Desde la tierra,
la sangre de tu hermano reclama justicia
4: 1-15
Desde la tierra, la sangre de tu hermano reclama justicia ESCUDRIÑAR: El Señor acepta tanto sacrificios de animal como de grano (Levítico 6:14-30). ¿Por qué cree que rechaza el sacrificio de Caín? Tras el asesinato de Abel: ¿por qué cree usted que ADONAI encara a Caín como lo hace? ¿Por qué no acusa directamente a Caín? ¿Por qué retrasar el castigo? ¿Por qué proteger a Caín? ¿Por qué fue castigado Caín como lo fue? ¿Pudo Caín arrepentirse de su pecado?
REFLEXIONAR: ¿Cómo usted maneja la ira? ¿Qué podría decir que es: ¿Luis Volcán? ¿Susy Reprimida? ¿Aníbal Hermético? ¿Daniel Negativo? ¿O qué? ¿Qué le gustaría hacer de manera diferente con su ira? ¿Dónde puede estar mirando el Señor en su vida con favor? ¿Y con desagrado? ¿Cuáles son las señales de advertencia de que usted está siendo tentado por sus malos deseos? ¿Qué lo ayuda a dominarlo? ¿Es usted el guardián de su hermano?
Adán y Eva también trajeron sufrimiento a sus hijos. La muerte era una amenaza constante para sus intentos de ser fecundos y multiplicarse. El apetito de la tumba no tiene fin. El dolor del parto no se limita al dolor del trabajo de parto. Ahora, en vez de ser el feliz acontecimiento que debería haber sido el nacimiento de un niño, con el tiempo se convirtió en la fuente del dolor inevitable para todos. Un niño arruinado en un mundo arruinado. Los padres también sufren porque son incapaces de proteger a sus hijos de la angustia y la naturaleza caída del mundo.
El fracaso de Caín para dominar el pecado aquí ilustra el ciclo de crecimiento completo. Santiago 1:13-15: 13 Que nadie, al ser tentado, diga: «Es Dios quien me tienta.» Porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni tampoco tienta él a nadie. 14 Todo lo contrario, cada uno es tentado cuando sus propios malos deseos lo arrastran y seducen. 15 Luego, cuando el deseo ha concebido, engendra el pecado; y el pecado, una vez que ha sido consumado, da a luz la muerte.
El hombre se unió a su mujer Eva, y ella concibió y dio a luz a Caín (4:1a). En esta oración, el objeto es la concepción, seguido de la palabra Caín. La palabra “a” no está en el texto hebreo. Esta traducción será importante en la segunda parte de este versículo. Sin embargo, ahora hay un juego de palabras entre la palabra hebrea para Caín (4:1a), Cayín, y la palabra hebrea para “tenido” (4:1b) es caná. El nombre Caín, o Cayín viene de la raíz cayín, que significa comprar. Pero la palabra para tener proviene de la raíz kin, que significa tener, dar forma (Salmo 139:13; Proverbios 8:22). Por lo tanto, el juego de palabras entre Caín y tener no se basa en las raíces de palabras similares, pero si únicamente en la pronunciación en hebreo. En otras palabras, suenan igual. Una vez más, esto apunta al hecho de que el idioma original era el hebreo.
Y dijo: «¡Con la ayuda del SEÑOR, he tenido un hijo varón!» (4:1b). La frase “con la ayuda del” (NVI), o “de parte” (RV), no está en el texto hebreo. Martin Lutero tradujo este versículo de la misma manera. Literalmente Génesis 4:1 se lee: He adquirido un varón YHVH. Esto demuestra el entendimiento de Eva de 3:15. Ella creía que iba a tener al Libertador y que Él es el Dios-hombre. Él cual sería la simiente de la mujer y ¡Caín nació primero! Pero ella hizo la suposición de que Caín era el Dios-hombre. Obviamente, ella estaba equivocaba. Pasaría un largo tiempo hasta que el Salvador vendría.
Después dio a luz a Abel, hermano de Caín (4:2a). Los rabinos enseñan que ellos eran gemelos. La palabra hebrea para Abel es Jébel, que significa vanidad o vaciedad (transitorio). Literalmente, significa un soplo y hace hincapié en la brevedad de la vida humana (Job 7:16; Salmo 144:4). Al nombrar a su hijo Abel, esto demuestra que la maldición de la Caída había comenzado a hacerse sentir en la vida de Adán y Eva. Cuando Abel nació, se dieron cuenta todo lo que él no iba a ser, él no sería un Dios-hombre.
