Israel extendió su mano derecha
y la puso en la cabeza de Efraín,
aunque era el más joven
48: 8-20
Israel extendió su mano derecha y la puso en la cabeza de Efraín, aunque era el más joven ESCUDRIÑAR: ¿Encuentra algo irónico sobre la forma en que Jacob cambia las manos cuando bendice a Manasés y Efraín? ¿Qué es diferente en la forma en que José y sus hijos aceptan este cambio, comparado con la forma en que actuaron Jacob y Esaú?
REFLEXIONAR: De todos los eventos en los 147 años de Jacob, ¿por qué cree que este único acto de bendición es señalado por el escritor de Hebreos (Hebreos 11:21) como ejemplo sobresaliente de fe? (vea le comentario sobre Hebreos Cr – La fe de Jacob). Si el Capítulo 11 de Hebreos lo incluyera a usted en su “Salón de la Fe”, ¿qué evento en su vida se destacaría como evidencia de gran fe? ¿Se somete a Su Padre celestial aun cuando no entiende? ¿Ha habido ocasiones en las que usted piensa que sabe mejor que Dios qué debe hacer en su vida? ¿Qué cambió?
En este punto, Jacob se dio cuenta de que José no había venido solo. Efraín y Manasés estaban probablemente de pie detrás, o al lado de su padre. Y viendo Israel a los hijos de José, preguntó: ¿Quiénes son? Su vista era lo suficientemente buena para distinguir personas, pero no para identificarlas específicamente. Y José respondió a su padre: Son mis hijos, que ’Elohim me dio aquí. Dándose cuenta de que su tiempo era corto, le dijo: Acércamelos para que los bendiga (48:8-9). El tema de un patriarca ciego que da una bendición a sus descendientes es una reminiscencia de cuando Isaac, el padre de Jacob, estaba en esta condición (27:1-5). Aquí, una vez más, el primogénito no recibirá la bendición. Pero esta vez es el propio patriarca quien hace que ocurra lo inesperado.747
Y los ojos de Israel estaban pesados a causa de la vejez, y casi no podía ver. Así pues, los hizo acercarse y los besó y los abrazó (48:10). Pero Israel podía ver algo que José no podía ver. Así que Yosef trajo a sus hijos cerca de su padre y mientras se inclinaban hacia él mientras él que estaba sentado en la cama, los besó y los abrazó.
Y dijo Israel a José: No contaba con ver tu rostro, y fíjate, ’Elohim me ha hecho ver también tu descendencia. Entonces José se los retiró de las rodillas, y se postró con su rostro a tierra (48:11-12). Mientras sus hijos maduros estaban junto a la cama de su abuelo cerca de sus rodillas, Yosef los retiró hacia atrás para que él pudiera arrodillarse con su rostro a tierra en oración y sumisión a su padre. A pesar de que él era el primer ministro de Egipto, en segundo lugar después de Faraón, José encontró apropiado inclinarse ante su padre. Mucho tiempo atrás tuvo un sueño en el que su padre, su madre y sus hermanos se postraban ante él (37:9-10). Sus hermanos se postraron ante él (42:6; 44:14; 50:18), pero si sus padres lo hicieron, no lo sabemos por las Escrituras. Tal vez esa parte de su sueño estaba influenciada por su joven opinión de sí mismo.
Después tomó José a ambos, a Efraín con la diestra lo puso a la izquierda de Israel, y a Manasés con su izquierda lo puso a la derecha de Israel, y se los acercó. Israel extendió su diestra y la puso sobre la cabeza de Efraín, el menor, y su izquierda sobre la cabeza de Manasés, cruzando adrede los brazos, aunque Manasés era el primogénito (48:13-14). Después de orar, Yosef se levantó y tomó a ambos, Efraín a su derecha hacia la mano izquierda de Israel y Manasés a su izquierda hacia la diestra de Israel, y los hizo arrodillarse cerca de Jacob mientras él se sentaba sobre su lecho. José, pensando que su padre no podía ver bien, posicionó a sus hijos en la forma en que él pensó que deberían ser bendecidos. En su mente, la mano izquierda de Israel estaría en la cabeza de Efraín porque él era el hijo menor, y su diestra estaría en la cabeza de Manasés porque él era el primogénito (la derecha era la posición más favorecida del primogénito). Pero una vez que ellos estuvieron cerca de su cara, Israel pudo verlos claramente. Entonces, para sorpresa de todos menos de sí mismo, Israel deliberadamente cruzó los brazos, extendió su diestra y la puso sobre la cabeza de Efraín, el menor, y su izquierda sobre la cabeza de Manasés.
Y bendijo a José, diciendo: ’Elohim en cuya presencia anduvieron mis padres Abraham e Isaac, ’Elohim que me ha pastoreado desde que existo hasta este día, El ángel que me liberta de todo mal, bendiga a estos jóvenes. Sea perpetuado en ellos mi nombre, Y el nombre de mis padres Abraham Isaac, Y aumenten hasta ser una multitud en medio de la tierra (48:15-16). La bendición de los hijos fue la bendición del padre. Cuando dice El ángel que me liberta esta es la primera vez en la Biblia que se usa la palabra hebrea gaal, o redimido, y es significativo que se presente como una descripción del Ángel del Señor, nada menos que el Mesías preencarnado.748 Cuando dice hasta ser una multitud (el hebreo es dagá ovague: la raíz es dag, que significa pez), en medio de la tierra.
