Y cantaron una nueva canción ante el trono
14: 1-5
Y cantaron una nueva canción ante el trono ESCUDRIÑAR: Dado el caos descrito en los Capítulos 12-13, ¿qué consuelo encuentra usted en este pasaje? ¿Qué ve usted? ¿Qué sentimientos le trae? ¿escucha alguna canción? ¿Quiénes cantan la nueva canción? ¿Por qué? ¿Quién es el Cordero? ¿Qué ha hecho Él? ¿Por qué la gente lo sigue?
REFLEXIONAR: ¿Se ve usted como semejante a los 144.000? ¿Cómo sigue usted al Cordero? ¿Seguirá usted al Cordero inmolado a donde Él lo guíe?
Apocalipsis 14 sirve como un enlace de conexión entre la descripción de la mitad de la Gran Tribulación en los Capítulos 10-13 y los eventos de la segunda mitad de la Gran Tribulación en los Capítulos 15-16. La mayor parte de lo que se encontró en Apocalipsis 11-13 trata de las actividades de la Trinidad falsa en su intento de robar la autoridad de ADONAI y para destruir a los que adoran a Él. Esta sección es una visión de la salvación final de los santos redimidos en el cielo y los 144.000 redimidos en la tierra. El propósito de esta sección entre paréntesis, es proporcionar consuelo a los creyentes de la Tribulación que están siendo asesinados por no tomar la marca de la bestia.316
Querido Padre Celestial, Cuán maravilloso es Tu amor por Tus hijos. Tu amor sacará bien del mal que la Bestia significa para Tus hijos. La Bestia perseguirá a los justos del TaNaJ y matará a muchos. Y le fue dada una boca que hablaba grandezas y blasfemias, y le fue dada autoridad para actuar durante cuarenta y dos meses. Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar su nombre y su tabernáculo, a los que moran en el cielo. Y se le concedió hacer guerra contra los santos y vencerlos. También le fue dada autoridad sobre toda tribu, y pueblo, y lengua y nación (Apocalipsis 13:5-7). Traerás a Tus hijos de su dolorosa vida en la tierra a su hogar celestial de paz y gozo eternos que Yeshua está preparando. No se turbe vuestro corazón; creed en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si no, os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y cuando me vaya y os prepare lugar, vengo otra vez y os tomaré a mí mismo, para que donde Yo estoy, vosotros también estéis (Juan 14:1-3). ¡Esperamos adorarte y amarte en el cielo para siempre! En el santo nombre de Tu hijo y el poder de Su resurrección. Amén.
Y miré, y he aquí el Cordero en pie sobre el monte Sión, y con Él 144.000, que tienen su nombre y el nombre de su Padre escrito en sus frentes (14:1).
Entonces Juan miró, y casi le quita su aliento, porque vio al Cordero parado allí delante de él en el Monte Sion, el punto más alto de Jerusalén (14:1a). En 4 Esra, se le dice al vidente que Él, a quien el Altísimo ha guardado durante mucho tiempo y a través del cual Él entregará Su Creación [en otras palabras, el Mesías] se parará en la cima del Monte Sion. Sí, Sion vendrá y será visto por todos, preparado y construido, tal como viste la montaña cortada no por manos. Pero Él, Mi Hijo, reprenderá a las naciones que han venido por su impiedad (libro 2 Esdras también llamado 4 Ezra 13:26, 36-37).
Esto fue muy significativo, ya que se ve que el Cordero redimió o compró a Su pueblo con Su preciosa sangre. El salmista escribió sobre este momento cuando Dios Padre dijo: Yo mismo he ungido a mi Rey sobre Sión, mi santo monte. Yo promulgaré el decreto: YHVH me ha dicho: Mi hijo eres Tú, Yo te he engendrado hoy. ¡Pídeme!, y te daré por herencia las naciones, Y como posesión tuya los confines de la tierra. Los quebrantarás con cetro de hierro, Los desmenuzarás como vasija de alfarero (Salmo 2:6-9). Mi Rey sobre Sion es El Hijo, quien tienen el legítimo derecho a gobernar, con un cetro de hierro y destrozará a Sus adversarios. Este salmo real describe la destrucción de la rebelión de la Gran Tribulación y el comienzo del gobierno del Reino Mesiánico.
Y con el Cordero, Juan vio a los 144.000 evangelistas mesiánicos judíos (7:1-8): Y miré, y he aquí el Cordero en pie sobre el monte Sión, y con Él 144.000, que tienen su nombre y el nombre de su Padre escrito en sus frentes (14:1). Los incrédulos tendrán la marca de la bestia en sus frentes (13:16), y los 144.000 tendrán la marca de Dios colocada en la frente. Juan vio a los 144.000 y al Cordero en Jerusalén, pero él escuchó una nueva canción del cielo.
