La despedida de Pablo de los ancianos de Éfeso
20: 13-38
Finales del 56 dC hasta principios del 57 dC
La despedida de Pablo de los ancianos de Éfeso ESCUDRIÑAR: ¿Por qué querría Pablo estar en Jerusalén para Pentecostés o Shavuot (2:1)? ¿Qué ha caracterizado su ministerio hasta ahora? ¿Por qué enfatiza cómo vivió entre ellos? Según su lectura de Hechos, ¿qué tipos de dificultades ya ha enfrentado Pablo? Compare 20:24 con Filipenses 3:7-8, ¿cómo usted explicaría qué motiva a Pablo a seguir adelante? ¿Qué significa “cuidado” en el versículo 28 (Primera Timoteo 4:11-16)? ¿De qué manera el nombramiento divino de ellos como ancianos resalta la seriedad de sus responsabilidades? ¿Sobre qué dos peligros les advierte Pablo en los versículos 29 y 30? ¿Cómo los protegen de estos peligros a ellos el mensaje de gracia en el versículo 32 y el ejemplo de Pablo en los versículos 33-35? Algunas personas veían el cargo de anciano como una forma de obtener poder y riqueza (vea Primera Timoteo 5:6-10; 1 Pedro 5:3). ¿Cómo lucha Pablo contra esa idea aquí? ¿Qué cree que los efesios extrañarán más de Pablo?
REFLEXIONAR: Si alguien le observó durante el año pasado, ¿cómo asumiría que el suyo es el estilo de vida de un creyente? ¿Cómo le gustaría cambiar para que puedan obtener una imagen más precisa? ¿Cómo parafrasearía el resumen del evangelio que hace Pablo en el versículo 21 para explicarle la fe a alguien? ¿Quiénes componen el “rebaño” del que usted es responsable? ¿De qué maneras específicas puede pastorearlos? ¿Qué es lo único que debe lograr en la vida? ¿Cómo se relaciona eso con la meta de Pablo (versículo 24)? ¿Cuáles podrían ser algunas palabras de despedida o temas que le gustaría dejar a quienes lo siguen? ¿Cuáles son las advertencias y estímulos más importantes que debemos transmitir? En la carrera por hacer la voluntad de Dios, ¿está usted al frente del grupo, es uno de los rezagados o es un espectador? ¿Por qué?
La llegada: Nosotros entonces, adelantándonos hasta la nave, zarpamos para Asón, donde teníamos que recoger a Pablo, pues así estaba dispuesto: que él iría por tierra (20:13). El grupo de Pablo, junto con Lucas esta vez, partieron desde Troas hacia Asón, a 32 kilómetros de distancia. (vea el enlace, haga clic en Ci – Pablo resucitó a Eutico de entre los muertos en Troas) Pero Pablo había hecho este arreglo para los otros hombres porque iba por tierra. Viajar por la carretera costera sería más rápido que un viaje rodeando el cabo por mar. Evidentemente él quería estar solo para ordenar sus pensamientos sobre lo que creía que sería su mensaje de despedida a los ancianos de Éfeso. Cuando entonces se encontró con nosotros en Asón, lo subimos a bordo y llegamos a Mitilene (20:14). Luego, en la segunda etapa del viaje, Pablo se encontró con el grupo de viaje en Asos, nosotros lo llevamos a bordo y llegamos a Mitilene, Italia, a unos 48 kilómetros de distancia (vea Bx – La visión de Pablo del hombre de Macedonia: Una mirada más cercana a los pasajes de los “nosotros” y los pasajes marítimos). Zarpando de allí, llegamos al día siguiente enfrente de Quío, al otro día nos aproximamos a Samos, y al día siguiente llegamos a Mileto (20:15). En la tercera etapa del viaje, navegando desde Mileto, nosotros llegamos al día siguiente frente a la isla de Quíos; al día siguiente nosotros pasamos a la isla de Samos, y al día siguiente nosotros llegamos a Mileto. Y Pablo había decidido navegar sin hacer escala en Éfeso, para no perder tiempo en Asia, pues se apresuraba a estar, de serle posible, el día de Pentecostés en Jerusalén (20:16). Hay cincuenta días entre Pesaj (20:6) y Shavuot. Entonces, Pablo decidió no ir a Éfeso para no perder más tiempo valioso. El deseo de Pablo de apresurarse para llegar a Jerusalén para Shavuot muestra que, como judío mesiánico, no veía ningún conflicto entre su fe en Yeshua y la práctica judía (13:9). Nosotros también podemos ver esto por el hecho de que, en otra ocasión el sintió que tenía que justificar su decisión de permanecer en Éfeso y el no subió a Jerusalén para esta fiesta de peregrinación (Primera Corintios 16:8-9).480
Una revisión del pasado: Sin embargo, desde Mileto envió recado a Éfeso y mandó llamar a los ancianos de la iglesia (20:17). En cambio, Pablo invitó a los líderes de la iglesia efesios para acudir a él, donde un barco lo esperaba para descargar y carga. La palabra ancianos del griego que significa supervisores. En línea recta, Éfeso estaba sólo 48 kilómetros al norte de Mileto, pero el camino bastante sinuoso era más largo. Un mensajero tardaba unos tres días en viajar a Éfeso y traer a los ancianos de regreso a Mileto. Pero ellos llegaron a su debido tiempo. Y cuando acudieron a él, les dijo: Vosotros sabéis bien cómo, desde el primer día que entré en Asia, me he comportado con vosotros todo el tiempo, sirviendo al Señor con toda humildad y lágrimas, y con pruebas que me sobrevinieron por las maquinaciones de los judíos. Y cómo de nada que fuera útil me he retraído de anunciaros y enseñaros, públicamente y de casa en casa; proclamando solemnemente a judíos y a griegos el arrepentimiento para con Dios, y la fe en nuestro Señor Jesús (20:18-21), Para las maquinaciones/conspiraciones de los líderes judíos vea Segunda Corintios 2:4. El evangelio es el mismo para judíos y gentiles… arrepentimiento y confianza en YHVH a través de Yeshua el Mesías. La teoría del Pacto Dual, defendida por judíos incrédulos, creyendo que los cristianos se salvan a través de Jesús y que los judíos se salvan a través de Moisés, está claramente equivocada. Yeshua declaró: Jesús le dice: YO SOY el Camino, y la Verdad, y la Vida; nadie viene al Padre sino por mí (Juan 14:6; vea también Hechos 4:12).
