En aquellos días había gigantes en la tierra
6: 1-8
La primera época de la historia humana llegó a su clímax y conclusión en los días de Noé. La enfermedad terminal del pecado, que empezó tan inocentemente cuando Eva fue tentada a dudar de la palabra de Dios, y luego comenzó a crecer en la vida de Caín, llegó a la finalización de la civilización atea que sólo podía ser purgada por el Diluvio. Las características de esos días terribles y trágicos, por extraño que pueda parecer a nosotros hoy en día, han de repetirse en los últimos días de la actual era. Por lo tanto, es de vital importancia que entendamos qué ocurrió en los últimos días de Noé. La raza humana se había convertido en malvada más allá de toda creencia y la muerte sería su castigo.
Dos días antes de la crucifixión de Cristo, Sus discípulos le preguntaron: ¿Cuándo sucederá eso, y cuál será la señal de tu venida y del fin del mundo (Mateo 24:3)? Habrá una serie de señales que culminan en esta advertencia de Jesús: La venida del Hijo del hombre será como en tiempos de Noé. Porque en los días antes del diluvio comían, bebían y se casaban y daban en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca; y no supieron nada de lo que sucedería hasta que llegó el diluvio y se los llevó a todos. Así será en la venida del Hijo del hombre (Mateo 24:37-39). Por lo tanto, esta historia no sólo confirma el relato del Diluvio, también nos advierte de ser conscientes de cómo vivía la gente en los días antes del diluvio, porque éstas también serían las características en los días justo antes del regreso de Cristo.
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