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El relato escrito
de las generaciones de Esaú
36:1 a 37:1

Moisés editó y compiló once genealogías en el libro de Génesis. La palabra estructural más importante de Génesis es toldot, que significa el relato escrito de, o esto es lo que pasó con estos hombres y sus descendientes. El sustantivo se traduce a menudo como: las generaciones, las historias o descendientes. Después de la sección del registro escrito de las generaciones de Jacob desde 25:19 hasta 35:29, tenemos el décimo toldot, el relato escrito de las generaciones de Esaú. El toldot anterior nos habló del establecimiento de Jacob, el hijo de la promesa, y la nación de Israel. Parte de lo que se le pasó a Jacob fue Esaú; Por lo tanto, esta décima genealogía nos dice acerca de que lo que pasó en su línea de la no-semilla. Porque él fue hijo de Isaac, Dios lo hizo una gran nación, pero él no fue el hijo de la promesa.

Ahora está claro que los últimos cinco toldots tienen una estructura cuidadosamente construida. Las líneas de las “no semillas” de Ismael y Esaú se alternan con Abraham, Isaac, Jacob y José para formar la línea de bendición.

El toldot de Taré (el relato sobre Abraham) 11:27 a 25:11

El toldot de Ismael 25:12-18

El toldot de Isaac (el relato sobre Jacob) 25:19 a 35:29

El toldot de Esaú 36:1 a 37:1

El toldot de Jacob (el relato sobre José) 37:2 a 50:26

Al igual que su hermano, Jacob, Esaú creció hasta ser una gran nación, los edomitas. Este es el cumplimiento de la promesa de Dios a Rebeca cuando nacieron los gemelos: Dos naciones hay en tu vientre, Y dos pueblos están siendo divididos aun desde tus entrañas (25:23). Los edomitas vivían en el monte de Seir, al sur y este del Mar Muerto, en lugar de Canaán. Así, este toldot es el cumplimiento de la bendición patriarcal dada a Isaac en 25:23 y 27:39-40. También explica la relación futura entre las naciones de Israel y Edom. Al igual que entre los dos hermanos, esta relación era a menudo hostil; sin embargo, siempre había un sentido de hermandad justo debajo de la superficie (Deuteronomio 23:7; Abdías 10-12).

El papel de las mujeres extranjeras de Esaú se ha acentuado (36:2-5) con el fin de enfatizar que Esaú salió de la voluntad de Dios. Su genealogía incluye también el detalle de que sus descendientes, como los de Ismael antes que él, se establecieron fuera de la Tierra Prometida (vea 36:6-8 y compare con 25:18). Después de haber presentado de este modo la línea de la no-simiente de Esaú, Moisés, el narrador humano, está ahora dispuesto a seguir las promesas de Dios a través de los descendientes de Jacob, lo cual hará en la última unidad principal de Génesis, el relato de José.543

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