Un testimonio del presente: Y ahora mirad que yo, constreñido por el Espíritu, voy a Jerusalén sin saber lo que me ha de suceder allí, excepto que el Espíritu Santo, de ciudad en ciudad, me asegura que me esperan prisiones y tribulaciones (20:22-23). Habiendo recordado a los ancianos de Éfeso su ejemplo durante su presencia con ellos, Pablo ahora los preparaba para su ausencia. Pablo reconoció el camino peligroso que tenía por delante. En su espíritu, Pablo intuyó que algo malo le iba a suceder en Jerusalén, pero simplemente no conocía ningún detalle. Pero eso no le molestó, podría entregarlo todo al SEÑOR, cantando desde su corazón: A YHVH he puesto siempre delante de mí, Porque está a mi diestra, no seré conmovido (Salmo 16:8). De hecho, Pablo estaba siendo conducido a Jerusalén. Dios tenía un propósito para mandarlo allí, él estaba dispuesto a entregar su vida por el bien del evangelio.481
Se ha dicho que el mejor uso de la vida es gastarla en algo que dure más que ella. La verdad es que sólo el Reino de Dios va a durar. Todo lo demás acabará por desaparecer. Es por eso que debemos vivir vidas impulsadas por un propósito y comprometidas a cumplir nuestra misión en la tierra. Ese resultado durará para siempre. Pablo dijo: Pero por ningún motivo considero la vida valiosa para mí mismo, con tal de acabar mi carrera, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para proclamar solemnemente el Evangelio de la gracia de Dios (20:24) (vea Bc – Saulo pasa de asesino al Mesías) Hay personas en esta tierra a quienes sólo usted podrá alcanzar, por el lugar donde vive y por lo que ADONAI le ha hecho ser. Si tan solo una persona estuviera en el cielo gracias a usted, su vida habrá marcado una diferencia para la eternidad. Comienza a mirar a su alrededor en su campo misionero personal y ore: “Señor, ¿a quién ha puesto en mi vida para que yo le cuente acerca de Jesús?”482
Basado en su conocimiento limitado, dijo: Y ahora, he aquí, yo sé que ninguno de vosotros entre quienes pasé predicando el reino, volverá a ver mi rostro (20:25). Este hecho añadió una conmovedora finalidad a la ocasión. Más tarde, cuando él estuvo en Roma, le escribió a Timoteo acerca de su deseo de volver a Éfeso (Primera de Timoteo 3:14 y 4:13), pero nunca lo logró. Pero en este día declaró: por tanto, os pongo por testigos en el día de hoy de que estoy limpio de la sangre de todos (20:26). Pablo hizo una declaración solemne, como Atalaya a manera de Ezequiel (Ezequiel 33:1ff), él era inocente de la sangre de todos. Su conciencia estaba tranquila, no les ocultó nada. No dudó en predicar cualquier cosa que fuera útil. Los amó lo suficiente como para enseñarles todo lo que sería beneficioso, incluso si no les gustaba. En otras palabras, él estaba dispuesto a herir sus sentimientos momentáneamente si eso los ayudaría eternamente. Él estaba limpio en el sentido de que porque no me retraje de anunciaros todo el propósito de Dios (20:27). Él no sólo les enseñó las muchas cosas maravillosas que ADONAI quería hacer por ellos, también él les enseñó la verdad sobre las dificultades que inevitablemente vendrían y el llamado a una vida crucificada.483
Una advertencia sobre el futuro: Pablo tenía un sentido de urgencia mientras les hablaba. Él advirtió a los ancianos de Éfeso sobre la vulnerabilidad de la joven iglesia. Tened cuidado de vosotros mismos y de todo el rebaño en que el Espíritu Santo os puso por obispos para apacentar la iglesia de Dios, que adquirió mediante su propia sangre (20:28). La palabra obispos proviene del griego episkopo; vea también Efesios 1:14. Yo sé que después de mi partida, entrarán entre vosotros lobos feroces que no perdonan al rebaño, y de entre vosotros mismos se levantarán hombres que hablan perversidades, para arrastrar a los discípulos tras sí (20:29-30) (vea el comentario sobre Judas Ah – Personas impías se han infiltrado secretamente entre vosotros). Desafortunadamente, las palabras de Pablo aquí se cumplieron y requirieron la escritura de las cartas a Timoteo (Primera Timoteo 1:3-7 y 19-20, 4:17, 6:3-5; Segunda Timoteo 1:15, 2:16-18, 3:1-9). Está bien documentado en Efesios 5:6-14 y Colosenses 2:8 que pronto surgieron falsos maestros para aprovecharse de las iglesias asiáticas, así como en la carta a Éfeso en Apocalipsis 2:2. Por tanto, velad, recordando que, por tres años, noche y día, no cesé de amonestar con lágrimas a cada uno (20:31) por la verdad del evangelio. En el siglo II, Asia era prácticamente un semillero de la herejía cristiana. La advertencia de Pablo fue esencial y oportuna.
