Nunca más las aguas se convertirán en un diluvio
para destruir a todos los mortales
9: 8-17

Nunca más las aguas se convertirán en un diluvio para destruir a todos los mortales ESCUDRIÑAR: ¿Qué aspectos de este pacto son para siempre? ¿Cuales son incondicionales? ¿Cuál es la señal de este Pacto Renovado? ¿Para qué sirve esta señal? ¿qué sabe usted acerca de otras señales o sellos de los compromisos del pacto entre Dios y Su pueblo, en otra parte de la Biblia? ¿Qué nos enseña este Pacto Renovado acerca de la santidad de la vida? ¿Cómo podría esto ser especialmente importante para Noé y sus hijos cuando salieron del arca?

REFLEXIONAR: ¿Qué arco iris simbólico ha experimentado usted recientemente? ¿En qué área de su vida este pasaje le trae paz? ¿En qué lo desafía?

Este pacto, esta relación, se establece con dos categorías. En primer lugar se establece con la humanidad. Entonces Dios les habló otra vez a Noé y a sus hijos, y les dijo: Yo establezco mi pacto con ustedes, con sus descendientes (9:8-9). Este es el cumplimiento de Su promesa en 6:18. En segundo lugar, se incluye el reino animal. Elohim dijo: y con todos los seres vivientes que están con ustedes, es decir, con todos los seres vivientes de la tierra que salieron del arca: las aves, y los animales domésticos y salvajes (9:10). La palabra pacto aparece siete veces en esta sección (9:8, 11-13, 15-17).

Entonces Dios explica la promesa del pacto con Noé. Éste es mi pacto con ustedes: Nunca más serán exterminados los seres humanos por un diluvio; nunca más habrá un diluvio que destruya la tierra (9:11). No habrá nunca más un diluvio universal. Sin embargo, la Biblia enseña que después de que Jesús regrese para gobernar y reinar desde Jerusalén por mil años (Apocalipsis 20:2); en aquel día los cielos desaparecerán con un estruendo espantoso, los elementos serán destruidos por el fuego, y la tierra, con todo lo que hay en ella, será quemada (II Pedro 3:10b). En ese momento, habrá un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra habían dejado de existir, lo mismo que el mar (Apocalipsis 21:1).

Fuera del pacto con Noé los rabinos desarrollaron las Siete Leyes noajicas del judaísmo (siete preceptos de las naciones o las Siete leyes de los hijos de Noé). Mientras que los judíos creen que reciben la salvación a través de la Torá, según la teología rabínica, los gentiles reciben la salvación a través de estas Siete Leyes. Estas leyes son la base de la salvación de los gentiles en el judaísmo, a falta de conversión al judaísmo.

Hay siete categorías básicas. En primer lugar está la justicia. Esto implica el establecimiento de tribunales de justicia. Es imprescindible perseguir la justicia social y prohibir el error judicial involuntario. La segunda Ley es sobre la blasfemia. Esto significa no tomar el nombre de Dios en vano y prohíbe las maldiciones dirigidas hacia Dios. En tercer lugar, sobre la idolatría. Esta prohíbe la adoración de ídolos o planetas. La cuarta ley es sobre la inmoralidad, prohíbe el adulterio, el incesto, la sodomía y la bestialidad. La quinta ley es sobre el homicidio, prohíbe tanto el asesinato y como el suicidio. La sexta es sobre el robo, prohíbe tomar de la propiedad de otro. La séptima ley es sobre la prohibición de comer la carne de un animal vivo. También prohíbe el consumo de cualquier pieza cortada de un animal vivo. Pero, como de costumbre, los rabinos eran mucho más detallistas que estas siete leyes.

En el pensamiento rabínico hay 613 mandamientos en la Torá para los judíos, y estas siete categorías para los gentiles fueron establecidas para incluir en ellas una serie de los 613 mandamientos. Los rabinos dividen a éstos en mandamientos negativos y positivos. La primera categoría es la justicia y en el pensamiento rabínico abarca 20 de los 613 mandamientos. La segunda Ley es sobre la blasfemia, abarca 8 de los 613. La tercera categoría, la idolatría, cubre 10 de las 613. La cuarta categoría en esta Ley es sobre la inmoralidad, y cubre 10 de las 613 leyes de Moisés. La quinta categoría tiene que ver con el homicidio, y no corresponde a ninguna categoría específica porque cualquier cosa que pudiera clasificarse como homicidio ya ha sido incluida en la primera categoría de la justicia o en la categoría de robo. La sexta ley es sobre el robo, cubre 16 de las 613. La séptima categoría tiene que ver con el consumo de los miembros amputados de un animal vivo y cubre 2 de las 613.

