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La circuncisión de Siquem
34: 18-24

La circuncisión de Siquem ESCUDRIÑAR: ¿Qué dice el engaño de los hijos de Jacob acerca de la condición espiritual de la familia? ¿Qué dice sobre el liderazgo espiritual de Jacob?

REFLEXIONAR: Cuando nosotros actuamos como el mundo lo hace ¿qué hace esto a nuestro testimonio?

Y las palabras de ellos parecieron buenas ante los ojos de Hamor y ante los ojos de Siquem, hijo de Hamor. Y no demoró el muchacho en hacer aquello, porque se deleitaba con la hija de Jacob, y él era el más distinguido de toda la casa de su padre (34:18-19). El plan de ellos era incapacitar a la ciudad. Al tomar la iniciativa en las negociaciones, Simeón y Leví habían “apostado” a que Hamor y su hijo Siquem estaban desesperados por unirse a los hebreos para obtener ventajas comerciales, y ellos tenían razón. ¡Se tragaron el anzuelo, el gancho, la línea y el plomo! La familia real desprevenida aceptó con entusiasmo a la condición de la circuncisión, empezando por el propio Siquem. El joven príncipe, que era el más honrado de toda la casa de su padre, no perdió tiempo en hacer lo que dijeron, porque era avaro como su padre, además de que se deleitaba con la hija de Jacob. Siquem era tan respetado que los otros estaban seguros de seguir su ejemplo.

Y fueron Hamor y Siquem su hijo a la puerta de su ciudad, y hablaron a los hombres de su ciudad (la puerta de la ciudad era el lugar donde siempre se discutían los asuntos oficiales), diciendo: Estas gentes son pacíficas con nosotros, habitarán en la tierra y traficarán en ella, pues mirad, la tierra es bastante ancha para ellos. Tomaremos sus hijas por mujeres, y les daremos nuestras hijas. Pero sólo con esto consentirán en habitar con nosotros para ser un pueblo: que todo varón nuestro sea circuncidado, así como ellos están circuncidados (34:20-22). En otras palabras, dejar que ellos se convirtieran en ciudadanos de nuestra ciudad.

¿Acaso no llegarán a ser nuestros su ganado, y su hacienda y todos sus animales? Sólo convengamos con ellos, y habitarán con nosotros (34:23). El hecho de que los hombres de la ciudad aceptaron la propuesta rápidamente demuestra lo ansiosos que estaban de cosechar el beneficio económico de los matrimonios mixtos con los hebreos, aunque requiriera cierto dolor.526 Ellos razonaron que su dolor sería para su ganancia: ¿Acaso no llegarán a ser nuestros su ganado, y su hacienda y todos sus animales? Esto no fue tratado en las negociaciones con los hermanos y ellos tampoco consideraron el “pequeño detalle” de la violación de Dina. Pero ¡por qué ellos iban a molestarse con detalles! La motivación era puramente financiera. Hamor y Siquem se concentraron exclusivamente en la ganancia financiera que el matrimonio mixto le proporcionaría a sus conciudadanos.

Parece extraño que ni Rubén ni Judá tomaran parte en este plan. Rubén, sobre todo porque siendo el hermano mayor de Dina, debería haberlo tomado a su cargo si Jacob no lo hacía. El desarrollo posterior muestra que tanto Rubén como Judá estaban mucho menos dispuestos a matar que el resto de sus hermanos (37:21 y 26). Ellos no eran crueles y probablemente no querían participar en los homicidios después de darse cuenta de lo que realmente estaban planeando Simeón y Leví, aunque no hasta el punto de hacer algo para evitar que se llevara a cabo su plan. Los otros hijos de Jacob eran probablemente demasiado jóvenes para tomar parte activa en los asesinatos, pero todos los hermanos probablemente participaron en el saqueo. En cualquier caso, Simeón y Leví tomaron la delantera.

Su venganza fue envuelta de honor. Estoy seguro de que ellos estaban en parte motivados para honrar el buen nombre de su hermana, y su rechazo a los matrimonios mixtos con los cananeos era admirable, pero ellos estaban completamente equivocados en tomar la ley en sus propias manos de una manera tan cruel y violenta.527

Y todos los que salían a la puerta de su ciudad obedecieron a Hamor y a su hijo Siquem, y fue circuncidado todo varón, cuantos salían a la puerta de su ciudad (34:24). Todos los hombres que se reunían a la entrada de la ciudad fueron persuadidos fácil y rápidamente por Hamor y su hijo Siquén. Como resultado, todos los varones fueron circuncidados e incapaces de protegerse a sí mismos. Preparados para la venganza, estos dos exaltados estaban listos para terminar lo que ellos habían empezado.

Ntd: En esta traducción se empleó la BTX 3º edición.

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