Jesús es tentado en el desierto
Mateo 4:1-11; Marcos 1:12-13; Lucas 4:1-13
Jesús es tentado en el desierto ESCUDRIÑAR: ¿Bajo qué circunstancias Yeshua fue tentado? Para cada una de las tres tentaciones: ¿Cuál era su naturaleza? ¿Qué podría atraer potencialmente a Jesús? ¿Qué precio habría si Él hubiera cedido a ello? ¿En qué se diferencia el uso que el Adversario hace de la Escritura de la forma en que la usa el Señor? ¿Cómo combatió Cristo a Satanás durante sus tentaciones? ¿Por qué todas las tentaciones estaban dirigidas contra el divino Hijo de Dios, cuando esto acababa de ser confirmado en el bautismo del Mesías? ¿Por qué ADONAI permitió que Su Hijo pasara por esto?
REFLEXIÓN: ¿A qué desierto espiritual le ha enviado Dios? ¿Qué ha hecho eso por su sentido de su amor? ¿Cómo le cambió? Observe que el tentador atacó a Jesús cuando estaba vulnerable. Él usa la misma táctica con nosotros. Si el engañador tuviera tres intentos contra usted, ¿cuáles tres tentaciones usaría él? ¿Cuál es su mayor tentación en este momento? ¿Cómo debemos combatir al diablo con nuestras tentaciones? (Efesios 6:10-17)
No debe pasarse por alto la clara relación entre el bautismo de Cristo y Su tentación. Esta conexión se ve de dos maneras.
Primero, en Su bautismo dijo que vino a cumplir toda justicia. En las tentaciones de Jesús, esta justicia fue puesta a prueba.
Segundo, en el bautismo de Yeshua, Él fue declarado Hijo de Dios por Dios el Padre. En las tentaciones de Jesús, Él será tentado a demostrarlo.
Tanto ADONAI como Belcebú tenía un propósito para las tres tentaciones. El propósito de Satanás era hacer que el Mesías pecara. El medio era evitar que Yeshua fuera crucificado ofreciéndole un atajo hacia Su meta mesiánica, que era que Cristo heredara y gobernara todos los reinos del mundo. Esto es exactamente lo que el maligno le ofreció. Aunque Satanás quería mataran al Mesías, no quiso que muriera en el momento adecuado (Pesaj) ni de la manera adecuada (crucifixión). Por eso, a lo largo de la vida y el ministerio de Jesús hubo numerosos intentos de matarlo prematuramente de una manera incorrecta, como por espada o por lapidación. Si el Hijo de Dios hubiera muerto en cualquier otro momento o de cualquier otra manera, no habría habido expiación (vea el comentario sobre Éxodo Bz – Redención). El propósito de Dios era probar la impecabilidad de Su Hijo. YHVH no sólo quería probar que Jesús era capaz de abstenerse de pecar, sino más importante aún, en primer lugar, probar que Cristo ni siquiera era capaz de pecar.272
En la literatura rabínica, el príncipe de los demonios se dice que está involucrado en tres acciones específicas: él seduce a la gente, él los acusa ante Dios, y él trae castigo de muerte (Tratado Bava Batra 16a). También dice que el engañador instigó el incidente del becerro de oro en el desierto, después de cuarenta días, provocando disturbios en Israel y poniendo en duda el regreso de Moisés de la montaña (Tratado Shabat 89a); vea el comentario sobre Éxodo Gr – Aarón hizo un ídolo en forma de becerro. Desde su rebelión antes de la creación, Lucifer se ha opuesto al plan de ADONAI. No es de extrañar que esa antigua Serpiente venga a oponerse a Yeshua, pero Dios El Padre lo utilizará para probar y preparar a Su Hijo para la misión mesiánica. 273
Arnold Fruchtenbaum señala, el Mesías desempeña un papel representativo para dos grupos de personas en las tentaciones.
En primer lugar, fue representante de Israel de cinco maneras. Primero, en el uso del término hijo de Dios. Mientras que Israel es el hijo de Dios a nivel nacional, Jesús es el Hijo de Dios individualmente. Esto es para mostrar dónde Israel no fue obediente, el Mesías fue obediente; donde Israel había fracasado, Cristo tuvo éxito. Israel es llamado el hijo de Dios (Éxodo 4:22-23; Oseas 11:1), y Jesús es llamado el Hijo de Dios.
