Al único Dios nuestro Salvador sea la gloria,
la majestad, el dominio y el poder
Judas 25
Al único Dios nuestro Salvador sea la gloria, la majestad, el dominio y el poder ESCUDRIÑAR: ¿En qué sentido estaba Jesucristo antes de todos los tiempos? ¿Quién es nuestro Salvador? ¿A través de quién? ¿Cómo es la majestad de Dios? ¿En qué enfatiza el poder de Dios? ¿Cómo tiene Él la autoridad para llevar a cabo lo que Él decreta?
REFLEXIONAR: Cuando el mundo (Primera de Juan 2:15-17) se agolpa a su alrededor, y los planes de Satanás a veces parecen abrumadores en su vida, ¿cómo la Palabra de Dios en general y el mensaje de Judas en particular le dan esperanza? ¿Qué significa el hecho de que Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre y qué significa para usted personalmente?
Al único Dios, nuestro Salvador, sea la gloria, la majestad, el dominio y el poder, por medio de Jesús el Mesías, nuestro Señor, desde antes de todos los siglos, ahora y por todos los siglos, amén.
¿Por qué habla Judas del único Dios, nuestro Salvador… por medio de Jesús el Mesías? Aquí, él enfatiza por última vez la gran verdad negada por la apostasía: el hecho de que Dios es el Salvador solamente para aquellos quienes vienen a Él por medio de Jesús el Mesías. Nadie viene al Padre sino por mí [el Hijo] (Juan 14:6b). Cualquiera que piense que creer en Dios significa que está eternamente salvo sin la cruz del Mesías está tristemente equivocado. Al único Dios, nuestro Salvador…por medio de Jesús el Mesias. Incalculables millones pueden expresar su creencia en un solo Dios, y ellos pueden parecer muy sinceros. Pero ellos están sinceramente equivocados. Ellos no pueden reclamarlo a Él como Salvador porque niegan a Su Hijo. Pues hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres: Jesús el hombre, el Mesías (Primera a Timoteo 2:5). Judas aclara perfectamente este punto en la decimoquinta terna.
Primero, al único Dios, nuestro Salvador (Judas 25a). Esta es una declaración en contra del politeísmo de esos días; no hay muchos dioses, solamente hay un Dios: el Dios de la Biblia (vea el comentario en Éxodo Dk – Usted no tendrá otros dioses delante de mí). Él únicamente es Salvador, así que no hay salvación aparte desde Él. Desde la perspectiva del TaNaJ, Dios es el único Salvador. En Isaías 45:15 dice: ¡En verdad Tú eres el Dios encubierto, El Dios de Israel, el Salvador! En el Nuevo Pacto (Brit Hadashah), la palabra es usada ocho veces para Dios el Padre y dieciséis veces para el Hijo, indicando que Jesús es Dios ya que solamente Dios puede salvar: Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres… por medio de Jesús el Mesías, nuestro Salvador (Tito 3:4a y 6b).
Al decir que ADONAI es el único Dios, Judas no contrarrestó ninguna forma de gnosticismo. Él simplemente compartió la cosmovisión judía común de que solo hay un Dios, sobre el politeísmo del mundo gentil.131 La cual mostrará a su debido tiempo el Bienaventurado y único Soberano, el Rey de los que reinan y Señor de los que gobiernan, el Único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible, a quien ningún hombre vio ni puede ver. A Él sea honor y dominio eterno, amén (Primera a Timoteo 6:15-16). A la negación por parte de los falsos maestros de la doctrina de la total depravación, y su rechazo del sacrificio sustitutivo del Mesías en la cruz, Judas dice: al único Dios, nuestro Salvador. Adonai nos salva de nuestros pecados solo a través de la sangre de Su Hijo. Con gozo dando gracias al Padre que os hizo aptos para participar de la herencia de los santos en la luz; quien nos rescató de la potestad de las tinieblas, y nos trasladó al reino del Hijo de su amor, en quien tenemos la redención, el perdón de los pecados (Colosenses 1:12-14).
Segundo, sea la gloria, la majestad, el dominio y el poder (Judas 25b). Dios es la gloria, que es una referencia a la gloria Shekinah, la única gloria pertenece solo a ADONAI. Eso enfatiza al SEÑOR en toda Su plenitud y brillo. Esta es la misma gloria Shekinah que llenó el Tabernáculo en el desierto (Éxodo 40:34), y el templo de Salomón (Segunda Crónicas 5:14). Cuando el Logos se hizo carne, y tabernaculizó entre nosotros, y contemplamos su gloria (gloria como del Unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad (Juan 1:14) allí la gloria de Dios estaba visible en un sentido diferente. Durante el Estado Eterno (haga clic en el enlace y vea el comentario de Apocalipsis Fs – La Nueva Jerusalén Eterna) el Tabernáculo de Dios, Yeshua el Mesías, finalmente morará con Su pueblo (21:3), y Su gloria Shekinah iluminará la Nueva Jerusalén para siempre jamás (haga clic en el enlace y vea el comentario de Apocalipsis Fu – La Nueva Jerusalén tenía un Gran Muro Alto con Doce Puertas).