Entonces Elohim se centra en la señal misma. Él dijo: Esta es la señal del pacto que os doy entre Yo y vosotros, y entre todo ser viviente que está con vosotros, por generaciones perpetuas (9:12 BTX). Sin duda, es desgarrador que aunque muchos admiran el hermoso arco iris, algunos pocos lo relacionan con la promesa de Dios, y mucho menos creen que alguna vez hubo un Diluvio universal. Pero así como la circuncisión posteriormente se convertiría en la señal del pacto con Abraham (17:11), y al igual que el shabbat se convirtió en la señal de la alianza con Israel en el Monte Sinaí (Éxodo 31:12-17), así también el arco iris es la señal del pacto con Noé por todas las generaciones perpetuas.

He colocado Mi arco iris en las nubes, el cual servirá como señal de mi pacto con la tierra (9:13). Antes del Diluvio, el aire superior habría contenido sólo vapor de agua que es invisible, y por lo tanto no era posible ningún arco iris (que requiere gotas de agua). Con el nuevo ciclo hidrológico después del Diluvio, la antigua bóveda de vapor ya no estaba. Es físicamente imposible ahora que suficiente agua sea levantada a la atmósfera para provocar un diluvio universal. Cuando una tormenta ha pasado y las nubes finalmente agotan la mayor parte de su agua, entonces siempre aparece un arco iris, y así Elohim quiere que recordemos una vez más su gran promesa después del gran Diluvio. 163 La palabra hebrea que se usa aquí para arco es keshet (o quéshet), que significa arco guerrero o un arco de guerra. Más tarde, en el Tanaj Dios se referirá a las tormentas de juicio mediante el uso de las palabras: arcos y flechas. Pero aquí es como si Dios colgara Su arco de guerra sobre las nubes como señal de paz. 164

Cuando yo cubra la tierra de nubes, y en ellas aparezca el arco iris, me acordaré del pacto que he establecido con ustedes y con todos los seres vivientes. Nunca más las aguas se convertirán en un diluvio para destruir a todos los mortales (9:14-15). Aquí está otra referencia complementaria a la universalidad del Diluvio, ya que de lo contrario todos los animales terrestres que sobreviven una inundación local no han sido objeto de los términos del pacto de Dios con Noé. 165

Esta es una promesa divina incondicional. Cada vez que aparezca el arco iris entre las nubes, yo lo veré y me acordaré del pacto que establecí para siempre con todos los seres vivientes que hay sobre la tierra (9:16). Así que de la misma manera que la sangre en los marcos de las puertas en Egipto (Éxodo 12:1-13) sirvió como una señal de que el juicio se evitó en esa casa, lo mismo es cierto aquí. Siempre que Elohim vea el arco iris, Él recordará Su pacto eterno y aunque la humanidad siga siendo pecadora, el juicio se evita. La señal fue muy adecuada para cumplir con la función primordial de toda señal de pacto: ser una promesa tranquilizadora. Al igual que la señal posterior de la circuncisión, fue el sello (Romanos 4:11) de un hecho consumado. 166

Dios concluyó diciéndole a Noé: “Éste es el pacto que establezco con todos los seres vivientes que hay en la tierra” (9:17). En la antigüedad en el cercano Oriente, se hacían tratados de pacto después de las guerras como un paso hacia la paz. Del mismo modo Elohim, después de juzgar el pecado, hizo un pacto de paz. Sin duda, fortalecería a Israel ver la promesa de Dios en los cielos, y asegurarles que Él cumple Su promesa de gracia. 167

Fuera del Génesis y el pacto con Noé, el arco iris se encuentra en otros tres lugares en la Biblia: Ezequiel 1:28 donde es parte de la gloria Shekinah (vea el comentario sobre Isaías JuLa gloria del SEÑOR se levanta sobre ti) Apocalipsis 4:3 donde también es parte de la gloria Shekinah, y finalmente, cuando el mismo Señor Jesús el Cristo vuelve a reclamar autoridad sobre el mundo (Apocalipsis 19:1-16), donde, en lugar de una corona de espinas (que llevaba en la cruz), El vuelve en una nube, con el arco iris sobre su cabeza (Apocalipsis 10:1). El hebreo usa el artículo definido, “el arco iris”. Esto difícilmente puede referirse a cualquier otro arco iris, pero sí a Mi arco iris, la señal del pacto eterno entre Dios y la humanidad.

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