Jacob se prepara para encontrarse con Esaú
32: 3-23

Jacob se prepara para encontrarse con Esaú ESCUDRIÑAR: Las acciones de Jacob ¿muestran una falta de fe o de sabiduría? ¿Por Qué?

REFLEXIONAR: Cuando usted hace mal a alguien y quiere ser perdonado, ¿cómo demuestra que está sinceramente arrepentido? ¿Cómo puede la historia de Jacob ayudarle más eficazmente a pedir perdón por sus pecados?

Habían pasado 21 años desde que dejó la tierra de Canaán, y ahora Jacob (en hebreo: Ya’akov) tenía una familia, dos esposas, dos concubinas y once hijos. Era un hombre rico que ahora regresaba a la Tierra para reclamar su herencia física y su herencia espiritual. Mientras vivía en la diáspora, la familia de Jacob no estaba exactamente libre de idolatría. Raquel había tomado sus dioses domésticos de la casa de Labán y los había puesto dentro de la silla de su camello. Sin embargo, el mayor desafío de Jacob fue su inevitable encuentro con Esaú.

Jacob (hebreo: Ya’akov) se enteró de que su hermano se había instalado al sur del Mar Muerto, por lo que: envió Jacob mensajeros delante de sí a su hermano Esaú, a la tierra de Seír, al campo de Edom (32:3). Los rabinos enseñan que los mensajeros eran ángeles. Seir era una cadena montañosa, orientada de norte a sur, donde Esau se había instalado y comenzó la nación de Edom. Esto estaba justo al sur de Galaad.

Ya’akov instruyó a sus siervos exactamente cómo abordar a Esaú, diciendo: Así diréis a mi señor Esaú: Así dice tu siervo Jacob: He habitado como forastero con Labán deteniéndome hasta ahora (32:4). Jacob se humilla ante su hermano, incluso llamándose a sí mismo un siervo. Él sabía que el SEÑOR había dicho: El mayor servirá al menor (25:23), pero Ya’akov no insistió en el cumplimiento de la bendición que había obtenido de su padre; él era muy sumiso. Además, quería que Esaú supiera que él no tenía ningún deseo de cualquiera de sus posesiones y dijo: Y tengo bueyes, asnos y ovejas, siervos y siervas, y envío a declararlo a mi señor para hallar gracia ante tus ojos (32:5). Pero, evidentemente, Esaú había oído que Jacob estaba migrando de regreso a Canaán.

Aunque su ira en contra de Jacob se había enfriado desde hacía mucho tiempo, él mismo no sabía qué intenciones podría tener Jacob. Por lo que Esaú sabía, Ya’akov podría venir con un gran cuerpo de combatientes para reclamar sus fronteras o limites prometidos, posesiones y subyugarle. Cuando se enteró del acercamiento de Jacob hacia Canaán, reunió un ejército propio y marchó al encuentro de Ya’akov, preparándose para lo que pudiera venir. Los mensajeros de Jacob se reunieron con Esaú mucho más pronto de lo que esperaban.502 Y los mensajeros volvieron a Jacob diciendo: Fuimos a tu hermano Esaú, y también él viene a tu encuentro con cuatrocientos hombres (32:6). Esto asustó a Ya’akov porque cuatrocientos hombres eran demasiados para una mera escolta. Él, naturalmente, llegó a la conclusión de que Esaú todavía tenía la intención de matarlo.

Y se angustió Jacob y tuvo gran temor; y dividió en dos campamentos el pueblo que tenía consigo, y las ovejas, las vacas y los camellos, pues se dijo: Si viene Esaú contra un campamento y lo ataca, el otro campamento escapará (32:7-8). Jacob diseñó un plan de supervivencia y dividió a la gente en dos grupos. Pero junto con la sabiduría humana, Jacob también oró. Esto mostró en quien yacía su confianza.

