Las calificaciones del Mesías como nuestro Gran Sumo Sacerdote
5: 5-10
Las calificaciones del Mesías como nuestro gran Sumo Sacerdote ESCUDRIÑAR: ¿Qué dos cualidades del Mesías permiten la comparación con Melquisedec (versículos 6-10 y Capítulo 7)? ¿Cuál es el significado de la plena humanidad de nuestro Señor? ¿Su impecabilidad? ¿Cómo se relaciona eso con la salvación de usted? Lea el Salmo 110 y compárelo con este pasaje. ¿Cómo este describe a Jesús Cristo?
REFLEXIONAR: ¿De qué maneras interactúa usted con el Mesías como su Gran Sumo Sacerdote? ¿En qué área de su vida necesita la misericordia y la gracia que solo se pueden encontrar cuando se acerca con valentía al trono de la gracia? (4:16) Piense en un momento en el que se haya sentido separado y distante del SEÑOR. Describa cómo cree que fue para Jesucristo estar separado de Dios el Padre y Dios el Espíritu Santo en la cruz por primera vez en toda la eternidad. ¿Qué elemento del sacrificio del Mesías como su Gran Sumo Sacerdote le toca más?
En esta sección, el autor muestra que Yeshua (Jesús)cumple los cuatro requisitos necesarios para el sacerdocio (haga clic y vea el enlace Ax – Requisitos para el Sumo Sacerdote), pero el autor no trata con ellos en el mismo orden.
El Sumo Sacerdote debe ser nombrado por Dios: Así también el Mesías no se glorificó a sí mismo haciéndose Sumo Sacerdote, sino el que le dijo: Mi Hijo eres Tú, Yo te he engendrado hoy (Hebreos 5:5 citando el Salmo 2:7). Sumo Sacerdote en hebreo es Cohen Rosh Gadol, y también, como Aarón, fue nombrado por Dios. El escritor cita el Salmo 2:7 para mostrar que el sacerdocio de Cristo está relacionado con Su resurrección. Sólo el Hijo de Dios podía servir en el tipo de sacerdocio que el autor describirá más adelante. Como también dice en otro lugar: Tú eres sacerdote para siempre, Según el orden de Melquisedec (Hebreos 5:6 citando el Salmo 110:4). Esto muestra el nombramiento divino; Jesús no solo fue declarado divinamente como el Hijo de Dios en el Salmo 27, sino que también fue designado divinamente para sacerdocio. No es el sacerdocio levítico, sino que se compara con Melquisedec en el Salmo 110:4.
Melquisedec será tratado en mayor detalle más adelante, pero aquí es necesario unas breves palabras (vea Bd – El Sacerdocio de Melquisedec). Él era un rey-sacerdote que vivió en la época de Abraham, y cuya ascendencia es completamente desconocida. Él era rey de Salem (el antiguo nombre de Jerusalén) y fue un sacerdote del Altísimo Dios (vea el comentario sobre Génesis Ed – Melquisedec: Rey de Salem y un sacerdote del altísimo Dios). Él vivió muchos siglos antes de que se estableciera el orden de Aarón y permanece sacerdote para siempre (7:3b), a diferencia del orden de Aarón, el cual comenzó en la época de Moisés y terminó en el 70 dC, cuando el Templo fue destruido. El sacerdocio de Melquisedec, por lo tanto, era superior al de Aarón en dos formas. En primer lugar, Melquisedec fue un rey, mientras que Aarón no, y en segundo lugar, su sacerdocio dura para siempre, mientras que el de Aarón fue temporal. En el análisis final, entonces, el sacerdocio de Melquisedec es una mejor imagen del Mesías que incluso el sacerdocio de Aarón.131
El Sumo Sacerdote debe ser humano: Yeshua era humano y todo sacerdote tenía que ser humano. Quien, en los días de su carne, habiendo ofrecido ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que podía rescatarlo de la muerte, fue oído a causa de su sumisión (5:7). En Juan 1:14a dice el Logos se hizo carne, y tabernaculizó entre nosotros, (Logos es El Verbo o La Palabra según la versión). Estas peticiones tienen un sentido de gran urgencia, lágrimas y clamor (vea el comentario sobre La vida de Cristo Lb – El Jardín de Getsemaní). Él clamó a Aquel que tenía el poder de liberarlo de la muerte espiritual cuando se convirtió en pecado en nuestro nombre, y sacarlo a Él de la muerte espiritual a una nueva vida (vea el comentario sobre La vida de Cristo Lv – Jesús las Segundas Tres Horas en la Cruz: La Ira de Dios). Se cree, y con buena razón, que nuestro Señor pronunció la totalidad del Salmo 22 mientras colgaba de la cruz. Él fue oído a causa de su sumisión (5:7b). La palabra sumisión en griego es eulabeia. El verbo de las mismas raíces significa para actuar con cautela, con cuidado, con temor reverente. La imagen del verbo en la palabra es la de una acción cautelosa, un manejo cuidadoso y respetuoso. Por tanto, habla de un Cristo piadoso, devoto y reverente, que en su oración tiene en cuenta todas las cosas, no sólo su propio deseo, sino también la voluntad del Padre.132 Sus oraciones y peticiones en Getsemaní y en la cruz fueron respondidas por Su reverente temor al Padre.
