–Save This Page as a PDF–  
 

La Sexta Trompeta: los cuatro ángeles que habían sido preparados, fueron liberados para matar a un tercio de la humanidad

9: 13-21

La Sexta Trompeta: los cuatro ángeles que habían sido preparados, fueron liberados para matar a un tercio de la humanidad ESCUDRIÑAR: ¿Quién pidió la liberación de los cuatro ángeles en el río Éufrates? ¿Cuáles son algunos de los pecados del período de la Tribulación? Del mundo incrédulo: ¿qué respuesta debería producir este ¡ay!? ¿Por qué? ¿Por qué, entonces, dejará de arrepentirse la mayoría?

REFLEXIONAR: ¿Tiene usted algo en común con estas personas? ¿Hay algún pecado que usted ame más que a Dios? ¿Hay un área de su vida que se niega someter al Señor? ¿Cuáles serán las consecuencias de su rebelión a largo plazo?

El sexto ángel tocó la trompeta, y oí una voz de entre los cuatro cuernos del altar de oro delante de Dios (9:13). Juan escuchó una voz proveniente de los cuernos del altar de oro que está delante de Dios. Este es el mismo altar de oro de 8:2-5 que simboliza las oraciones de los santos que claman por vindicación. Mencionar los cuernos es importante porque una vez al año en el Día de la Expiación, el sumo sacerdote debía limpiar el altar de oro rociando la sangre de un animal que había sido sacrificado como expiación por el pecado en sus cuernos (Éxodo 30:10). Aquí, ADONAI habla a través de los cuatro cuernos del altar de oro para simbolizar la matanza, ya que pronto comenzaría la expiación por el pecado en la Gran Tribulación. Dado que los ángeles con las trompetas permanecen continuamente en la presencia de Dios, presumiblemente solo Dios les da órdenes. Por orden del Señor, entonces, el sexto ángel tocará su trompeta (9:13a). Cada vez que suena la trompeta, el juicio que sigue será más severo que el anterior. Hace mucho tiempo Isaías profetizó: Mi alma te anhela de noche, Y por ti madruga mi espíritu dentro de mí, Porque cuando tus juicios se manifiestan en la tierra, Los habitantes del mundo aprenden justicia (Isaías 26:9).

Mientras que la primera invasión demoníaca fue dirigida por un ángel caído, esta es liderado por cuatro: decía al sexto ángel que tenía la trompeta: ¡Suelta los cuatro ángeles detenidos junto al gran río Éufrates! (9:14). Estos cuatro ángeles son ángeles caídos, claramente son demonios porque los ángeles santos no están detenidos. Parecen tener poder de mando sobre otra gran horda de demonios, distinta de las langostas demoníacas que picaban como escorpiones (9:1-12). El río Éufrates era una frontera con la tierra prometida a Abram (Génesis 15:18; Deuteronomio 1:7 y Josué 1:4). Si bien la primera invasión demoníaca fue capaz de atormentar, pero no matar a los habitantes de la tierra, esta matará a un tercio de la población de la tierra. Entonces, el segundo ¡ay! de hecho será peor que el primero.269

Querido Dios Padre, ¡Eres Impresionante! ¡Qué maravilloso será vivir contigo en eterna paz y gozo para siempre! Habrá tanta muerte durante este segundo Ay. Y fueron desatados los cuatro ángeles que habían sido preparados para la hora, y día, y mes y año, para que mataran a la tercera parte de los hombres (Apocalipsis 9:15). Cuando el mal está por todas partes y parece que no hay razón para la esperanza, los que te aman pueden confiar en Tu segura palabra: No se turbe vuestro corazón; creed en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si no, os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y cuando me vaya y os prepare lugar, vengo otra vez y os tomaré a mí mismo, para que donde Yo estoy, vosotros también estéis (Juan 14:1-3) Y también nos dice: Pues considero que los sufrimientos del tiempo presente no son dignos de ser comparados con la gloria venidera que va a ser revelada en nosotros (Romanos 8:18). La muerte es un enemigo derrotado y el cielo es una realidad para todos los que aman a Yeshua como Su Señor y Salvador. En el cielo no habrá llanto, ni muerte, ni tristeza ni dolor (Apocalipsis 21:4). ¡El cielo será un hogar maravilloso de paz y gozo eternos! Te amamos y no nos centraremos en el dolor y la maldad, pero recordaremos a menudo que has redimido a tus hijos y los traerás a vivir contigo para siempre. Te amamos y te alabamos. En el nombre de Tu santo Hijo y el poder de Su resurrección. Amén.

