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La Fe de Moisés
11: 23-29

La fe de Moisés ESCUDRIÑAR: ¿Cuál fue la base de la grandeza de Moisés? ¿Quién le enseñó acerca del Dios de Abraham, Isaac y Jacob? ¿Cómo difieren los estándares del mundo de los estándares de Dios, para evaluar la grandeza? ¿Cite algunos pasajes de la Biblia que señalan el hecho de que los placeres del pecado son solo temporales? Explique cómo Moisés consideró el vituperio de Cristo de mayor valor que los tesoros de Egipto cuando Yeshua aún no había nacido. ¿Qué significó que Moisés mirara hacia su recompensa? ¿Cuáles fueron algunas de las formas en que el Adversario trató de presionar a Moisés para que se ajustara al sistema mundial de su época? ¿Por qué Moisés no cedió ante la presión que enfrentó?

REFLEXIONAR: Cuando Moisés y los israelitas llegaron a la orilla del Mar Rojo, tuvieron que confiar en la promesa de Dios de que cruzarían con seguridad, sin ninguna seguridad visible de que pudieran lograrlo. ¿A veces le resulta difícil a usted creer en las promesas del Señor cuando no hay evidencia tangible de que se cumplirán? Si es así, memorice Segunda Corintios 5:7 y dedique algún tiempo a recordar algunos momentos de su vida en los que se han cumplido las promesas de ADONAI.329

El libro de Hebreos fue escrito para lectores judíos. En el Capítulo 11, el escritor quiere que su audiencia judía comprenda la prioridad absoluta de la fe. Eso es importante, porque en el judaísmo en este momento particular, las obras se habían convertido en el factor dominante. Entonces, el punto que el escritor está mostrando es que el Brit Hadashah (Capítulos 1-10) sólo es recibido por fe, y no por obras. A ADONAI no se pueden acercar por obras, ni siquiera a través de los sacrificios levíticos. Solo puede acercase por la fe simple: creer en Él y creyendo en Él aparte de cualquier obra personal. Salvación = fe + nada.

Los justos del TaNaJ ya nos han mostrado mucha fe: Abel nos mostró la obediencia de la fe; Enoc nos mostró cómo caminar por fe; Abraham nos mostró la peregrinación de la fe; Isaac, Jacob y José nos mostraron la victoria de la fe frente a la muerte, y ahora consideraremos a Moisés quien nos mostrará las opciones de fe.

Las decisiones correctas se toman sobre la base de la fe. A menudo no podemos ver las consecuencias de nuestras elecciones. El adversario trata de hacer que su camino parezca atractivo y bueno, y que el camino de Dios parezca duro e imposible. Cuando conocemos la voluntad de Dios en algún asunto, debemos elegirla por fe. Podemos tener confianza en nuestra elección porque sabemos que es la voluntad de Dios, incluso antes de ver los resultados. La voluntad de Dios es la única razón que necesitamos. Cuando escogemos el camino de Dios, nos ponemos el escudo de la fe, y las tentaciones de satanás son desviadas (Efesios 6:16).

Lo contrario de elegir el camino de Dios es elegir el camino tentador; y no creerle a Dios es creer al diablo. Sólo hay dos clases de alimento espiritual. Hay comida de ángel y comida de diablo, y si no está comiendo una, está comiendo la otra. Siempre que pecamos, le creemos al antiguo dragón; creemos que su camino es mejor que el de Dios. Cuando pecamos creemos en el padre de la mentira (Juan 8:44) por encima de nuestro Señor y Salvador Yeshua el Mesías.

