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El copero y el panadero
40: 1-23

José tenía diecisiete años cuando fue vendido como esclavo y treinta cuando fue colocado como mano derecha del faraón. Por lo tanto, parece que pasaron trece años en la casa de Potifar y en la prisión del faraón. Estoy seguro de que estos años se sintieron como un tiempo muy largo para este joven orgulloso e inteligente. El pensó que estaba listo para el liderazgo a los diecisiete años cuando él se señoreaba sobre sus hermanos con su túnica de diversos colores. ¡Pero ADONAI tenía que ponerlo en Su escuela de la vida antes de que él estuviera listo para dirigir a la edad de treinta años!

El rey más grande de Israel, David, tenía también treinta años cuando comenzó a reinar (II Samuel 5:4), a pesar de que había sido ungido cuando era mucho más joven (I Samuel 16:11-13). Aquellos que eran entrenados desde la infancia para ser sacerdotes levitas tenían que tener treinta años antes de que pudieran comenzar su ministerio en el tabernáculo o en el templo (Números 4:46-47).

Pablo había recibido una excelente capacitación antes de su conversión, sin embargo, Dios lo envió al desierto durante tres años (Gálatas 1:15-18) para su entrenamiento antes de que comenzara su ministerio. De la misma manera, los doce apóstoles recibieron más de tres años de entrenamiento antes de estar ellos preparados para cumplir la Gran Comisión.

Por lo demás, incluso Jesús (Yeshua) mismo, al comenzar, tenía como treinta años (Lucas 3:23a), dedicando Su experiencia previa a un propósito de suma importancia: crecía en sabiduría y en estatura, y en favor para con Dios y los hombres (Lucas 2:52).

José era fiel en lo que viniera a él durante esos contrarios y frustrantes trece años, y sin duda era diligente en ponderar los caminos del SEÑOR, hasta que el momento finalmente llegó cuando Él juzgó que estaba listo para la gran obra que iba a lograr para su pueblo y el mundo.609

Ntd: En esta traducción se empleó la BTX 3º edición.

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