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Esa noche el rey no pudo dormir
6: 1-14

Esa noche el rey no pudo dormir ESCUDRIÑAR: ¡Abundan las ironías! ¿Qué ruido podría mantener al rey despierto esa noche (5:14)? ¿Qué hizo él cuando no pudo dormir? ¿Qué otras ironías ve en la identidad oculta? ¿y en las vestiduras? ¿En el consejo de los amigos? ¿Dónde ve usted la mano de Dios en todo esto?

REFLEXIONAR: ¿Qué lecciones espirituales se pueden aprender cuando contrastamos el orgullo y el odio de Amán con la mansedumbre y la lealtad de Mardoqueo? Cuando usted no obtiene crédito por una “buena acción”, ¿cómo se siente al respecto? ¿Qué reconocimiento o recompensas le importan más? ¿Cómo se protege contra la naturaleza mentirosa y destructiva del orgullo en su vida?

Ester, la anfitriona, ha estado dirigiendo el desarrollo durante su cena, pero ahora el autor nos permite ver lo que le sucede a cada uno de los invitados inmediatamente después. 75

Aquella noche el sueño huyó del rey, y ordenó que trajeran el rollo de las crónicas, el cual fue leído delante del rey (6:1). Esta es posiblemente la escena más irónica y cómica en toda la Biblia.76 Aquella noche del primer banquete el sueño huyó del rey. El ruido de Amán alzando su poste de la muerte aparentemente lo mantenía despierto. Así que ordenó que trajeran el rollo de las crónicas, el cual fue leído delante del rey. El verbo hebreo es más que un simple tiempo pasado, y sería mejor interpretarlo, y siguieron leyéndolo. Se asentó en el registro oficial de las reuniones de reyes persas. A partir de este documento oficial, el rey haría una lista de aquellos que serían recompensados ​​por su fidelidad.

Y se halló escrito que Mardoqueo había denunciado a Bigtán y Teres, dos eunucos del rey, de los guardianes del palacio, que habían proyectado poner mano en el rey Asuero (6:2). Dios incluso tenía el control del material de lectura seleccionado por Asuero. Cualquier parte de las crónicas podría haber sido leída, pero el libro se abrió en el relato donde figura cómo Mardoqueo frustró la conspiración de asesinato contra el rey por sus guardaespaldas reales. ¡Providencia! Si esto no hubiera sucedido, toda la historia podría haber sido una tragedia en lugar de una comedia, y los judíos habrían sido destruidos.

Efectivamente, el rey leyó acerca de la lealtad de Mardoqueo cinco años antes y decidió recompensarlo. ¿Qué honor o distinción se concedió a Mardoqueo por esto? Y los ministros servidores del rey respondieron: Nada se ha hecho por él. (6:3). Asuero estaba mortificado porque nada se había hecho. El hecho de que Mardoqueo no dijo una palabra y continuó sirviendo fielmente al rey hablaba mucho de su carácter. Era importante para los reyes persas recompensar públicamente a las personas como un medio de promover la lealtad en esos tiempos peligrosos. El registro de la lealtad de Mardoqueo “simplemente sucede” para llamar la atención del rey en el mismo instante en que Amán “casualmente” está tramando su muerte.

Muy temprano esa mañana el patio exterior estaba vacío excepto por un visitante solitario y los guardias del rey. Amán había estado trabajando toda la noche supervisando personalmente el levantamiento de “su poste” de la muerte. Para asegurarse de que él fuera el primero en ver al rey a la mañana siguiente, llegó antes de lo habitual. Incluso una persona tan importante como Amán podría verse frustrada por una larga lista de citas, por lo que él quería ser el primero en la fila. Entonces dijo el rey: ¿Quién está en el patio? (Y Amán estaba entrando en el patio exterior de la casa del rey para proponer al rey que hiciera colgar a Mardoqueo en el madero que él le había preparado.) (6:4). Este es el comienzo de su ruina. Ahora, minutos después de que le recordaran que Mardoqueo le había salvado su vida, el malvado Amán llegó al palacio para pedir permiso para empalarlo. ¡Providencia!