En su oración, reconoció a Elohim, el Dios de poder y justicia que había protegido a Abraham, Isaac y a sí mismo, y a ADONAI, el SEÑOR, que había guardado Sus promesas del pacto, el redentor misericordioso. Y dijo Jacob: ¡Oh Dios de mi padre Abraham y Dios de mi padre Isaac! ¡Oh YHVH!, que me dijiste: Vuélvete a tu tierra y a tu parentela y Yo te haré bien (32:9) Si Esaú iba a matarlo a él o a su familia, esta promesa nunca podría cumplirse. Entonces la oración de Jacob se basó en las promesas de Dios a él (28:13-15), y no en su propio mérito. Esto es cierto para cualquier creyente que ha recibido la bendición del SEÑOR.

El objetivo de la oración es para alinear nuestra voluntad a la voluntad de ADONAI, y para ello Ya’akov continuó orando. Él derramó su corazón y dijo: Soy indigno de tus misericordias y de toda la fidelidad que has hecho a tu siervo, pues con mi cayado vadeé este Jordán y ahora estoy convertido en dos campamentos. Líbrame, te ruego, de la mano de mi hermano, de la mano de Esaú, pues yo le temo, no sea que venga y me hiera tanto a la madre como a los hijos. Pero Tú mismo dijiste: De cierto te haré bien y pondré tu descendencia como la arena del mar, que por ser tanta no se puede contar (32:10-12). Él pernoctó allí aquella noche, y de lo que le vino a mano tomó un presente para su hermano Esaú (32:13). Todo esto debería haber dado a Jacob gran confianza, pero fue controlado por el miedo en ese momento.503 Cuando se acostó a dormir, pensó en sus vastas propiedades y decidió enviar un presente a su hermano Esaú, mostrando su buena voluntad.

Al día siguiente seleccionó: doscientas cabras y veinte machos cabríos, doscientas ovejas y veinte carneros, treinta camellas que amamantaban, con sus crías, cuarenta novillas y diez novillos, veinte asnas y diez pollinos (32:14-15). Este proceso de selección llevó todo el día siguiente. Él seleccionó un total aproximado de 580 animales, lo que demuestra lo mucho que Dios lo había bendecido porque le dio sólo una parte de lo que tenía. La entrega de presentes es mucho más común en el Oriente, y tiene más importancia, que para nuestra cultura. Casi ninguna transacción de importancia puede tener lugar sin un presente.504

Los regalos que Jacob envió delante de él no eran un soborno, sino más bien una expresión de conciliación. Y los entregó en mano de sus siervos, cada manada por separado. Y dijo a sus siervos: Pasad delante de mí y dejad espacio entre manada y manada (32:16). El dijo a sus siervos: vayan delante de mí, y mantengan un poco de espacio entre los rebaños. Había cinco grupos de animales. Había aproximadamente grupos de 220 cabras, de 220 carneros y ovejas, 60 camellos, 50 vacas y 30 burros, con espacio entre cada grupo. El objetivo era que Esaú recibiera cinco presentes, uno a la vez.

Y le ordenó al primero diciendo: Cuando mi hermano Esaú te encuentre y te pregunte diciendo: ¿De quién eres, y a dónde vas, y para quién es esto que llevas delante de ti?, entonces dirás: Es un presente de tu siervo Jacob, enviado para mi señor, para Esaú. Y por cierto, él también viene tras nosotros. Y ordenó también al segundo, también al tercero, también a todos los que iban tras aquellas manadas (cuarto y quinto grupo), diciendo: La misma cosa le diréis a Esaú cuando lo encontréis (32:17-19).

Luego él agregó: Y además le diréis: He aquí tu siervo Jacob viene tras nosotros, pues pensaba: Apaciguaré su ira con el presente que va delante de mí, luego veré su rostro, y… ¡quizá levante mi rostro!(32:20). La palabra apaciguar aquí, es la palabra hebrea kaphar o kafár. Tiene la misma raíz hebrea que la palabra expiación. Lo que esto significa es que Jacob estaba buscando el perdón de Esaú.