Y oí una voz del cielo como estruendo de muchas aguas, y como sonido de un gran trueno; y la voz que oí era como de arpistas que tocaban sus arpas (Apocalipsis 14:2 RV). La voz que escuchó no era solo ruido, tenía una cualidad musical. El cielo se regocijará cuando el Mesías regrese para establecer Su reino terrenal.
Y cantan como un cántico nuevo delante del trono y delante de los cuatro seres vivientes y de los ancianos. Y nadie podía aprender el cántico, sino los 144.000, los que habían sido rescatados de la tierra (Apocalipsis 14:3).
El cántico nuevo cantado en el cielo ante el trono (4:1-11), y delante de los cuatro seres vivientes y de los ancianos será la canción de la redención (14:3a). Los ángeles se unirán a los justos del TaNaJ, el cuerpo arrebatado de Cristo, y los mártires redimidos de la Tribulación para alabar a Jesús por su salvación. Aunque los ángeles no experimentan la redención, se regocijan por eso (Lucas 15:10). Todo el cielo se llenará de alabanzas porque la obra redentora de Dios, que culminó con el regreso del Mesías, se habrá cumplido.317
La alabanza desborda el cielo, donde la nueva canción se retoma en la tierra. Era una canción nueva, nunca antes escuchada en la tierra o en el cielo. Juan notó que nadie podía aprender el cántico excepto los 144.000. La asamblea celestial podía cantar las palabras y conocer la melodía, pero solo 12.000 de cada tribu realmente podían entender su significado, porque era su nuevo cántico. Habían sido redimidos por la sangre del Cordero, protegidos por el nombre del Padre sellado en sus frentes y completamente dedicados a Su servicio. Aunque las palabras exactas de la nueva canción no están grabadas, seguramente describe la gran verdad de que habían sido rescatados de la tierra (14:3b).318
Éstos son los que no se contaminaron con mujeres, porque son vírgenes; éstos son los que siguen al Cordero adondequiera que vaya; éstos fueron comprados de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero (Apocalipsis 14:4).
La adoración del anticristo durante la Gran Tribulación conducirá a una perversión sexual indescriptible. Como lo fue en los cultos de fertilidad de la antigüedad, el pecado sexual correrá desenfrenado. La homosexualidad y la bestialidad probablemente serán comunes. Con toda probabilidad, los pedófilos brutalizarán a los niños indefensos con impunidad. Con la influencia restrictiva del Espíritu Santo eliminada (Segunda Tesalonicenses 2:6-7), y el mundo incrédulo en rebelión total contra Dios, el pecado será liberado como una marea que inunda la tierra. En medio de esta oscuridad, los 144.000 brillarán como faros de pureza. No se contaminaron con mujeres, porque se mantendrán puros (14:4a). Esto no significa que no se casarán, ya que el sexo dentro de los límites del matrimonio no contamina a nadie (Hebreos 13:4). Lo que sí significa es que se mantendrán al margen del pecado de su cultura y seguirán siendo predicadores moralmente puros en medio de la inmundicia que los rodea.319
Ellos … son los que siguen al Cordero adondequiera que vaya (14:4b), estarán totalmente dedicados a Él sin importar el costo. No permitirán rivales, rechazos ni restricciones para manchar su dedicación al Cordero. ¿Necesita Él que alguien se pare en los escalones del “Vaticano” y grite contra el matrimonio de ellos con la bestia? ¡Habrá 144.000 listos para salir! ¿Necesita el Señor que alguien reprenda a la bestia en alguna cena de estado y lo denuncie a fondo, por su política, su religión, su boicot económico, su marca, sus ministros y su alianza con Satanás? ¡Habrá 144.000 ansiosos por ir! ¿Necesita Cristo evangelistas que proclamen Su evangelio a millones de personas? ¿escalar la montaña más alta, cruzar el desierto más caluroso, abrir senderos evangelísticos a través de selvas humeantes o forzar a los perros del ártico a través de amplios círculos árticos? ¡Habrá 144.000 emocionados de ir! Y aunque la “gestapo” de la bestia seguirá sus pasos y matará a sus conversos, aun así, irán, no desanimados en lo más mínimo. Fue en ese espíritu que siguieron al Cordero dondequiera que Él les llevaría.320
…fueron comprados de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero de muchos que creerán en Dios y en el Cordero (14:4c). Son las primicias de la Gran Tribulación. Mucho antes de la cosecha completa de los creyentes israelitas al final de la semana 70º de Daniel, cuando todo Israel será salvo (Romanos 11:26), estos 144.000 israelitas serán redimidos y dispuestos como primicias de judíos y gentiles creyentes por igual, durante los años culminantes de las angustias de Jacob. Pero, es más que probable que los 144.000 continúen su ministerio evangelístico a los no creyentes en todo el Reino Milenial. No todos los no salvos morirán físicamente cuando Jesús regrese. Esas almas perdidas y los niños nacidos de ellas tendrán cien años para aceptar al Mesías como su Salvador o morir (Isaías 65:20). De hecho, habrá suficientes pecadores no regenerados vivos al final del Milenio para que Satanás lidere una rebelión mundial contra el Señor (20:7-10). Así, la Biblia habla de la salvación durante el Reino Mesiánico (Isaías 60:3; Zacarías 8:23), y los 144.000 evangelistas judíos mesiánicos sin duda lo proclamarán.321