Y los siervos del rey respondieron: He aquí Amán está en el patio. Y el rey dijo: Que entre (6:5). “Simplemente sucedió” que él estaba allí en ese mismo momento. Y el rey dijo: Que entre. La mente del rey estaba tan llena con la idea de recompensar a Mardoqueo que no le preguntó a Amán qué le había traído a tan temprana hora. Entró pues Amán, y el rey le preguntó: ¿Qué se hará al hombre cuya honra desea el rey? (6:6a)? Hubo una reunión de las personas pero no de sus pensamientos.77 ¡El ensimismado Amán pensó que el rey estaba hablando de él!

Los ojos de Amán debieron de haberse encendido al pensar en formas en que él mismo podía desfilar por la ciudad con túnicas reales y una corona. Y Amán dijo en su corazón: ¿A quién deseará honrar el rey más que a mí? Y Amán respondió al rey: Para el hombre cuya honra desea el rey, sean traídos los atavíos reales que el rey suele usar, y el caballo en que cabalga el rey, y póngase en su cabeza la diadema real (6:6b-8). Los relieves asirios representan a los caballos del rey con ornamentos altos y puntiagudos como turbantes reales sobre sus cabezas. Hay evidencia de la historia de que las túnicas reales del rey, así como su cama y su trono, se cree que tienen el poder de transmitir las ventajas de la realeza de una manera casi mágica. Pero incluso sin la magia, vestir la túnica y la corona del rey seguramente, elevaría el prestigio de esa persona a los ojos del público. Y como Amán ya era primer ministro, no podía pedir un ascenso, por lo que pidió poder.

Hubo un incidente similar con vestimentas reales que apuntaba simbólicamente al ascenso al poder del rey David. Antes de la cautividad de Babilonia, Jonatán, el príncipe real y heredero del trono de Israel, simbolizó su alianza con David al darle sus vestiduras reales (1 Samuel 18:1-5). Inmediatamente, David tuvo tanto éxito que fue ascendido a un alto rango en el ejército del rey Saúl. Finalmente, David fue quien usó las ropas reales que hubieran sido de Jonatán si hubiera vivido.

Y dense los atavíos y el caballo en mano del más noble príncipe del rey, para que vista así al hombre cuya honra desea el rey, y lo haga pasear a caballo por las calles de la ciudad, proclamando delante de él: ¡Así se hace al hombre cuya honra desea el rey! (6:9).  Amán soñaba con recibir reconocimiento público por lo que solo había disfrutado en el aislamiento del palacio. Cegado por su propia arrogancia, dijo: dense los atavíos y el caballo en mano del más noble príncipe del rey, para que vista así al hombre cuya honra desea el rey, y lo haga pasear a caballo por las calles de la ciudad y luego repitiendo exactamente las mismas palabras que el rey, como si reflexionara en su mente, dijo: ¡Así se hace al hombre cuya honra desea el rey! “¡Si alguna vez hubo una imagen de orgullo yendo antes de la caída (Proverbios 16:18a) es esta!

Ni en sueños vio Amán que el rey tenía a Mardoqueo en mente. Entonces el rey dijo a Amán: ¡Apresúrate, toma los atavíos y el caballo, y haz como has dicho con Mardoqueo el judío, que está sentado en la puerta real! ¡No omitas nada de todo lo que has dicho! (6:10). Amán tropezó magníficamente con su propio orgullo. El rey no tenía forma de saber del probable odio mutuo entre los dos, pero los ciudadanos que miraban el desfile a través de la plaza de la ciudad sin duda podían entender la ironía de la situación.

Los esfuerzos de Amán para que el rey lo destacara solo le habían causado dolor. Así Amán tuvo que tomar los atavíos y el caballo, y vestir a Mardoqueo, y hacer que cabalgara por las calles de la ciudad, proclamando delante de él: ¡Así se hace al hombre cuya honra desea el rey! (6:11). Esas palabras deben haber parecido arena en su boca. La espléndida humillación de Amán no podría haber sido mayor. Uno solo puede imaginar la amargura que él sintió.

El capítulo 6 contiene el primero de muchos retrocesos ocurridos (vea BiAhora escribe otro edicto en el nombre del Rey a favor de los judíos para las revocaciones en Ester). El mismo día en que Amán va a Asuero en busca de permiso para matar a Mardoqueo (6:4), Amán no solo no mata a Mardoqueo, sino que lo honra públicamente en el nombre de los reyes.