El gran río Éufrates aparece por primera vez en Génesis. Estaba cerca del Jardín del Edén, donde Adán pecó y Caín asesinó a Abel. Fue donde comenzó el Diluvio, donde se encontraba la Torre de Babel, donde se construyó Babilonia y donde comenzó el gobierno mundial y la religión mundial. Durante mucho tiempo se ha asociado con la astrología, la idolatría, el culto al demonio, la brujería y otros pecados repugnantes.270

Y fueron desatados los cuatro ángeles que habían sido preparados para la hora, y día, y mes y año, para que mataran a la tercera parte de los hombres (9:15). Su plan se presenta a la hora, minuto y segundo exactos. Aunque sirven a su amo, Satanás, no pueden actuar al margen de la autorización soberana de Dios, siendo liberados para que mataran a la tercera parte de los hombres (9:15). Y 9:18 revela que ellos tuvieron éxito. Según el juicio anterior, los hombres habían buscado la muerte, pero no pudieron encontrarla. Bajo este juicio, ellos duramente podrán escapar. El cuarto sello (6:7-8) resultó en la muerte de un cuarto de la población de la tierra. Aquí, un tercio del resto será asesinado. Estos dos juicios solos, sin contar todos los juicios que intervienen, darían cuenta de la muerte de casi la mitad de las personas en la tierra (Daniel 12:1). Como no se ha visto nunca esta pérdida de vidas, es seguro decir que no estamos viviendo en la Gran Tribulación como algunos creen.

Y el número de los ejércitos de a caballo: doscientos millones (9:16). El número de demonios que Juan escucha es de doscientos millones, literalmente diez mil veces diez mil o dos miríadas de miríadas. Cualquier intento de reducir esta expresión a una expresión matemática pierde el foco. La expresión de diez mil veces diez mil es un término bíblico para un número indefinido que no se puede contar. Anteriormente, Juan vio: muchos ángeles alrededor del tronomiríadas y millares de millares (5:11). Ellos eran tan numerosos que Juan no podía contarlos (Daniel 7:10).

El anuncio del número en el ejército demoníaco es seguido por una descripción de cómo se veían. Fue difícil para Juan describir lo que vio. Así que usa las palabras como y parecía indicando que él estaba usando símbolos para describir los demonios lo mejor que pudo a sus lectores. Y en la visión vi a los caballos y a los que los montaban, que tenían corazas de fuego, de jacinto y de azufre; y las cabezas de los caballos eran como cabezas de leones, y de sus bocas salía fuego, humo y azufre (9:17). Algunos piensan que esto se refiere a doscientos millones de chinos. Pero sería difícil encontrar una sola persona china que se vea así, y mucho menos doscientos millones de chinos. No, una vez más, estos son demonios.

Los juicios serán progresivos. El primer ¡ay! trajo tormento, el segundo trajo la muerte. Por efecto de estas tres plagas fueron muertos la tercera parte de los hombres: por el fuego, por el humo y por el azufre que salía de la boca de ellos (9:18). Hombres y mujeres serán devorados por las llamas, sofocados por el humo y envenenados por los gases sulfurosos. El anticristo promete paz, pero sin el Príncipe de Paz (Isaías 9:6b), no habrá paz. Pues el poder de los caballos está en sus bocas y en sus colas, porque sus colas son semejantes a serpientes, que tienen cabezas, y con ellas dañan (9:19). El poder de los demonios (que aparecían como caballos) estaba en sus bocas y en sus colas; que eran como serpientes. Si estas criaturas eran animales, habrían temido a las personas como Dios había previsto (Génesis 9:2). Pero debido a que eran demonios, luchando con personas y causarán lesiones y matarán a la tercera parte de los hombres. Después de apenas recuperarse de la tortura de cinco meses de las langostas, la gente huirá histéricamente e intentará esconderse, pero probablemente más de mil millones serán asesinados.

Joel 1:15 a 2:11 también describe las dos invasiones demoníacas de 9:1-21, las describe contando sobre la destrucción de la Gran Tribulación. Él habla de un ejército invasor que está formado por demonios, (no humanos). Los resultados de la invasión serán convulsiones de la naturaleza y un apagón total. El pasaje concluye que la razón de la invasión es el juicio de ADONAI. Pero en algún momento, el Señor detendrá la peste y los dos tercios de la humanidad que sobrevivan disfrutarán de un breve descanso. Se podría pensar que lo que ellos habían experimentado los conduciría de rodillas en arrepentimiento, pero el razonamiento humano no lo permitirá. La invasión habrá terminado y por el momento se sentirán seguros.

Pero incluso con esta matanza satánica, la humanidad aún se negará a arrepentirse. Una vez que el corazón está en contra de ADONAI, ni siquiera la posibilidad de muerte cambiará el corazón humano. Si le dice “¡No!” a Dios lo suficiente, Él le permitirá seguir su camino personal. Y el resto de los hombres, los que no fueron muertos por estas plagas, tampoco se arrepintieron de las obras de sus manos (9:20). Juan enumera seis pecados (el número de la humanidad) que serán especialmente prominentes durante el período de la Tribulación: adorar a los demonios, y a los ídolos, cometiendo homicidios, hechicerías, fornicaciones y hurtos.

