Muchos responden a las buenas nuevas en Corinto
18: 1-17
51-52 dC
Muchos responden a las buenas nuevas en Corinto ESCUDRIÑAR: La orden de Claudio fue dada en el año 50 dC después de un motín judío en Roma por la predicación de Cristo allí. ¿Qué más muestra la actitud romana hacia el cristianismo (versículos 12-17)? ¿Ayudaría esto o obstaculizaría el testimonio cristiano? ¿Qué pasó con el sucesor de Crispo, Sóstenes (vea Primera Corintios 1:1)? ¿Qué efecto podrían tener estas dos conversiones en la comunidad judía? ¿Cómo podría sentirse Pablo acerca del comienzo de su ministerio en Corinto (Primera Corintios 2:3)? ¿Cómo podrían animarlo la visión de Dios en los versículos 9-10 y el don de los filipenses?
REFLEXIONAR: ¿A qué misioneros está usted apoyando? ¿Qué diferencia habría si ellos no contaran con el apoyo de otros creyentes? ¿Cómo podría usted empezar a animar a algunos misioneros de esa manera? ¿Cómo le ha dado Dios aliento? ¿Cuáles son algunas de las circunstancias o tentaciones particulares que está usted soportando en este momento, desafíos que podrían requerir que esté más concentrado en su sumisión al Mesías? ¿Cómo puede recordar constantemente Su presencia en su vida y su devoción absoluta hacia Él?
Después de estas cosas, partiendo de Atenas, fue a Corinto. Y halló a cierto judío de nombre Aquila, nativo del Ponto, llegado recientemente de Italia, y a su mujer Priscila (por cuanto Claudio había ordenado salir de Roma a todos los judíos), y se juntó con ellos (18:1-2) (vea el enlace, haga clic en Cb – Un Dios desconocido en Atenas). Claudio había ordenado salir de Roma a todos los judíos en el año 49 dC. La expulsión suele estar relacionada con la observación de Suetonio: “Como los judíos continuamente provocaban disturbios por instigación de Cresto, él [Claudio] los expulsó de Roma” (Claudio 25:4); y se presume que el pagano Suetonio no estaba hablando de algún Chrestus desconocido sino de Christos, y escribió mal la palabra. De ser así, Suetonio (75-160 dC) es uno de los primeros escritores fuera del Nuevo Pacto en mencionar a Jesucristo, y su expresión, “instigación de Christos”, se referiría a disputas entre judíos mesiánicos y no mesiánicos. Y los romanos, sin saber lo que estaba pasando dentro de la comunidad judía, simplemente los expulsaron a todos.421 Pero eso duró poco, y más tarde los judíos regresaron a Roma. Cuando Pablo llega a Roma en el Capítulo 28, había una comunidad judía en Roma.
Corinto estaba a 80 kilómetros al oeste de Atenas y contaba con unas 750.000 personas. En los días de Pablo, Corinto era la ciudad más grande y cosmopolita de Grecia. Fue la capital de la provincia romana de Acaya. Corinto era famosa por ser “el Puente de Grecia”. Situada en el istmo de Corinto, la estrecha lengua de tierra que impide que el sur de Grecia se convierta en una isla, su posición geográfica la convirtió en un centro comercial clave. La única ruta comercial terrestre entre el norte y el sur de Grecia pasaba por Corinto. Tenía dos puertos marítimos, uno en el mar Egeo y otro en el mar Adriático. Los pequeños barcos eran transportados de un puerto a otro a través del istmo en un tranvía, ahorrando unos 322 kilómetros de peligrosos viajes por mar.
Parece haber sido la política deliberada de Pablo trasladarse resueltamente de un centro estratégico de la ciudad a otro. Lo que lo atrajo a las ciudades, probablemente fue que en ellas se encontraban las sinagogas judías, las poblaciones más numerosas y los líderes influyentes. Así, en su primer viaje misionero el visitó Salamina y Pafos en Chipre, y Antioquía, Iconio, Listra y Derbe en Galacia. En su Segundo Viaje Misionero evangelizó Filipos, Tesalónica y Berea en Macedonia, y Atenas y Corinto en Acaya; mientras que durante la mayor parte de su tercer viaje misionero se concentró en Éfeso.422 Por lo tanto, cada ubicación estratégica le daba potencial como centro desde el cual las noticias de Yeshua podían difundirse en todas direcciones.