Y volvió Mardoqueo a la puerta real. El autor no hace comentarios sobre el estado de ánimo de Mardoqueo. Probablemente nada fue dicho entre los dos. Cada uno sabía muy bien lo que el otro estaba pensando. Pero Amán, totalmente deshonrado, Amán regresaba apresuradamente a su casa, lamentándose y con la cabeza cubierta (6:12), Y Amán refirió a su mujer Zeres y a todos sus amigos todo lo que le había sucedido (6:13a).

Entonces sus atinados amigos, y Zeres, su mujer, le dijeron: Si Mardoqueo, ante quien has comenzado a caer, es de la simiente de los judíos, no prevalecerás contra él, sino que de seguro caerás ante él (6:13b). Cuando Amán planeó la aniquilación de ciertas personas (3:8), ¡olvidó mencionar que eran judíos! Después de que su mujer y todos sus consejeros oyeron que Mardoqueo era judío, se sorprendieron. Creían que no solo su plan fracasaría, sino que Amán también se arruinaría en el intento. El alcance total del desastroso error de cálculo de Amán comienza a tomar forma.

La forma en que los judíos sobrevivieron al exilio y preservaron su identidad no pasó desapercibida para ellos. Edom, una nación de tamaño similar, se extinguió a pesar de que los edomitas no fueron deportados (Malaquías 1:2-5). La supervivencia continua del pueblo judío hasta este día continúa apuntando a la providencia de ADONAI.78 Ni Amán ni Hitler pueden oponerse al pueblo de Dios, la niña de su ojo (Deuteronomio 32:10b).

Aún estaban ellos hablando con él, cuando llegaron los eunucos del rey y se apresuraron a llevar a Amán al banquete que Ester tenía preparado (6:14). Mientras todavía hablaban con él, según la costumbre, el rey envió a los eunucos a acompañar a Amán al banquete que Ester tenía preparado. Por lo tanto, con su mundo derrumbándose a su alrededor, él fue trastornado al segundo banquete de Ester. Hubo un tiempo en que él realmente quería ir, pero él ahora temía a la idea de estar allí. En el banquete se revelarían los verdaderos deseos de Ester.

¿Qué hay de la providencia de Dios en nuestras propias vidas? ¿No es verdad que ha trabajado en su propia vida, a menudo a través de eventos inesperados o insignificantes en ese momento? Considere su propia conversión al Mesías. En mi caso, vine al Señor enseñando una clase de escuela dominical. Está bien . . . enseñando una clase de escuela dominical. ¡No fui criado en la iglesia y no sabía que no era salvo! Mi hijo estaba en el octavo grado en ese momento y necesitaban a alguien para enseñar en su clase. Sabían que yo era profesor de historia de la escuela secundaria y así me preguntaron. Les dije: “Tienen que estar bromeando, no sé nada de la Biblia”. A lo que respondieron: “Tenemos estos folletos que los niños están estudiando, solo tienes que ir una página más adelante”. “Bueno, yo era un experto en ir una página más adelante, así que dije que sí. Y para enseñar la lección tuve que profundizar en las Escrituras provistas, y ya para ese junio yo era una nueva criatura en Cristo (Segunda de Corintios 5:17). No sé qué día fue, pero fui cambiado.

Considere usted cómo ADONAI guió y dirigió su vida. ¿Cómo conoció y se casó con su cónyuge? ¿Dónde vive? ¿Por qué está viviendo allí? ¿Qué circunstancias lo llevaron a su trabajo actual? El cuidado y la protección de Cristo para sus hijos rara vez vienen con relámpagos del cielo, pero constantemente con las circunstancias de cada día, una cosa lleva a la otra. Sí, tiene opciones, pero en última instancia, los pequeños milagros de la providencia de Dios dirigen su camino.

Obviamente, no todas nuestras experiencias son agradables. Incluso en los confines de la providencia de ADONAI las tragedias pueden suceder. La vida puede ser tan cruel como la conspiración para destruir a los judíos de Persia en la víspera de la Pascua. La muerte de un ser querido, la enfermedad grave, los niños caprichosos, las relaciones rotas, las esperanzas y sueños destrozados son todos enlaces en la cadena de vida ininterrumpida. Si bien ninguna de estas cosas es buena en sí misma, incluso en las peores circunstancias de la vida, el Señor siempre está allí, trabajando entre bastidores para su beneficio. Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas ayudan para bien, a los que son llamados conforme a su propósito (Romanos 8:28).

