Fe para correr la maratón del creyente
12:1 a 13:25
Las figuras retóricas son herramientas de enseñanza efectivas y se usan a menudo en la Biblia. Varias veces se compara la vida de un creyente con la guerra. El apóstol Pablo (rabino Saulo) nos aconseja que soportemos las penalidades: Comparte sufrimientos como buen soldado de Jesús el Mesías (Segunda Timoteo 2:3) y que nos revistamos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo (Efesios 6:11). También usa el boxeo como comparación: boxeo no como golpeando el aire (Primera Corintios 9:26; Segunda Timoteo 4:7). A menudo se habla del creyente como de un siervo de Jesús el Mesías. Pablo frecuentemente se refiere a sí mismo como esclavo o siervo de Cristo (Romanos 1:1; Filipenses 1:1; Tito 1:1). Jesús habló de sus seguidores como luz y sal de la tierra (Mateo 5:13-16). Pedro se refiere a los creyentes como niños y como piedras vivas (Primera de Pedro 2 y 5). Pero al apóstol Pablo (rabino Saulo) le gustaba especialmente la figura de una carrera. Usa frases como correr la carrera (Primera Corintios 9:24), correr bien (Gálatas 5:7) y correr en vano (Filipenses 2:16). Esta es también la figura que usó el escritor de Hebreos para los judíos a quienes se animaba a correr con paciencia la carrera que nos es puesta delante (12:1c-2a).358
Pero todos los judíos a quienes se dirigió el libro sufrían persecución a causa de su ruptura con el judaísmo. Ésta provenía de sus amigos y parientes judíos a quienes les molestaba que dieran la espalda a las costumbres y tradiciones religiosas en las que se habían criado. La aflicción había sido mayormente en forma de presión social y económica, aunque algunos de ellos habían sido encarcelados (10:34). El escritor los animó a no olvidar la Palabra de Dios ya que su sufrimiento por causa del Mesías produciría santidad. No deben mirar al monte Sinaí con temor, sino al monte Sion, que representa a la Jerusalén celestial, en busca de gracia. El capítulo 12 es un llamado, pues, a perseverar mirando a Cristo como nuestro ejemplo. Él soportó la vergüenza de la cruz para traernos a la comunión con ADONAI. De la misma manera debemos mantener nuestros ojos en Él mientras corremos la carrera de la vida. Hemos recibido la ciudadanía en un Reino inquebrantable, así que mostremos gratitud y ofrezcamos nuestras vidas en un servicio aceptable para Él.
Los primeros once capítulos de Hebreos no enfatizan mandatos específicos para los creyentes. Hay una evidente falta de exhortaciones prácticas. Esos capítulos son pura doctrina y están dirigidos casi exclusivamente a judíos que habían recibido la Buena Nueva, pero necesitaban ser afirmados en la superioridad del Brit Hadashah. Las exhortaciones del capítulo 12 son generales, animándolos a correr la carrera de la fe con paciencia. Pero las exhortaciones prácticas específicas para los creyentes se encuentran en el Capítulo 13. Esto se ajusta al patrón de la enseñanza del Nuevo Pacto, que siempre es doctrina y luego deber, posición y luego práctica. El capítulo 13 no es una ocurrencia tardía, sino que es fundamental para el mensaje del libro de Hebreos: la fe verdadera exige vida verdadera. 359
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