Estas personas son murmuradores,
quejumbrosos (buscadores de fallas)
que viven según sus propias pasiones
Judas 16 y Segunda de Pedro 2:18
Estas personas son murmuradores, quejumbrosos (buscadores de fallas) que viven según sus propias pasiones. ESCUDRIÑAR: ¿Cómo condena a estos hombres esta vívida imagen? ¿Cómo son sus quejas? ¿Cómo muestran su descontento? Cómo hablan ellos ¿Qué impulsa su comportamiento? ¿A quiénes ellos van a buscar? ¿Por qué Judas los describe con tanto detalle?
REFLEXIONAR: Se supone que no debemos juzgar a los demás, eso queda en manos del Mesías. ¿El Padre no juzga a nadie, pero ha confiado todo juicio al Hijo (Juan 5:22)? Pero, debemos ser inspectores de los frutos. Debemos ser capaces de reconocer a estos apóstatas por su falta de fruto. ¿Qué le dicen sus rasgos negativos acerca de cómo quiere cambiar la vida de usted? ¿Qué necesita usted cambiar? ¿Cómo puede usted ser un polo opuesto a los apóstatas?
Éstos son murmuradores, quejumbrosos, que viven según sus propias pasiones; y su boca profiere palabras arrogantes, adulando a personas por motivos de interés (Judas 16).
Porque voceando palabras arrogantes y necias, seducen con las pasiones sensuales de la carne a los que hasta hace poco iban escapando de los que viven en error (Segunda de Pedro 2:18).
Las congregaciones de Dios no tendrán excusa si no reconocen a estos apóstatas cuando aparecen. Una y otra vez, Judas usa un lenguaje muy sencillo para describirlos. ¿Cómo son? Estos . . . contaminan sus propios cuerpos; . . . su boca profiere palabras arrogantes; . . . son como rocas escondidas; . . . son impíos . . . son quejumbrosos; . . . son buscadores de errores voceando palabras arrogantes y necias. Judas dibuja retrato tras retrato. Él escribe audazmente sobre estos y sus características para que los conozcamos por lo que son, cada vez que encontremos que se han deslizado entre los creyentes como lobos vestidos de ovejas.
Cada generación, desde los días de los apóstoles, ha visto a falsos maestros entre ellos y se ha preguntado si vivían en los días previos al Arrebatamiento (haga clic en el enlace y vea el comentario sobre Apocalipsis Bg – La secuencia de los eventos pretribulacionales). Y cada generación, consciente de la oscuridad que parece estar ganando impulso, se pregunta si las cosas podrían empeorar. Aquí, Judas describe las últimas tres características de los impostores en la décima terna. Aquí, él usa dos palabras que eran muy familiares para sus lectores judíos.
La primera palabra es gongustes, y solo aparece aquí en el Nuevo Pacto. Estas son personas que están descontentas y se quejan. Enoc profetizó acerca de las personas impías, y estas son las personas de las que hablaba.Son unos quejumbrosos (16a). Siempre están maldiciendo su mala suerte;nada los satisface, se quejan de todo. Ellos tienen lo que no quieren, y lo que anhelan no lo tienen.Como un gota constante de agua en la frente, parece que su queja nunca terminará. Gongustes no se refiere a personas con una insatisfacción ruidosa y abierta, sino a un trasfondo de descontento resentido. Este es el mismo término que la Septuaginta (la traducción griega del TaNaJ), utiliza para describir las quejas de Isra’el contra el SEÑOR (Éxodo 16:7-9; Números 11:1, 14:27-29, 16:41, 17:5 y 10). Cuando alguien se sale de contacto con ADONAI, es probable que comience a quejarse de algo.
El verbo también aparece en Mateo 20:11, en las quejas o murmuraciones de los trabajadores que vieron a otros recibir el salario de un día por una hora de trabajo: al recibirlo, refunfuñaban contra el dueño de casa (vea el comentario La vida de Cristo II – El joven rico). Pablo usa este verbo para describir las quejas por descontento de los israelitas en el desierto: Ni murmuréis, tal como algunos de ellos murmuraron (Números 16:41), y perecieron por el destructor (Primera a los Corintios 10:10). Pero, un uso aún más interesante del verbo se encuentra en Juan 6:41, donde dice: Los judíos murmuraban entonces acerca de Él (Cristo), porque había dicho: Yo soy el pan que descendió del cielo. Se quejaron de él porque Él les dijo la verdad (Juan 8:45). Irónicamente, se quejaron ante el ofrecimiento de la vida eterna, ante las declaraciones de Su deidad, y ante el Santo de Israel y decían: ¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? (Juan 6:42a)? Los apóstatas delos días de Judas eran el equivalente a loshijos murmuradores de Israel y al incrédulo Sanedrín(vea el comentario sobre La vida de Cristo Lg- El Gran Sanedrín) de los días del Mesías, personas llenas de descontento obstinado y hosca desobediencia.95 Ellos siguen con nosotros hoy.
