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Toma ahora a tu hijo Isaac,
y sacrifícalo en holocausto
22: 1-8

ESCUDRIÑAR: ¿Por qué cree que Dios escogió poner a prueba la fe de Abraham a través de su hijo Isaac? Conociendo que Elohim esperó veinticinco años antes de darle un hijo a Abraham, ¿cómo se puede esperar que él reaccione a las instrucciones de Dios? ¿Por qué él no se opone? ¿Quiénes dice Abraham que volverán de la montaña? ¿Qué le dice esto acerca de su fe en Dios? ¿Qué otras evidencias de la fe en Dios dio Abraham cuando se dispuso a sacrificar a su hijo?

REFLEXIONAR: ¿Dónde siente usted que Dios lo está probando ahora? ¿Cómo le va en la prueba? ¿Qué está aprendiendo de ella? Si Elohim le pidiera que le entregue algo o alguien que ama, ¿podría hacerlo? ¿Está Dios primero en su vida?

Aconteció después de estas cosas que Elohim probó a Abraham, y le dijo: ¡Abraham! Él respondió: Heme aquí (22:1). Abraham no tuvo noticias de Dios por muchos años, parecía estar en silencio. Pero después de estas cosas Elohim probó a Abraham, y le pidió que hiciera lo impensable. Esta palabra probó deja claro que Dios no tenía la intención de que sacrificara a Isaac. Esta es la primera vez que la palabra prueba se utiliza en la Biblia, y sería la mayor prueba de Abraham. Dios lo llamó, y Abraham le respondió: Heme aquí. Nuestra fe no es puesta realmente a prueba hasta que Elohim nos pide que soportemos lo que parece insoportable, hacer lo que parece irracional, y esperar lo que parece imposible.352

Y dijo: Toma ahora a tu hijo, tu único, a Isaac, a quien amas, y ve a tierra de Moriah, y tú mismo sacrifícalo allí en holocausto sobre uno de los montes que Yo te diré (22:2 BTX). Cuando Dios habló, parecía como si cada palabra estuviera destinada a herir a Abraham lo más profundamente posible. Isaac no fue el único hijo que tenía Abraham, pero él era el hijo de la promesa, el hijo único. En lo que se refiere a los propósitos de Dios, Él estaba ciego a Ismael. Así que la primera mención de la palabra amor en las Escrituras nos llama la atención sobre el hecho del amor de un padre piadoso para su único hijo, y es un cuadro del amor que existe entre Dios el Padre y Dios el Hijo.

Los musulmanes tienen un gran problema en donde Génesis dice tu único hijo. Dicen que se debe escribir: “Toma a tu hijo, tu único hijo, Ismael,” porque cuando Ismael estaba a mediados de su adolescencia, Isaac todavía no había nacido. La razón específica por la que Ismael y Agar fueron echados fue porque Dios sólo reconoció a Isaac como el hijo de la promesa. El retorcido razonamiento de ellos es que cuando nació Isaac, Abraham tuvo dos hijos. Pero no llegan al punto en cuanto a “ser el hijo de la promesa” , Dios no reconoció a Ismael, sólo a Isaac. Por lo tanto, Dios miraría a Isaac como el único hijo de Abraham. Los musulmanes enseñan que “en este pasaje a causa de chovinismo (o perjuicio) el nombre de Ismael fue cambiado a Isaac.” Ellos enseñan que Dios ha preservado la palabra único para mostrarles lo que debería haber sido.353

Entonces Dios continuó: ve a la tierra de Moria, que finalmente se convertiría en el monte de Sión. Las palabras parecían un cuchillo apuñalando profundamente el corazón de Abraham: tú mismo sacrifícalo allí en holocausto (u ofrenda por pecado). Antes de la Torá, la ofrenda por el pecado era una ofrenda quemada. La cuestión era clara. Dios le preguntó a Abraham: ¿Amas a tu hijo más de lo que me amas a Mi? El principio es éste: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, y con todas tus fuerzas (Deuteronomio 6:5). Jesús dijo: Si alguno viene a mí, y no aborrece (ama menos) a su padre y a la madre, y a la mujer y a los hijos, y a los hermanos y a las hermanas, y aun también a su vida, no puede ser mi discípulo (Lucas 14:26 BTX). Si Abraham se había reído en su corazón de esperanza gozosa cuando su hijo fue prometido a él, cuan profunda angustia y perplejidad debe haber tenido en este increíble pedido del Dios que había sido tan bueno con él. Sin embargo, la fe que le permitió creer en primer lugar aquella promesa asombrosa ya era suficiente para una demanda aún más impresionante. Esta prueba, entonces, revela de Abraham obediencia y fe, y la sumisión de Isaac, y la provisión de la gracia de Elohim de un sustituto en su lugar.354

Isaac es mostrado como un tipo de Cristo (Gálatas 3:16), y la experiencia de Abraham e Isaac en el Monte Moria muestra el sacrificio del Mesías en el Monte Calvario (Hebreos 11:17-19). Este es realmente el problema central de todo este capítulo, sino de toda la Biblia: El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros (Romanos 8:32a).

