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Mi hijo José sigue vivo,
iré y lo veré antes de morir
45: 21-28

Así lo hicieron los hijos de Israel, y José les dio carros conforme a la orden de Faraón, y les dio provisión para el camino. A todos ellos les dio mudas de vestidos, y a Benjamín le dio trescientas piezas de plata y cinco mudas de vestidos (45:21-22). Como un favor especial, dio a cada uno de ellos dos cambios de ropa nueva, pero a Benjamín le dio trescientos siclos de plata y cinco conjuntos de ropa. Es irónico que la amargura entre Yosef y sus hermanos comenzara con una prenda de ropa, la túnica de José de muchos colores (37:3). Ahora su reconciliación estaba simbolizada por sus regalos de mudas de vestidos para ellos.695

Y a su padre envió esto: diez asnos cargados de lo mejor de Egipto, y diez asnas cargadas de grano, pan y víveres para el viaje de su padre. Una vez más, un verdadero Faraón egipcio nunca lo habría hecho. Sólo un Faraón hicso se preocuparía por otros semitas de esa manera. Aquellos eran veinte asnos además de los propios burros de los hermanos. Después de todo, tenían ochenta personas para alimentar. Entonces Yosef despidió a sus hermanos, y se fueron. Y les dijo: No discutáis por el camino (45:23-24). En otras palabras, no envenenen el futuro con el dolor del pasado. Él quería que ellos supieran que cada una de sus promesas era real, y que deberían regresar a Canaán sin demora.

Subieron de Egipto, y llegaron a la tierra de Canaán, a su padre Jacob, y le anunciaron, diciendo: ¡José aún vive, y gobierna en toda la tierra de Egipto! El mismo al que ellos temieron mucho ¡era su hermano! Es interesante notar, sin embargo, que no hay registro de ninguna confesión por su parte del crimen cometido tantos años antes. Pero su corazón desmayó, pues no les creía (45:25-26). 76. Aunque Isra’el creyó en la mentira de que Yosef estaba muerto, no creía la verdad de que estaba vivo. Lo mismo es cierto para Isra’el hoy; ellos creen que Yeshua está muerto, y no creen la verdad de que Él está vivo.696

Mas ellos le dijeron todas las palabras que José les había hablado, y al ver los carros que José había enviado para llevarlo, el espíritu de su padre Jacob revivió. Esta era la prueba que ellos decían. Su conmoción e incredulidad finalmente se convirtió en alegría y entonces dijo Israel: ¡Basta! ¡Mi hijo José aún vive! Iré y lo veré antes de morir (45:27-28). Es apropiado que Ya’akov se llame Israel al final. Isra’el era el nuevo nombre de Jacob, un nombre que hablaba de un nuevo destino y un nuevo futuro. E Israel tuvo realmente una nueva esperanza y una nueva expectativa. ¡José estaba vivo! Israel lo vería pronto.697

Ntd: En esta traducción se empleó la BTX 3º edición.

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