sumo sacerdote en el versículo 7? ¿buscan ellos información para intimidar a los apóstoles? Si fuera usted una de las autoridades, ¿cuál sería su reacción ante la audaz respuesta de Pedro? ¿Cómo se compara el llenado de Pedro con el Ruaj HaKodesh en los versículos 8-12 con el propósito del llenado en 2:4? vea también Lucas 21:12-13. ¿Cómo se compara la respuesta de los líderes judíos con la respuesta de ellos mismos cuando Lázaro resucitó de entre los muertos?; vea el comentario sobre La Vida de Cristo, Ia – La Resurrección de Lázaro: La Primera Señal de Jonás. ¿Cómo se ven el Sanedrín y los apóstoles a sí mismos y a ADONAI? ¿Por qué los apóstoles podrían comenzar la oración recordando la soberanía de Dios (4:24-28)? ¿Cuál es uno de los propósitos de la llenura del Espíritu Santo (2:4, 4:8 y 31)?

REFLEXIONAR: En una crisis ¿en qué se parecen y en qué se diferencian sus oraciones de esta oración? Si es que alguna vez aplica: ¿cuándo cree que la respuesta de Pedro a sus líderes políticos y religiosos podría ser apropiada para los creyentes de hoy? ¿Cómo reconcilia usted este pasaje con Romanos 13:1-4? ¿Cuál es la mayor persecución que ha experimentado personalmente debido a su fe? ¿Cómo se lo ha tomado usted? ¿Cree en la declaración de Pedro en el versículo 12? ¿Qué es lo que más ha fortalecido su seguridad? ¿Hay alguna duda que todavía persiste? ¿Cómo el conocimiento de Yeshua ha moldeado su carácter para que la gente pueda notar que hay algo diferente en usted y preguntar al respecto?

La curación del mendigo cojo y el discurso de Pedro causó gran impresión en la gente común, pero despertó la oposición de los líderes judíos que arrestaron a los dos apóstoles y los llevaron ante una reunión del Sanedrín para interrogarlos; vea el enlace haga clic en Ap – Pedro sana a un mendigo cojo, vea Aq – Pedro habla en el templo, vea el comentario sobre La Vida de Cristo Lg – El Gran Sanedrín. En un breve discurso Pedro repitió los hechos esenciales relacionados con la resurrección de Yeshua, con el énfasis añadido de que sólo el Señor podía salvar al pueblo.82

El arresto: Hasta este punto no había habido resistencia a los creyentes mesiánicos por parte del liderazgo judío en Jerusalén. Pero la razón de la participación del Sanedrín en lo que a primera vista parece ser un disturbio público menor, radica en las ramificaciones políticas del “movimiento de Yeshua“. Los primeros mesiánicos se caracterizaban por atraer grandes multitudes de seguidores cuyo fervor nacionalista, probablemente, provocaría una rápida respuesta de las autoridades romanas. El liderazgo judío siempre estuvo preocupado por esto en la medida que los romanos pudieran venir; si lo dejamos así, todos creerán en Él; y vendrán los romanos y nos quitarán tanto el Lugar como la nación (Juan 11:48), el Lugar se refiere al Templo. Josefo describe tales movimientos “zelotes” como personas que tienen una “pasión por la libertad que es casi invencible, ya que están convencidos de que sólo Dios es su Líder y Maestro. Lucas menciona en Hechos a tres figuras involucradas en tales actividades revolucionarias: Teudas, Judas de Galilea y “el egipcio”, quienes recibieron un duro trato a manos de las fuerzas romanas enviadas para enfrentarse a ellos (5:36-37, 21:37-38). Como posibles autores de tal movimiento revolucionario, el Concilio probablemente, había estado siguiendo de cerca a los apóstoles y discípulos.83