Abraham pudo haber pensado: “pero, ADONAI esto no suena como de Usted”. “ prometiste hacer de Isaac una gran nación, y él ni siquiera está casado todavía. Es verdad que los dioses de los pueblos que nos rodean son a veces adorados por el sacrificio de los hijos e hijas, y ciertamente yo te amo tanto como estas personas aman a sus propios dioses falsos; pero este tipo de cosas sin duda no le es agradable a usted. ¿Qué pasará con todas Sus promesas si Usted me pide eso a mí? Y ¿qué pasará con Sara? ¡Por qué, esto la llevaría con dolor hasta la tumba!” Si Abraham pensó en realidad esas cosas o no, las Escrituras no lo dicen. Todo lo que dice es que él obedeció a Dios sin hacer preguntas.355 Fe es obedecer a la Palabra de Dios por completo.

Una cosa es clamar por una Palabra de Dios para confiar cuando se espera por algo; otra cosa muy distinta es confiar y obedecer Su Palabra después de recibirla. Esta fue una prueba de lo mucho que Abraham le obedecería. ¿Haría que se aferrara a Isaac, ahora que lo tenía, o sería obediente y lo devolvería a Dios? En otras palabras, ¿hasta dónde Abraham iría en su obediencia? ¿De verdad creen que Dios cumpliría su palabra y levantaría al hijo de la promesa?356

En el momento en que Abraham se había hecho a la idea de obedecer a Dios, Isaac estaba muerto a sus ojos. Él siguió su tarea sombría como alguien que hace arreglos funerarios, sólo puso un pie delante del otro. El no le dijo a Isaac de sus intenciones, y probablemente tampoco se las dijo a Sara. Y Abraham se levantó temprano por la mañana, enalbardó su asno y tomó consigo a dos de sus mozos y a su hijo Isaac. Luego cortó troncos para el holocausto, se levantó, y se fue al lugar que le había dicho Elohim (22:3 BTX). Isaac (en hebreo: Yitz’chak). Los rabinos enseñan que estos dos siervos fueron Ismael y Eliezer de Damasco. Los troncos eran la leña para el sacrificio por el pecado, porque no sabía si habría suficiente cuando llegara el momento del sacrificio. En realidad, no se registra que los siervos hicieran algo, ellos meramente estaban allí. Cuando todo estuvo listo, los cuatro partieron.

Abraham era viejo y montaba un burro, mientras que Isaac y los dos criados caminaban. El viaje duró dos días completos y parte del tercero. La distancia total fue de alrededor de ochenta kilómetros desde Berseba. Abraham viajó con resignación silenciosa. No hay ningún registro de alguna conversación. Al tercer día Abraham alzó sus ojos y divisó el lugar de lejos (22:4​​ BTX). Instintivamente se dio cuenta de que él e Isaac tenían que recorrer el resto del camino solos: Y dijo Abraham a sus mozos: Permaneced aquí con el asno, que yo y el muchacho iremos hasta allí y nos postraremos. Después regresaremos con vosotros (22:5 BTX). No se les permitió a los dos ladrones en sus cruces vieran lo que ocurrió entre el Padre y el Hijo, y tampoco a estos dos siervos.

Para todos los propósitos prácticos, Yitzjak fue resucitado de entre los muertos al tercer día, que es el corazón del Evangelio: que el Mesías murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; que fue sepultado y que fue resucitado al tercer día, conforme a las Escrituras (I Corintios 15:3b-4). ¿De acuerdo a lo que las Escrituras? Pablo estaba hablando del TaNaJ. Pero ¿dónde la imagen de Jesús resucitó al tercer día? Jesús mismo habla de su muerte y resurrección como la señal de Jonás (Lucas 11:29), porque Jonás pasó tres días en el vientre de un pez y fue resucitado de entre los muertos (haga clic en el enlace y vea el comentario sobre Jonás At – La Oración de Jonás). Y también aquí, en sentido figurado, Abraham recibió a Isaac de entre los muertos al tercer día.