Moisés vivió la mayor parte de su vida, antes de la entrega de la Torá en el Monte Sinaí. Pero incluso antes de que la Torá hubiera sido entregada en el Monte Sinaí, él creía en YHVH y vivía por fe, no por obras. Ninguna persona en la Biblia, aparte de Jesús, representa mejor que Moisés el poder de tomar la decisión correcta. Sus decisiones fueron correctas porque su fe era correcta. El siempre estará asociado con la entrega de la Torá, de hecho, a menudo se la conoce como la Torá de Moisés. Pero él era un hombre que vivía por fe, esa fue la clave de su vida. Él estableció un gran estándar para nosotros en las elecciones que debe hacer la verdadera fe. Porque el justo vivirá por fe (Hebreos 10:38 citando Habacuc 2:4).

Debido a que los judíos reverenciaban a Moisés como una de las figuras más respetadas en el TaNaJ, mostrar que él vivía por fe y no por los sacrificios levíticos, era uno de los argumentos más poderosos posibles para convencer a aquellos judíos a quienes les estaba escribiendo que Yeshua era en verdad el Mesías, y que el único camino a YHVH era por la fe.330

La fe acepta el plan de Dios: Por fe Moisés, después de nacer, fue escondido tres meses por sus padres, porque lo vieron niño hermoso, y no temieron el decreto del rey (11:23). En Éxodo 2:2 dice: La mujer concibió y dio a luz un hijo, y viendo que era hermoso, lo escondió tres meses. Ellos creyeron que ADONAI tenía un plan especial para su hijo. Para detener la explosión demográfica entre los esclavos hebreos en Egipto, Tutmosis I dio la orden de que todos los bebés varones hebreos fueran ahogados en el Nilo. Pero ellos no temieron el decreto del rey (faraón), y para proteger a su hijo recién nacido, primero lo escondieron durante tres meses y luego lo pusieron en una canasta impermeable y lo colocaron en el Nilo cerca del lugar donde se bañaba la hija del faraón, Hatshepsut. Él fue encontrado por la princesa y llevado para ser criado como su propio hijo. Sin embargo, Miriam, la hermana de Moisés, estaba observando y persuadió a la princesa para que dejara que una de las mujeres hebreas amamantara al bebé. Miriam, por supuesto, llevó el recién nacido a su madre, quien pudo criar a su propio hijo (vea el comentario sobre Éxodo Ak – Un hombre de la casa de Leví se casó con una mujer levita).

Y el niño creció, y ella lo llevó a la hija de Faraón y llegó a ser su hijo, y llamó su nombre Moisés, y dijo: En verdad lo he sacado de las aguas (Éxodo 2:10). La edad normal de destete de un niño en el antiguo Egipto era de cinco años. Nuestra autoimagen se establece a la edad de cinco años; por lo tanto, cuando Jocabed lo llevó a la hija de Faraón para que se convirtiera en su hijo, su judaísmo ya era parte de su personalidad. El nunca olvidaría sus raíces y sería la base de una decisión que cambiaría su vida y que él tomaría treinta y cinco años después (2:11-12). Por lo tanto, después de ser destetado a los cinco años, fue adoptado legalmente por Hatshepsut, para ser criado como su hijo en la corte real de Egipto.

Tratar de mejorar el plan de Dios es más arrogante que tomar un rotulador e intentar mejorar la Mona Lisa. Nuestros garabatos no harían más que arruinar la obra maestra. ADONAI necesita nuestra obediencia, no nuestra ayuda; nuestra confianza, no nuestro consejo. La fe obra a pesar de la adversidad y la fe acepta el plan de Dios.331

La Fe Rechaza el prestigio del Mundo: Por cuarenta años Moisés había sido el príncipe de Egipto, la sociedad más rica, culta y avanzada de esa época. Por lo tanto, él era muy educado y hábil, además de ser parte de la corte real. Y Moisés fue instruido en toda sabiduría de los egipcios, y era poderoso en sus palabras y en hechos (Hechos 7:22). Disfrutó de todo lo que Egipto tenía para ofrecer. Sin embargo, su entrenamiento en Egipto nunca embotó su conocimiento de la esperanza de Israel y de las promesas de ADONAI.