La segunda manera de ver esta relación entre Yeshua e Israel en estas tentaciones, ambas pruebas ocurrieron en el desierto. Primera Corintios 10:1-13 afirma que el desierto no era simplemente un lugar para que Israel pasara entre el Sinaí y la Tierra Prometida; también era un lugar donde Dios estaba probando la lealtad y fidelidad de Israel. El Mesías También fue probado en el desierto. Marcos 1:13 afirma que Jesús estuvo en el desierto cuarenta días. Mateo 4:1 y Lucas 4:1 afirman lo mismo. Fue llevado al desierto al igual que Israel fue, y por la misma razón: para ser probado.
La tercera forma de este papel representativo entre Yeshua e Israel se ve en la figura del número cuarenta. Israel fue tentado durante cuarenta años (Deuteronomio 8:2), Jesús fue tentado por cuarenta días por el gran dragón. Esta es una traducción adecuada de la palabra hebrea satanás, ya que describe al ángel caído que se opone a todo lo que Dios está tratando de establecer.274 La palabra hebrea tentado es un participio de tiempo presente y habla de acción continua. Satanás tentó al Mesías constantemente durante cuarenta días.
La cuarta forma de esta relación entre Jesús e Israel se ilustra en estas tentaciones por la presencia del Espíritu. El Ruaj HaKodesh estuvo presente con Israel en el desierto (Isaías 63:7-14), y el Espíritu Santo estaba presente con Jesús en el desierto. Y Jesús, lleno del Espíritu Santo, regresó del Jordán, y fue impulsado por el Espíritu al desierto (Lucas 4:1). El desierto es de Judea, que consiste en desierto y colinas. La palabra impulsado es una palabra muy fuerte (de ekbálo, literalmente echar fuera, expulsar). El primer acto del Espíritu de Dios que moraba en Él, fue llevar al Mesías al lugar de prueba y tentación.
La quinta manera en que se pone de manifiesto la relación entre el Hijo de Dios e Israel en estas tentaciones es que cuando Él resistió al enemigo de las almas por el uso de las Escrituras, las tres respuestas de Yeshua vinieron del libro de Deuteronomio. El libro de Deuteronomio fue recibido al pie del Monte Sinaí antes de ser guiados a través de sus peregrinajes por el desierto; este es el libro del pacto entre ADONAI e Israel. La palabra deuteronomio significa segunda ley porque sirvió como resumen de muchos de los mandamientos que ya se encuentran en Éxodo, Levítico y Números. Sin embargo, el propósito de Deuteronomio no es simplemente repetir esos mandamientos, sino ponerlos en un formato de un contrato antiguo o pacto. No fue casualidad, entonces, que Yeshua citara el libro de Deuteronomio cuando fue tentado, porque es el pacto de Ha’Shem con la nación de Israel.
De estas cinco maneras, el Mesías desempeñó un papel representativo en nombre de Israel. El punto es que donde Israel, el hijo nacional de Dios, fracasó, Jesús, el único, eterno e individual Hijo de Dios, triunfó en nombre de Israel. Se convirtió en el Hijo sustituto de Israel, no sólo en estas tres tentaciones, sino también como el sustituto final, el sacrificio por el pecado.
En segundo lugar, Yeshua jugó un papel representativo de toda la humanidad. La Biblia enseña que no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino Uno que ha sido tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado (Hebreos 4:15). Esto no significa que seamos tentados en todo como Él lo fue, o que Él fue tentado en todos los sentidos como nosotros lo somos. Por ejemplo, yo nunca he tenido la tentación de convertir piedras en pan. O Cristo nunca fue tentado a pasar todo el día navegando por Internet. Esto significa que sufrimos tentaciones en las mismas tres categorías que Jesús sufrió tentaciones: Porque todo lo que hay en el mundo – los deseos de la carne (la primera tentación), los deseos de los ojos (la tercera tentación) y la soberbia de la vida (la segunda tentación) – no proviene del Padre sino del mundo (Primera Juan 2:16). En consecuencia, cada tentación específica caerá en una de estas tres categorías.275
La primera tentación: Y era tentado por el diablo por cuarenta días. Y no comió nada en aquellos días, terminados los cuales, tuvo hambre (Lucas 4:2; Mateo 4:2). El ayuno de cuarenta días y cuarenta noches le sonaría familiar a los lectores de Mateo, ya que esto es paralelo a la experiencia tanto de Moisés (Éxodo 34:28) como de Elías (1 Reyes 19:8). Después de ayunar durante cuarenta días, tanto Mateo como Lucas registran lo que parece ser una subestimación obvia: que tenía hambre. En los primeros dolores de hambre de un ayuno, una persona puede tener un período de tiempo prolongado durante el cual el cuerpo está fuerte sin efectos nocivos por la falta de alimentos, ya que recurre al exceso de grasa almacenada. Pero, alrededor de los cuarenta días de ayuno, habrá algunos dolores nuevos. Estos no se deben simplemente al hambre, sino que en realidad indican que el cuerpo está comenzando a morir de hambre. Jesús estaba en un punto crítico cuando el gran dragón vino a Él con la primera de tres increíbles tentaciones.
