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Abimelec fue a ver a Isaac y le dijo:
hagamos un pacto
26: 26-33

Abimelec fue a ver a Isaac y le dijo: hagamos un pacto ESCUDRIÑAR: ¿Cuál parece ser el problema entre Isaac y Abimelec? ¿Qué aprende acerca de la manera en que cada hombre arregla sus diferencias y se reconcilia?

REFLEXIONAR: ¿Cómo trata usted a los que han sido hostiles con usted, pero ahora quiere la paz? ¿Los llevará a su familia espiritual? ¿Están incluso sus enemigos en paz con usted? ¿La gente puede ver a Cristo en usted?

Mientras estaban cavando el pozo en Berseba, Isaac recibió una visita sorpresa del rey filisteo. Cierto día, Abimélec fue a ver a Isaac desde Gerar. Llegó acompañado de su consejero Ajuzat, y de Ficol, el jefe de su ejército (26:26). Su acercamiento a Isaac (hebreo: Yitz’chak) muestra claramente que ellos le tenían miedo. Pero ahora que él estaba fuera de su tierra, ellos decidieron que era prudente mantener buenas relaciones con él.

Isaac los desafió diciendo: Si tanto me odian, que hasta me echaron de su tierra, ¿para qué vienen a verme? (26:27) Nunca se le ocurrió a Isaac que tal vez Abimelec tenía motivos razonables para su comportamiento, teniendo en cuenta como Yitz’chak actuó en Gerar (26:6-11). Sin embargo, Abimelec comenzó su conversación más diplomáticamente con Isaac cuando él dice: Nos hemos dado cuenta de que el SEÑOR está contigo, respondieron. Hemos pensado que tú y nosotros debiéramos hacer un pacto, respaldado por un juramento. Ese pacto será el siguiente: Tú no nos harás ningún daño, ya que nosotros no te hemos perjudicado, sino que te hemos tratado bien y te hemos dejado ir en paz. ¡Ahora el bendecido del SEÑOR eres tú! (26:28-29). Los hombres de Gerar reconocieron la bendición de Dios sobre Isaac y ellos buscaron un trato con él.424 Lo ellos dicen es casi en tono suplicante. Esto es muy similar al trato que Abraham y el Abimelec habían hecho en Berseba casi un siglo antes. Ahora que Isaac estaba de vuelta en la comunión con Dios, los que antes eran sus enemigos lo buscaron y dieron testimonio de la presencia del Señor en su vida. Cuando ADONAI aprueba la conducta de un hombre, hasta con sus enemigos lo reconcilia (Prv 16:7).425

Mientras Isaac estaba en o cerca de Gerar, él no experimentó mucha felicidad. Él era envidiado, estaba frustrado, y tenía la oposición de los colonos filisteos celosos. Él no sólo carecía de felicidad, sino que también carecía de poder, ya que no fue hasta que regresó a Berseba que Abimelec vino a él porque creía que Dios estaba con Isaac y lo bendijo. Así que, para la felicidad, la comodidad y el poder con los demás, la separación del mundo es una necesidad absoluta. No hay mayor error que imaginar que podemos ser uno con el mundo y, aún influir en ellos para Cristo. No podemos nadar en el inodoro y andar oliendo a rosas. Lot descubrió esto de la manera difícil, y ha sido así desde entonces. La separación del mundo, por paradójico que pueda parecer, es la única manera verdadera de influir en el mundo para el Mesías. Debemos estar en el mundo sin ser del mundo (Juan 17:13-19).426

Isaac les preparó un banquete, y comieron y bebieron. A la mañana siguiente se levantaron muy temprano, e hicieron un compromiso mutuo. Luego Isaac los despidió, y ellos se fueron en calidad de amigos (26:30-31). Isaac estuvo de acuerdo, les preparó un banquete ceremonial para ellos y comieron y bebieron esa noche. La comida no es simplemente un acto de cortesía de Yitzjak a Abimelec como su invitado. Es, más bien, una parte importante del proceso de hacer un pacto. En cierto sentido, el que ofrece la comida admite a la otra persona en su círculo familiar. 427 Tan pronto como se fueron, un nuevo pozo fue descubierto con abundante agua.

Aquel mismo día, los siervos de Isaac fueron y le informaron acerca de un pozo que habían cavado, y le dijeron: ¡Hemos encontrado agua! Isaac llamó a ese pozo Juramento. Por eso la ciudad se llama Berseba hasta el día de hoy (26:32-33). Ese día en que se hizo el tratado, los siervos de Isaac, que parecían ser muy hábiles para encontrar agua, vinieron y le dijeron de otro pozo que habían cavado. Yitzjak lo llamó Seba, lo que significa jurar o juramento, y hasta hoy el nombre de la ciudad ha sido Berseba, el Pozo del Juramento. Pero esa era la fuente secundaria para el nombre. La fuente primaria del nombre Berseba viene de Beer Sheva, que significa literalmente el Pozo de los Siete (21:22-34). El énfasis en el capítulo 21 fue el número siete, pero aquí el énfasis está en el juramento. La palabra hebrea para jurar, juramento y siete tiene a menudo la misma raíz hebrea.

Antes de este capítulo, Isaac fue mencionado sólo en combinación con Abraham; desde este punto en adelante, él sólo se menciona en relación con Jacob. Este es el único capítulo en el que el centro de atención está sobre él. Él vivió 180 años, con lo que su vida fue la más larga de los tres patriarcas. Pero su vida es la menos accidentada, no obstante esto, él es un tipo de Cristo.

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