Cuando Moisés llegó a la edad de cuarenta años, se enfrentó a una decisión crucial. Él tuvo que decidir entre convertirse en un egipcio de pleno derecho, con absoluta lealtad y sin reservas, o unirse a su propio pueblo, Israel. El factor decisivo fue la fe. Por fe Moisés, ya grande, rehusó ser llamado hijo de la hija de Faraón (Hebreos 11:24), y en Éxodo 2:11 dice: Sucedió en aquellos días que, siendo ya mayor, Moisés salió a sus hermanos y observó su servidumbre. Vio también a un egipcio que azotaba a un hebreo de entre sus hermanos. En el mundo, la fama siempre trae una cierta cantidad de honor y Moisés estaba en la cima de la pirámide egipcia, por así decirlo. Desde una perspectiva mundana, estaba sacrificando todo por nada; pero desde una perspectiva espiritual, sacrificaba nada por todo. Antes de que el misionero Jim Elliot fuera asesinado por los indios quechuas de Ecuador, escribió en su diario: “No es tonto quien renuncia a lo que no puede conservar para ganar lo que no puede perder”. Las cosas que el mundo considera grandes no tienen nada que ver con lo que YHVH considera grandes. Moisés se unió gustosamente al pueblo escogido de Dios, aunque eran esclavos, antes que aprovecharse del prestigio y privilegios de Egipto.

De alguna manera Moisés sabía que los esclavos hebreos eran a los que ADONAI usaría para traer al Mesías judío, quien en Su Segunda Venida establecería un Reino mucho más grande que el del imperio egipcio. Así que fue un acto consciente por parte de Moisés. Intuitivamente conocía el programa de Dios. Sabía que Dios iba a usar a Israel y los sacaría de Egipto, y también sabía que él era el instrumento a ser usado. Quizás esto fue de su propia madre porque ella reconoció que él era un instrumento especial de Dios.350

La fe rechaza el placer del mundo: Una vez que Moisés supo que Ha’Shem lo había llamado para ser el redentor de Israel, escogió antes padecer aflicción con el pueblo de Dios, que tener el gozo temporal del pecado (11:25). Pero fue su elección, podía obedecer o desobedecer. Desobedecer tenía muchos atractivos, entre otras cosas, los placeres del pecado habrían sido mucho más fáciles y disfrutables a corto plazo. Ya es bastante difícil dejar de buscar cosas mundanas. Es aún más difícil renunciar a ellas una vez que las tiene, y Moisés tenía muchas cuando tenía cuarenta años. Tenía la mejor comida, la mejor vivienda, la mejor recreación, lo mejor de todo lo que Egipto tenía para ofrecer.

Alguien puede estar convencido de que el pecado a menudo es divertido, pero será solo por una temporada (Job 20:5, 21:7-13; Salmo 37; Santiago 5:5-6). Puede alimentar nuestro orgullo, satisfacer deseos físicos y ofrecer muchos otros placeres. Pero siempre es malo y siempre es fugaz. Así que no importa cuán temporalmente satisfactorio pueda ser, su satisfacción está destinada a desvanecerse. Sin embargo, parece que las personas mundanas son, en la superficie, exitosas, famosas, ricas y saludables en todas las formas imaginables. Por otro lado, muchos de los más fieles a Dios son pobres, enfermizos, fracasados en los negocios y ridiculizados. Si queremos preguntar como Jeremías: ¿Por qué prosperan los malvados, Y los traidores viven en paz? (Jeremías 12:1b), entonces el salmista responde cuando dice: Entonces ¿en vano he limpiado mi corazón, Y lavado mis manos en inocencia? Pues he sido azotado todo el día, Y mi castigo viene cada mañana. Si dijera yo: Hablaré como ellos, He aquí, a la generación de tus hijos sería infiel. Meditaba pues para entender esto, Y resultaba ardua tarea ante mis ojos. Hasta que entrando en el Santuario de Dios, Percibí el fin de ellos. Ciertamente los has puesto en deslizaderos, Y harás que caigan en la destrucción (Salmo 73:13-18).