La primera prueba se centra en la afirmación de que Jesús es el Hijo de Dios. El tentador se acercó a Él y le dijo: Ya que eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes (Mateo 4:3; Lucas 4:3). Satanás sugirió primero lo que Cristo debía hacer por Sí mismo. Esta primera tentación fue esencialmente la misma burla que las multitudes hicieron en la crucifixión: ¡Si eres Hijo de Dios, sálvate a ti mismo y baja de la cruz! (Mateo 27:40-43). También incluyó el intento malvado de hacer que el Segundo Adán (Primera Corintios 15:45-47) fracasara donde el primer Adán había fracasado: en relación con lo que se come. El engañador quería que el Mesías fracasara por causa del pan, como Adán había fracasado por causa del fruto (Génesis 3:1-7). Pero quería sobre todo provocar la rebelión del Hijo contra el Padre. Esta era una prueba de la fe de Yeshua en relación con Dios.
El adversario tentó a Jesús con la lujuria de la carne porque la tentación del pan después de cuarenta días y cuarenta noches debe haber sido virtualmente abrumadora (Primera Juan 2:16a). Debemos recordar que el Mesías era cien por ciento Dios y cien por ciento hombre. En consecuencia, en Su humanidad Yeshua pudo sentir toda la fuerza del hambre. Pero, debido a Su naturaleza divina, Él no podía ceder a tal prueba. Lo habría descalificado para ser el Redentor sin pecado. Porque no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino Uno que ha sido tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado (Hebreos 4:15).
La Serpiente antigua trató de destruir la absoluta confianza y sumisión entre Dios Padre y Dios Hijo. Si lo hubiera logrado, habría abierto una grieta irreparable en la Trinidad. Ya no habrían sido Tres en Uno, ya no habrían tenido una misma mente y un mismo propósito. En su incalculable orgullo y maldad, el príncipe de los demonios intentó fracturar la naturaleza misma de Dios.276
Jesús respondió citando Deuteronomio 8:3 donde Israel fue probado con hambre para que aprendiera a depender de Dios. Pero Israel no lo hizo. Sin embargo, Yeshua.277 Pero Él, respondiendo, dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios (Mateo 4:4). Si la Palabra de Dios era Su único recurso para luchar contra Satanás, ¿no deberíamos reconocer que también debería ser el nuestro? El principal “alimento” que Dios nos ha dado para fortalecernos es la Biblia, la Palabra de Dios. 277
La segunda tentación: El maligno había sugerido primero lo que Cristo debía hacer por sí mismo (convertir las piedras en pan). Luego él sugirió lo que el Padre debía hacer por Yeshua (probando el amor del Padre por Jesús al enviar a sus ángeles para rescatar a Su Hijo). Habiendo fracasado en inducir al Mesías a usar Sus poderes divinos para servir a Sus propios intereses y de esa manera rebelarse contra la voluntad de su Padre, el engañador continuó tentando al Hijo para que pusiera a prueba el amor y el poder de Su Padre celestial. Entonces el diablo lo llevó a la ciudad santa de Jerusalén y lo hizo pararse en el punto más alto del Monte del Templo (Mateo 4:5; Lucas 4:9a). El vertiginoso punto de observación (pináculo) en la esquina sureste del Monte del Templo era específicamente desde la Stoa Real. Tanto Mateo como Lucas usan la misma palabra griega pterugion, que es una forma diminutiva de ptérux o ala. En los tiempos del Nuevo Pacto, pterugion generalmente describía la parte más externa de algo. Por lo que esta expresión puede traducirse torre, ápice, pico o punto extremo.
