Los apóstoles son perseguidos
5: 17-42
31-33 dC
Los acontecimientos de Hechos 3-8 transcurren con creciente preocupación por parte de los judíos, y especialmente de las autoridades judías en Jerusalén. La creciente tensión dio lugar a una acción de vigilancia contra Esteban, y luego a un esfuerzo autorizado bajo el mando del rabino Saulo para perturbar y destruir ese nuevo movimiento mesiánico, lo que implicó persecución e incluso la muerte de los creyentes. La persecución llevó a varios creyentes como Felipe a ir a Samaria y dar testimonio de Yeshua.
Los apóstoles son perseguidos ESCUDRIÑAR: ¿Cómo explica los celos de los saduceos? ¿De qué acusaron a los apóstoles en el versículo 28? ¿Es esto diferente de lo que habían dicho en 4:2? ¿Cómo pudieron pasar por alto el impacto de esos milagros? ¿Qué cosas en la respuesta de Pedro (5:29-32) despertarían su furia? ¿Por qué Pedro es tan directo (4:1-12, 5:19-20)? Antes de Jesús, hubo muchos fanáticos judíos que lideraron rebeliones contra Roma, ¿cuál es el punto de Gamaliel al recordar a estos líderes? ¿Cuál fue su motivación? ¿Cree que la declaración de Pedro en 5:29 y 4:19 pudo haber influido en Gamaliel? ¿Por qué adoptó Gamaliel una actitud de “esperar y ver”? Los azotes a veces resultaban en la muerte (vea el comentario en La Vida de Cristo, Lr – Los soldados se burlan de Jesús). ¿Cómo cree que se sintieron los apóstoles cuando recibieron esta sentencia? ¿Qué muestra la respuesta real de los apóstoles acerca de ellos en los versículos 41-42?
REFLEXIONAR: ¿Cuál es la máxima autoridad en su vida? ¿Cuándo esto le crea problemas? ¿Qué puede hacer para superar estos problemas? ¿Cómo cree que se sentiría si lo enviaran a la cárcel por lo que cree? ¿Cómo se sentiría su familia? ¿Qué le haría esto a usted? ¿Cómo se relaciona el gozo en el sufrimiento con la autoridad máxima suya? ¿Cómo ha experimentado que Dios lo libera para honrarlo a Él más plenamente? ¿Cómo explica por qué YHVH a veces lo libra de las dificultades, pero otras veces le permite pasar por ellas? ¿Quiénes son algunas de las personas que han tenido la mayor influencia en su vida, y qué es lo que más respeta de ellas? Nombre uno o dos de los mejores consejos piadosos que haya recibido. ¿Qué le permitió Dios hacer (o qué lo protegió de hacer) como resultado de saber y aplicar esto?
El conflicto entre los justos de la comunidad mesiánica (iglesia) y el Sanedrín se intensificó constantemente (vea el comentario sobre La Vida de Cristo, Ei – El Gran Sanedrín). Ante el creciente éxito, hay una mayor respuesta por parte de las autoridades judías. Al principio, el Consejo sólo escuchó, advirtió y liberó a Pedro y a Juan (vea Ar – Pedro y Juan se presentan ante el Sanedrín), pero ahora estaban listos para imponer la pena de muerte (5:33), y sus intenciones sanguinarias sólo fueron frustradas por el sabio consejo de un fariseo (5:34-39). Los apóstoles fueron nuevamente liberados, pero esta vez el Concilio los hizo azotar antes de soltarlos (5:40). El conflicto se intensificaría aún más con la lapidación de Esteban (6:8 a 8:2), y la consiguiente persecución de los judíos helenísticos, expulsándolos de Jerusalén (8:1).
El arresto: La segunda persecución de la comunidad mesiánica es nuevamente iniciada por los saduceos. Mientras que los fariseos lideraron la oposición a Yeshua en los evangelios, los saduceos fueron los principales oponentes de la iglesia primitiva (comunidad mesiánica).116 Caifás fue nombrado sumo sacerdote por los romanos y actuó como presidente del Sanedrín, pero su suegro Anás era el verdadero poder detrás de escena (vea el comentario sobre La vida de Cristo Li – Anás interroga a Jesús). Pero levantándose el sumo sacerdote, y todos los que estaban con él (de la secta de los saduceos), se llenaron de envidia, y echando mano a los apóstoles, los metieron en la cárcel pública (5:17-18). Caifás era el sumo sacerdote (kohen gadol), y se llenaron de envidia o celo religioso (griego: zelos). El liderazgo de Caifás se encontraba en un estado frágil, religiosa y políticamente, ya que también existía el peligro de que la agitación creada en la ciudad, hiciera que los romanos tomaran medidas. Obligados por la gravedad de la situación, encarcelaron a los apóstoles en una cárcel pública.