Por lo tanto, Moisés escogiendo antes padecer aflicción con el pueblo de Dios, que tener el gozo temporal del pecado (11:25), rechazó su cargo en Egipto, una posición que le hubiera requerido contradecir el llamado de Dios en su vida y cometer el pecado de desobediencia. Pero lo dejó todo atrás. YHVH nos ha llamado a la santidad y a rechazar el pecado. La obediencia no siempre es fácil, pero al final el pecado es mucho, muchísimo más costoso. El camino de Dios no es solo para Su propio honor sino para nuestro propio bien. El camino de Satanás es para su honor y nuestro detrimento.333

La fe rechaza la abundancia del mundo: Moisés había sido un príncipe en Egipto durante cuarenta años, viviendo en uno de los palacios más lujosos de la historia humana. La palabra lujoso proviene de la ciudad de Luxor, donde Moisés se crió en el palacio del faraón.considerando mayor riqueza el vituperio del Mesías que los tesoros de Egipto, porque tenía la mirada puesta en el galardón (11:26). La palabra consideró (griego: hegeomai) implica un pensamiento cuidadoso, no una decisión rápida). Cristo proviene del griego: Christos o el Ungido. Como el apóstol Pablo (rabino Saulo) dijo: ¡cuántas cosas que eran para mí ganancias, las he estimado como pérdida por amor al Mesías! (Filipenses 3:7), antes también Moisés rechazó el poder y la riqueza de Egipto. Es decir, Moisés sufrió deshonra por causa de Cristo, el Ungido, porque se identificó con el pueblo y el propósito del Mesías mucho antes de que naciera Jesucristo. Pero, ¿cómo podría ser eso si Moisés vivió casi 1500 años antes de Cristo? No sabemos cuánto sabía Moisés sobre el futuro gran Libertador de Dios. Pero él tenía mucha más luz que Abraham, y Yeshua nos dice claramente que Abraham vuestro padre se regocijó de que vería Mi día, y lo vio y se alegró (Juan 8:56). De la misma manera, Moisés se regocijó ante la idea de ver a Jesucristo.334

Es fundamental que se mantenga enfocado en el plan de Dios para usted no en su dolor o problema. Así soportó Yeshua el dolor de la cruz, y nosotros somos llamados a seguir Su ejemplo: mantenga puestos los ojos en Jesús, el Autor y Consumador de la fe; el cual, por el gozo puesto delante de Él, soportó la cruz (Hebreos 12:2a). Corrie ten Boom, que sufrió en un campo de exterminio nazi, explicó el poder de la concentración: “Si miras al mundo, estarás angustiado. Si miras dentro, estarás deprimido. Pero si miras a Cristo, ¡descansa!” Su enfoque determinará sus sentimientos.

El secreto de la perseverancia es recordar que su dolor es temporal pero su recompensa será eterna. Moisés soportó una vida de problemas porque tenía la mirada puesta en el galardón (11:26b). El apóstol Pablo (rabino Saulo) soportó las dificultades de la misma manera. Él dijo: Porque esta leve tribulación momentánea, produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria (Segunda Corintios 4:17). No se rinda al pensamiento a corto plazo, manténgase enfocado en el resultado final: Y si hijos, también herederos: por una parte, herederos de Dios, y por la otra, coherederos con el Mesías, ya que juntamente padecemos para que juntamente seamos glorificados. Pues considero que los sufrimientos del tiempo presente no son dignos de ser comparados con la gloria venidera que va a ser revelada en nosotros (Romanos 8:17-18).335

