La línea de Jafet
10: 2-5

La línea de Jafet ESCUDRIÑAR: ¿Por qué se lo menciona primero a él entre los tres hermanos? ¿Cuál fue la ocupación de la mayoría de los descendientes de Jafet?

Comenzamos con el mayor de los tres hijos de Noé, Jafet. Él se menciona en primer lugar, porque era el mayor, y luego Cam, por lo que la genealogía de Sem, el más joven, puede conducir a Abraham sin parar. Sus descendientes se convirtieron en el pueblo indoeuropeo y se asentaron al este en partes de Asia, al norte en Europa, y hacia el oeste en España. La línea de Jafet produjo las razas orientales y caucásicas. Jafet tuvo siete hijos (10:2) siete nietos (10:3-4), y fue padre de catorce naciones (2×7) (haga clic en el enlace y vea AeEl número siete).

Gomer fue padre de los cimerios, localizados al suroeste del Mar Negro. Después de ser derrotado por los asirios se asentaron en la zona comprendida entre Armenia y Capadocia (Ezequiel 38:2 y 39:6). Finalmente, se establecieron en lugares como Alemania, Francia y Gales.

Magog fue el segundo hijo. Se localiza entre los mares Negro y Caspio, en lo que hoy es el sur de Rusia. Él se asocia tanto con Mésec y Tubal en Ezequiel 38:2 y Gomer y Togarma en Ezequiel 38:6. Los escitas, los eslavos, rusos, búlgaros, bohemios, polacos, eslovacos, y los croatas proceden de Magog.

Madai era el tercer hijo. Sus descendientes son mencionados en II Reyes 17:6, 18:11, Isaías 13:17, 21:2, Jeremías 25:25, 51:11 y 28. Los habitantes de la India y las razas iraníes como los medos, persas, afganos, y kurdos todos ellos proceden de Madai, que se encuentra al suroeste del Mar Caspio.

Javán fue el cuarto hijo y se pronuncia Yavan en hebreo. Es el origen del nombre de Jonia de la Ilíada de Homero y se refiere a la raza helénica. Estos pueblos se asentaron a lo largo de la costa de Asia Menor, que es Grecia. Se mencionan en Isaías 66:19 donde se conectan con Tarsis y Tubal, y en Ezequiel 27:13 donde ellos se conectan con Mesec y Tubal. Existe una leyenda griega que dice que Eipetos es el padre de los griegos y Eipetos es la forma griega de Jafet. Así que los griegos, romanos, franceses, españoles, portugueses, italianos y todos ellos proceden de Javán.

Tubal fue el quinto hijo y sus descendientes son los tabali de las inscripciones asirias. Ellos vivían en el este de Asia Menor e incluye zonas de Rusia hasta el norte hasta el río Tobol en Tobolsk.

Mesec fue el sexto hijo y son el Mushki de las inscripciones cuneiformes asirias. También son mencionados en la literatura egipcia. Ellos se encuentran entre los mares Negro y Caspio. El territorio donde se asentaron fue Rusia, y siempre se mencionan junto con Tubal como se ha visto en Ezequiel 27:13, 32:26, 38:2-3 y 39:1.

Tiras fue el último hijo (10:2). Los tracios, los teutones, y la raza anglosajona, el pueblo inglés, vinieron de Tiras. Siete más llegaron de estos siete.

Tres tribus del norte vinieron de los hijos de Gomer y los nietos de Jafet: Askenaz fue el primer hijo de Gomer. Los judíos identificados Askenaz con Alemania y, actualmente los judíos alemanes son llamados los Ashkenazi.185 Sus territorios fueron Alemania, Scandia (ó Escandinavia), Saxon (ó Sajon), Dinamarca y Armenia. Se mencionan en Jeremías 51:27 junto con Ararat y Mini.

Rifat era el segundo hijo de Gomer. En I Crónicas 1:6 su nombre se escribe Difat porque la r y la d son muy parecidos en hebreo. Se localizaron al extremo sur del Mar Negro.

Togarma fue el tercer hijo y el antepasado de los armenios, como ellos mismos afirman (10:3). Otras referencias a ellos están en Ezequiel 27:14, donde se dedicaron a la exportación de caballos a Tiro, y en Ezequiel 38:6, donde son parte del ejército del Señor.

Luego, los hijos de Javán o Yavan, los nietos de Jafet, se relacionaron con los griegos: Elisá fue el primer hijo de Javan. Ellos se localizan en Cyrus y Creta.

Tarsis era el segundo hijo de Javan y significa refinería. Sus descendientes se localizaron en el suroeste de España. Otras referencias a los mismos se encuentran en I Reyes 10:22, que dice que eran exportadores de oro, plata, marfil, monos y pavos reales (Btx); en Isaías 23:1 donde se conectan con los barcos, en Jeremías 10:9 donde eran exportadores de plata; Ezequiel 27:12, donde se conectaron con Tiro y la exportación de plata, hierro, estaño y plomo. Este fue el destino de Jonás (Jonás 1:3) y también fue el lugar de los barcos comerciales de Salomón (II Crónicas 9:21).

Quitín fue el tercer hijo mencionado, que es la parte fenicia de Chipre. Otras referencias están en Números 24:24 donde está asociado con barcos; Isaías 23:1, donde Tiro es destruido, y Ezequiel 27:6, donde se describe como una isla.

Y Rodanim, o como a veces se pronuncia Dodanin porque el sonido de la r y la d son muy parecidos en Hebreo (I Crónicas 1:7), fue el cuarto hijo. Ellos se ubicaron en Grecia y Macedonia (10:4).

De éstos se esparcieron los pueblos de las costas, cada uno en sus territorios. Esto se indica para decir que el pueblo se dispersó pronto después del Diluvio, y se enlazan con la historia de la Torre de Babel, donde se explica cómo surgieron los diferentes idiomas. Además, se muestra cómo ADONAI en Su amor mantiene Su pacto con Noé y no destruyó a sus descendientes. La mayoría de los descendientes de Jafet se ganaban la vida en el mar, de una manera u otra. Se extendieron tanto al este como al oeste, yendo tan lejos como Europa en el oeste y Persia, la India y la mayor parte de Asia, en el este. Ellos se extienden a lo largo de tanto territorio, que se cumple la profecía de 9:27, donde Noé dijo: Que Dios extienda el territorio de Jafet. Algunos de ellos, que poblaron las costas, formaron naciones (10:5a) y catorce naciones vinieron de Jafet. Esto demuestra que ellos tenían algún tipo de estructura social. El lapso de tiempo que se da aquí es de tres generaciones dentro de catorce naciones. Cada uno de estos clanes en sus respectivos territorios y con sus propios idiomas (10:5b). Lo que demuestra que esto fue escrito después de la dispersión del capítulo 11.

Estas tribus del norte no figuraban en su mayor parte en la historia de Israel, pero se indican con frecuencia en los escritos proféticos (Ezequiel 27, 37-39).186

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