En primer lugar, ellos no van a dejar de adorar a los demonios. La biblia satánica será ampliamente leída, y la Iglesia de satanás llenaría sus bancas. El culto a la diosa y la brujería serán el furor de los políticamente correctos. Las estatuas e ídolos del anticristo serán comunes, y multitudes se inclinarán ante ellos.271 Ya no habrá ateos o humanistas que nieguen la existencia de Dios y sus santos ángeles. Ellos verán ángeles que vuelan por el cielo y proclaman el juicio (8:13, 14:6-7), pero se decidirán a seguir su suerte con el diablo.272 Ellos vendrán a creer que la vieja serpiente se entronó (Isaías 14:12-14), y siguiéndolo llegarían a ser como Dios (Génesis 3:5), haciendo cualquier cosa que les plazca a ellos (Génesis 11:6).

En segundo lugar, tampoco se arrepintieron de las obras de sus manos, para dejar de adorar a los demonios, y a los ídolos de oro y de plata, y de bronce y de piedra y de madera, los cuales no pueden ver, ni oír, ni andar (9:20b). Elegirán adorar el trabajo de sus manos, o ídolos de oro, plata, bronce, piedra y madera. En el primer mandamiento se ordena adorar al Señor, y a nadie más (Éxodo 20:4). En el segundo, se nos manda adorar a Él directamente, y no a través de cualquier objeto intermediario (vea el comentario de Éxodo Dl – El segundo mandamiento: No deberás, hacerte ídolo). La idolatría en nuestros días no es tan obvia, pero es tan real como lo fue en los días de Juan. Por definición, la idolatría es convertir una cosa terrenal en un dios y adorarlo en lugar del Dios de la creación. Todo lo que colocamos por delante del Señor en nuestras vidas es nuestro ídolo. Hay literalmente cientos de otros pasajes que también condenan la fabricación o la adoración de ídolos. Algunos ejemplos son Levítico 26:1; Deuteronomio 27:15; Hechos 15:20; Segunda Corintios 6:16 y Primera Juan 5:21. Adorar a cualquier ídolo es, de hecho, adorar a demonios (Salmo 106:37; Deuteronomio 32:17). Las religiones falsas no carecen de lo sobrenatural; están llenas de eso, porque son las mejores oportunidades para que los demonios capturen almas. Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para destrucción de fortalezas (Segunda Corintios 10:4).273

La práctica de la iglesia de Roma, sin embargo, contradice esto. En oposición directa a las Escrituras, el Concilio de Trento (1545-1563) decretó que, “Las imágenes de Cristo y de la Virgen Madre de Dios, y de los otros santos, se deben tener y guardar, especialmente en las iglesias, y se les debe dar el debido honor y veneración [adoración]”. Los católicos romanos nos dicen que no rezan a la imagen o al ídolo, sino al espíritu que representa. Sin embargo, esa excusa está dada por adoradores de ídolos de todo el mundo cuando se les pregunta por qué les rezan a sus ídolos. Roma ha omitido de algunas Biblias católicas, de sus catecismos y de sus libros de texto: No te harás estatua, ni imagen semejante de lo que esté arriba en los cielos, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra (Éxodo 20:4-5). Cada mandamiento es un incremento, por lo que el tercer mandamiento se convierte en el segundo, y el cuarto se convierte en el tercero, etc. Cuando llega al décimo mandamiento se divide en dos, para hacer diez. Jesús (Yeshua) enseña que Dios es espíritu; y los que adoran, deben adorar en espíritu y verdad (Juan 4:24).

En ninguna parte de la Biblia, ni del TaNaJ ni en el Nuevo Pacto (Brit Hadashah), hay una descripción de las características físicas de Cristo. No se pintó ninguna imagen de Él durante Su ministerio terrenal. La Iglesia no tenía imágenes de Él durante los primeros cuatro siglos. Todo lo que sabemos sobre Su apariencia física es que: no habrá en Él parecer ni hermosura; Lo veremos, pero sin atractivo para que lo deseemos (Isaías 53:2b). Al igual que la tumba de Moisés, las características físicas de Jesús estaban destinadas a mantenerse fuera del alcance de la idolatría. Para la mayoría de las personas, las imágenes de Cristo no son una ayuda para la adoración, sino más bien un obstáculo, y para muchos presentan una tentación a la idolatría contra la cual las Escrituras advierten tan claramente 274

En tercer lugar, tampoco se arrepintieron de sus homicidios (9:21a) (vea el comentario sobre Éxodo Dp – El Sexto Mandamiento: No matarás). Desde el comienzo de la Gran Tribulación, cuando el caballo de guerra rojo cabalgue (6:3-4), habrá violencia y anarquía en la tierra. El jinete tendrá el poder de hacer que los hombres se maten entre sí en una escala sin precedentes. La ley y el orden se romperán, y la humanidad será libre de robar, y matar como quieran. Al carecer de sentido moral, las personas malvadas e impenitentes imitarán a los demonios sedientos de sangre. No hay duda, los creyentes serán sus principales objetivos arremetiendo en buscar venganza por el tormento que Dios había traído sobre ellos.