Entonces Abraham dijo: Vamos a adorar y luego regresamos. El no estaba mintiendo a los dos mozos. Abraham tenía fe en que él e Isaac retornarían porque Dios le había prometido un hijo. Dios le había dicho que Isaac se convertiría en una gran nación, en quien serían bendecidas todas las naciones del mundo. Si estuviera muerto, nada de eso sucedería. Abraham había aprendido hacía mucho tiempo que Dios era cumplidor de promesas. Pero ¿qué hay de la declaración de Abraham que él e Isaac iban a adorar? Podría considerarse el sacrificio de Isaac como adoración? Sí, porque adoración simplemente significa inclinarse. Adorar a Dios es simplemente inclinarse ante Su voluntad, reconocer y aceptar que Su voluntad es lo mejor para nuestras vidas. Lo que Él hace está bien, sea que lo entendamos o no ahora. Su voluntad puede implicar espera y sufrimiento, incluso la muerte; pero si es Su voluntad, entonces debemos inclinamos ante ella y aceptarla con acción de gracias. No subestimo lo difícil que es, pero es entonces, y sólo entonces, que adoramos a Dios. No entendiendo, pero si creyendo, Abraham e Isaac estaban dispuestos a hacer Su voluntad. Esta sumisión a la voluntad de Dios en un último acto de adoración pinta maravillosamente la obra de Cristo en la cruz. Jesús dijo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa, pero no sea como yo quiero, sino como Tú (Mateo 26:39).357

Tomó entonces Abraham los troncos del holocausto y los cargó sobre su hijo Isaac, luego tomó en su mano el fuego y el cuchillo. Y ambos iban juntos (22:6). Isaac cargó la leña para su sacrificio en el monte Moria, al igual que la cruz fue llevada por Cristo cuando Él iba hasta el Monte Calvario (Juan 19:17). El fuego simboliza el juicio divino. Fue visto por primera vez en una espada encendida que se colocó en el jardín de Edén, para asegurarse de que Adán y Eva no pudieran acceder de nuevo al árbol de la vida bajo condiciones de pecado (3:24). Finalmente se verá en el lago de fuego, donde la bestia y el falso profeta serán lanzados (Apocalipsis 20:14-15). El juicio divino estaría satisfecho en el Calvario cuando cada reclamo de santidad y justicia de Dios fue satisfecho, por lo que Él queda libre para actuar en favor de los pecadores.

Ambos iban juntos, Isaac fue voluntariamente con su padre. Este no era un niño. Isaac era un hombre adulto de unos 30 años de edad. Él estaba en su mejor momento, a punto de casarse. Sin duda, él era mucho más fuerte que Abraham y si hubiera querido fácilmente podría haber escapado. En algún momento él tuvo que haber sabido lo que su padre tenía en mente. Él sabía lo que era una ofrenda por el pecado. Estaban llevando troncos, fuego y el cuchillo, pero no había ningún animal para sacrificar. E Isaac habló a su padre Abraham, diciendo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, hijo mío. Y le dijo: Mira, está el fuego y los troncos, pero ¿dónde está el cordero para el holocausto? (22:7). Una pregunta honesta merece una respuesta honesta.

Dijo Abraham: Elohim se proveerá el cordero para el holocausto, hijo mío. Y ambos iban juntos (22:8 BTX). Sólo Dios podría establecer lo que le satisfaría a sí mismo. Poco después de esto había un carnero que estaba atrapado en un matorral, y Abraham fue y tomó al carnero y lo sacrificó en holocausto (ofrenda por el pecado) en lugar de su hijo (22:13). Abraham dice aquí que Dios se proveerá del cordero. Pero no había ningún cordero; había un carnero, este es un punto importante. El cordero no sería provisto hasta siglos más tarde cuando Juan el Bautista señala a Yeshua y dice: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo (Juan 1:29). Dios se proveyó a Si mismo como el cordero. Es muy importante ver que Abraham estaba hablando proféticamente aquí.358 Isaac no respondió y se quedó en silencio ante su sacrificio al igual que el Mesías se quedó en silencio antes el Suyo.

Dice también que: ambos iban juntos. Los dos mozos sólo podrían acompañar con la vista hacia el Monte Moria. Esto iba a ser entre el padre y el hijo; entre Abraham e Isaac. Y del mismo modo, Dios dejó al hombre fuera de la cruz. Al mediodía la oscuridad cubrió toda la tierra durante tres horas, mientras el Padre derramó su ira sobre Dios el Hijo (vea el comentario sobre La vida de Cristo Lv – Las segundas tres horas de Jesús en la cruz: La ira de Dios). Pedro lo dijo así: Él mismo llevó nuestros pecados en su propio cuerpo sobre el madero, para que nosotros, habiendo muerto a los pecados, vivamos para la justicia. (I Pedro 2:24, 2 Corintios 5:21). Pero fue entre el Padre y el Hijo en la cruz. El hombre estaba fuera y no participó en absoluto. La imagen es la misma aquí.359

Por lo tanto, Dios el Padre no obligó a su Hijo a morir en la cruz. Por esto el Padre me ama, por cuanto Yo pongo mi vida para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que Yo la pongo de mí mismo. Tengo autoridad para ponerla y tengo autoridad para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre (Juan 10:17-18). Era la voluntad del Padre, y el Hijo, dispuesto a obedecer. Y Porque las dos fueron juntos, pecadores perdidos como usted y yo podemos ser perdonados de nuestros pecados y recibir la vida eterna.

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