La depravación de la ciudad: Como en Atenas, la religión de los corintios parece haber sido principalmente la de los dioses griegos tradicionales. A unos 580 metros de altura sobre Corinto se encontraba la Acrópolis, en cuya cima se estaba el templo de Afrodita, la diosa del amor. Cada tarde, las mil sacerdotisas del templo, que eran prostitutas rituales, descendían del templo a la ciudad para involucrar a sus ciudadanos varones y visitantes en la “adoración” de la diosa. En marcado contraste con el tranquilo (en comparación) centro intelectual y cultural de Atenas, Corinto era una ciudad donde sólo los duros podían sobrevivir. Corinto era el centro de la inmoralidad, de hecho, era la ciudad más depravada del mundo antiguo, caracterizada por la embriaguez, la deshonestidad y el libertinaje. En el mundo del primer siglo, ser llamado “corintio” no significaba ser de Corinto, sino que estaba adicto al placer y al exceso sexual.423 Entonces el nombre de la ciudad se convirtió en un verbo. Este era el tipo de ciudad a la que Pablo llegó.
El desánimo de Pablo: Cuando Pablo llegó a Corinto, él estaba desanimado. La combinación de soledad y la perspectiva de enfrentar la depravación de la ciudad, con su comercio y vicio, explica la debilidad y el miedo que se apoderaron del apóstol cuando llegó para comenzar su ministerio. Reflexionando sobre su estado de ánimo cuando llegó por primera vez a su ciudad, Pablo más tarde escribió a los corintios: Y llegué a vosotros con debilidad, y con temor y con mucho temblor (Primera Corintios 2:3). Pablo también habló de su prueba en su primera carta a los Tesalonicenses, escribiendo desde Corinto, dijo: por esta causa fuimos consolados, hermanos, respecto a vosotros, en medio de toda nuestra necesidad y tribulación, por causa de vuestra fe (Primera Tesalonicenses 3:7). La fe de ellos fue un rayo de esperanza en la oscuridad. Además del desánimo, Pablo pudo haber estado físicamente enfermo, tal vez por los efectos persistentes de los azotes que recibió en Filipos (16:22-24). La debilidad física a menudo empeora aún más el desánimo.424
La compañía de amigos: En Corinto halló a cierto judío de nombre Aquila, nativo del Ponto (18:1a). Él había residido en Roma, pero se vio obligado a abandonar Italia por un edicto del Emperador Claudio (ver arriba). Vino con su esposa Priscila (18:2a). Se la menciona a ella con más frecuencia antes que su esposo (Hechos 18:18 y 26; Romanos 16:3; Segunda Timoteo 4:19), lo que sugiere que ella era la figura más importante desde nuestra perspectiva.425 Lucas presenta cinco apariciones breves de importantes mujeres creyentes que asumieron una variedad de roles (vea Bd – Señales y milagros siguen a Pedro: una mirada más cercana a Lucas, la mujer y el ministerio). En ese momento, tanto Aquila como Priscila eran creyentes, pero no se nos dice cómo fueron salvos. Una vez más, Lucas presenta dos personajes importantes de la historia de una manera muy informal.
Pablo fue a ver a Aquila y Priscila, y por ser del mismo oficio, se quedó y trabajaba con ellos, porque eran tenderos de profesión (18:3). Pablo se ganaba la vida (Primera Corintios 9:1-19), aunque enseñó que aquellos que proclaman las Buenas Nuevas tienen derecho a ser apoyados por sus compañeros creyentes (Primera Corintios 9:14). Al observar la advertencia de la Ley Oral: “No hagas la Torá… una pala con la que cavar (lo que significa, no uses tu conocimiento de las cosas espirituales como medio para hacerte rico), él fue más allá del llamado del deber.
Y debido a que este era su patrón, Pablo todos los sábados discutía en la sinagoga, y persuadía a judíos y a griegos (18:4), vea Romanos 1:16. De modo que Pablo pudo residir con Aquila y Priscila, sustentarse participando en el trabajo de ellos y disfrutar de su compañerismo. Ahora comenzó un período de evangelización en el que Aquila y Priscila sin duda ayudaron a Pablo, quien tuvo éxito en su evangelización tanto entre los judíos como entre los gentiles temerosos de Dios que asistían a la sinagoga.426
La bendición de los conversos: Cuando Silas y Timoteo bajaron de Macedonia, Pablo estaba dedicado completamente a la palabra, declarando enfáticamente a los judíos que Jesús es el Mesías (18:5). Silas y Timoteo fueron a Macedonia a informar sobre la condición de la iglesia en Tesalónica (Primera Tesalonicenses 3:6), para darle consuelo a Pablo (Primera Tesalonicenses 3:7-10), y para darle a Pablo apoyo financiero de la iglesia de Filipos (Segunda Corintios 11:9 y Filipenses 4:14-17). Ellos también informaron algunos rumores maliciosos que se decían acerca de Pablo en Primera de Tesalonicenses 2:3-6 y ellos tenían algunas preguntas sin respuesta sobre el regreso de Cristo según Primera de Tesalonicenses 4:13. Entonces fue en este punto que Pablo escribió Primera a los Tesalonicenses. Unas semanas más tarde probablemente escribió Segunda de Tesalonicenses.