En cuarto lugar, la hechicería (9:21), o artes mágicas, lo oculto, la brujería, la astrología, la adivinación, las señales y las maravillas serán mundiales. Hechicería proviene de Farmakia (o farmakeía) que es una palabra griega de la que también proviene la palabra farmacia. Pero también puede referirse a venenos, sesiones de encantamientos, brujerías, hechizos mágicos, espiritistas o cualquier objeto relacionado con la idolatría. A medida que la sociedad se derrumba, las personas se sumergirán más en las trampas satánicas de la religión falsa. Habrá un aumento tremendo en el uso de drogas. Los narcotraficantes obtendrán grandes ganancias mientras trafican con las almas de los hombres (18:23); sin embargo, la mayoría de las personas usarán drogas solo para escapar de la realidad en la que viven. Una vez bajo la influencia de las drogas, la humanidad aceptará cualquier cosa. Satanás engaña al mundo entero (12:9b), y es obvio que también va a usar drogas para hacerlo.

En quinto lugar, las fornicaciones (o inmoralidad sexual) serán una pandemia (vea el comentario sobre Éxodo Dq – El Séptimo Mandamiento: No cometerás adulterio). Fornicaciones proviene de la palabra griega porneia que es la raíz de la palabra pornografía. Es un término general que se utiliza para describir la inmoralidad sexual de todo tipo. También se eliminarán todas las restricciones religiosas sobre los deseos sexuales, por lo que el adulterio, la homosexualidad y toda perversión sexual imaginable se volverán comunes. Los niños serán brutalizados. Más tarde se nos dice Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y entrar en la ciudad por las puertas. ¡Fuera los perros, y los hechiceros, y los fornicarios, y los homicidas, y los idólatras, y todo el que ama y practica la mentira! (22:14-15).

Finalmente, la gente se negará a arrepentirse de sus hurtos (9:21). Al igual que la moral, la honestidad dejará de existir. Muchos asesinatos y robos ocurrirán debido a la necesidad de tomar drogas o asegurar necesidades tales como alimentos, ropa, agua, vivienda o suministros médicos (vea el comentario sobre Éxodo Dr – El octavo mandamiento: no robarás). Aunque están claramente advertidos por Él, los incrédulos continuarán amando su pecado más de lo que aman a Dios. Los juicios de las trompetas llegan a su fin a mediados de la Gran Tribulación.

El significado general de las trompetas es claro. Desde la Primera Venida hasta la Segunda Venida, el Mesías gobierna todas las cosas y castiga una y otra vez a los perseguidores de la Iglesia al infligirles tormentos físicos y espirituales. La sangre de los mártires es preciosa a los ojos del Señor. Las oraciones de los justos serán escuchadas, Dios ve sus lágrimas y escucha sus gritos por justicia. Sin embargo, a pesar de todas las advertencias, la humanidad en general no se arrepiente. El mundo perseguidor se convierte en el mundo desvergonzado. El desprecio desvergonzado a Su palabra y la santidad de Su pueblo provocan no solo las siete copas de ira, sino también la culminación del juicio final. Ahora no habrá vuelta atrás. El retroceso ya no será posible.275

Además de sus vívidas descripciones de desastres naturales y plagas, la visión de Juan en Apocalipsis es un comentario desgarrador sobre el corazón duro de la humanidad. En este pasaje, por ejemplo, Juan nos dice que incluso después de que numerosos desastres caigan sobre la tierra, el resto de los hombres, los que no fueron muertos por estas plagas, tampoco se arrepintieron de las obras de sus manos (9:20a), o la adoración a sus ídolos. ¿Cómo es posible? ¡Parece imposible! Sabemos que debemos proclamar la verdad del Evangelio. A medida que la visión del Apocalipsis toca nuestros corazones, debería movernos a orar por los perdidos que conocemos personalmente. Podemos rogar que el Espíritu Santo les dé un momento de claridad espiritual para que puedan ver su pecado como lo que realmente es. Sin embargo, a pesar de que estoy seguro de que se rompa Su corazón, Dios no violará el libre albedrío de ellos de elegir ir al infierno.

Señor, proclamo Tu victoria sobre todas las formas de pecado y maldad. Que Tu Espíritu Santo mueva mi corazón para ser testigo de Tu plan de salvación para quienes me rodean.