El regreso de Pablo a Antioquía de Siria
14: 20b-28
48 dC
Pablo escribió Gálatas (sobre la salvación), parte de los cuatro grandes de Antioquía de Siria en el 48 dC (vea el enlace, haga clic Ad – Cartas de Pablo).
El regreso de Pablo a Antioquía de Siria ESCUDRIÑAR: Después del trato que recibieron Pablo y Bernabé en Listra, ¿cómo se sentiría usted si fuera uno de estos nuevos creyentes cuando hubiera escuchado que habían regresado? Por lo que han visto en Pablo y Bernabé, ¿qué comprenderían estos nuevos creyentes acerca del ministerio de ellos? Al repasar el primer viaje misionero de Pablo de aproximadamente 1.770 kilómetros, ¿qué aprende usted acerca de Pablo? ¿Sobre el evangelio? ¿Cómo refuta este pasaje las enseñanzas del evangelio de la prosperidad?
REFLEXIONAR: ¿Cuál fue uno de los mayores malentendidos sobre el evangelio que tuvo usted que superar antes de poder creerlo? ¿Cómo superó esa idea errónea? ¿Qué sería necesario para que usted deje de hacer la voluntad de Dios? ¿Qué clase de tentación, obstáculo u oposición lo lograría? Describa a alguien que haya sido un ejemplo vivo para usted de cómo sobrevivir a las dificultades con victoria y alegría. ¿Qué ha aprendido de él o ella? ¿Podemos tener el corazón de Pablo y Bernabé para que nada nos detenga? Nada impidió que Yeshua hiciera la voluntad de Dios a nuestro favor. Mientras lo miramos a Él, ¿podemos ser detenidos?
Pero siendo rodeado por los discípulos, se levantó y entró en la ciudad; y al día siguiente, partió con Bernabé hacia Derbe (14:20). Al día siguiente de ser apedreado, Pablo partió con Bernabé en un viaje de 97 kilómetros hacia Derbe, la frontera más oriental de Galacia (haga clic y vea el enlace Bq – El mensaje de Pablo en Listra). Después de anunciar el evangelio en aquella ciudad y hacer muchos discípulos, regresaron a Listra, a Iconio y a Antioquía (14:21), habiendo establecido en Derbe una iglesia. Esto terminó con éxito el primer viaje misionero y regresaron a Antioquía de Siria. Dios les había abierto la puerta para su gran ministerio; la salvación había salido a los gentiles; dejando muy claro que la salvación era por fe y no por obras.
Si los dos hubieran elegido hacerlo, podrían haber continuado hacia el suroeste desde Derbe, a través de las puertas de Cilicia, durante aproximadamente 241 kilómetros hasta la ciudad natal de Pablo, Tarso, y desde allí regresar a Antioquía de Siria. Habría sido, el camino más fácil de volver a casa. Ellos prefirieron, sin embargo, volver sobre sus pasos y volver a visitar todas las congregaciones que se habían establecido durante la misión.324 Ellos regresaron a Listra, donde Pablo fue apedreado, y a Iconio donde su vida fue amenazada, y a Antioquía de Pisidia de donde fue expulsado. Ellos estaban fortaleciendo los ánimos de los discípulos; y exhortándolos a permanecer en la fe (14:22a). Pablo y Bernabé debían hacer mucho más que conseguir conversiones; debían hacer discípulos. Y les decían: “Es necesario que entremos en el reino de Dios a través de muchas tribulaciones” (14:22). Para la mayoría de la gente, este es un mensaje olvidado. Consideran que cualquier tipo de persecución es completamente contraproducente para su fe en el Mesías (como la enseñanza de la salud y la riqueza que muchos persiguen hoy), sin darse cuenta del lugar significativo que ocupa el sufrimiento en el plan de Dios.325
El mensaje de aliento de ellos advirtiendo de las dificultades, puede parecernos una paradoja. ¡Puede que no nos resulte muy fortalecedor un mensaje sobre problemas inevitables! Pero primero debemos darnos cuenta de que la naturaleza inevitable de las dificultades puede motivarnos a redirigir nuestras energías. ¡El miedo a las pruebas a veces consume más energía que enfrentarlas! Una vez que aceptamos lo inevitable de las dificultades, podemos redirigir nuestro enfoque del miedo a las pruebas, a la fidelidad. Ante las tribulaciones, a menudo sentimos que una fuerza celestial llena nuestra alma justo a tiempo.