El apoyo financiero dado a Pablo por parte de la iglesia de Filipos le permitió dejar de ganarse la vida haciendo tiendas de campaña y ser libre de predicar el mensaje del evangelio durante la semana, declarando enfáticamente a los judíos que Jesús es el Mesías (18:5b). Pero ellos se oponían y blasfemaban, por lo que, después de sacudir las vestiduras, les dijo: ¡Vuestra sangre sea sobre vuestra cabeza! ¡Yo estoy limpio! De ahora en adelante, iré a los gentiles (18:6). El sacudir las vestiduras es el tradicional y dramático gesto judío de rechazo. En Ezequiel 3:16-19, ADONAI le dice al profeta que él será culpable si no advierte a la persona malvada que deje sus malos caminos, pero si le advierte será inocente. En efecto, Pablo está aplicando el pasaje a sí mismo y dice: “He hecho lo que pude para traeros el mensaje de salvación; usted elige rechazarlo bajo su propio riesgo. De ahora en adelante iré a los gentiles, cosa que no haría si ustedes fueran receptivos, pero no me dejan otra opción. El evangelio es especialmente para ustedes los judíos (Romanos 1:16), pero también los salvará ” (18:5-6). Este fue un punto de inflexión para Corinto, ahora Pablo se alejaría de los judíos y enfatizaría la evangelización gentil.427
Y saliendo de allí, entró en casa de uno llamado Ticio Justo, temeroso de Dios, cuya casa estaba junto a la sinagoga (18:7), su casa era como una base adicional para enseñar. Esta fue definitivamente una táctica de confrontación. Pablo no tenía intención de dejarse intimidar o perderse de vista. El continuó predicando el evangelio y siendo muy visible en la comunidad judía. Los creyentes de hoy deberían considerar seguir su ejemplo y dejar perfectamente claro el mensaje salvador de Yeshua al pueblo judío. La sabiduría de Pablo se hizo evidente cuando se encontró con Crispo. También Crispo, el principal de la sinagoga, creyó al Señor con toda su casa; y muchos de los corintios, al oír, creían y eran bautizados (18:8). De hecho, el mismo Pablo bautizo a Crispo (vea Primera de Corintios 1:14).428 Entonces el Señor dijo a Pablo en visión de noche: No temas, sino habla, y no calles, porque Yo estoy contigo, y ninguno te acometerá para dañarte, porque tengo un gran pueblo en esta ciudad (18:9-10). Esa asombrosa conversión debe haber causado conmoción en la vida de la comunidad judía de Corinto, que observó con creciente temor cómo muchos de los corintios, que eran gentiles, al escucharlo, creían y eran bautizados (18:7-8). Desesperados por detener la creciente marea de fe en Yeshua como el Mesías, los líderes judíos pronto llevarían a Pablo ante las autoridades romanas. Sin embargo, antes de esa prueba, el Señor le brindó al apóstol el consuelo más alentador: vino a Pablo El mismo.
Ahora el Señor le dijo a Pablo a través de una visión en la noche (vea Bf – La visión de Pedro: Una mirada más cercana a visiones o sueños). Esta es la segunda de cuatro veces que Pablo vio al Señor en una visión (9:5-6; aquí; 22:17-21 y 23:11). El mensaje de Yeshua fue de aliento a la luz de la oposición tanto presente como futura. ADONAI dijo a Pablo: Yo estoy contigo, y ninguno te acometerá para dañarte, porque tengo un gran pueblo en esta ciudad (18:10). También había dicho en Mateo 18:20: Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy Yo en medio de ellos. Entonces, después de la visión, se asentó allí un año y seis meses, enseñándoles la palabra de Dios (18:11) y estableciendo allí una iglesia.