Mientras Pedro y Juan hablaban al pueblo, se les acercaron los sacerdotes, el jefe de la guardia del templo y los saduceos, muy enojados porque ellos enseñaban al pueblo, y anunciaban en Jesús la resurrección de los muertos (4:1-2). Los sacerdotes, algunos de los veinticuatro cohanim (o sumos sacerdotes), irrumpieron repentinamente sobre ellos muy enojados. El jefe de la guardia del templo estaba a cargo de la policía del templo y, por lo tanto, era responsable de mantener el orden en el recinto del templo y, a veces, se le conocía como ish ha-bayit, o el hombre principal del monte (del Templo). Él siempre era un saduceo y su autoridad sólo era superada por la del propio sumo sacerdote. Los saduceos estaban especialmente celosos del control del recinto del templo. Los saduceos los veían simplemente como galileos sin educación, sin formación rabínica y no estaban autorizados a enseñar en el recinto del templo. Y más importante aún, estaban anunciando que Yeshua había resucitado de entre los muertos. Los saduceos no creían en la resurrección de los muertos en general, pero peor aún, Pedro y Juan estaban enseñando acerca de la resurrección de los muertos por ¡Jesús! ¡Estos mismos saduceos acababan de rechazar a Yeshua como el Mesías y darle muerte! Y eso les molestó aún más.

Y les echaron mano, y los pusieron bajo custodia hasta el día siguiente, porque ya era tarde (4:3), vea el comentario La vida de Salomón Af – Prisioneros por ADONAI. Supuestamente ningún juicio podría realizarse de noche, ¡aunque eso no los detuvo cuando quisieron deshacerse del Mesías! (vea el comentario sobre La Vida de Cristo Lh – Las Leyes del Gran Sanedrín respecto a las pruebas) El recinto del Templo tenía cámaras donde la guardia del templo podía encarcelar a las personas rebeldes.

Pero muchos de los que oyeron la palabra creyeron, y el total de los hombres fue cinco mil (4:4), esto fue sin contar las mujeres. Entonces la comunidad mesiánica explotó como resultado del discurso de Pedro.

El juicio: Al día siguiente, aconteció que se reunieron en Jerusalén sus gobernantes, y los ancianos, y los escribas; y Anás, sumo sacerdote, y Caifás, y Juan y Alejandro, y todos los que eran del linaje de los sumos sacerdotes (4:5-6). Al día siguiente en el juicio, estaban reunidos: los miembros del Gran Sanedrín, los veinticuatro principales sacerdotes (que eran saduceos) y los ancianos (los líderes de la ciudad) y los escribas (fariseos maestros de la Torá). Estos eran los mismos gobernantes judíos que recientemente habían condenado a muerte a Yeshua. Pedro y Juan debieron haber pensado que ellos iban a correr la misma suerte y que serían crucificados al igual que su Maestro. Pero ellos no dudaron.

Anás, el sumo sacerdote (cohen gadol) estaba allí y era reconocido por la comunidad judía. Pero los romanos lo depusieron porque pensaban que tenía demasiado control. Impávido, continuó controlando todo detrás de escena con su familia extendida: lo sucedieron cinco de sus propios hijos, incluido Jonatán mencionado aquí, un nieto y un yerno, Caifás. Incluso después de su destitución, Anás era el verdadero poder detrás de escena y controlaba las finanzas en el recinto del templo. Fueron sus propiedades comerciales las que Yeshua atacó en dos ocasiones. Primero, al comienzo de Su ministerio y segundo, el lunes antes de ser crucificado; vea el comentario sobre La Vida de Cristo Bs – Primera limpieza del templo de Jesús en la Pascua, y vea el comentario sobre La vida de Cristo Iv – Jesús entró en el templo y expulsó a todos los que compraban y vendían. Anás bien pudo haber sentido que, al predicar este mensaje al pueblo, los seguidores de Yeshua estaban intentando responsabilizar al Gran Sanedrín por la muerte del Mesías, de lo cual ellos lo fueron (2:23, 3:14-15, 5:27ss, 7:51-52, 13:27-29, 23:6-9 y 24:1).84

El interrogatorio comenzó cuando pusieron a Pedro y a Juan entre ellos. El Sanedrín estaba dispuesto como la mitad de una era redonda para que pudieran verse unos a otros. El Consejo se reunió en el segundo piso de la Estoa Real.

