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Antes que él acabara de hablar,
Rebeca llegaba con su cántaro al hombro
24: 15-27

Antes que él acabara de hablar, Rebeca llegaba con su cántaro al hombro ESCUDRIÑAR: La disposición de Rebeca para darle de beber a los camellos ¿qué nos dice acerca de su carácter? ¿Qué nos enseña su acción sobre el valor de la bondad y la amabilidad?

REFLEXIONAR: ¿Quién va constantemente más allá y da de beber a sus camellos para usted? Esta semana, ¿cómo puede ser usted ese tipo de persona para los demás?

Y aconteció que antes que él acabara de hablar, he aquí Rebeca, la cual le había nacido a Betuel, hijo de Milca, mujer de Nacor, hermano de Abraham, iba llegando con su cántaro al hombro (24:15 BTX). ADONAI respondió a su oración antes de que él acabara de hablar, Rebeca iba llegando con su cántaro al hombro. Ella era la hija de Betuel y nieta de Milca y Najor. Su matrimonio fue planeado mucho antes de que ella lo supiera. ¡Qué bendición es Dios! ¡Y qué bendición que Él es! Él es el Padre de nuestro Señor Jesús el Cristo, y nos lleva a los lugares altos de la bendición en Él. Mucho antes de que Él pusiera los cimientos de la tierra, Él nos tenía en mente, se había instalado en nosotros como el foco de Su amor, para ser íntegro y santo por Su amor. Hace mucho tiempo que decidió adoptarnos en Su familia por medio de Jesús el Cristo. (¡Qué placer Él tuvo en la planificación de esto). Él quería que nosotros entráramos en la celebración de su entrega de espléndidos regalos de la mano de su amado Hijo (Efesios 1:3-6).

Y la muchacha era de apariencia muy hermosa, virgen, a la que ningún varón había conocido. Y descendiendo a la fuente, llenó su cántaro y subió (24:16 BTX). Cuando él la vio, su corazón debe haber quedado encantado porque no era una chica común. Ella era muy hermosa, y, obviamente, virgen, o betulah (o betulá) , de la raíz hebrea batal, que significa separar, para mantener uno mismo en la modestia. No significaba la virginidad absoluta, por lo que el autor añade la explicación: la que ningún varón había conocido. Y un día, la novia, la esposa del Cordero, se presentará a Él, como una iglesia gloriosa, que no tiene mancha ni cosa semejante (Apocalipsis 21:9; Efesios 5:27), (haga clic en el enlace y vea el comentario sobre Apocalipsis, Ft Ven, te mostraré la novia, la esposa del Cordero). Debe haberla visto con anticipación y quizás se quedo sin aliento. ¿Era ella la única?

Entonces el siervo corrió a su encuentro, y le dijo: Te ruego que me des a beber un poco de agua de tu cántaro (24:17). El siervo se apresuró hacia ella con su pregunta de prueba. Este era el protocolo normal para un extraño al pedir permiso para usar el pozo de la ciudad, y era costumbre que la gente de la ciudad mostrara hospitalidad ofreciendo agua. 386 Él dijo: Te ruego que me des a beber un poco de agua de tu cántaro. Ella dijo: Bebe, señor mío. Y se apresuró a bajar el cántaro sobre su mano y le dio de beber (24:18).

Cuando acabó de darle de beber, (ella) dijo entonces: También sacaré para tus camellos hasta que acaben de beber (24:19). Uno sólo puede imaginar cómo se sentía cuando ella dijo eso. Ella era todo lo que él había orado. Los camellos tienen tres estómagos y llevan agua para tres días. Por lo tanto, cada camello puede beber más de 75 litros de agua, especialmente después de un largo viaje de días en tierras calientes. Aquí había diez camellos (24:14). Los recipientes antiguos utilizados para la extracción de agua por lo general tenían una capacidad de no más de 11 litros. Si así fuera, ella debe haber hecho de ochenta a cien viajes desde el manantial hasta el abrevadero y habría tomado varias horas.387 Y se apresuró y vació su cántaro en el abrevadero, y corrió otra vez al pozo para sacar agua y sacó para todos sus camellos (treinta). El hombre, fijando la vista en ella, callaba, para saber si ADONAI había prosperado o no su camino (24:20-21 BTX). El siervo miraba con asombro.

Y aconteció que cuando los camellos acabaron de beber, tomó el hombre un arete de oro que pesaba medio siclo, y dos brazaletes de oro que pesaban diez (24:22). Lo primero que el siervo hace es dar sus regalos. De la misma manera, el Ruach HaKodesh da a cada creyente un don espiritual en la conversión. Un don espiritual, tan valioso como el oro, es una habilidad especial que se utiliza para ministrar a otros y por lo tanto, la edificación del Cuerpo de Cristo. Ella sabría que se trataban de regalos nupciales. Y ella, también guiada por el siervo, no los rechazaría, aunque ella no conocía a su amo, o al hijo de su amo. Había algo acerca de este hombre en que podía confiar.

Entonces él estaba dispuesto a hacer la pregunta más importante: y le preguntó: ¿De quién eres hija? Dime te ruego: ¿Hay lugar en casa de tu padre para que nosotros pasemos la noche?. Ella respondió diciendo: Y ella le dijo: Yo soy hija de Betuel, el hijo de Milca que dio a luz a Nacor. Y añadió: También hay en nuestra casa paja, también mucho forraje, (una vez más va la milla extra), también lugar para pasar la noche (24:23-25​​).

Él apenas podía creer lo que escuchaba. Cuando se enteró de que esta joven mujer hermosa y elegante no era otra que Rebeca misma, sobre los que ellos habían aprendido atrás en Hebrón, que era prima segunda de Isaac, él estaba casi vencido por la emoción. Estaba tan agradecido, que se detuvo y: entonces el hombre hizo reverencia y se postró ante ADONAI. Él dijo: Bendito sea ADONAI, Dios de mi señor Abraham, que no apartó su misericordia y su fidelidad hacia mi señor, y puesto yo en camino, me condujo ADONAI a casa de los hermanos de mi señor (24:26-27).

Trate de recordar un momento y un lugar en el que también le dio gracias a ADONAI. Imagine que está en la sala de cine de su vida. Usted tiene el control remoto. Usted puede rebobinar su vida y dejarla en el lugar que desee. Detengase en un lugar que fue relajante, reconfortante, libre de ansiedad, y bueno para estar. Puede ser un recuerdo de su infancia o algo más reciente. Cuando lo encuentre, trate de llevar a la mente a todos sus detalles, vaya allí en su memoria, vea la luz y la sombra, escuche los sonidos, toque y huela. Permanezca allí durante todo el tiempo que desee y permítase gradualmente a sí mismo expresar su agradecimiento a Dios en simples palabras.388

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