Tanto Mateo como Lucas tienen el artículo definido antes de pterugion, lo que indica que se está tratando con un punto más alto específico y bien conocido. No sólo eso, sino que ambos autores utilizan la palabra jierón o Monte del Templo, y no naos o Santuario, por la expresión el punto más alto del Templo. Una vez que se entiende esto, el lugar es fácil de identificar. El punto panorámico más imponente de todo el Monte del Templo está descrito por el historiador judío Josefo. Escribió: La Stoa Real era una estructura más notable que cualquier otra bajo el sol. La profundidad del barranco [debajo] era tan grande, cuando se combinaba con la altura de la Stoa, que nadie [se atrevería] a inclinarse sobre [la cornisa] porque se marearía tanto que no podría ver el final de la profundidad inmensurable (parafraseado para facilitar la lectura).278 Josefo también informó que la caída hasta el fondo del valle era de unos 137 metros. Según una antigua tradición, Santiago, hermano de Jesús y el principal de la congregación de Jerusalén, fue martirizado al ser arrojado desde la Estoa Real porque no renunció a su fe.
El midrash, un comentario sobre el TaNaJ, pone especial énfasis en este lugar exacto, ya que afirma: Nuestros maestros enseñaron que, en el momento en que aparezca el Rey Mesías, Él vendrá y se parará sobre el techo del Templo. Proclamará a Israel y dirá a los humildes: “Ha llegado el tiempo de vuestra redención” (Peshikta Rabbati 36). 279
La Serpiente antigua , todavía con la esperanza de socavar la relación del Señor con ADONAI como Su Hijo divino, volvió a introducir su tentación con las palabras diciéndole: Ya que eres Hijo de Dios, échate abajo, porque está escrito: A sus ángeles mandará acerca de ti. y: En sus manos te llevarán, Para que tu pie jamás tropiece en piedra (Mateo 4:6; Lucas 4:9b-10). En la primera tentación ya existía una necesidad (la falta de alimento); en la segunda se creó una necesidad. Para hacer la tentación más persuasiva, el gran dragón citó las Escrituras, como Jesús acababa de hacer. Citando el Salmo 91:11-12, dice: Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, Que te guarden en todos tus caminos, Sobre las palmas te llevarán, Para que tu pie no tropiece en piedra.
Con ese giro sutil e inteligente de citar el Salmo 91:11-12, el engañador pensó que había acorralado al Mesías. Es como si Satanás… estuviera diciendo: “afirmas ser el Hijo de Dios y confías en Su Palabra, entonces ¿por qué no demuestras tu filiación? y probar la verdad de Su Palabra poniéndolo a prueba – ¿una prueba bíblica? Si no usas tu propio poder divino para ayudarte a ti mismo, deja que tu Padre use Su poder divino para ayudarte a ti”. El hecho de que Jesús hubiera seguido la sugerencia del diablo de ser salvado por ángeles celestiales habría sido, a los ojos de muchos judíos, una prueba segura de que Él era el Mesías.
Lo milagroso siempre ha apelado a la carne. Más tarde, el propio Yeshua advertiría contra esto cuando advirtió que: serán levantados falsos mesías, y falsos profetas, y mostrarán grandes señales y prodigios, hasta el punto de engañar, si fuera posible, aun a los escogidos (Mateo 24:24). Pero, señales tan dramáticas, aun cuando sean de Dios, no producen fe; sólo fortalecen la fe de aquellos que ya creen. El mismo sol que ablanda la cera, es el que endurece el barro. Yeshua fue la señal más grande jamás dada por Ha’Shem a la humanidad, sin embargo, como profetizó Isaías cientos de años antes: Él fue despreciado y rechazado por la humanidad (Isaías 53:3; Lucas 18:31-33).280 Aquellos que cantarían Sus alabanzas sólo por Sus milagros y palabras impresionantes, más tarde se volverían contra Él. Esta tentación era para lograr que Yeshua probara que Él era realmente el Hijo de Dios. Así, Satanás lo tentó nuevamente con la soberbia de la vida, que era, en realidad, una prueba de la dependencia de Jesús del Padre.