…y en su boca no fue hallada mentira: Son sin mancha (14:5). Al igual que Jesús, Aquel a quien siguen, no se halló engaño en su boca (Primera de Pedro 2:22). No es de extrañar que nadie de los demás pudiera realmente aprender la nueva canción, excepto ellos. ¿Cómo podrían 144.000 hombres, incluso hombres redimidos, ser tan inocentes como para estar con el Cordero en el Monte Sión? La respuesta solo se puede ver en términos de la gracia de Dios. Noé, por ejemplo, era un varón justo, fue sin defecto en sus generaciones. Noé caminaba con Dios (Génesis 6:9) entre la gente de su tiempo. Pero antes de que se pudiera dar tal testimonio, la Biblia nos dice que Noé halló gracia ante los ojos de YHVH (Génesis 6:8). Al igual que Juan el Bautista, que estaba lleno del Espíritu Santo aun desde el vientre de su madre (Lucas 1:15b), y como el apóstol Pablo (rabino Saulo), que podrían dar testimonio de que Dios me separó desde el vientre de mi madre y me llamó por su gracia (Gálatas 1:15), estos 144.000 fueron comprados de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero. No estaban sin pecado, porque todos han pecado, incluso Noé, Juan el Bautista y el apóstol Pablo (rabino Saulo). Pero YHVH los tenía preparados y protegidos (y también tenían el don de continencia sexual), siendo celosos de Dios desde su infancia.322
Los 144.000 serán las primicias de un avivamiento mundial. El fruto de su ministerio también estará de pie ante el Cordero. Ellos serán una gran multitud. Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de toda nación y tribu, y pueblos y lenguas, que estaban en pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos de ropas blancas, con palmas en sus manos (7:9). Ha habido grandes respuestas al evangelio en el pasado. Podemos pensar en tiempos como Shavuot (pentecostés) y el nacimiento de la comunidad mesiánica (Hechos 2:1-41), la Reforma en Europa durante el siglo XVI y el Gran Despertar en Norte América durante el siglo 18. Sin embargo, el mayor avivamiento que el mundo haya visto, aún está por llegar. No sucederá durante la Era de la Iglesia, sino durante la Gran Tribulación. Serán judíos y gentiles, y serán de toda nación y tribu, y pueblo y lengua. La mayoría serán martirizados.
¿Qué canción hay en su corazón hoy? ¿Es la tristeza de la duda y la desesperación, o es una canción de alabanza y adoración como la que cantarán los 144.000 ante el Cordero en el Monte Sión? La canción de ellos es de completa y absoluta alegría por estar en presencia del Cordero triunfante.
A diferencia de la asamblea celestial, llevamos en nuestros corazones las cargas y limitaciones de esta vida. Sin embargo, también llevamos la muerte y resurrección del Mesías, ¡la razón por la cual los 144.000 y la gran multitud están cantando! El mensaje de nuestra redención es tan bueno que incluso en medio de las pruebas, podemos conocer un inexplicable sentido de alegría en lo profundo de nuestros corazones. Cuando las cosas que nos rodean son caóticas, todavía podemos creer en el hecho de que YHVH es inmutable en Su amor por nosotros y que Él se deleita en nosotros.
Todos los días, Jesús quiere cantarte sobre Su amor y misericordia. ¿Escucha Su canción y recibe Su consuelo y fortaleza? ¿Cómo responde usted? Si bien ninguno de nosotros puede aprender la nueva canción de los 144.000, podemos escuchar al Espíritu Santo, unirnos con Sus ruegos (que van más allá de las palabras humanas) y expresar el anhelo de nuestros corazones de estar totalmente con Jesús (Yeshua). ¿Cuál podría ser una canción de oración más gloriosa?
Si usted lucha con falta de alegría, pídale al Espíritu Santo que examine su corazón. Arrepiéntase de cualquier pecado que Él traiga a su mente. Entonces acérquese al Señor. Si usted está frente a una situación difícil, pídale a Él estar allí con usted, y dígale a Él que desea la alegría de estar sostenido de manera segura en Sus brazos. ¡Jesús (Yeshua) anhela cantarte! Cuando se levantan voces de duda o miedo y amenazan con ahogar Su voz suave y apacible, calle su corazón y escuche Su canción de amor.
Jesús, nos regocijamos con los 144.000 porque Tú eres el Cordero que fue muerto por nosotros. Derrama sobre nosotros Tu regalo de alegría, y deja que nuestros corazones resuenen con las canciones del cielo en adoración de Tu maravilloso amor. ¡TU eres nuestra fuerza y nuestra canción! 323
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