Por la fe Moisés rechazó la presión del mundo: Por fe dejó Egipto, no temiendo la ira del rey, y se sostuvo como viendo al Invisible (11:27). Cuarenta años después de que Moisés fuera llevado a la casa del faraón, Thutmosis III había tomado el control del trono porque Hatshepsut, la madre adoptiva de Moisés, había muerto. Fue el cuarto faraón de la Dinastía XVIII y creció odiando a Hatshepsut y a cualquiera asociado con ella (para conocer los detalles de esto vea el comentario sobre Éxodo Ak- Un hombre de la casa de Levi se casó con una mujer levita). No solo era Moisés el hijo adoptivo de Hatshepsut, sino que también era de la realeza y heredero indirecto del trono. Mientras Hatshepsut estaba viva, Moisés estaba en buenas manos. Pero después de la muerte de ella, Moisés ya no contó con la protección de su madre adoptiva. Por lo tanto, Thutmosis III emprendió una campaña para matarlo.

Tutmosis III fue quizás el más grande de todos los llamados faraones guerreros. Evidentemente emprendió diecisiete campañas victoriosas. Este faraón era general y un líder natural. Tomó decisiones militares impopulares que resultaron ser correctas. Planificó su ataque de tal manera que siempre tuviera el terreno elevado y dejara a su enemigo en desventaja. De hecho, Tutmosis III ha sido llamado el Napoleón del Antiguo Egipto, y fue temido tanto dentro como fuera de la tierra de Egipto.

La afirmación de que Moisés no temía a Thutmosis III parece ser una contradicción (vea el comentario sobre Éxodo Al – Moisés huyó del faraón y se fue a vivir a Madián). El relato del Éxodo parecería implicar que Moisés salió de Egipto porque tenía miedo del Faraón Guerrero; sin embargo, una lectura más atenta deja claro que Moisés salió de Egipto porque fue rechazado por su propio pueblo cuando le dijo: ¿Quién te ha puesto como príncipe y juez sobre nosotros? ¿Piensas acaso asesinarme como asesinaste al egipcio? Entonces Moisés tuvo temor, y dijo: ¡Ciertamente el asunto ha sido descubierto! (Éxodo 2:14)?336 Pero él sabía que tenía un medio de apoyo invisible pero poderoso. Por fe dejó Egipto, no temiendo la ira del rey, y se sostuvo como viendo al Invisible (11:27). Sabía que, sin importar lo que sucediera, lo que sea que tuviera que enfrentar, sería sostenido, fortalecido y recompensado. El creyó como David: YHVH es mi luz y mi salvación, ¿De quién temeré? YHVH es la fortaleza de mi vida, ¿de quién he de atemorizarme? (Salmo 27:1) Moisés era el tipo de hombre que era porque eligió enfocar su mirada en Dios en lugar de hacerlo en el faraón. Sin embargo, ¿cuántas veces nos derrumbamos o retrocedemos ante una amenaza mucho menor? La Fe rechaza la presión del mundo, sea cual sea.337

La Fe acepta la Provisión de Dios: Por fe celebró la pascua y el rociamiento de la sangre, para que el que destruía a los primogénitos no los tocara a ellos (11:28 y Éxodo 12:1-30). La palabra griega celebró es la traducción de poieo, que significa instituir. Este verbo está en el tiempo perfecto que habla aquí del significado continuo de la pascua (Pesaj); no es que se vea como una institución permanente, pues no lo es, siendo sólo una sombra de la Realidad a la que apuntaba. Su importancia, sin embargo, está en el tipo de sangre: la sangre superior del Mesías que es de valor permanente. Porque es imposible que la sangre de toros y de machos cabríos pueda quitar pecados (Hebreos 10:4).338