El encarcelamiento: Pero un ángel del Señor abrió de noche las puertas de la cárcel y sacándolos, dijo: Id, y puestos en pie en el templo, anunciad al pueblo todas las palabras de esta Vida (5:19-20). Quizás haya un poco de ironía aquí porque los saduceos no creían en los ángeles. Esta es la primera de varias intervenciones angelicales en el libro de los Hechos (8:26, 12:7-10 y 23). El mensaje que los apóstoles debían predicar era el evangelio que conduce a la Vida, la vida del Mesías resucitado (Filipenses 2:16; 1 Juan 1:1-4), precisamente lo que los saduceos negaban. Ellos no sólo fueron liberados, sino que fueron liberados con un propósito: Y al oírlo, entraron al amanecer en el templo, y enseñaban. Entonces se presentó el sumo sacerdote y los que estaban con él, y convocaron al Sanedrín, esto es, el Consejo Supremo de los hijos de Israel, y enviaron a la prisión para traerlos (5:21). Cuando la multitud se reunía para observar el sacrificio de la mañana, ellos comenzaron a enseñar. Obviamente los apóstoles no estaban preocupados por su seguridad ya que regresaron al mismo lugar donde ellos habían sido arrestados.117 Al mismo tiempo que Pedro y los apóstoles comenzaron a predicar en el pórtico de Salomón, entonces el Sanedrín comenzó a reunirse.
Ahora la escena cambia a la cámara del Consejo del Sanedrín que se había reunido para su sesión matutina. El primer punto de su agenda fue el interrogatorio de los apóstoles. Cuando llegaron, Caifás, el kohen gadol, y los que estaban con él, convocaron al Consejo Supremo de los hijos de Israel (Lucas le da al Sanedrín todo el peso de su título aquí). En la época de Herodes Agripa, la mayoría de los miembros del Sanedrín eran saduceos. Por lo tanto, tratando de suprimir el evangelio, el Sanedrín utilizaría dos criterios saduceos. Primero, los apóstoles proclamaban la resurrección del Mesías, lo que los saduceos negaban. Y, en segundo lugar, proclamaron que: “hay otro rey: Jesús (Yeshua)” (17:7b), “otro rey”, lo cual, de ser cierto (compárese con Juan 18:33-38), sería políticamente subversivo, además de destructivo de la acogedora relación de trabajo que tuvieron los saduceos con los ocupantes romanos.118
Enviaron a los guardias del templo a la prisión para traerlos. Pero cuando los alguaciles se presentaron, no los hallaron en la cárcel; y después de regresar, informaron, diciendo: Hemos hallado la prisión cerrada con toda seguridad, y a los carceleros de pie ante las puertas, pero cuando abrimos, no hallamos a nadie dentro (5:22-23). Los guardias regresaron apresuradamente con la humillante noticia, entonces, el Consejo se quedó atónito.
No es de extrañar que cuando oyeron estas palabras, tanto el jefe de la guardia del templo como los principales sacerdotes, se preguntaban en qué iría a parar esto (5:24). Finalmente vino alguien y les dijo: Mirad, los varones que pusisteis en la cárcel están en el templo enseñando al pueblo (5:25). El jefe de la guardia del templo (ó sagan), decidió que sería mejor que se ocupara personalmente de este asunto. Después de todo, este jefe era el segundo en rango después del propio Caifás y, en última instancia, el responsable del orden en los terrenos del Templo. Una circunstancia inusual como esta sería mejor no dejarla en manos de funcionarios menores.119 Entonces se fue con los oficiales y trajo a todos los apóstoles, pero no por la fuerza: Entonces el jefe de la guardia fue con los alguaciles y los condujo sin violencia, porque temían que el pueblo pudiera apedrearlos (5:26). Los miembros del Concilio estaban ansiosos por recurrir a las medidas más drásticas en el trato con los apóstoles, pero ellos tenían buena reputación entre el pueblo. Uno no debería pasar por alto la ironía de todo este fiasco y debería alabar a Dios, quien es más grande incluso que el máximo órgano legislativo del gobierno y que ya había planeado la protección de Sus apóstoles.