La segunda palabra es mempsimoiros (traducida como quejumbrosos o querellosos o criticones). Estas personas son murmuradores, quejumbrosos buscadoras de fallas contra los santos propósitos y planes de Dios (Judas 16b), un hecho que Judas ilustró antes cuando los comparó con los israelitas incrédulos (Aj), los ángeles caídos (Ak), los degenerados de Sodoma y Gomorra (Al), y Caín, Coré y Balaam (Aq). La palabra griega es mempsimoiros, de memfomai para encontrar fallas, y moira, una parte o un lote. La palabra compuesta significa culpables de su suerte, quejarse de la suerte de uno en la vida o estar descontento. Un murmurador, quejumbroso es un buscador de fallas, es alguien que siempre puede encontrar algo para estar descontento en cualquier situación. Pueden encontrar alguna falla en el mejor ofrecimiento, en el hecho más amable, en el éxito más completo y en la fortuna más rica. En Primera a Timoteo 6:6 dice: ¡fuente de gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento! pero estos murmuradores y quejumbrosos son descontentos crónicos con la vida y con el lugar en la vida en que ADONAI los ha colocado. Hay pocas personas más impopulares que los buscadores de fallas crónicos; y cualquiera que tenga esa tendencia podría hacer bien en recordar que tal actitud es, a su manera, un insulto al SEÑOR.96
En tercer lugar, ellos hablan con orgullo y arrogancia, pero al mismo tiempo están listos para complacer a los demás si creen que pueden sacar algo de ello.En ellos, su boca profiere palabras arrogantes, adulando a personas por motivos de interés económico (Judas 16c). Ellos hablan suavemente. Es común que ellos hablen de sí mismos frente a las personas que quieren impresionar, pero también halaguen a quienes creen que son importantes o según lo requiera la ocasión.Buscan el favor de los hombres y rechazan la gracia de Dios.
Judas reitera un punto acerca de estos falsos maestros que él muestra una y otra vez. Su conducta es gobernada por su pecaminosa naturaleza. Para ellos, la autodisciplina y el auto control no son nada; para ellos, la moralidad es solamente una carga y una molestia; honor y deber no están incluidos en su vocabulario; ellos no tienen ningún deseo de servir a otros y no tienen sentido de responsabilidad. Su único valor es el placer, y su única fuerza motivadora son sus malos deseos. Ellos viven su vida según sus propias pasiones y seducen con los instintos naturales desenfrenados (NVI) (Judas 16d y Segunda de Pedro 2:18). El participio presente describe sus deseos lujuriosos como insaciables. Captan la naturaleza humana pecaminosa para llevar a sus oyentes al pecado y alejarse de Dios.En este sentido Jesús (Yeshua) dijo: viene el príncipe de este mundo y no tiene nada en mí (Juan 14:30b).
Pero estos apóstatas no persiguen a cualquiera. Como un depredador sexual, tienen un sexto sentido para las personas vulnerables. Escogiendo hábilmente sus objetivos, seducen a personas que hasta hace poco iban escapando de los que viven en error (Segunda de Pedro 2:18). El presente participio escapando indica una marcha en proceso. La palabra seducir (deleazousin) repite el mismo término de Segunda de Pedro 2:14. La palabra tentación es asociada con el cebo para cazar y pescar. Así que los falsos maestros son tan engañadores y seductores como un cazador que intenta captura su presa.97
Sus víctimas son hombres y mujeres que, a través de sus propios esfuerzos humanos, están tratando de mejorar por ellos mismos. Incluyendo personas que luchan con relaciones rotas, luchan con “sentidas necesidades” emocionales y problemas espirituales. Al tener un profundo deseo de alivio de la culpa, la ansiedad y el estrés, ellos están buscando respuestas en la vida. Pero eso no significa que ellos sean verdaderamente salvos. De hecho, en su insatisfacción, soledad e intentos de autoayuda, son aún más vulnerables a las explotaciones seductoras de estos rebeldes.98
Estos maestros gnósticos (haga clic en el enlace y vea Ac – El Libro de Judas desde una perspectiva judía: Propósito) son nubes sin agua llevadas por los vientos y árboles de otoño tardío, sin fruto, porque ellos no llevan a la gente a la verdad, pero si las llevan al error. En lugar de proporcionar a las personas el agua de la vida, solo entregan cisternas rotas que no retienen el agua (Jeremías 2:13). Así, en firmes términos, Judas identificó claramente a estos apóstatas, mientras que al mismo tiempo expuso su carácter para advertir a los creyentes de su verdadera naturaleza y destino final. Judas estaba sentando las bases para llamar a sus lectores a la acción contra estas personas impías y sus prácticas.99
En lugar de quejarnos y murmurar, la Palabra de Dios nos exhorta a hacer todo lo posible sin murmuraciones ni discusiones (Filipenses 2:14); a no vivir para satisfacer nuestros propios deseos sino andad en el espíritu, y a no satisfacer los deseos apasionados de la carne (Gálatas 5:16); aferrarse a las sanas palabras (Segunda a Timoteo 1:13), en lugar de palabras arrogantes y necias; no adulando a personas por motivos de interés, sino predica la Palabra (Segunda a Timoteo 4:2a); comprometiendo las Escrituras a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros (Segunda a Timoteo 2:2); y exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe una vez dada a los santos (Judas 3).
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