Moisés celebró la pascua (vea el comentario sobre Éxodo Bv – La Pascua en Egipto). La décima y última plaga que Dios envió sobre los egipcios fue la plaga de los primogénitos (vea el comentario sobre Éxodo Bu – Traeré una plaga más sobre Faraón). Para proteger a los israelitas de esta plaga se instituyó Pesaj: tomarán de la sangre y la pondrán sobre las dos jambas y el dintel de las casas en que lo coman (Éxodo 12:7). Obviamente, la sangre en sí misma no tenía poder para alejar al ángel de la muerte, pero ponerla allí como el SEÑOR lo había ordenado fue un acto de fe. La sangre simbolizaba el sacrificio del Mesías por el cual Él conquistó la muerte para todos los que creen en Él. El pueblo de Israel, incluyendo a Moisés, no entendieron el significado completo de la ceremonia, pero sabían que era parte del plan de Dios. Él lo exigió y ellos obedecieron. Moisés aceptó la provisión de Dios. La Fe siempre acepta la provisión de Dios, no importa lo extraña y sin sentido que pueda parecer a nuestro finito entendimiento humano.

Cuando un creyente acepta a Jesucristo por fe, él o ella acepta la provisión de Dios para la salvación. Para el mundo, las buenas obras parecen una forma mucho mejor de agradar a Dios que la fe. Pero el camino del mundo no es el camino de Dios. Para Él, todos nosotros somos como cosa impura, Y nuestra justicia como trapo de menstruo. Todos nosotros nos marchitamos como hojas, Y la mano de nuestras iniquidades nos arrastra como el viento (Isaías 64:6). La fe acepta toda la justicia de Yeshua transferida a nuestra cuenta bancaria espiritual (vea el comentario sobre La vida de Cristo Bw – Lo que Dios hace por nosotros en el momento de la fe). Este es el camino de ADONAI y por lo tanto el camino de la fe.339

La fe acepta la promesa de Dios: Por fe cruzaron el mar Rojo como por tierra seca, e intentándolo los egipcios, fueron sumergidos (Hebreos 11:29 y Éxodo 14:1 a 15:21) (vea el comentario sobre Éxodo Ch – El SEÑOR peleará por ti, solo necesitas estar quieto). Finalmente, la fe acepta la promesa de Dios. Cuando Moisés y los israelitas llegaron al Mar Rojo, Thutmosis III y su ejército no se quedaron atrás. Por todo lo que los israelitas podían ver, estaban atrapados, no había escapatoria. Al principio, el pueblo se desanimó y se quejó sarcásticamente dijeron a Moisés: ¿Por no haber sepulcros en Egipto nos tomaste para morir en el desierto? ¿Qué es esto que nos has hecho al sacarnos de Egipto? (Éxodo 14:11)? Pero se animaron de nuevo cuando Moisés respondió al pueblo: ¡No temáis! ¡Estad firmes y ved la salvación de YHVH que Él hace hoy por vosotros, porque los egipcios que visteis hoy, no los volveréis a ver nunca más! YHVH luchará por vosotros, y vosotros quedaos quietos (Éxodo 14:13-14). Así que por un tiempo ellos confiaron en Dios, y por la fe atravesaron el Mar Rojo en seco (vea el comentario sobre Éxodo Ci – Las aguas se dividieron y los israelitas atravesaron el mar por tierra seca).

La fe toma a Dios en Su palabra y es victoria para nosotros. Nuestra carne niega la palabra de Dios o trata de destruirla. Los egipcios repetidamente endurecieron sus corazones hacia YHVH y confiaron en su propia sabiduría y se ahogaron. La prueba de la fe es confiar en ADONAI cuando todo lo que tenemos son Sus promesas. Cuando las aguas se amontonan a nuestro alrededor y los problemas y peligros están a punto de abrumarnos, es cuando se prueba la fe y cuando el Señor se complace especialmente en mostrarnos Su fidelidad, Su amor y Su poder.

En cada decisión de nuestras vidas, elegimos cumplir la voluntad de Dios y estar llenos del Ruaj Ha-Kodesh, o elegimos cumplir nuestra propia voluntad y apagar el Espíritu. Cuando creamos verdaderamente en ADONAI, sabremos que en todo Él tiene en Su corazón nuestro mejor interés, y nosotros siempre lo elegiremos a Él.340

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