Abel se dedicó a pastorear ovejas, mientras que Caín se dedicó a trabajar la tierra (4:2b). Abel era pastor y porque los animales no se habían utilizado todavía para la alimentación, las ovejas y las cabras eran para la leche, la ropa y el sacrificio. Caín se convirtió en un agricultor para conseguir la comida y, básicamente, seguir la profesión de su padre (2:15, 3:17).
Tiempo después, Caín presentó al SEÑOR una ofrenda del fruto de la tierra (4:3). La frase: tiempo después significa literalmente, fin de los días y apunta a un tiempo señalado. Así que en este principio de la historia humana hubo un tiempo fijo para un sacrificio que se ofrecería a ADONAI. Puede haber sido algunas semanas, no lo sabemos, pero fue en un tiempo y en un lugar específico. El Señor había colocado (dos) querubines para guardar el camino del árbol de la vida. Estos querubines tenían una espada ardiente que se movía por todos lados (3:24). Allí permanecieron, al parecer hasta el Diluvio. Y con el Diluvio, el jardín desapareció. Este habría sido el lugar lógico o natural para que ellos llevaran sus ofrendas. La entrada al jardín del Edén estaba en el lado oriente (lado este), y la entrada del tabernáculo y el templo estaba en el lado este donde estaba el altar de bronce (vea el comentario sobre el Éxodo Fa – Construye un altar de Acacia madera sobrepuesta con el bronce).
Caín no fue infiel y creía en Dios. No hay duda de que Adán y Eva habían enseñado obediencia a sus hijos a hacer una ofrenda adecuada al Señor, y hasta entonces Caín había escogido ser obediente. Pero esta vez presentó al SEÑOR una ofrenda del fruto de la tierra (4:3), este fue su sacrificio; y si no tenemos la visión espiritual, parece que no hay nada malo en lo que hizo. Él trajo lo mejor de lo que él tenía; sin embargo, fue sin derramamiento de sangre. Y como fue sin sangre, era inaceptable. En efecto, su ofrenda, decía que no necesitaba un sustituto. El fue a establecer su propia justicia. Además, la ofrenda de Caín negaba que él se había separado de ADONAI. Él actuó como si todo estuviera bien. El mundo enseña que nacemos sin pecado, y cuando un Adolfo Hitler u otros asesinos aparecen, algo tiene que andar muy mal. Pero no todo estaba bien. La Biblia enseña que estamos separados de Dios al nacer porque hemos nacido con una enfermedad terminal. Nosotros nacemos con una naturaleza pecaminosa, Romanos 3:23: pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios. Tenemos que nacer de nuevo para ser hijos de Dios (Juan 3:1-21). Caín se negó a reconocer esto, al igual que miles de millones en la actualidad.
En la dispensación de la Ley (Torá), la ofrenda por el pecado sería una expiación obligatoria específica por el pecado no intencional, el pecado confesado y el perdón por el pecado donde no se requiere la restitución (vea el comentario sobre el Éxodo Fc – La ofrenda por el pecado). Elohim aceptaría la sangre del animal como pago por el pecado específico del adorador. La sangre desviaba la ira de Dios sobre el pecador, y en última instancia la ira fue y es dirigida a Cristo donde Él se hizo pecado por nosotros en la cruz (II Corintios 5:21; I Pedro 2:24). El sacrificio de Abel anunciaba la ofrenda por el pecado.
Abel también presentó al SEÑOR lo mejor de su rebaño, es decir, los primogénitos con su grasa (4:4a). En Levítico 3:16 se aclara que toda la grasa pertenece al SEÑOR y ambos hermanos habían sido informados por sus padres. ¿Cómo se sabe esto? Porque la fe viene por el oír, y el oír, por la palabra de Cristo (Romanos 10:17). ADONAI había dicho a Adán y Eva y ellos le dijeron a Caín y Abel que lleven ofrenda de sangre: Por la fe Abel ofreció a Dios un sacrificio más aceptable que Caín (Hebreos 11:4a). Más tarde, con la clara luz de la nueva alianza nos enteramos de que la sangre rociada de Yeshua sería superior por mucho al sacrificio de Abel, y La Sangre habla con más fuerza que la de Abel (Hebreos 12:24b). Sin embargo, el sacrificio de Abel fue aceptable a ADONAI, porque se ofreció en la fe, pero no tenía ningún poder expiatorio, ni siquiera para Abel, y mucho menos por cualquier otra persona. La sangre de Jesús, sin embargo, fue suficiente para limpiar los pecados de toda la humanidad de todos los tiempos, para hacer la paz con ADONAI para todo el que cree, confía y tiene fe en su sacrificio de sangre (Colosenses 1:20).79
Por lo tanto, el sacrificio de Abel era una mera sombra del “real” sacrificio del Mesías que vendría después. Y el SEÑOR miró con agrado a Abel y a su ofrenda (4:4b). Los rabinos enseñan que el fuego descendió del cielo y la consumió. Hebreos 11:4 dice: Por la fe Abel ofreció a Dios un sacrificio más aceptable que el de Caín, por lo cual recibió testimonio de ser justo, pues Dios aceptó su ofrenda. Y por la fe Abel, a pesar de estar muerto, habla todavía. Así que el asunto en cuestión era una ofrenda de sangre. Abel fue obediente. Pero la actitud de Caín se hizo evidente cuando se negó a obedecer y no llevó un sacrificio de sangre.