La frustración de sus enemigos: Pero siendo Galión procónsul de Acaya, los judíos se pusieron de acuerdo para atacar a Pablo, y lo llevaron al tribunal, diciendo: Éste persuade a los hombres que den a Dios un culto contrario a la ley (18:12-13). Galión era procónsul de Acaya entre el 51 y el 53 dC, según una inscripción de Delfos, se descubrió un hito ique fue muy importante para establecer la cronología de los viajes de Pablo (Gálatas 1:17- 2:2). Desesperados por detener la creciente marea de fe en Yeshua como el Mesías, los líderes judíos lanzaron un ataque conjunto contra Pablo y lo llevaron ante el tribunal. Se pretendía que esto fuera un juicio. Su acusación fue: este persuade a los hombres que den a Dios un culto contrario a la ley. Es obvio que, en este llamamiento al procónsul, los judíos deben haber querido decir, no la Torá, sino la ley de Roma. Su argumento era que, aunque los judíos habían sido desterrados de Roma como medida política, el judaísmo como tal seguía siendo una religión licita, tolerada y reconocida por el Estado. Roma dijo que podía haber una religión por cada unidad de población reconocida. Debido a que el judaísmo era la religión reconocida por el pueblo judío, su argumento era que el evangelio estaba en contra de la Torá y, por lo tanto, era una nueva religión.429
A diferencia de los magistrados elegidos anualmente de la antigua República Romana, cuyos tribunales funcionaban con un jurado formal, el procónsul no estaba sujeto a ninguna ley penal específica. Galión era libre de seguir las normas del derecho romano, pero no estaba obligado a hacerlo. Parece que el gobierno central no le dio instrucciones generales sobre este asunto. Por tanto, para todos aquellos delitos no cubiertos por el derecho romano, él podía recurrir a la costumbre local o a su criterio propio.430
Pero cuando Pablo iba a hablar, dijo Galión a los judíos: Si en verdad fuera algún crimen o perversa fechoría, oh judíos, pacientemente os toleraría; pero si son cuestiones de palabras, de nombres y de vuestra ley, vedlo vosotros mismos, yo no quiero ser juez de estas cosas (18:14-15). Pablo estaba a punto de abrir la boca y defenderse cuando Galión lo interrumpió. Galión claramente tenía connotaciones antisemitas. Esta disputa era estrictamente judía y no tenía nada que ver con el derecho romano. En lo que respecta a Galión, las buenas nuevas no eran distintas del judaísmo y los echó del tribunal (18:16). Entonces todos prendieron a Sóstenes, principal de la sinagoga, y lo golpearon delante del tribunal, pero nada de esto le importaba a Galión (18:17). Entonces todos los espectadores gentiles antisemitas, al ver que Galión no interfería, agarraron a Sóstenes, el nuevo líder de la sinagoga, y comenzaron a golpearlo frente al tribunal. Mientras se entregaban a sus sentimientos antisemitas, Galión dijo no quiero ser a juez de estas cosas.431 La negativa de Galión a tomar en serio el caso judío contra Pablo o a procesarlo fue extremadamente importante para el futuro del evangelio. De hecho, emitió un veredicto favorable a la fe cristiana y, por tanto, sentó un precedente significativo. A partir de ese momento, no se pudo acusar al evangelio de ser una religión ilegal, ya que la libertad de practicarse libremente había sido asegurada como política imperial.432
¡ADONAI provee de maneras extrañas y maravillosas! Los judíos intentaron obligar al procónsul romano a declarar ilegal la fe cristiana, pero Galión acabó haciendo todo lo contrario. Al negarse a juzgar el caso, Galión dejó claro que Roma no se involucraría en casos relacionados con disputas religiosas judías. En lo que a él concernía, Pablo y sus discípulos tenían tanto derecho como los judíos a practicar su religión y compartirla con otros.
En el libro de los Hechos, Lucas enfatiza la relación entre el gobierno romano y la Iglesia. Si bien era cierto que el Gran Sanedrín había prohibido a los apóstoles predicar (4:17-21 y 5:40), no hay evidencia en Hechos de que Roma alguna vez lo hiciera (vea el comentario sobre La Vida de Cristo Lg – El Gran Sanedrín). De hecho, en Filipos (Hechos 16:35-40), Corinto y Efesios (19:31), los funcionarios romanos no sólo fueron tolerantes sino también cooperativos. Pablo supo usar sabiamente su ciudadanía romana para que el gobierno trabajara a su favor y no en su contra, y tuvo cuidado de no acusar al gobierno ni tratar de escapar de su autoridad (25:10-12). 433
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