Ante ellos estaban los dos escribas de los jueces, uno a la derecha y otro a la izquierda, y escribieron las palabras de los miembros del Consejo que favorecían la absolución y las palabras de los que favorecían la condena (M Sanh 4:3).

Comenzaron a preguntarles con desdén: ¿Con qué potestad, o en qué nombre habéis hecho vosotros esto? (4:7), La palabra poder (griego: dynamis) usada aquí implica algún tipo de encantamiento. Cuando dijeron en qué nombre, dieron a entender que Pedro usaba magia. Ellos no podían negar que se había producido un milagro, por lo que el Gran Sanedrín utilizó la misma táctica que ellos utilizaron con Jesús. El Concilio no podía negar los milagros mesiánicos que el Mesías había realizado, pero como Él no quería tener nada que ver con las tradiciones de los hombres, afirmaban que estaba poseído por demonios; vea el comentario sobre La vida de Cristo Ei – La Ley Oral, y vea el comentario sobre La Vida de Cristo Ek – Es sólo por Belcebú, el Príncipe de los demonios, que este hombre expulsa a los demonios. Y como el Concilio no tenía otra explicación para este milagro, ellos llegaron a la misma conclusión sobre Pedro.

Luego, aunque Juan estaba presente, Pedro nuevamente toma la iniciativa. En ese momento fue lleno del Ruaj HaKodesh. Hay una diferencia entre estar sumergido en el Espíritu y estar lleno del Espíritu Santo. En el momento de la salvación, todo creyente es sumergido en el Espíritu Santo (vea el comentario sobre La Vida de Cristo Bw – Lo que Dios hace por nosotros en el momento de la fe). Es un evento único. Sin embargo, todo creyente necesita estar continuamente lleno o controlado por el Espíritu. Somos vasos con fugas y, como resultado, esto debe suceder durante toda nuestra vida. Entonces en este momento Pedro está controlado por el Ruaj HaKodesh, y es capaz de dar una formidable defensa al Sanedrín, tal como Yeshua dijo que los apóstoles podrían hacerlo: Guardaos de los hombres, porque os entregarán a los sanedrines y en sus sinagogas os azotarán. Aun ante gobernadores y reyes seréis llevados por causa de mí, para testimonio a ellos y a los gentiles. Y cuando os entreguen, no os preocupéis de cómo o qué habéis de hablar, porque en esa hora os será dado lo que habéis de hablar, pues no sois vosotros quienes habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre el que habla en vosotros (Mateo 10:17-20).

El discurso: Entonces Pedro les dijo: “¡Gobernantes y ancianos del pueblo!” (4:8a) Esta es la primera oportunidad en la que Pedro pudo dirigirse directamente al Gran Sanedrín. Los discursos del Capítulo 2 y del Capítulo 3 fueron pronunciados al pueblo, pero aquí está dirigido a gobernantes y ancianos. La pregunta que ellos habían hecho a Pedro era: ¿Con qué potestad, o en qué nombre habéis hecho vosotros esto? Entonces, él da la explicación del milagro: Puesto que hoy se nos interroga acerca de un beneficio hecho a un hombre enfermo, por quién haya sido sanado éste, sea notorio a todos vosotros, y a todo el pueblo de Israel, que en el nombre de Jesús de Nazaret, el Mesías, a quien vosotros crucificasteis, a quien Dios resucitó de los muertos, por Él este hombre está sano delante de vosotros (4:9-10). El hombre, que había sido arrestado junto con los apóstoles estaba sano (griego: sozo) delante de ellos. Había habido un cambio dramático en Pedro. No mucho antes, al ser confrontado como apóstol de Jesús, había negado al Señor tres veces (vea el comentario La Vida de Cristo Lk – Pedro niega a Jesús tres veces). Pero ahora, justo en la sala del Consejo, Pedro los acusa a ellos de asesinato.