El interrogatorio: La escena vuelve a cambiar, esta vez a la Estoa Real, donde se reunía el Sanedrín. Esta segunda comparecencia ante el Concilio fue drásticamente diferente de la primera que solo involucró a dos apóstoles (vea Ar – Pedro y Juan ante el Sanedrín). Aquí, todos los apóstoles comparecieron ante el Consejo. Luego de conducirlos, los presentaron en el Sanedrín; y el sumo sacerdote los interrogó, diciendo: ¿No os mandamos estrictamente que no enseñarais en este nombre? He aquí, habéis llenado a Jerusalén de vuestra enseñanza, y queréis traer sobre nosotros la sangre de este hombre (5:27-28). La palabra presentaron proviene del griego: estesan. Éste era el procedimiento habitual, con los acusados de pie y los jueces sentados. Entonces Caifás, el kohen gadol, comenzó el interrogatorio aun negándose a decir el nombre de Yeshua. Esta vez se presentaron cargos formales.
Caifás exclamó: ¡Pero tú quieres traer sobre nosotros la sangre de este hombre! (5:28b) Este fue un cargo muy serio. Era una expresión para la acusación de asesinato y exigía la muerte (griego: diacherizo que significa matar con las propias manos) del culpable. Era como si Caifás estuviera diciendo: “Estás tratando de que nos maten por ser responsables de la muerte de este hombre“. Lejos de retroceder, Pedro intensificó su acusación. Anteriormente había dicho que las autoridades judías eran responsables de la muerte de Yeshua (2:23-24 y 36, 3:13-15, 4:8-12, 7:51-53, 13:27-29, 23:6-9, 24:1 y versículos 29ss). Ahora insistió en que eran tan culpables como si lo hubieran matado con sus propias manos. 120
Lo que los dirigentes judíos negaban, era exactamente lo que alguna vez ellos afirmaron. Viendo Pilato que nada se lograba, sino que más bien se estaba formando un alboroto, tomó agua y se lavó las manos delante del gentío, diciendo: ¡Inocente soy de la sangre de éste! ¡Allá vosotros! Y todo el pueblo respondió y dijo: ¡Su sangre sea sobre nosotros y sobre nuestros descendientes! (Mateo 27:24-25). Caifás y los otros saduceos entendieron claramente el punto. Yeshua era realmente el Mesías y ellos eran culpables de derramar Su sangre. A medida que avanzaba el interrogatorio, de repente las cosas cambiaron: los apóstoles se convirtieron en jueces y el Concilio en acusados. 121
La respuesta: Sin embargo, Pedro no estaba tratando de matar al Consejo, sino de salvarlos. Como en el primer juicio, su respuesta fue más un testimonio que una defensa. Pedro y los apóstoles recordaron a Caifás y al Sanedrín que continuarían predicando en el nombre de Jesús. Antes, en el capítulo 4, Pedro y Juan, les dijeron: Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios; porque nosotros no podemos callar lo que hemos visto y oído (4:19-20). Y el Sanedrín debería haberse dado cuenta de que cuando los apóstoles fueron liberados por primera vez, no tuvieron otra opción que continuar predicando en el nombre de Yeshua. Ahora Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres (5:29). Era una necesidad moral desobedecer las órdenes del Sanedrín porque sus órdenes violaban un principio eterno. Los creyentes deben estar sujetos a las autoridades gobernantes (Romanos 13:1-7; Primera de Pedro 2:13-17), pero cuando el gobierno civil nos pide que violemos las claras enseñanzas de las Escrituras, la obligación del creyente es la desobediencia, porque somos responsables ante una autoridad superior.
Pedro y los apóstoles no negaron los cargos; de hecho, se esforzaron por afirmar los cargos en su propia contra: El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien vosotros matasteis colgándolo en un madero. A éste exaltó Dios con su diestra como Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados (5:30-31). Entonces Pedro acusa al Sanedrín de asesinar al Mesías, y de asesinarlo de la peor manera, colgado de un árbol, literalmente la palabra griega para madera (Deuteronomio 21:22-23; Gálatas 3:13). Pero en contraste con asesinarlo, ADONAI lo levantó. Aquí Pedro ofreció la salvación a las mismas personas que habían crucificado a Jesús; los apóstoles aprovecharon la oportunidad brindada en el tribunal para predicar el evangelio a sus mismos acusadores y jueces.122 Para saber más acerca del arrepentimiento de Israel y perdón de pecados, vea el comentario sobre Apocalipsis Ev – La base para la Segunda Venida de Jesucristo. Vea también la acusación en Hechos 3:14-15. Como Salvador en Salmo 27:1; 26:1 LXX.