En 4:5a dice: pero no miró así a Caín ni a su ofrenda. El suyo fue un acto de justicia propia. Él estaba ofreciendo al Señor los frutos de una tierra maldita en lugar de presentar en obediencia lo que Dios le había pedido. No nos equivoquemos al respecto, esta fue una abierta rebelión y ADONAI no aceptó su ofrenda. Judas utiliza a Caín como un ejemplo de la rebelión en los últimos días antes de que el Mesías regrese a establecer Su Reino Mesiánico. Tanto Caín como Abel eran pecadores, ambos nacieron después de la caída, fuera del jardín del Edén. La única diferencia entre los dos hermanos era su ofrenda. Tenían los mismos padres, la misma educación, los mismos conocimientos y el mismo medio ambiente. La ofrenda de Caín no era con fe, pero la ofrenda de Abel fue un acto de fe. Esto sigue siendo una importante lección para nosotros hoy.
Por eso Caín se enfureció y andaba cabizbajo (4:5b). Su respuesta al Señor no era buena. Rechazó la manera de Dios, siguió su propio camino y se consolidó en él. Había rechazado la verdad de ADONAI. Caín sabía que Elohim requiere un sacrificio de sangre, pero en lugar de obedecer inventó su propia forma de adoración. Su ofrenda inadecuada reveló la blasfemia irreverente de su corazón, al rechazar la revelación de Dios y actuó por su propio criterio con estilo propio y con el orgullo de lo que había producido. Judas llamaría a esto el camino de Caín (haga clic en el enlace y vea el comentario sobre Judas Aq – Siguieron el camino de Caín, se lanzaron al error de Balaam, y perecieron en la rebelión de Coré). Caín era rebelde y desobediente, y cuando el Señor no aceptó su ofrenda, él respondió con ira celosa. Asesinó a su obediente hermano.80
Entonces el SEÑOR le dijo: «¿Por qué estás tan enojado? ¿Por qué andas cabizbajo? (4:6) Estas son preguntas retóricas que no requieren una respuesta porque Dios ya sabía la respuesta. Nunca escondemos nada de Él. Tal vez hasta este punto de su vida, Caín puede haber parecido exteriormente obediente a ADONAI. Pero este incidente reveló finalmente el resentimiento que se había acumulado en su corazón hacia el Señor y su hermano Abel. ADONAI, sin embargo, seguía instando a Caín para hacer lo correcto porque la humanidad tiene la capacidad de elegir (Génesis 2:16-17; Isaías 1:18-20, Ezequiel 18, Jeremías 36:3 y 7; Juan 7:17).
El Señor dijo: Si bien hicieres, ¿no serás exaltado? (RV 4:7a). Obrar bien en este contexto significa ofrecer un sacrificio apropiado. Si él iba a obedecer la palabra de Dios, entonces su sacrificio sería aceptado. Si se arrepiente, se le perdonará su pecado. Entonces el Señor añade: Y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú señorearás sobre él. (RV 4:7b). Esta es la primera mención del pecado en la Biblia. La palabra hebrea para deseo aquí es teshucá y significa deseo de poseer. El pecado es descrito como una especie de animal que desea controlar y dominar a Caín, pero Elohim desafió a Caín a gobernar sobre el deseo incontenible de pecado. Eva había hablado de su pecado, pero Caín no podía hablar de él, ni siquiera por pedido del mismísimo ADONAI. 81
En 4:8 (RV) dice: Y habló Caín con su hermano Abel. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y le mató. Caín habría llevado a Abel al campo, lejos de la presencia de los padres. Y mientras aconteció que estando ellos en el campo, estoy seguro de Abel, siendo el primer profeta de Dios (Lucas 11:49-51), lo instó al arrepentimiento, mientras Caín acusaba al Señor de mezquino favoritismo y a su hermano Abel de la justicia propia hasta que la discusión se hizo tan amarga que Caín se levantó contra su hermano y le mató.