Bajo inspiración divina, Pedro luego parafrasea el Salmo 118:22: La piedra que desecharon los edificadores Ha venido a ser cabeza del ángulo. Él cambia la situación y juzga a los gobernantes y ancianos judíos, diciendo: Éste es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza de ángulo (4:11). Este es Yeshua, a quien habéis crucificado, los edificadores son los líderes judíos. La imagen de: Piedra de tropiezo, y roca de escándalo (Primera de Pedro 2:8a), parecería estar detrás de la función de Yeshua como aquel que está puesto para caída y el levantamiento de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción (Lucas 2:34b). En consecuencia, el Salmo 118 tiene un doble propósito para Pedro, brindándole la oportunidad de designar a Yeshua como el Mesías, así como de acusar al Sanedrín por Su muerte.

A los sabios les gustaba describirse a sí mismos como “constructores” porque amaban la Palabra de Dios y usaban un juego de palabras de Isaías 54:13 para expresar su punto. Donde dice: Y todos tus hijos serán enseñados por YHVH, Y la paz de tus hijos se multiplicará. Remplazan tus hijos (hebreo: banayik). Tus constructores (hebreo: bonayik) tendrán gran paz.85 Así, mientras ellos pensaban que estaban construyendo la Palabra de Dios, ¡en realidad la estaban derribando!, esa fue la acusación. Luego introdujo su punto final en sus corazones Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos en (4:12). Esto es ofensivo para esta época pluralista y liberal, pero es la clara enseñanza de la Biblia. Por lo tanto, el mismo nombre en el que se realizó la curación, es el único nombre por el cual uno puede ser salvo. La palabra salvo aquí es una forma del mismo verbo (griego: sozo) usado en 4:9 arriba para describir la curación del mendigo cojo. La salvación se encuentra sólo en Yeshua. ¡No hay otra manera!

Es fácil ver que este mendigo cojo es una imagen de nuestra salvación. Él nació lisiado y todos nosotros nacemos incapaces de caminar para agradar a HaShem. Nuestro padre Adán tuvo una caída y nos pasó su cojera (Romanos 5:12-21). El hombre también era pobre, y nosotros somos pecadores, estamos arruinados delante de YHVH, sin poder pagar la tremenda deuda que le debemos (Lucas 7:36-50). Él estaba fuera del Templo, y todos los pecadores están separados de Dios, por muy cerca que estén de la puerta. El mendigo cojo fue sanado completamente por la gracia de Dios (Efesios 2:8-9). Su curación fue inmediata, y nuestra curación espiritual también lo es en el momento de la fe (vea el comentario sobre La Vida de Cristo Bw – Lo que Dios hace por nosotros en el momento de la fe). El dio evidencia de lo que Dios había hecho en su vida al caminar, saltar y alabar a Dios, y al identificarse públicamente con los apóstoles, tanto en el Templo como en sus arrestos (4:14). También debemos dar evidencia de lo que Dios ha hecho por nosotros al caminar con Jesús al ser conformados a Su imagen (Romanos 8:29b).86

En la Gran Comisión, Jesús dijo: Id pues, discipulad a todas las gentes, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todas las cosas que os mandé. He aquí Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin de los siglos (Mateo 28:19-20).

Dios estaba en el Mesías reconciliando al mundo consigo mismo, no tomándoles en cuenta sus pecados, y puso en nosotros la palabra de la reconciliación (Segunda Corintios 5:19). Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por el Mesías, y nos confió el ministerio de la reconciliación (Segunda Corintios 5:18). Dios nos ha dado el privilegio de instar a todos a llegar a Su favor y reconciliarse con Él. Pablo nos llama colaboradores y dice: somos colaboradores de Dios (Segunda Corintios 6:1). Yeshua aseguró nuestra salvación, nos puso en Su familia, nos dio Su Espíritu Santo y luego nos hizo Sus agentes de cambio. ¡Qué privilegio! Tenemos la mejor noticia del mundo y compartirla con los demás es la mayor bondad que puede mostrarle a alguien. La salvación se encuentra sólo en Jesús de Nazaret.87

