Esaú se casó con la hija de Ismael,
además de las esposas que ya tenía
28: 6-9

Esaú se casó con la hija de Ismael, además de las esposas que ya tenía ESCUDRIÑAR: Al enterarse de las preferencias de su padre por una pareja adecuada, ¿qué hace Esaú con esto? Dos esposas equivocadas hacen a una tercera correcta? ¿Qué sigue señalando la Biblia sobre Esaú y sus decisiones? ¿Qué nos dice esto acerca de la relación entre Ismael e Isaac?

REFLEXIONAR: ¿Renuncia usted al pecado en su vida cuando lo encuentra? ¿O lo evita con gestos simbólicos? ¿Cómo se puede restaurar una relación con un miembro de la familia que una vez se tensó?

Esaú ahora hace otro intento de recuperar la bendición. Y vio Esaú que Isaac había bendecido a Jacob y lo había enviado a Padan-aram para tomar de allí mujer para sí, y que, al bendecirlo, le había ordenado que no tomara mujer de entre las hijas de Canaán, y que Jacob al obedecer a su padre y a su madre, se había dirigido a Padan-aram (28:6-7 BTX).

Esaú comprendió entonces que las hijas de Canaán eran desagradables a ojos de su padre Isaac (BTX 28:8). Él pensó en consecuencia que al no casarse con otra mujer cananea, iba a ganar de nuevo el favor de su padre y, posiblemente, la bendición.

Y fue Esaú a Ismael, y además de las que tenía, tomó para sí por mujer a Mahalat, hija de Ismael, hijo de Abraham y hermana de Nebayot (28:9 BTX). Este es el caso clásico de cerrar la puerta del establo después que el caballo se escapó. Aunque Esaú no se casó ninguna vez más con mujeres de Canaán, él no estaba dispuesto a dejar las que ya tenía, a pesar de su falta de idoneidad y de maldad. Básicamente, él se casó con su prima porque pensó que complacería a su padre Isaac. Ella era descendiente de Abraham a través de Ismael. Pero esto sólo aumentó la falta de percepción espiritual de Esaú. Los ismaelitas fueron tan rechazados como los cananeos o los filisteos. Irónicamente, el hijo rechazado de Isaac se casó en la línea rechazada de Ismael. En cualquier caso, él no logró impresionar a sus padres y el matrimonio pasó desapercibido por su padre y madre.

Pero por muy despistado que Esaú podría haber sido acerca de su primogenitura, es interesante observar lo que esto nos dice acerca de la relación entre Ismael e Isaac. Los matrimonios en ese momento sólo se llevaban a cabo con el consentimiento de ambos padres. Si el padre era incapaz o estaba muerto, el hijo mayor tomaba su lugar. Ismael había muerto por lo menos quince años antes de que Esaú se acercara a su familia. El hijo de Ismael: Nebayot habría estado resentido por el hecho de que Isaac era el heredero completo, a pesar de que su padre había sido el primogénito, entonces no habría dado a su hermana a Esaú. En cambio, él confió a ella completamente a su primo. Esto parece indicar que Ismael había experimentado la curación a través de la bendición de sus doce hijos (haga clic en el enlace y vea Gi Los doce hijos de Ismael).

Todo esto es sólo una prueba más de que Esaú no tenía absolutamente ninguna comprensión de la bendición y lo que esta significaba. Una vez más, él demostró que estaba no apto para recibirla. Él trató de actuar piadosamente en la vana esperanza de que de una manera u otra, sería grato a ADONAI. Hay muchos como él hoy en día, no van a hacer exactamente lo que Dios quiere, sino algo parecido. Ellos no van a renunciar al mundo en su totalidad y poner al Señor primero en su vida, sino simplemente acomodar los muebles en la cubierta del Titanic. No van a renunciar al pecado, pero creen evitarlo con gestos simbólicos.

Mientras que Esaú estaba ocupado en la luna de miel con su tercera esposa, Jacob fue a Padan-aram en busca de una novia.

Haftará Toldot: Malaquías 1:1 – 2:7
(vea el comentario sobre Deuteronomio, Af – Parashá)

A los sacerdotes se les encargó el llamado a dar gloria a mi Nombre (Malaquías 2:1-2). Pero Malaquías dice vosotros os habéis apartado del camino, servido de tropiezo a muchos en la Ley, y habéis corrompido el pacto de Leví, dice YHVH Sebaot (Malaquías 2:8), ofreciendo sacrificios imperfectos (Malaquías 1:13; Levítico 22: 18-20). YHVH estaba tan repugnado por esto que maldijo el privilegio sacerdotal de otorgar las bendiciones de vida y paz a la gente (Malaquías 2:2). La maldición afectaría la semilla de las generaciones venideras de Leví (Malaquías 2:3). De hecho, es posible que el pacto con Leví no pase de esta generación. Se requieren altos estándares de los sacerdotes (Malaquías 2:4). Los sacerdotes piadosos caminan con temor de ADONAI Sebaot (Malaquías 2:5-6). Se suponía que eran maestros y guardianes de la vida moral, advirtiendo a la gente que viviera con rectitud como mensajeros de justicia (Malaquías 2:7). Omitidos de la lectura de la Haftará están los siguientes dos versículos, que juzgan a esa generación y amenazan con detener la transmisión del pacto a los hijos de Leví (Malaquías 2:8-9).

El Nuevo Pacto (Brit Hadashah) sugiere estas lecturas para la Parasha Toldot: Romanos 9:6-16; Hebreos 11:20 y 12:14-17

Nuevamente, ADONAI usa el nombre de un hombre para sus descendientes. Toldot describe las generaciones siguientes. En Toarh, las generaciones de Isaac son Jacob (que vivirá a través de sus hijos). En la Haftará, el pacto Levitico describe a los sacerdotes por venir. Aquí el apóstol Pablo (rabino Saulo) repasa que sus compatriotas según la carne, dieron a luz al Mesías según la carne (Romanos 9:3 y 5). Sin embargo, no todos los descendientes de Abraham heredarán la simiente de la promesa (Romanos 9:7-8). Más bien, elige a Jacob, no sobre la base de las obras (porque el aún no había hecho el bien ni el mal), sino únicamente sobre la base del llamamiento (Romanos 9:11). ¡La elección de Dios se tomó mientras los gemelos estaban en el vientre! Dios llamó a Jacob antes de que naciera. El principio de que el mayor servirá al menor (Romanos 9:12) prepara el escenario para el plan de redención de YHVH. Isaac pasará su primogenitura a Israel (Jacob), padre de una nación. El pueblo judío es el beneficiario de esta herencia eterna.

Ntd: La haftará tiene lugar después de la parashá (la lectura de la Torá), es la lectura pública de una porción de los profetas (nevi’im) del Tanaj que se hace en la sinagoga, como parte de la práctica de la religión judía.