La esposa de Potifar dijo:
¡Acuéstate conmigo!
Pero José huyó y salió afuera
39: 6b-18
La esposa de Potifar dijo: ¡Acuéstate conmigo! Pero José huyó y salió afuera ESCUDRIÑAR: ¿Qué tácticas usó la esposa de Potifar para tentar a José? ¿Qué optó por hacer José? ¿Qué tácticas utilizó ella para buscar venganza sobre José? ¿En qué dos maneras José prefigura la vida de Cristo?
REFLEXIONAR: ¿Qué podemos aprender de José acerca de la importancia de una buena actitud en cada situación? ¿Qué nos enseña sobre cómo tratar con el pecado sexual?
Y José era de agradable presencia y de varonil semblante (39:6b); evidentemente él tenía gran parte del atractivo de su madre (29:17b). Una declaración similar fue hecha mucho después sobre David quien tenía un aspecto fino con bella presencia (I Samuel 16:12b), pero Dios no estaba impresionado con la bella presencia. Saúl se veía como un rey (I Samuel 9:1) y Absalón era conocido por ser muy hermoso (II Samuel 14:25), pero el Señor rechazó a ambos porque, como le dijo al profeta Samuel: No mires su aspecto, ni a lo grande de su estatura, porque lo he rechazado, porque Yo no miro como mira el hombre, porque el hombre mira lo que hay ante sus ojos, pero YHVH mira el corazón (I Samuel 16:7).
Después de estas cosas, aconteció que la mujer de su señor puso sus ojos en José, y le dijo: ¡Acuéstate conmigo! (39:7). Después de un tiempo la mujer de su amo se dio cuenta de Yosef y determinó que lo tendría a su manera. Ella dijo: ¡Acuéstate conmigo! Los rabinos enseñan que la mujer de Potifar había visto en su horóscopo que estaba destinada a tener un hijo de José.
Aunque el adulterio estaba sujeto a severas sanciones legales en Egipto, al parecer, a menudo se toleraba y era frecuente. Aunque nada se dice de forma explícita en este sentido, se tiene la impresión de que esta no era la primera aventura amorosa de su esposa. No hay ninguna indicación de que Yosef la buscara de alguna forma. Sin embargo, como él se hizo cada vez más importante en el hogar, y cada vez más independiente, José poco a poco se hizo más y más atractivo para esta mujer.595
Pero él rehusó, y dijo a la mujer de su señor: Ciertamente mi señor no se preocupa de lo que hay en la casa, y ha puesto en mi mano todo lo que tiene (39:8). Había determinación en su respuesta (él se rehusó), no tenía ninguna duda. Potifar confiaba totalmente en José, por lo que él podría haberse aprovechado si hubiera querido. 32. Tanto José como Jesús fueron tentados, pero no pecaron, en comparación a Judá en el capítulo anterior. Yosef no cedió a la mujer ni al pecado. José no fue tentado en Canaán por sus hermanos, pero sí en Egipto, que es un símbolo bíblico del mundo. Del mismo modo, Yeshua no fue tentado por Sus hermanos según la carne, que estarían representados por los judíos, pero sí por el adversario, el príncipe de este mundo (Juan 12:31). Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino Uno que ha sido tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado (Hebreos 4:15).
Al rechazar la invitación de ella, él trató de no ofenderla, le dijo: No me priva de cosa alguna, sino sólo de ti, por cuanto tú eres su mujer (39:9a). Él sabía que nadie más lo sabría, pero lo más importante era que Dios lo sabía. Los ojos de YHVH están en todo lugar, Escrutando a malos y buenos (Proverbios 15:3).
José había pensado en esto por adelantado y había hecho un compromiso con Dios. ¿Cómo pues haré este mal tan grande, y pecaré contra ’Elohim? (39:9b). Aunque José temía a Potifar, temía aún más desagradar a Dios. Para él Dios era primero. Las lecciones del antiguo hogar no habían sido olvidadas a pesar de todo el trato que él había recibido. Por el contrario, la forma en que ADONAI había estado con él y lo prosperó en su esclavitud era una razón más para la lealtad y la integridad. Así que debido a su relación con Dios, él se enfrentó a la tentación y se mantuvo firme.596 Pero el pecado no se rinde tan fácilmente.
Potifar era un oficial de Faraón, y estaba fuera de casa mucho tiempo. Probablemente estaba demasiado tiempo lejos de casa.597 Y sucedió que, aunque ella instaba a José día a día, él no la escuchaba para yacer a su lado y cohabitar con ella (39:10). Ella pensaba que podría ganar por cansancio. Luego él buscó deliberadamente y con prudencia evitar sus avances diarios negándose a estar cerca. Pero nada funcionó. Pero aconteció cierto día, que cuando él entraba en la casa para hacer su oficio, y no habiendo allí nadie de los de la casa (39:11), la esposa de Potifar aprovechó la oportunidad y forzó la situación con Yosef cuando ellos estaban solos.