La decisión: Observando entonces la osadía de Pedro y de Juan, y percatándose de que eran hombres del vulgo y sin letras, se asombraban, y reconocían que ellos habían estado con Jesús. Y viendo al hombre que había sido sanado, en pie con ellos, no tenían nada que oponer (4:13-14). Cuando vieron la audacia de Pedro y Juan y debido a su distintivo acento galileo, rápidamente se dieron cuenta que no tenían ninguna formación rabínica, y estaban asombrados. Obviamente, Juan habló, pero lo que dijo no quedó registrado. Ellos no tenían nada que oponer (por el momento) en respuesta porque la evidencia del milagro estaba justo frente a ellos. Los líderes sólo podían sacar una inferencia, pero ellos se negaron a sacar la conclusión obvia. Ellos se sentaron allí en silencio.

El Gran Sanedrín estaba reviviendo su peor pesadilla. Era como si estuvieran diciendo: “¡Estos hombres son como Jesús! Pensamos que resolvimos el problema de Yeshua cuando lo crucificamos, ¡pero ahora está peor que nunca! Ellos estaban proclamando con pruebas irrefutables que Él había resucitado de entre los muertos”.

Cuando ellos habían ordenado a Pedro y Juan que salieran de la cámara del concilio ubicada en el segundo piso de la Estoa Real, comenzaron a conferenciar entre sí: entonces les ordenaron que salieran fuera del Sanedrín, y deliberaban entre sí, diciendo: ¿Qué haremos con estos hombres? Porque ciertamente una notable señal milagrosa ha sido hecha por medio de ellos, manifiesta a todos los que viven en Jerusalén, y no podemos negarla. Sin embargo, para que no se divulgue más entre el pueblo, amenacémoslos severamente para que no hablen más en este nombre a ningún hombre (4:15-17). ¿Cómo pudo saber Lucas lo que sucedió detrás de las puertas cerradas? Sabemos que Pablo era miembro del Gran Sanedrín antes de ser salvo (6:8-7:60 y 26:10-11). José de Arimatea era a la vez un creyente y miembro del Consejo (Marcos 15:43), y Nicodemo, también un creyente secreto, probablemente también estaba en el Sanedrín (Juan 7:50). Lucas, en su extensa investigación (Lucas 1:3), habría consultado con ellos o con otros miembros del Consejo que llegaron a la fe más tarde.88

Y llamándolos, les ordenaron que de ningún modo hablaran ni enseñaran en el nombre de Jesús. Respondiendo entonces Pedro y Juan, les dijeron: Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios; porque nosotros no podemos callar lo que hemos visto y oído (4:18-20). Sin ninguna violación clara, el Sanedrín parece haber advertido a Pedro y a Juan que consideraba que sus actividades bordeaban la violación de la Ley Oral. Habiendo sido así advertidos, los apóstoles tenían la responsabilidad penal de no repetir el delito. Aunque Pedro y Juan se negaron a obedecer al Gran Sanedrín, ellos los trataron con respeto. Pero Pedro y Juan respondieron: Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios; porque nosotros no podemos callar lo que hemos visto y oído. Esta fue una encrucijada importante en la historia de la Iglesia. Si los apóstoles hubieran aceptado las exigencias del Concilio, toda la historia posterior de la Iglesia habría sido radicalmente diferente. Todo dependía de su voluntad de obedecer a ADONAI a toda costa – incluso de sus vidas.89

