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Irás a mi tierra y a mi parentela
y tomaras una esposa para mi hijo Isaac
24: 1-9

Irás a mi tierra y a mi parentela y tomaras una esposa para mi hijo Isaac ESCUDRIÑAR: ¿qué le comunica Abraham sobre Dios a su siervo a quien se le da la responsabilidad de encontrar una esposa para Isaac? ¿Qué problema se crearía si Isaac se casara con una cananea? ¿y Para ADONAI? ¿Y para él? ¿y para usted? ¿Cómo casarse con un pariente evitaría estos problemas? ¿Cómo demuestra esto lo que es importante para él?

REFLEXIONAR: Si usted está buscando casarse, ¿cómo es esto similar a la forma en que el Señor quiere que encuentre un cónyuge hoy (ver II Corintios 6:14-18)? ¿Todavía hay “cananeos” en la tierra donde usted vive? ¿Debe usted casarse con uno de ellos?

Era Abraham anciano, entrado en días, y ADONAI había bendecido a Abraham en todo (24:1). Abraham tenía ciento cuarenta y un años (25:20), y muchas de las promesas individuales de su pacto con Dios se habían cumplido en su vida. Y mientras se acercaba el final de su vida, su deseo era conseguir una esposa adecuada para su hijo. Isaac (en hebreo: Yitz’chak) tenía cuarenta años, y sin duda era hora de que él se casara. Los padres normalmente elegían el cónyuge para sus hijos, pero incluso a esa edad, Isaac confiaba completamente en el juicio de su padre en una decisión tan importante.

Y dijo Abraham a su siervo, el más antiguo de su casa, el cual gobernaba todo lo que tenía: Pon ahora tu mano bajo mi muslo (24:2). Le dijo al siervo principal en su hogar, el encargado de todo lo que tenía El siervo más antiguo sin ser nombrado, tenía una posición de autoridad. Él habría sido el heredero si Isaac no hubiera nacido. Pero él no tenía ningún rencor y buscó el bienestar de su amo. Cuando Abraham dice: pon tu mano bajo de mi muslo, se trata de un eufemismo para un toque de los genitales, que son fuente de vida. Es un pacto solemne que si el juramento no se cumpliera, los hijos que nacieran de Abraham vengarían la infidelidad del siervo.382 Este juramento también se observa en el 24:2b y 47:29.

El SEÑOR mismo sería el testigo de este juramento. Abraham dijo: y te haré jurar por ADONAI, Dios de los cielos y Dios de la tierra, que no tomarás para mi hijo mujer de las hijas de los cananeos, en medio de los cuales yo habito (24:3). Ese es el elemento clave en el juramento. Pero él quería que él fuera a la tierra de Abraham, a su propio hermano Nacor (22:20-24): irás a mi tierra y a mi parentela y tomarás una esposa para mi hijo Isaac (24:4). Ellos al menos tenían una comprensión del Dios de Abraham. Ella debía ser una virgen, que amara a su propia familia, pero que estaría dispuesta a formar su hogar en la Tierra Prometida. Los cananeos fueron maldecidos bajo la maldición de Cam; así Abraham quería una novia para su hijo desde la línea de Sem.

Abraham era realmente un hombre de fe. Él demuestra esto una y otra vez, y aquí es magnífico. Él le está diciendo básicamente a su siervo más antiguo, “Usted puede contar con Dios para guiarlo. Él me ha prometido esto.” Abraham no está dando un salto en la oscuridad. La fe no es un salto en la oscuridad. Se debe descansar sobre la Palabra de Dios. Mucha gente dice: “Yo creo en Dios, y esto pasará.” Eso está bien. Es maravilloso que usted pueda creer en Dios, pero, ¿tiene algo por escrito de Él? Abraham siempre lo pedía por escrito. ADONAI había hecho un contrato con él. Abraham estaba diciendo en realidad, “Elohim me ha prometido que a través de mi semilla Yitzjak, va a traer una bendición para el mundo. Usted puede estar seguro de una cosa: El Señor tiene una novia allí para Isaac.” Usted ve, Abraham descansa o se basa en lo que Dios ya ha dicho. No necesitamos ser tontos hoy, la fe no es una tontería, es descansar en algo y siempre es razonable o prudente. Nunca es un salto al vacío. La fe no es un juego de azar; es una cosa segura. Y Abraham estaba seguro.