¿Y por qué asesino a su hermano? (vea el comentario sobre el Éxodo Dp – No matarás). Debido a que sus propias obras eran malas, y las de su hermano era justas (I Juan 3:12). La simiente de la serpiente fue sorprendentemente rápida contra la simiente de la mujer, corrompiendo a su primer hijo y matando al segundo, porque trataba de evitar el cumplimiento del proto-evangelio, o el primer evangelio.
Eva lanzó un grito de dolor físico en innumerables ocasiones cuando ella dio a luz. Pero el dolor del parto no era nada comparado con el dolor que ella sintió cuando su primogénito, Caín asesinó a su segundo hijo, Abel. Ese dolor ocasionado al mundo muestra como los descendientes de Adán y Eva vivieron su naturaleza caída. Como el rabino Saulo (Pablo) iba a escribir: Porque la paga del pecado es muerte (Romanos 6:23). La muerte espiritual había causado la muerte física.
La imagen del pecado en la Biblia es como la de un nadador en los rápidos de un río grande, kilómetros aguas arriba de una enorme cascada. El nadador puede salir fácilmente del agua, pero como en los rápidos es más difícil salir cuanto más cerca está de la catarata, se hace cada vez más difícil ser libre de las corrientes y de la fuerza del agua. El momento más seguro y mejor para resistir a la tentación es antes de que sea demasiado fuerte o poderosa para resistir. La duda creciente o malos pensamientos rápidamente se convierten en pecado cuando habitamos en él y permitimos establecer su residencia en nuestro corazón.82
Apenas había asesinado a su hermano, ADONAI llamó a Caín a dar cuenta. Pregunta: ¿Dónde está tu hermano Abel? Esta vez Caín no había ido al lugar del sacrificio a buscar al Señor; el Señor había salido al campo a la búsqueda de Caín. Por supuesto, Dios sabía dónde estaba su hermano, Él le hizo la pregunta para darle la oportunidad de confesar y arrepentirse. Cuando Caín contestó: No sé, dijo la primera mentira. Pero en cierto sentido, realmente no sabía dónde estaba Abel. Al igual que todos los demás que murieron en fe, sin haber recibido las promesas, Abel fue el primer habitante humano del Seol, el lugar en el corazón de la tierra donde residieron los espíritus de aquellos que estaban a la espera de la venida del Salvador (Lucas 16:22-23; Efesios 4:7-10; I Pedro 3:18-20b).83 ¡En lugar de responder con temor y humildad, agrava el problema al cuestionar con valentía el derecho de Dios a tal pregunta! ¿Acaso soy yo el que debe cuidar a mi hermano? (4:9) Esta es la primera pregunta formulada por un ser humano en la Biblia. Pero al hacer esta pregunta él en realidad evitó responder la pregunta de Elohim. Adán, cuando se enfrentó a su pecado, confesó y se arrepintió, pero no Caín. Esto es lo que hace el pecado: endurece el corazón y pervierte los sentidos. (Vea Ntd).
Entonces Dios dijo: ¡Qué has hecho! ¡Escucha! exclamó el SEÑOR. Desde la tierra, la sangre de tu hermano reclama justicia (4:10). En el Monte Sión, en la moderna Jerusalén, se encuentra un museo que contiene los restos de algunos de los seis millones de judíos que fueron condenados a muerte por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Entre los objetos expuestos hay impactantes lámparas hechas de piel humana y jabón hecho de grasa humana. El museo en sí se llama la Cámara de la destrucción (Chamber of Destruction), y las reliquias que contiene son recordatorios inquietantes de la ferocidad del hombre hacia el hombre. Fuera del edificio hay una simple placa inscrita con una breve cita de este verso: ¡Escucha! La sangre de tu hermano clama desde la tierra.84
Esta es la primera mención de la sangre en la Biblia. La palabra hebrea para sangre es plural, es decir, la sangre de Abel y todos sus descendientes. Abel habló con el Señor después de su muerte, pidiendo que hubiera justicia por su asesinato. Y por la fe Abel, a pesar de estar muerto, habla todavía (Hebreos 11:4c). Al igual que las almas debajo del altar que habían sido muertos por causa de la Palabra de Dios (Apocalipsis 6:9-10), Abel pidió que ADONAI vindicara su sangre. Pero la forma primaria Abel todavía habla es para recordar tres cosas: la gente viene al Señor por fe, no por obras; nosotros debemos obedecer la revelación de Dios por encima de nuestro propio razonamiento y voluntad, y el pecado es severamente castigado. El justo vivirá por la fe (Habacuc 2:4b; Romanos 1:16-17; Hebreos 10:38a).85
Y ahora, ¡maldito seas tú desde esa tierra, la cual ensanchó su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano! (BTX 4:11). La tierra, de la que Caín se ganaba la vida, ahora estaba bajo una maldición. Esto es profundamente profético porque era un agricultor. Su orgullosa ofrenda provino de la tierra. Ahora no le daría nada a él. La imagen de la tierra abriendo su boca, se encuentra varias veces en la Biblia (Números 16:30-35; Deuteronomio 11:6; Salmo 106:17; Isaías 5:14), siempre en un sentido negativo.
