La muerte de Abraham
25: 7-11

La muerte de Abraham Escudriñar: A través de la experiencia de Abraham con Dios, ¿qué es lo que se aprende acerca de la forma en que el Señor nos trata cuando somos obedientes? ¿Cuando tenemos miedo? ¿Cuando estamos descarriados?

Abraham vivió ciento setenta y cinco años (25:7). Este fue el cumplimiento de la promesa de ADONAI a él que iba a ser sepultado cuando ya seas muy anciano (15:15). Isaac (en hebreo: Yitz’chak) tenía 65 años, y sus nietos Jacob y Esaú tenían 15 años. Así que él fue capaz de ver a sus nietos crecer. Esto muestra que el Génesis no se escribió en estricto orden cronológico. Es básicamente cronológico, pero no lo es estrictamente. A veces, cuando una historia llega a su fin, vuelve y recoge una nueva línea de la historia, como es el caso de Jacob y Esaú que viene en breve.

Una cosa es vivir una larga vida, pero otra muy distinta es vivir una larga vida que también sea satisfactoria. Abraham murió en buena vejez, luego de haber vivido muchos años, y fue a reunirse con sus antepasados (25:8), literalmente satisfecho. Vio todos los deseos de su corazón cumplidos. Esta es la primera indicación que tenemos en Génesis que hay vida más allá de la tumba. Abraham estaba viviendo por la fe cuando murió (Hebreos 11:13-16). Él fue a reunirse con su pueblo. Esta es la primera aparición de esta frase en la Biblia y significa ir al lugar de los muertos, en referencia al destino del espíritu, no del cuerpo (Santiago 2:26). La palabra en el TANAJ para el reino de los muertos es Seol y en el Nuevo Pacto es equivalente al Hades. 399 Este era un lugar temporal para los espíritus a la espera de la resurrección. Como su pueblo estaba en la Mesopotamia y ya que ninguno de sus antepasados fue enterrado en la cueva Machpelah, esto sólo puede referirse a la vida después de la muerte. En otras palabras, él estaba con los que había muerto en la fe antes que él. Diecinueve siglos más tarde, la ubicación de estos espíritus es llamado en realidad el Seol, o seno de Abraham (Lucas 16:22 NVI); (vea el comentario sobre La vida de Cristo Hx – La parábola del rico y Lázaro). 400

Sus hijos Isaac e Ismael lo sepultaron en la cueva de Macpela, que está cerca de Mamré, es decir, en el campo del hitita Efrón hijo de Zojar. Éste era el campo que Abraham les había comprado a los hititas. Allí lo enterraron, junto a su esposa Sara (25:9-10).

Luego de la muerte de Abraham, Dios bendijo a Isaac, hijo de Abraham, quien se quedó a vivir cerca del pozo de Lajay Roí (25:11). Cuando Abraham por la fe despidió a todos sus otros hijos, dispuso la transferencia de su bendición a Isaac quien esperó en el Señor. Abraham se habría ido, pero el programa de ADONAI continuaría; ningún líder de la alianza es indispensable, Su programa de bendecir al mundo continuará creciendo y expandiéndose de generación en generación. Cada uno de los siervos del Señor debe hacer todo lo posible para garantizar el curso de la obra de Dios, pero la obra es más grande que cualquier individuo. 401

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