Y nosotros somos testigos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen (5:32). Esas fueron palabras duras para los gobernantes de Israel, y ellos respondieron en consecuencia.
Sólo hay tres respuestas posibles a la predicación convincente: hostilidad violenta, indecisión tolerante o aceptación salvadora. Este pasaje los ilustra a todos.
Hostilidad violenta: Los líderes judíos no estaban en lo más mínimo interesados en ese llamado. Pero ellos al oír esto, fueron cortados hasta el corazón y estaban por tomar el acuerdo de matarlos (5:33); cortados hasta el corazón, del griego: dieprionto, que significa aserrado en dos. Cuando Pedro dijo estas mismas palabras a los judíos en Shavuot el resultado fue la convicción (vea An – Pedro habla a la multitud de Shavuot). Pero aquí, el resultado fue la ira, ellos estaban tan enojados que querían matarlos, tal como habían hecho con Jesús, sin seguir sus propias reglas (vea el comentario sobre La Vida de Cristo Lh – Las Leyes del Gran Sanedrín sobre los Juicios). Pero había un problema. La desobediencia a una orden del Sanedrín no exigía la pena de muerte. Ellos se estaban convirtiendo en una turba, como veremos en la lapidación de Esteban en el Capítulo 7. Pero donde nadie intercedería por Esteban; sin embargo, los apóstoles encontraron ayuda de una fuente inusual.
Indecisión tolerante: Entonces se levantó en el Sanedrín cierto fariseo de nombre Gamaliel, maestro de la ley, respetado por todo el pueblo, y mandó sacar fuera a los hombres por un momento (5:34). Este fariseo llamado Gamaliel era maestro de la Ley, del griego: nomo didaskalos, que significa experto en la Torá y que daba opiniones teológicas expertas e interpretaba la Torá de acuerdo con la Ley Oral. Eran estos expertos de la Torá con quienes Yeshua estaba interactuando cuando tenía doce años. En los escritos judíos se le llama Rabban (nuestro maestro), que es un título más alto que el de rabino (mi maestro). Él era discípulo y nieto del rabino Hillel (o Hilel), y en aquella época Gamaliel era el líder de la escuela de Hillel (más liberal), en oposición a la escuela de Shamai (más conservadora). En la historia del judaísmo, sólo siete rabinos han tenido el título de Rabán, y Gamaliel fue el primero de estos siete. Él fue el maestro de Saulo (22:3). Históricamente, mientras estuvo a cargo hubo un gran respeto por la Torá, pero las cosas cambiaron cuando él murió. Los rabinos enseñan que desde que murió Rabban el mayor, no ha habido más reverencia por la Torá. Gamaliel respetado en el Sanedrín, se hizo cargo del interrogatorio de Pedro. Obviamente tenía autoridad suficiente para ordenar a los apóstoles que salieran de la cámara por un momento (5:34), especialmente porque los fariseos estaban en minoría en el Concilio.
Luego Gamaliel se dirigió al Sanedrín y les dijo: Varones israelitas, mirad por vosotros qué vais a hacer a estos hombres (5:34). Luego expone su caso: Porque antes de estos días se levantó Teudas, diciendo que era alguien; al cual se unió un número como de cuatrocientos hombres; pero fue muerto, y todos los que le obedecían fueron dispersados y reducidos a nada (5:35). Tengan cuidado y no tomen ninguna acción precipitada. Pero ¿cuál fue su motivo para intervenir? Los fariseos eran los principales líderes en la oposición contra el Mesías, y aunque en ese momento eran la principal oposición a los apóstoles, los fariseos sólo se unirían a ellos en su oposición a Esteban. Pero llegados a este punto, los fariseos, liderados por Gamaliel, avanzaban más lentamente. Además, los saduceos instigaron esta acción contra los apóstoles principalmente porque ellos estaban enojados por la predicación de la resurrección, que afirmaban los fariseos. Por lo tanto, los fariseos, aunque pocos en número, no estaban dispuestos a unirse a los saduceos debido a un tema en el que ya no estaban de acuerdo. Por último, pero no menos importante, Gamaliel era fariseo y no estaba dispuesto a dejar que los saduceos lideraran en este tema, ni él iba a seguir su ejemplo.