Jesús no quería saber nada del sensacionalismo barato y sin fe. Él respondió citando Deuteronomio 6:16 donde Israel fue probado con sed para que aprendiera a depender de Dios (vea el comentario sobre Éxodo Cu – Golpea la roca y saldrá agua de ella). Pero, donde Israel no confió en Dios, Jesús triunfó al responderle al diablo diciendo: También está escrito: “No tentarás al Señor tu Dios” (Mateo 4:7; Lucas 4:12). Jesús no necesitaba probarse a sí mismo que el Padre lo amaba y lo protegía. Además, sabía que el amor y la protección de Dios no podían demostrarse a los demás por ningún medio excepto por la fe. Como diría el escritor a los Hebreos: Y la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve (Hebreos 11:1). Porque por gracia habéis sido salvados por medio de la fe, y esto no es de vosotros, es el don de Dios. No por obras, para que nadie se gloríe (Efesios 2:8-9).
La tercera tentación: El adversario luego dejó de lado todas las pretensiones e hizo un último y desesperado esfuerzo por corromper a Jesús. Finalmente reveló su propósito final: inducir al Mesías a adorarlo. Primero había sugerido lo que Cristo debía hacer por sí mismo (convertir las piedras en pan). Luego, él sugirió lo que el Padre debía hacer por Jesús (probando el amor del Padre por Yeshua) enviando a Sus ángeles para rescatar a Su Hijo). Ahora él sugirió lo que el tentador podría hacer por Jesús – a cambio de lo que el Mesías podría hacer por él – se podría decir algo a cambio de algo.281 Nuevamente lo lleva el diablo, esta vez a un monte muy alto, y le muestra todos los reinos del mundo y la gloria de ellos (Mateo 4:8; Lucas 4:5), que Jesús podría alcanzar fácilmente si evitaba la cruz. Satanás, quien fue y es el príncipe de los reinos del mundo, tenía todo el derecho de hacer a Yeshua esa oferta.
Y le dijo el diablo: Toda esta potestad y su gloria te daré, pues a mí me ha sido entregada, y al que quiero la doy (Lucas 4:6). Hasta que el Señor regrese con el título de propiedad de la tierra, el diablo es el dios de este siglo (Segunda Corintios 4:4); vea el comentario sobre Apocalipsis Ce – El León de la tribu de Judá, la raíz de David ha triunfado. Pero, al pedirle a Jesús que se inclinara y lo adorara, el Mesías se estaría sometiendo y reconociendo la superioridad del Adversario. Esto tendría la ventaja de pasar por alto la cruz y alcanzar la meta mesiánica de todos modos. Era como si Satanás estaba diciendo, “¿Por qué tienes que esperar por lo que ya es Tuyo? ¡Te lo mereces ahora! ¿Por qué no lo tienes?” ¿Te sometes como Siervo cuando podrías reinar como Rey? Solo te estoy ofreciendo lo que el Padre ya ha prometido”. No será el último intento de la antigua Serpiente para impedir que Yeshua muera en la cruz. Pero aquí, Cristo pudo ver el poder y la riqueza que serían Suyos; por lo tanto, esta tentación estaba en el área de la lujuria de los ojos. Esta fue una prueba de la sumisión de Jesús al programa de salvación de Dios.
Satanás es mentiroso y padre de mentira, y en él no hay verdad (Juan 8:44b). Lo que realmente exigió en el desierto fue el alma del Mesías y le dijo: Todo esto te daré si te postras y me adoras (Mateo 4:9; Lucas 4:7). El tentador se había rebelado contra Dios en primer lugar porque no podía tolerar estar en segundo lugar después de la Trinidad. Pensó que era su gran oportunidad. Podía sobornar al Hijo para que adorara a sus pies.282 Cuando usted trata con él, siempre lo lleva más lejos de lo que quiere ir y le cuesta más caro de lo que quiere pagar. ¿Qué atajo en sus términos le ha ofrecido últimamente?
Jesús respondió citando Deuteronomio 6:13 donde Israel fue probado para servir sólo a ADONAI; sin embargo, no lo hizo (vea el comentario sobre Éxodo Gr – Aarón hizo un ídolo en forma de becerro). Pero Jesús le dice: Vete, Satanás, porque está escrito: Al Señor tu Dios adorarás, y a Él solo servirás (Mateo 4:10; Lucas 4:8). Una vez más El Señor citó Deuteronomio, esta vez Deuteronomio 6:13a: Temerás a YHVH tu Dios, a Él servirás. El primer Adán cayó en pecado en un ambiente perfecto y armonioso en el Jardín del Edén, mientras que el último Adán mantuvo Su impecabilidad en un ambiente que era hostil.