Una última advertencia sobre la codicia: Había, sin embargo, un asunto más de conducta personal que él no había tocado: la relación de los líderes con los bienes materiales. Él mismo nunca había usado su ministerio como una máscara para encubrir el lucro (Primera Tesalonicenses 2:5). En Corinto él se sostuvo con sus propias manos (Hechos 19:2ss; Primera Corintios 4:12. 9:12 y 15; Segunda Corintios 11:7 y 12:13). Lo mismo ocurrió en Tesalónica (Primera Tesalonicenses 2:9; Segunda Tesalonicenses 3:7-8). Y aquí parece indicar que siguió el mismo patrón de sostenerse en Éfeso. Y ahora, os encomiendo a Dios y a la palabra de su gracia, que puede edificar y dar la herencia a todos los santificados. Ni la plata, ni el oro, ni el vestido de nadie he codiciado. Vosotros sabéis que para mis necesidades, y para los que están conmigo, sirvieron estas manos (20:32-34). La codicia es un problema humano universal y los líderes de la iglesia no están exentos. Es por eso que Pablo insistió en que un requisito importante para los líderes de la iglesia es que deben estar libres del amor al dinero (Primera Timoteo 3:3 y 8; Tito 1:7 y 11). El siervo de Dios debe ser un dador y no un receptor. Los falsos maestros se caracterizan particularmente por su avaricia (Primera Timoteo 6:3-10). Pablo había comenzado su discurso de despedida enumerando las cualidades de su propio ministerio como ejemplo a seguir para los líderes efesios. El concluyó con una cualidad final que había tratado de modelar. En todo os mostré que, trabajando así, es necesario socorrer a los débiles, y recordar las palabras del Señor Jesús, pues Él mismo dijo: Más bienaventurado es dar que recibir (20:35).484 Esta cita de Jesús no está registrada en los evangelios, pero, no obstante, era conocida entre los primeros creyentes. Si el hecho de que sea la única cita del Mesías fuera de los evangelios le da un peso significativo a la verdad que revela. Los evangelios no contienen cada palabra que nuestro Señor habló durante Su ministerio terrenal, como tampoco contienen todas Sus obras (Juan 21:25). Sin embargo, sólo la Biblia divinamente inspirada contiene aquellas palabras y hechos que Él deseaba que recordáramos. Deben rechazarse los hechos y dichos fantásticos registrados en escritos extrabíblicos. 485
La partida: Y dicho esto, se puso de rodillas y oró con todos ellos. Entonces hubo un amargo llanto de todos, y echándose sobre el cuello de Pablo, lo besaban afectuosamente, doloridos especialmente por la palabra que había dicho: que no verían más su rostro. Y lo acompañaron hasta el barco (20:36-38). Su visita terminó con Pablo y sus amigos caminando uno al lado del otro por el sendero hacia los muelles, quizás con las barbas mojadas por las lágrimas. Obviamente, los líderes de Éfeso tenían una idea de lo bendecidos que eran por tener la clase de líder que Pablo era para ellos. Él era un líder que cuidaba de sí mismo y de sus seguidores. En términos náuticos, era el mejor tipo de capitán: uno que mantenía el rumbo del barco incluso si su brújula lo alejaba de sus seres queridos. Les había dado todo lo que tenía. El mejor tipo de despedida es aquella sin arrepentimientos.
Cuando todo esté dicho y hecho, Señor, mi oración es que nosotros, Tu pueblo – a través de Tu misericordia – presentemos nuestros cuerpos como un sacrificio vivo, santo y agradable a Ti; esta es nuestra adoración espiritual. Así que, hermanos, os exhorto por la gran misericordia de Dios que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro servicio racional. No os adaptéis al mundo, sino sed transformados por la renovación de la mente, para que comprobéis cuál es la voluntad de Dios: Lo bueno, lo aceptable y lo perfecto (Romanos 12:1-2).486
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