Esta es el origen cuando Yeshua comunica a Sus apóstoles y Él los envía a ser pescadores de hombres (vea el comentario sobre La vida de Cristo Cj – Ven, sígueme, y yo le mostrará cómo ser pescadores de hombres). ¿Pescar como quién? Para la pesca de la gente como Abraham hizo en Harán (vea Ec – Cuando Abram supo que Lot estaba cautivo, persigio a los invasores hasta Dan).749
Pero José, viendo que su padre había colocado la diestra sobre la cabeza de Efraín, le desagradó, y asió la mano de su padre para cambiarla de la cabeza de Efraín a la cabeza de Manasés, mientras decía a su padre: Así no, padre mío, porque éste es el primogénito, pon tu diestra sobre su cabeza (48:17-18).Cuando Jacob y Yosef habían discutido previamente la bendición y la adopción de sus hijos, José habría estado en silencio. Pero cuando se dio cuenta de que Jacob iba a bendecir a Efraín primero, José trató de corregir lo que en su mente era un error. Los rabinos enseñan que Jacob estaba confundido porque no podía ver, así que José trató de cambiar la posición de las manos. José suponía que su padre debía haber pensado que José naturalmente tendría a Manasés a su derecha, que era la izquierda de Jacob, y que por lo tanto había cruzado sus manos.
José, como tantos otros, esperaba que ADONAI trabajara de cierta manera, pero encontró que a menudo se complace en trabajar de manera diferente y a veces incluso de manera no convencional. Pero la fe reconoce que los caminos de Dios no son siempre los caminos del hombre. Ya’akov necesitó toda una vida de disciplina para aprender esa lección. Pero aprendió y lo hizo, y entonces bendijo al menor sobre el primogénito. Durante cinco generaciones consecutivas existió esta inversión: Abraham sobre Harán, Isaac sobre Ismael, Jacob sobre Esaú, José sobre Rubén y ahora Efraín sobre Manasés.750
Pero su padre se negó a descruzar las manos y dijo: Pero su padre rehusó, y dijo: Lo sé, hijo mío, lo sé. Lo sé (hebreo: yada, en tiempo perfecto, es decir, siempre lo he sabido), hijo mío, lo sé (yadati). Jacob creía que la gracia del Señor lo guiaba para otorgar posesiones espirituales y materiales, todas las cuales eran irrevocables. En lugar de una oración, la bendición final fue más como una profecía, cuyo cumplimiento fue asegurado por ADONAI mismo. Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, Ni vuestros caminos mis caminos, dice YHVH (Isaías 55:8).
José pensó que su padre era ciego, pero en realidad, Jacob vio el futuro con gran claridad cuando profetizó: También él llegará a ser un pueblo, y también será grande. No cometió ningún error. Él estaba bendiciendo según la voluntad de Dios, no según la costumbre humana. Sin embargo, su hermano menor será más grande que él, y su descendencia llegará a ser una multitud de naciones (48:19b). Podemos ver el cumplimiento de esto en las Escrituras posteriores porque Efraín finalmente se convirtió en la tribu dominante, y en un sinónimo para todo el reino del norte de Israel (Isaías 7:2; 5, 9 y 17; Oseas 9:3-16).
La visión profética de Jacob se ve en la bendición que da. Y aquel día los bendijo, diciendo: Por ti bendecirá Israel, diciendo: ’Elohim te haga como a Efraín y como a Manasés. Y colocó a Efraín delante de Manasés (48:20). Él vio a Israel como una nación que pronunciaba una bendición sobre Efraín y Manasés. El contenido nos recuerda a Rut 4:11-12, en la cual se dice: y tu casa venga a ser como la casa de Fares. Fue un gran honor recibir tales elogios. Significativamente, el nombre de Efraín aparece antes que su hermano. Así puso a Efraín delante de Manasés. Y ese hecho selló sus lugares en esta historia de las tribus de Israel.751 Así el patriarca tuvo su manera, y Yosef rápida y completamente aceptó la situación.752
El escritor de Hebreos nos dice que la bendición de José a través de sus hijos fue un acto de fe de parte de Jacob. Y de todas las cosas que el Espíritu Santo pudo haber escogido para ser un ejemplo de fe en la vida de Ya’akov, Él escogió la bendición de Yosef a través de sus dos hijos. Por fe Jacob, al morir, bendijo a cada uno de los hijos de José, y adoró apoyado sobre el extremo de su bordón (Hebreos 11:21 y Génesis 47:31). Jacob moriría como un hombre de fe.
Ntd: En esta traducción se empleó la BTX 3º edición.
PÁGINA SIGUIENTE: Entonces Israel dijo a José: Yo voy a morir, pero Dios estará con vosotros Kz
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