Y aquella misma noche se levantó, y tomando a sus dos mujeres, a sus dos siervas, y a sus once hijos, atravesó el vado de Jaboc. Los tomó, pues, y los hizo pasar el arroyo, luego hizo pasar todo lo que tenía (32:22-23). Después de enviar sus presentes, Ya’akov se quedó atrás con su familia y el resto de los criados para pasar la noche en su campamento cerca del río Jaboc. Al principio estaban al norte del río ya que Esaú se acercaba desde el sur. Pero al parecer, sin poder dormir, Jacob se levantó y se embarcó en un peligroso cruce en la noche. Él decidió trasladar los animales, su familia y todos sus bienes cruzando el río hacia el sur. El río Jaboc era vadeable allí, y él quería llevar los animales restantes a través de la corriente antes de encontrarse con Esaú al día siguiente, lleno de acontecimientos.

El 16 de abril de 2007 Seung-Hui Cho mató a 32 personas e hirió a muchos más antes de suicidarse en la Universidad “Virginia Tech ” en Blacksburg, Virginia. Fue el tiroteo más mortífero en la historia moderna de Estados Unidos, y estoy seguro de que cuando empezó el tiroteo ese día, había muchas oraciones dirigidas a Dios como estudiantes eran acorralados y ejecutados. Pero eso no significaba que no había un poco de planificación en ese momento, la planificación de cómo escapar por una puerta trasera, planificar dónde esconderse, o la intención de saltar por la ventana (que varios estudiantes hicieron para salvar sus vidas). Muchos de los muertos eran creyentes y Dios tenía un plan para sus vidas. ¿Muestran sus planes de escape de asesinato una falta de confianza en Dios? Si se hubiesen quedado en sus escritorios y cantado “Maravillosa Gracia” ¿hubieran sido más espirituales? A veces, de cara a la muerte, el instinto natural de supervivencia se hace cargo y la gente trata de sobrevivir. Su planificación no debería ser tomada como falta de fe, ni tampoco la de Jacob.

Pasó, pues, el presente delante de él, y aquella noche pernoctó en el campamento (32:21). Jacob había regresado a la orilla norte del río Jaboc a pasar la segunda noche allí solo en el campamento. Después de haber hecho todo lo que humanamente podía hacer, decidió pasar el resto de la noche en oración. Mientras esperaba siete años por Raquel le parecieron como unos días a Ya’akov (29:20), pero en la espera de unos pocos días para reunirse con Esaú, le parecieron como años. Todavía se sentía vulnerable a un ataque de Esaú, pero eso fue exactamente donde Dios lo quería a él, no teniendo a nadie más a quien recurrir. Ahora, la verdadera lucha comenzaría.

Parashá 8: Él envió (vaYishlaj) 32:3-36:43
(vea el comentario sobre Deuteronomio Af – Parashá)

Las personas claves incluye a Jacob renombrado Israel, Esaú, mensajeros, hijos de Hamor, Dina, Siquem, Débora, Raquel, Benjamín, doce hijos e Isaac.

Las escenas incluyen Seir, Edom, el arroyo de Jaboc, Peniel, Sucot, Siquem, Luz, más tarde llamada Betel, Efrata y Mamre.

Los Eventos Principales incluyen el envío de tributos; luchando toda la noche con Dios, Jacob renombrado Israel después de su encuentro con Dios, se encontró con Esaú, Dina violada y la ciudad circuncidada, luego asesinada; casa purificada y altar construido en Betel, promesas eternas de hijos y tierra repetidas; la muerte de Raquel en el camino; el nacimiento de Benjamín, la visita a Isaac, su muerte, las generaciones de Esaú y el traslado de Esaú a Edom.

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Ntd: En esta traducción se empleó la BTX 3º edición.