Si bien Pablo y Pedro ordenaron a los creyentes estar sujetos a las autoridades gobernantes (Romanos 13:1-7; 1 Pedro 2:13-17), parece haber ocasiones en que los creyentes pueden desobedecer a las autoridades gobernantes. La “desobediencia civil” puede definirse como cualquier acción realizada por un ciudadano individual que, por consideración a su conciencia personal, viola las leyes del gobierno que están en conflicto con la ley del poder superior de Dios. Encontramos numerosos ejemplos de desobediencia civil en las Escrituras: las parteras hebreas (Éxodo 1:15-17), los padres de Moisés (1:22-2:3), Rahab (Josué 2), Abdías (Primera de Reyes 18), los amigos de Daniel (Daniel 3), Daniel (Daniel 6), Pedro y los apóstoles (Hechos 4:19-20, 5:9), y Pablo (16:37-40). De estos ejemplos parece claro que cuando la ley civil y los mandamientos de las Escrituras están en oposición, debemos reconocer y obedecer el decreto superior: el decreto de Dios. Los mandamientos de Dios tienen prioridad sobre toda autoridad humana (5:29). Los ejemplos bíblicos de desobediencia civil se ven en las siguientes áreas: (1) protección de la vida humana; (2) protección del pueblo de Dios; (3) negarse a inclinarse ante un dios falso; (4) negarse a cesar la adoración personal a Dios; y (5) negarse a cesar la proclamación del evangelio.90

Ellos entonces, no hallando cómo castigarlos por causa del pueblo, amenazándolos aún más, los soltaron; pues todos glorificaban a Dios por lo sucedido, porque el hombre en quien había sido hecho este milagro de sanidad, tenía más de cuarenta años (4:21-22). Ante este desafío a su orden, el Concilio no pudo hacer más que repetir sus amenazas de lo que sucedería si los apóstoles volvían nuevamente a su corte. Todos estaban continuamente glorificando a Dios por lo sucedido. No habían quebrantado ninguna ley judía por lo que no había razón para castigarlos.

La oración: La noticia de que el Sanedrín había puesto en libertad a Pedro y Juan sin castigo fue motivo de regocijo entre la comunidad mesiánica. Y puestos en libertad, fueron a los suyos, y contaron todo lo que los principales sacerdotes y los ancianos les habían dicho. Y cuando ellos lo oyeron, alzaron unánimes la voz a Dios, y dijeron: Soberano, Tú eres el que hiciste el cielo y la tierra y el mar, y todo lo que en ellos hay; que, por medio del Espíritu Santo, por boca de tu siervo, nuestro padre David, dijiste: ¿Por qué se amotinan las naciones, Y los pueblos piensan cosas vanas? (Hechos 4:23-25). Los sacerdotes (gobernantes) eran saduceos y los ancianos eran fariseos. En esta oración usa Éxodo 20:11; Salmo 146:6; Nehemías 9:6.

¿Por qué se amotinan las naciones,

y los pueblos piensan cosas vanas? (Hechos 4:25 LXX)

Acudieron los reyes de la tierra,

Y los príncipes a una se reunieron Contra el Señor,

y contra su Ungido (Hechos 4:26 LXX).

Las Escrituras siempre tienen doble autoría, divina y humana, por eso aquí vemos al Ruaj HaKodesh y a David como autores de esta cita en el Salmo 2:1-2. Lucas cita el TaNaJ casi siempre en una forma correspondiente a la LXX o cercana a ella, y no de acuerdo con el Texto Masorético hebreo. Aquí se cita textualmente el Salmo 2:1-2 de la LXX.91 Fue el Señor soberano quien había profetizado en los Salmos acerca de los esfuerzos tontos de los gobernantes de este mundo para rebelarse contra el Mesías. El pensamiento tácito es bastante claro que es inútil que la humanidad conspire contra YHVH, quien no sólo creó el universo entero (Génesis 1:1), sino que también previó sus intrigas.