El Sumo Sacerdote debe ser compasivo y comprensivo: Él era compasivo y humano. Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia (5:8). Él aprendió a ser compasivo por el aprendizaje de la obediencia, porque también sufrió. Incluso aunque Él era el Hijo de Dios, a Él no se le dio ningún privilegio en las dificultades y el dolor y la muerte en la cruz. La expresión: aprendió la obediencia, no quiere decir que Cristo desobedeció; significa que Yeshua aprendió lo que la obediencia le costó a Él. A Él le costó sufrimiento: y hallándose en la condición de hombre, se humilló a sí mismo al hacerse obediente hasta la muerte, y muerte de cruz (Filipenses 2:8). Para Él, el oficio de sacerdote significaba sufrimiento y muerte.133 Este es el tipo de Sumo Sacerdote que necesitamos, uno que sepa y comprenda por lo que estamos pasando.
Dado que Dios tiene la intención de hacer que usted sea como Jesús, lo llevará a través de algunas de las mismas experiencias por las que pasó Cristo. Eso incluye soledad, tentación, estrés, críticas, rechazo y muchos otros problemas. La Biblia dice que Yeshua (Jesús) aprendió la obediencia (5:8b) y habiendo sido perfeccionado, vino a ser Autor de eterna salvación para todos los que le obedecen (5:9). ¿Por qué ADONAI nos eximiría de lo que Él permitió que Su propio Hijo experimentara? El apóstol Pablo (rabino Saulo) dijo: Y si hijos, también herederos: por una parte, herederos de Dios, y por la otra, coherederos con el Mesías, ya que juntamente padecemos para que juntamente seamos glorificados (Romanos 8:17).134
El sumo Sacerdote debe ofrecer ofrendas y sacrificios por los pecados: el Mesías cumple la función de su orden sacerdotal. Y habiendo sido perfeccionado, vino a ser Autor de eterna salvación para todos los que le obedecen (5:9). La palabra griega para perfecto, teleioo, significa la finalización de un proceso o meta. Los sufrimientos de Cristo se completaron en la cruz. Teleioo tiene la misma raíz, teleo, como la palabra que usa en la cruz, teteo: …consumado es (Juan 19:30). La cruz marcó el final de Sus sufrimientos por el pecado, y por lo tanto, Él podía clamar: consumado es. El autor repite un punto anterior: Porque convenía a Aquél por cuya causa son todas las cosas, y por medio del cual todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar a muchos hijos a la gloria, perfeccionara por medio de padecimientos al Autor de la salvación de ellos (2:10). Nuestro Señor fue el Autor de la eterna salvación para todos los que le obedecen a Él. Pero esta obediencia no es por las obras, es por la fe (Juan 6:29; Hechos 6:7; Romanos 1:5; Efesios 2:8-9).135
Jesús fue proclamado por Dios en un orden sacerdotal específico: Sumo Sacerdote según el orden de Melquisedec (5:10 citando el Salmo 110:4). Por su muerte, Jesús (Yeshua), es la fuente de eterna salvación; un Sumo Sacerdote para siempre. Todos los sacerdotes de todos los tiempos no podían proporcionar salvación eterna (vea el comentario sobre La Vida de Cristo Ms – La Eterna Seguridad del Creyente). Ellos podían solamente proporcionar una cubierta momentánea de pecados. Pero por un solo acto, una ofrenda, un sacrificio, Jesús Cristo perfeccionó para siempre a los que son Suyos. El Sumo Sacerdote perfecto perfecciona a los que aceptan Su sacrificio perfecto y le obedecen.136
Es difícil resistirse a las cuatro calificaciones que Jesús presenta aquí. Nosotros debemos concluir con el escritor de Hebreos que Yeshúa el Mesías, el Gran Sumo Sacerdote, es superior a Aarón. Sería una tontería que alguien regresara al sistema de sacrificio levítico inferior y momentáneo, cuando podría disfrutar del sacrificio superior y eterno del Mesías para siempre. Pero triste y trágicamente, la mayoría no cree y eso es exactamente lo que vemos en la comunidad mesiánica del primer siglo a la que se dirigía el escritor, como veremos a continuación.
Gracias, Jesús, misericordioso y eterno Gran Sumo Sacerdote, por dar Tu vida por mí. Gracias a Ti por abrir el camino al Padre a través de Tu santo y perfecto sacrificio.137
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