Cuando Jesús resistió estas tentaciones, no reprendió al gran dragón, ni lo insultó, ni lo ató. Cristo simplemente citó Deuteronomio 6:16. Y cada vez que Satanás o bien aplicó mal las Escrituras, o bien las usó de manera engañosa, lo cual es una de sus trucos favoritos. Yeshua simplemente se defendió con la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios (Efesios 6:17b). ¡Eso es algo que el diablo no puede soportar! La Palabra de Dios lo derrota a él cada vez. El Mesías citó tres veces el Deuteronomio. Cuando nos enfrentamos a una guerra espiritual por parte del maligno, esta es la forma en que también debemos resistirlo.283
Tanto Mateo como Lucas registran tres tentaciones, pero Lucas invierte el orden de las dos últimas. Los adverbios entonces (griego: toté) en Mateo 4:5 y otra vez (griego: pálin) en el versículo 8 indican que Mateo está registrando el evento cronológicamente. Lucas, por otro lado, usa la conjunción y (griego: kaí), que no sugiere un orden secuencial. Mientras que Mateo registra el evento cronológicamente, Lucas puede estar enumerando las tentaciones por temas. Para Lucas, la tentación en el punto más alto del Monte del Templo fue el clímax del evento.284 En esta armonía de los evangelios, utilizo el orden cronológico de Mateo.
Cuidado con las tentaciones que parecen costar poco en el momento. El diablo espera que usted haga las cosas a su manera, y no se da por vencido fácilmente. Y habiendo acabado toda tentación, el diablo se apartó de Él hasta un tiempo oportuno (Lucas 4:13). Satanás todavía estuvo muy activo durante todo el ministerio de Cristo. (Lucas 8:12, 10:17-18, 11:14-22, 13:11-17). Esta declaración, más bien, indica que una confrontación directa con la Serpiente antigua (tal como leemos aquí en las tres tentaciones) no ocurrió nuevamente hasta el arresto, el juicio y la crucifixión.285
Entonces lo deja el diablo, y he aquí unos ángeles se acercaron y lo servían (Mateo 4:11; Marcos 1:13b). La palabra servían está en tiempo imperfecto, lo que indica una acción continua. Durante todos los cuarenta días, los ángeles le servían continuamente. Esta es una imagen vívida de una crisis espiritual. La única otra ocasión en que esto sucede es en el huerto de Getsemaní (Lucas 22:43-44). No se nos dice en qué consistía el ministerio de los ángeles, pero seguramente le trajeron comida a Jesús para saciar Su hambre. Sabemos que no podrían haber estado en la presencia de Dios sin ofrecerle adoración. Y no podrían haber venido del cielo sin traer palabras fortalecedoras de seguridad y amor del Padre. 286
No sólo Yeshua pasó estas pruebas cruciales de Su mesianismo, sino que Su Palabra también nos proporciona algunas lecciones vitales para nosotros hoy. Sed sobrios, velad, que vuestro adversario el diablo anda como león rugiente, buscando a quien devorar. Resistidle pues, firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestra hermandad en el mundo (Primera Pedro 5:8-9). Por lo tanto, no debemos resistirlo discutiendo, atando o debatiendo de alguna manera espiritual (por cierto, quien esté atando a Satanás lo está haciendo bastante mal. No sé cómo es donde usted vive, pero en mi vecindario, el tentador todavía está bastante activo. Jesús simplemente citó las Escrituras. Los rabinos entendieron que Israel poseía un arma secreta para vencer el maligno: El Santo, bendito sea Él, dijo a Israel: Hijos míos, Yo he creado el impulso del mal, y he creado la Torá como antídoto contra él; si os ocupáis de la Torá no seréis entregados a su poder (Tratado Kiddushin 30b). ¿No deberíamos hacer lo mismo?
Señor, ayúdame a ver los ofrecimientos del engañador como lo que son: tentaciones para pecar. Ayúdame a mantener mis ojos y mi corazón enfocados en Ti y Tu Palabra, y mis oídos atentos a Ti en la oración. Amén.
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