Porque verdaderamente se aliaron en esta ciudad contra tu santo Siervo Jesús, a quien ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y los pueblos de Israel, para hacer cuanto tu mano y tu designio predestinaron que sucediera (4:27-28). El Salmo 2:1-2 dice: ¿Para qué se sublevan las naciones, Y los pueblos traman cosas vanas? Se alzarán los reyes de la tierra, Y con príncipes consultarán unidos, Contra YHVH y contra su Ungido. Esto verdaderamente expresa lo que había sucedido, en el sentido de que aquí, en Jerusalén, había habido una alianza contra el ungido de Dios. Tanto judíos como gentiles fueron responsables de la muerte de Cristo. Tanto Herodes Antipas como Poncio Pilato, junto con los romanos (gentiles) y el pueblo de Israel, se reunieron en esta ciudad contra Tu santo Siervo Yeshua quien fue ungido en Su bautismo. Vea el comentario sobre Isaías Iy – La Muerte del Siervo Sufriente y vea el comentario sobre La Vida de Cristo Bi – El Bautismo de Jesús. Pero también había un propósito divino: para hacer cuanto tu mano y tu designio predestinaron que sucediera. Todo era parte del plan de Dios.

Cuando oramos, debemos ver nuestras circunstancias a la luz de la Palabra de Dios. Por ejemplo, cuando estamos en conflicto, tal vez necesitemos cumplir con: revestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo, porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra los principados, contra las potestades, contra los gobernadores del mundo de las tinieblas, contra las huestes espirituales de maldad en las regiones celestes (Efesios 6:11-12).

Ver nuestras circunstancias a la luz de la Palabra de Dios, también significa ver cuando hay un problema de pecado. Si ese es el caso, quizás debemos orar como David, mientras callé, se consumieron mis huesos, en mi gemir todo el día. Porque de día y de noche tu mano se agravaba sobre mí, hasta que mi vigor se convirtió en sequedades de verano (Salmo 32:3-4). Quizás estemos en el mismo lugar que estaba David, en pecado y necesitando confesar y estar bien con Dios.

También usamos la Biblia para orar por las promesas de ADONAI. Cuando necesitamos fuerza, podemos orar para que nos dé, conforme a la riqueza de su gloria, ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu (vea Efesios 3:14-19). La Palabra de Dios hablará a nuestra situación.92

Entonces ellos comenzaron la oración meditando en Dios, y luego relataron en la oración las circunstancias pasadas y presentes. Luego hicieron tres peticiones de oración específicas. Primero, y ahora, Señor, considera sus amenazas y danos audacia. En segundo lugar, concede a tus siervos hablar tu palabra con todo denuedo. Y tercero, confirma Tu mensaje mientras extiendes la mano para que haya sanidades y señales milagrosas, y prodigios mediante el nombre de tu santo Siervo Jesús (4:29-30).

El efecto de la oración fue notable. Y cuando ellos oraron, el lugar en que estaban congregados tembló, y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios (4:31). Como en su relato de los acontecimientos de Shavuot (Pentecostés), el lenguaje de Lucas se asemeja a la entrega de la Torá (Ley) en el Monte Sinaí. Aquí recuerda la descripción de Éxodo 19:18: Todo el monte Sinaí humeaba, porque YHVH había descendido sobre él en el fuego, y su humo subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremecía en gran manera.

… y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios (4:31). Y todos estaban llenos (controlados) del Espíritu Santo y continuamente hablaban con valor la palabra de Dios. Lo que ellos habían orado, lo recibieron. Una vez más, la llenura del Espíritu de Dios significa ser controlados por el Espíritu, y esto debe suceder continuamente a lo largo de nuestra vida. Y al igual que los apóstoles, somos vasos que gotean y necesitamos llenarnos continuamente del Espíritu Santo. Por lo tanto, los apóstoles recibieron poder para continuar testificando a pesar de la oposición proveniente del Tribunal Supremo judío, el Gran Sanedrín.

La Comunidad Mesiánica (iglesia) había afrontado con éxito su primera prueba de oposición. En lugar de ceder a la tentación de comprometer el evangelio, se volvió aún más audaz. La persecución también sirvió para acercar a los creyentes judíos a su Señor. En lo que se convertiría en un tema recurrente en la historia de la Iglesia, la oposición sólo hizo que la Iglesia invisible y universal de Yeshua el Mesías se fortaleciera. Como lo había hecho con José (Génesis 50:20), Dios tomó las malas intenciones de la humanidad y las usó para Sus propios propósitos.93

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