Ella lo asió por su vestidura y probablemente trató de tirar de él hacia abajo sobre su cama. La palabra vestidura aparece alrededor de doscientas veces en el TaNaJ. Parece que podría referirse tanto a una prenda exterior (II Reyes 7:15) como a una prenda interior (Ezequiel 26:16).598 Las consonantes hebreas para la vestidura son b-g-d. La palabra es un homónimo del verbo b-g-d, lo que significa: hacer frente a la traición en las relaciones matrimoniales. El autor humano pudo emplear un juego de palabras para resaltar el engaño del adulterio de la esposa de Potifar.599
Ella lo asió por su vestidura y le dijo: ¡Acuéstate conmigo!, pero él, dejando su vestidura en mano de ella, huyó y salió afuera (39:12). Ella le rogó: ¡Acuéstate conmigo! Sin embargo, no estuvo dispuesto a ceder y salió afuera a medio vestir. A veces no es suficiente estar comprometido y desear hacer lo que es correcto. A veces simplemente tenemos que evitar ponernos en riesgo a nosotros mismos. En caso de duda, sólo salga (o corra) lejos.600 Huye de las pasiones juveniles, sigue en pos de la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón puro invocan al Señor (II Timoteo 2:22). En ese momento el deseo de ella, se tornó en ira. Nadie la habría rechazado. . . ¡y mucho menos un esclavo! De todos modos ¿quién se creía él que era? Ella fue humillada y sólo podía pensar en la venganza. Ella no pudo tener a José, pero ¡tenía su capa!
Cuando ella vio que él había abandonado su vestidura en su mano y había huido hacia afuera, llamó a los varones de su casa y les habló diciendo: Mirad, nos trajo a un hombre hebreo para que se burlara de nosotros. Vino para acostarse conmigo, pero grité a gran voz. Y sucedió que, cuando él oyó que alzaba mi voz y gritaba, huyendo dejó su vestidura junto a mí, y salió afuera (39:13-15). Ella usaría su propia ropa en su contra, alegando intento de violación. Tratando de poner a los sirvientes de su lado, ella con sarcasmo culpó a su marido por su supuesta angustia cuando dijo: Mirad, nos trajo a un hombre hebreo para que se burlara de nosotros. No hubo respuesta por parte de los sirvientes. A través de los años habían llegado a saber que José era un hombre íntegro, y la conocían a ella demasiado bien. Pero ellos no estaban en condiciones de desafiarla a ella.
Esta fue la segunda vez que se utilizó la ropa de José para traer un informe falso sobre él (37:31-33). En ambos casos había estado sirviendo fielmente. Pero también en ambos casos, José terminó en cautiverio.601
Ella retuvo entonces su vestidura hasta que su amo llegó a su casa (39:16). No dejaría la evidencia lejos de su vista porque tenía que mentir a su marido cuando llegara a casa. Luego ella procedió a contar las mismas mentiras que le había dicho a los sirvientes. Pero incluso él no se escapa de su culpa. ¡Cómo podía llevar ese esclavo al hogar y darle la autoridad y la libertad para que tratara de tomar ventaja de su propia, fiel y sufrida esposa!602 Ella era una mentirosa. Más tarde, Yeshua diría que son como ella: Vosotros sois de vuestro padre, del diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer; él era homicida desde un principio y no se mantuvo en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de lo suyo habla, pues es mentiroso y padre de ella (Juan 8:44).
Entonces ella le dijo la mentira: El esclavo hebreo que nos trajiste vino a mí para divertirse conmigo, y sucedió que cuando alcé mi voz y grité, él dejó su vestidura junto a mí y huyó afuera (39:17b-18). Note el cambio en la redacción. Anteriormente, ella se refirió a José meramente como un hebreo, ahora ella lo llama un esclavo hebreo. Además, al hablar con sus sirvientes de la casa, ella usa nos, ahora ante su marido utiliza a mí. Ella trató de conseguir que él se pusiera de su parte con sus mentiras. 33. Tanto José como Jesús fueron acusados falsamente. La esposa de Potifar compuso una mentira para condenar a José, y lo mismo hicieron los que acusaron a Cristo. Y los principales sacerdotes y todo el Sanedrín, buscaban un falso testimonio contra Jesús para que lo mataran. Pero a pesar de haberse presentado muchos testigos falsos, no lo hallaron (Mateo 26:59-60a).
El pobre Potifar estaba entre la espada y la pared. Mientras más cambian las cosas, más permanecen iguales; hay aquí una hermosa esposa solitaria con un marido que probablemente pasa demasiado tiempo en el trabajo. Él probablemente no le creía, pero sabía que tenía que hacer algo para mantener las apariencias.
Ntd: En esta traducción se empleó la BTX 3º edición.
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