Mi amigo en la fe, si usted tiene un joven o una joven en su casa que está en edad de casarse, usted debe orar para que él o ella no se case con alguien cananeo. Todavía están en la tierra, y siempre existe el peligro de que uno de nuestros jóvenes se case con uno de ellos. Si lo hacen, como alguien ha dicho, van a tener al diablo por su suegro, y siempre habrá problemas con él. 383

Abraham estaba demasiado viejo para hacer el largo viaje de vuelta a la Mesopotamia por sí mismo, este era de unos 720 kilómetros. Pero insistió en que Isaac no fuera, porque sabía que el heredero de las promesas de Dios debe permanecer en la Tierra Prometida. De hecho, durante toda su vida, Isaac nunca dejó Canaán en absoluto (26:2-3). Si Yitzjak hubiera ido en busca de una novia, podría haber sido una tentación demasiado grande quedarse con ella en medio de su propio pueblo, en lugar de volver a Canaán. Ella debía estar dispuesta a venir a él. Además, para llegar a Harán y Nacor de la región de Hebrón-Berseba, Isaac tendría que cruzar la tierra de Moria, y se le prohibió volver a ese lugar otra vez (24:6 y 8). Por lo tanto, Abraham envió a su siervo más antiguo en la misión. 384

Anteriormente, en el capítulo 22:1-8, nos retrata a Isaac como un tipo de Cristo. Aquí, en el capítulo 24, continúa ese tipo. Por lo tanto, por tipo, Abraham, es figura de Dios el Padre, que envía a su siervo más antiguo, que representa al Espíritu Santo, a un lugar muy lejos a buscar una novia, o la Iglesia, para su Hijo, Yeshua el Mesías. Este siervo más antiguo no tiene nombre aquí, pero anteriormente en 15:2 el que habría heredado a Abraham si se quedaba sin hijos era Eliezer de Damasco. Y Eliezer significa Dios ayuda o Dios consuela. La razón por la que el nombre del servidor no se menciona aquí es que iba en nombre de Isaac y no en su propio nombre (Juan 16:13).

El siervo hizo una pregunta lógica: Quizá esa mujer no consienta en venir tras de mí a esta tierra. ¿He de hacer volver a tu hijo a la tierra de donde saliste? (24:5). Isaac, el hijo de la promesa, no debía salir de Canaán La Tierra Prometida. En el tipo, la novia de Cristo ha de ser llevado a la casa del novio en el cielo (Mateo 25:1-13). Para enfatizar este punto Abraham dice: Guárdate de no hacer volver a mi hijo allá (24:6). ¿Qué sucederá cuando el hijo vuelva de nuevo? Él regresa como el León de la Tribu de Judá (Apocalipsis 5:5), porque él trae el día de la venganza (Isaías 61:2b), la hora de su juicio (Apocalipsis 14:7), y la ira de Dios (Apocalipsis 16:1). Y Él viene con su Iglesia, la Esposa, que lo sigue en caballos blancos, vestida de lino finísimo, blanco y limpio (Apocalipsis 19:14). No, la novia debe reunirse con el Mesías antes de Su regreso.

Abraham tenía fe en que el Señor proporcionaría orientación divina para encontrar la esposa para Isaac. Dijo: ADONAI, Dios de los cielos, que me tomó de la casa de mi padre y de la tierra de mi parentela, y me habló y me juró diciendo: A tu descendencia daré esta tierra, Él mismo enviará su ángel delante de ti y de allá tomarás mujer para mi hijo (24:7). Cuando se utilizan nombres compuestos de Dios se destaca Su relación con el hombre o la nación de Israel en particular. Aquí se enfatiza Su relación con Israel. Pero para aliviar la ansiedad del siervo, Abraham ofrece una excepción: Y si la mujer no consiente en venir tras de ti, entonces quedarás desligado de éste, mi juramento, pero no hagas volver a mi hijo allá (24:8). Por las razones mencionadas anteriormente, Abraham hace hincapié por segunda vez: no hagas volver a mi hijo allá (a Aram). En su vida, Isaac nunca saldría de la Tierra Prometida, y tampoco lo haría Jesús Cristo.

Entonces el siervo puso su mano bajo el muslo de su señor Abraham y le juró sobre este asunto (24:9). Por lo tanto, un juramento solemne precede a la misión. Ahora mire al siervo como él va a conseguir una esposa para Isaac.

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