Dios es majestuoso, lo que señala Su grandeza y cuán digno es Él de honor dada Su exaltada posición. Moisés nos dice a nosotros: Porque he de proclamar el nombre de YHVH. ¡Atribuid la grandeza a nuestro Dios! (Deuteronomio 32:3; además vea Primera de Crónicas 29:11; Salmo 144:3 y 6 150:2; Daniel 2:20). Esto enfatiza la grandeza de ADONAI y declara que Él es el Dios real. Cuando Cristo regrese, Él llevará la vestidura y en su muslo tiene un nombre escrito: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES (Apocalipsis 19:16).
Dios es poder, lo cual enfatiza Su gobierno. El término majestad enfatiza al SEÑOR como el REY de reyes, pero la palabra poder enfatiza a Dios como SEÑOR de señores. Él gobierna sobre toda Su creación y todo está bajo Su control. Nada sucede fuera de Su control. Muchas cosas ocurren por Su directa voluntad. Muchas otras cosas ocurren simplemente por Su voluntad permisiva. Sin embargo, pase lo que pase, ya sea por Su voluntad directiva o Su voluntad permisiva, está dentro de Su control. Él nunca pierde el control.132 Él es quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder (Hebreos 1:3b).
Los apóstatas convirtieron la gracia de Dios en lujuria, y negaron al único Maestro y Señor, Jesucristo, el mismo cuya absoluta soberanía se expresa en Su poder.
Dios es autoridad. Él tiene la autoridad (exousia) para traer a la realidad a la existencia y para llevar a cabo lo que Él decreta. Eso apunta a Su omnipotencia. Nuestro Seño r Jesús dijo a Sus discípulos justo antes Su de ascensión: Toda potestad (exousia) me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo (Mateo 28:18-19). Las Escrituras dejan claro esto Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también dio al Hijo tener vida en sí mismo. Y le dio autoridad (exousia) para hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre (Juan 5:26-27). El Señor tendrá la autoridad absoluta (exousia) para gobernar y reinar durante el Reino mesiánico: Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: ¡Ahora han venido la salvación y el poder y el reino de nuestro Dios, y la soberanía (exousia) de su Ungido, porque fue arrojado el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba día y noche delante de nuestro Dios! (Apocalipsis 12:10).
Los impostores no le temían a Él y continuaban burlándose y rechazando la verdad. Los castigaste, pero no se dolieron, Los consumiste, pero se negaron a recibir corrección. Endurecieron sus rostros más que la roca, Rehúsan volverse a ti (Jeremías 5:3b). Sin embargo, sus negaciones burlonas del Señor Jesucristo finalmente los enfrentarán cara a cara con Él: Y cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los ángeles con Él, entonces se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante de Él todas las naciones (Mateo 25:31-32a).
Tercero, por medio de Jesús el Mesías, nuestro Señor (Judas 25c). Él es el medio de salvación; solamente mediante Él nosotros somos salvos. Esto enfatiza que Cristo es el único medio de salvación, y condena a los falsos maestros que lo negaban. Los apóstatas estaban negando al Maestro quien los compró; ellos negaban tanto Su persona y Su obra en la cruz, y esta declaración refuta sus mentiras. La fuerza de las palabras por medio de Jesús el Mesías, nuestro Señor está dirigida en contra de aquellos que rechazan el señorío soberano de Cristo con sus negaciones de Su preexistencia, deidad y resurrección corporal. Un día en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra, y toda lengua confiese que Jesús el Mesías es el Señor para gloria de Dios Padre (Filipenses 2:10-11).133
Desde antes de todos los siglos, ahora y por todos los siglos, amén (Judas 25d). Él es el Dios de eternidad. En cuanto al pasado, ADONAI es antes de todos los tiempos. Él siempre ha existido. En cuanto al presente, Él existe ahora. Él todavía ejerce el control, sobre el futuro, y ¡para siempre! Él siempre existirá por toda la eternidad futura. La carta a los Hebreos lo expresó de esta manera: Jesús el Mesías es el mismo, ayer, y hoy, y por los siglos (Hebreos 13:8).
Entonces, terminamos con la gran y reconfortante certeza de que cuando todo está dicho y hecho, hay un Dios cuyo nombre es Salvador. Nosotros tenemos la jubilosa certeza que en este mundo vivimos en el amor del SEÑOR, y en el siguiente mundo vamos a ese amor.134 Amén, lo que significa en hebreo, que así sea ¡Amén!
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