Para exponer su punto, Gamaliel citó dos ejemplos de pretendientes mesiánicos en la historia judía reciente: el de Teudas, y después de éste, se levantó Judas el galileo, en los días del censo, e incitó al pueblo tras sí. También él pereció, y todos los que le obedecían fueron dispersados (5:37), el censo de César Augusto (vea el comentario sobre La vida de Cristo Aq – El Nacimiento de Jesús). Durante el primer siglo, hubo no menos de diez pretendientes mesiánicos. Estos pretendientes judíos reunieron un gran número de seguidores con promesas de redención y liberación física. Siguieron decepción, tristeza y, a veces, la destrucción total. Gamaliel dio su consejo, habiendo dado esas dos razones para actuar con cautela.
Fuera de los registros del Nuevo Pacto aprendemos de Simón del Jordán Oriental, quien se coronó rey. Quemó la casa real en Jericó y las casas de los ricos, antes de morir en combate. Otro pretendiente mesiánico, “el beduino hacedor de maravillas”, prometió libertad al pueblo si lo seguían al desierto, pero él también fue asesinado.
Uno de los pretendientes más destacados surgió en el año 132 dC, con la misión de derrocar el yugo romano y recuperar la soberanía de Israel sobre la tierra perdida ante los romanos en el 70 dC. Los motivos de la revuelta se centraron en el edicto romano que prohibía la circuncisión, la construcción de una nueva ciudad sobre las ruinas de Jerusalén, llamada Aelia Capitolina y la erección del templo de Júpiter en el Monte del Templo. Akiba, el líder rabínico más destacado de la época, apodó a Bar Kojba el Mesías. Bar Kojba significa “hijo de una estrella” y algunos lo vieron proféticamente en Números 24:17: “Una estrella saldrá de Jacob; un cetro se levantará de Israel”. Sin embargo, su verdadero nombre parecía ser Bar Kosiba, que significa “hijo de un mentiroso”. Bar Kojba era un hombre físicamente fuerte que se volvió arrogante en su intento de derrocar el yugo romano y recuperar la tierra. En el campo de batalla supuestamente oró: “Por favor, ayuden a nuestros enemigos. En cuanto a nosotros, no necesitamos ninguna ayuda”. Tuvo cierto éxito durante unos tres años; e incluso se acuñaron monedas en dos de esos años que caracterizaban a la tierra como Israel independiente. Pero Bar Kojba finalmente fue derrotado en Betar; él y unos 580.000 judíos fueron asesinados por los romanos durante el levantamiento. Muchos otros fueron tomados como esclavos y enviados a Roma. El rabino Akiva fue capturado y encarcelado durante dos años antes de ser martirizado. Cuando se le preguntó por qué su rostro estaba tan brillante mientras caminaba hacia su destino inevitable, dijo: “¿Por qué no debería regocijarme? Estoy a punto de ver al Rey”. Con la Shemá en sus labios falleció.
Todos estos pretendientes fracasaron y, sin embargo, la mayor parte de los judíos desecharon al auténtico Mesías Yeshua, quien vino predicando el amor y la misericordia y buscó establecer el Reino a través de medidas espirituales y no violentas. Sus apóstoles trastornaron el mundo mediante su testimonio. Fue necesario un erudito rabino judío, Gamaliel, mentor de Pablo, quien, respecto a los apóstoles de Yeshua, dijo: Y ahora os digo: Apartaos de estos hombres y dejadlos, porque si este plan o esta obra es de los hombres, se desvanecerá. Pero si es de Dios, no podréis destruirlos; no sea que hasta seáis hallados luchando contra Dios. Y fueron persuadidos por él (5:38-39). Gamaliel simplemente expresó un sólido principio rabínico: “Cualquier reunión que sea por el bien del Cielo al final será establecida, pero cualquiera que no sea por el bien del Cielo al final no será establecida (M. Abot 4:11). Algunos se han preguntado cómo pudo Lucas saber lo que se decía dentro de los muros del Consejo. Pero hubo quienes se hicieron creyentes entre ellos ese día. Nicodemo (Juan 7:50-52, 19:38-42), José de Arimatea (Mateo 27:57-60), y para que no lo olvidemos, el alumno estrella de Gamaliel, Saulo de Tarso (22:3), estuvo presente en esta ocasión o escuchó un relato detallado del propio Gamaliel más tarde. Lucas, entonces, pudo haber obtenido la información de Pablo.123
El Espíritu Santo aquí no está haciendo una declaración teológica de la verdad, sino simplemente citando lo que dijo Gamaliel en ese momento. Era simplemente su opinión, y era una opinión equivocada. Hay religiones que han perdurado, como el mormonismo, los testigos de Jehová, el hinduismo, el budismo y la ciencia cristiana, ninguna de las cuales es de Dios, pero mira cuánto han durado. Gamaliel se equivocó y no debemos seguir su consejo.