Los creyentes hoy en día pueden enfrentar circunstancias amenazadoras con esperanza, solo debido al Nuevo Pacto en el Mesías (Jeremías 31:31-34). Los judíos de Persia fueron liberados a causa del antiguo pacto que ADONAI hizo con Isra’el en el Monte Sinaí. La reversión repentina e inesperada de las circunstancias encontradas en Ester fue la liberación contra toda probabilidad de una muerte segura a una vida abundante. Antes de entrar en la Tierra Prometida, Moisés estableció el pacto ante la nueva generación de Israel, y al hacerlo, les presentó la vida y el bien, la muerte y el mal (Deuteronomio 30:15-20). La inversión del destino de la muerte a la vida que experimentaron en Ester hizo que ese pacto fuera tangible para los judíos de Persia. Y si está en Su voluntad, hay momentos en nuestras vidas en que la fe en el Nuevo Pacto (Brit Hadashah) de Jesús el Cristo puede hacer lo mismo por nosotros (1 Corintios 15:3-4).

Querido Padre Celestial, ¡Vivir contigo en Tu santo Cielo será maravilloso! Te alabamos por la reversión de la difícil situación de aquellos que sufren mucho por ti en la tierra. Tú los recompensas grandemente por toda la eternidad por la fidelidad de ellos. Que podamos seguir poniendo nuestro corazón completamente en agradarte en todo lo que hacemos con nuestro tiempo, nuestro dinero y nuestros pensamientos, no importa lo que nos cueste, porque el gozo que nos traerá nunca pasará porque es un gozo eterno. Pues considero que los sufrimientos del tiempo presente no son dignos de ser comparados con la gloria venidera que va a ser revelada en nosotros (Romanos 8:18). Es mucho más prudente vivir con la mirada fija en nuestro hogar eterno que acumular tesoros en la tierra que pronto se desvanecerán. No acumuléis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde los ladrones irrumpen y hurtan, sino acumulaos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde los ladrones no irrumpen ni hurtan, porque donde está tu tesoro, allí estará también tu corazón (Mateo 6:19-21).

Te alabamos por dar vida a quienes te aman: Y si el Espíritu del que levantó de los muertos a Jesús vive en vosotros, el que levantó al Mesías de los muertos vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que vive en vosotros (Romanos 8:11). Gracias por Tu promesa de dar la justicia de Yeshua a todos los que te aman, confían te siguen, y entrarán en Tu santo cielo vestidos con Tu perfecta justicia. Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros llegáramos a ser justicia de Dios en Él (2 Corintios 5:21).

Qué maravilloso es que nada, ningún problema, ninguna persona, ningún demonio, pueda separar a Tus hijos (Juan 1:12) de Ti, su Padre Celestial. Porque he sido persuadido de que ni la muerte ni la vida, ni ángeles ni gobernantes, ni lo presente, ni lo por venir, ni las potestades, ni lo alto, ni lo bajo, ni ninguna otra cosa creada podrá separarnos del amor de Dios, que es en Jesús el Mesías, Señor nuestro (Romanos 8:38-39).

Qué pensamiento tan asombroso y maravilloso del cambio de roles de la pobreza en la tierra a la riqueza en el cielo por toda la eternidad. Es una gran verdad que todos los que pusieron su confianza en Ti, se convirtieron en Tus hijos. A lo suyo vino, y los suyos no lo recibieron, pero a todos los que lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios, los cuales no nacieron de sangres, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios (Juan 1:11-13). ¡Tus hijos vivirán contigo para siempre en el cielo!

Si con tu boca confiesas a Jesús como Señor y crees en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, serás salvo, porque con el corazón se cree para justicia y con la boca se confiesa para salvación. Porque la Escritura dice: Todo el que cree en Él no será avergonzado. Porque no hay diferencia ni de judío ni de griego, porque el mismo Señor de todos es rico para todos los que lo invocan. Porque todo el que invoque el nombre del Señor, será salvo (Romanos 10: 9-13). ¡Te amamos querido Padre Celestial! En el santo nombre de Yeshua y el poder de Su resurrección. Amén.

 

Ntd: En esta traducción se empleó la BTX 3º edición.