Cuando cultives la tierra, no te dará sus frutos, y en el mundo serás un fugitivo errante (4:12). Cada vez que un pie de Caín tocara el suelo, sería un recordatorio de su malvada acción. La tierra, en efecto, rechazó a Caín como él lo había rechazado al SEÑOR, y a su hermano. De esta manera, Abel continuó hablando a su hermano.
Y en el mundo serás un fugitivo errante (4:12b). La lectura natural de este pasaje significa que Caín iba a estar un tiempo muy largo, continuamente ansioso, corriendo y en movimiento; él no tendría hogar, y de esa manera él sería un fugitivo y un fugitivo errante. Pero Caín desafiando esa maldición se estableció en la región de Nod, al este del Edén (4:16-17).
Entonces dijo Caín al SEÑOR: Mi castigo es más de lo que puedo soportar (4:13). La palabra castigo significa literalmente mi maldad, el pecado. Adán no se quejó de ser expulsado del jardín del Edén, pero Caín, un pecador mayor que su padre, lo objetó.
Hoy me condenas al destierro, y nunca más podré estar en tu presencia (14a). Él sabía que iba a ser separado de la comunión con el Señor. Eso es lo que el pecado nos hace: nos separa de Dios. Hoy me condenas al destierro, y nunca más podré estar en tu presencia. Andaré por el mundo errante como un fugitivo, y cualquiera que me encuentre me matará (4:14). En la superficie, parece que Caín se arrepintió de lo que había hecho. El hecho de que usara la palabra castigo, que por lo general se traduce pecado, muestra cierto grado de reconocimiento. Pero sentirse mal por ser atrapado es distinto de estar arrepentido. El hecho de que Caín, finalmente, no cumplió o profanó la maldición de Dios, viviendo en una ciudad muestra que en realidad, nunca se arrepintió. Sin embargo, ADONAI perdonó la vida de Caín.
El SEÑOR se reserva el juicio sobre Caín para Sí mismo. Él no permitió que un familiar de Abel vengara su muerte. Dios va a instituir la pena capital en el capítulo 9 en la Dispensación del Gobierno Civil. Sin embargo, se puede imaginar el miedo de Caín: todo el mundo en la tierra eran parientes. Probablemente había más de cien mil personas en la tierra en este momento y la declaración de 5:4 sobre Adán y Eva tenían hijos e hijas ya estaba en marcha. Sin embargo, dijo: No será así, replicó el SEÑOR. El que mate a Caín, será castigado siete veces (4:15a). Los rabinos interpretan que esto significa que Caín no pudo ser asesinado hasta que habían transcurrido siete generaciones. Lo que vemos aquí es la gracia del Señor, porque Caín obtuvo protección divina.
Entonces el SEÑOR le puso una marca a Caín, para que no fuera a matarlo quien lo hallara (4:15b). La palabra hebrea ot, significa una señal (o símbolo) más que una marca. Así que una mejor traducción sería: Entonces el Señor puso una señal en Caín. No sabemos cuál fue la señal, pero era obviamente visible. La misma palabra se usa en Éxodo 12:13 y 23 de la sangre visible de la Pascua, y en Josué 2:12 del hilo rojo visible. Los rabinos tienen cuatro puntos de vista diferentes sobre cual fue esta señal. En primer lugar, algunos creen que Dios grabó las cuatro letras de su nombre: YHWH, en la frente. En segundo lugar, algunos creen que desde entonces Caín temió a las bestias salvajes, Dios instauró el miedo natural del hombre. Tercero, que ADONAI le proporcionó un perro guía, siempre que el perro le dirigía, estaría a salvo. Y en cuarto lugar, algunos creen que fue un cuerno en la cabeza para luchar contra cualquier atacante. Era evidente que fue algún tipo de señal para asegurarle su protección. Pero podemos estar seguros de que no le dio paz. Para todos los que estuvieron en contacto con él, sería un recordatorio constante del juicio de Dios al pecado.
Ntd: Actualmente Abel esta en el Paraíso.
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