En segundo lugar, comprender la inevitabilidad de las dificultades nos anima en la fe. Sería bastante desalentador si pensáramos que las dificultades en nuestras vidas siempre fueran signos de desobediencia o pecado. Normalmente somos conscientes cuando las consecuencias del pecado nos han causado un gran sufrimiento, pero muchas otras veces las pruebas no tienen nada que ver con la desobediencia. Creer en un evangelio de prosperidad herético puede dejarnos terriblemente desanimados y preguntándonos qué hemos hecho mal. Si creyéramos esa enseñanza falsa, nos preguntaríamos constantemente por qué parece que no podemos reunir suficiente fe para estar sanos, libres de problemas y prósperos. Sin embargo, anímese al saber que la dificultad no es un signo de inmadurez o infidelidad. El Ruaj HaKodesh hará Su trabajo y le hará saber si está sufriendo a causa del pecado. De lo contrario, recuerde: entremos en el reino de Dios a través de muchas tribulaciones.326
Y después que les designaron ancianos en cada iglesia y oraron con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído (14:23). Pablo y Bernabé sabían que estas iglesias nacientes debían tener un liderazgo adecuado, por lo que escogieron a ancianos en cada comunidad. Esta es la primera referencia a ancianos fuera de la comunidad mesiánica en Jerusalén. La congregación no elige ancianos, sino que son ordenados. De modo que los creyentes deben estar sometidos a una pluralidad de ancianos. En Hechos 20:28 se nos dice que el Ruaj HaKodesh levanta a los líderes, y la función de la comunidad o iglesia mesiánica local es determinar quiénes son los líderes que Dios ya ha escogido.
Después de volver a visitar las ciudades gálatas en las que habían plantado iglesias, pasando por Pisidia, atravesaron Panfilia (14:24) de camino a casa. Y después de hablar la palabra en Perge, bajaron a Atalia (14:25) un puerto de Perge, la capital de Panfilia. Lucas relata cuidadosamente juntos el final del primer viaje misionero con el principio. De allí navegaron a Antioquía, donde habían sido encomendados a la gracia de Dios para la obra que habían cumplido (14:26). Ellos fueron encomendados en 13:1-3 para que se completara el trabajo inicial. En total, ellos estuvieron fuera entre dieciocho y veinticuatro meses.
Fue la “iglesia madre” en Antioquía de Siria la que había comisionado a Pablo y Bernabé, encomendándolos al Señor mediante la oración y ayuno e identificándose con su misión mediante la imposición de manos (13:2b-3). Cuando llegaron y reunieron a la iglesia, les informaron de todo lo que Dios había hecho con ellos, y cómo había abierto a los gentiles la puerta de la fe (14:27), esta fue la primera conferencia misionera. No entraron por esa puerta mediante el sistema de sacrificios levíticos, no entraron por la circuncisión, no entraron por la filosofía griega y ciertamente no entraron por la mitología pagana. Ellos entraron por gracia mediante la fe (Efesios 2:8-9).
Lucas también estuvo presente en esa ocasión y escuchó el emocionante informe de los misioneros. La deducción parecería ser que su estancia sería meramente temporal; en poco tiempo Dios los estaría llamando a una obra misionera más amplia. Evidentemente el informe de esta misión no llegó inmediatamente a Jerusalén, Pablo y Bernabé se quedaron con los discípulos no poco tiempo (14:28). Durante este extenso período de tiempo, Pablo escribió su carta a los gálatas, o aquellas iglesias recién establecidas en Galacia. La noticia de la salvación gentil, eventualmente se extendería a Sión y provocaría el gran debate que sería el tema del Capítulo 15.327
Al repasar el primer viaje misionero de Pablo, podrá ver los principios mediante los cuales actuó, principios que todavía son aplicables hoy.
Primero, trabajó principalmente en las ciudades clave y desafió a los creyentes a llevar el mensaje a las áreas más remotas. El evangelio obra en los centros poblados, y debemos llevarlo allí.
Segundo, Pablo usó un acercamiento con las congregaciones de la sinagoga y otro con los gentiles. Refirió a los judíos y a los prosélitos judíos al TaNaj, pero cuando predicó a los gentiles, enfatizó al Dios de la Creación y Su bondad para con las naciones. Su punto de partida fue diferente, pero su punto de llegada fue el mismo: la fe en Yeshua el Mesías.
En tercer lugar, él se especializó en el establecimiento y organización de iglesias locales. Jesús tenía en mente la iglesia local cuando dio la “Gran Comisión” (Mateo 28:19-20). Después de hacer discípulos debemos sumergirlos y luego enseñarles la Palabra de Dios. ¡Simplemente ganar gente para Cristo es sólo cumplir un tercio de la comisión! Se necesita una comunidad local de creyentes para ayudar a cumplir todo lo que el Mesías nos ordenó hacer.
Cuarto, el apóstol a los gentiles cimentó a los creyentes en la Palabra de Dios. Esta es la única fuente de fortaleza y estabilidad cuando llega la persecución, como inevitablemente sucederá. Pablo no predicó un “evangelio de éxito” popular que pintara un cuadro de una vida fácil para el creyente.328
Señor Jesús, me alienta saber que cuando soporto tribulaciones, eso me trae favor contigo. Porque a esto estamos llamados, porque Tú padeciste por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigamos Tus pasos. No cometiste pecado, ni se halló engaño en Tu boca; cuando te abusaron, no devolviste el abuso; cuando padecías, no amenazaste, sino que te encomendaste a Aquel que juzga con justicia (Primera de Pedro 2:20-23). Concédeme, Señor, la fortaleza para servirte, gracias por el don de Tu salvación ganada con tanto esfuerzo.329
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