Yeshua dejó en claro que es imposible ser neutral acerca de Él y Su mensaje: El que no está conmigo, contra Mí está, y el que conmigo no recoge, desparrama (Mateo 18:30). Además, los miembros del Consejo conocían las palabras de Elías: “¿Hasta cuándo vacilaréis entre dos opiniones” (Primera de Reyes 18:21)? Hay ocasiones en las que ser neutral significa tomar una decisión pasiva (y quizás cobarde) de rechazar la oferta de vida eterna del Mesías (vea el comentario sobre La Vida de Cristo Ms – La Seguridad Eterna del Creyente). Es significativo que el primer grupo nombrado entre los que serán arrojados sean los cobardes: Pero los cobardes, incrédulos, abominables, asesinos, inmorales, hechiceros, idólatras y todos los mentirosos tendrán su herencia en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda (Apocalipsis 21:8).124
Sin embargo, el Gran Sanedrín estuvo de acuerdo con el consejo de Gamaliel de ir despacio y no matar a los apóstoles como querían hacer los saduceos. Luego llamaron a los apóstoles y los hicieron azotar (Deuteronomio 25:2-3). Los sabios redujeron el número de azotes de 40 cuarenta a 39 treinta y nueve como medida contra el exceso de cuarenta por error, e instituyeron un examen físico para verificar que la persona no moriría ni siquiera con ese número (Marcos 3:10-11).125 En consecuencia, la flagelación no fue un asunto trivial. Estaba destinado a ser una lección seria para los delincuentes. Esta fue la primera vez que los apóstoles sufrieron físicamente por su fe y no sería la última. No estaban ellos dispuesto a dar el paso radical de entregar a los apóstoles a los romanos. El Sanedrín: llamando a los apóstoles, los azotaron y les ordenaron que no hablaran en el nombre de Jesús, y los soltaron (5:40). Pero cualesquiera que sean los azotes o el trato vergonzoso que les dio el Gran Sanedrín, no sirvió de nada. ¡Los apóstoles no dejaron de predicar ni un momento (y nosotros tampoco deberíamos)!
Aceptación de salvación: Desde la perspectiva de los apóstoles, el hecho de que estuvieran siendo perseguidos era prueba de que estaban sirviendo a Dios. Salieron ellos pues de la presencia del Sanedrín, regocijándose porque habían sido tenidos por dignos de padecer afrenta por causa del nombre. Y cada día, en el templo y de casa en casa, no cesaban de enseñar y proclamar que Jesús es el Mesías (5:41-42); vea Mateo 5:10-12; Lucas 6:22-23. En Filipenses 2:9-11 dice: Por lo cual Dios también lo exaltó hasta lo sumo, y le dio el nombre que es sobre todo nombre; para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra, y toda lengua confiese que Jesús el Mesías es el Señor para gloria de Dios Padre.
El gran predicador Charles Spurgeon (1834-1892) habló de esta clase de corazón valiente: “Ahora, exhorto a cada cristiano aquí a hablar con valentía en el nombre de Cristo, según tenga la oportunidad; y sobre todo cuidar esta tendencia de nuestra carne a tener miedo; lo que lleva prácticamente a sacarnos del apuro fácilmente y a salvarnos de problemas. Pero no temáis: sed valientes por Cristo. Vive valientemente por Aquel que murió con tanto amor por ti”.126
Señor, Tu Palabra dice: …pero el conocimiento envanece, en tanto que el amor edifica. Si alguno se imagina que sabe algo, aún no lo sabe como debe saberlo. Pero si alguno ama a Dios, ha sido conocido por Él (Primera Corintios 8:1b-3). Que no justifique Tu Palabra para aprender cosas y acumular conocimientos, sino para conocerte y aumentar mi amor por Ti. Quiero el beneficio completo de lo que Tu Palabra puede enseñarme. Que nada –que nada– se desperdicie.127
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