Entonces Israel llevó a toda
su descendencia a Egipto
46: 1-7

Entonces Israel llevó a toda su descendencia a Egipto ESCUDRIÑAR: ¿Qué le preocupa a Israel cuando abandona su tierra natal de Canaán? Mientras ¿se prepara para encontrarse con su hijo José luego de su larga pérdida? ¿Como él va a donde nunca ha estado antes, como extranjero, probablemente para nunca regresar? ¿Cómo Dios tranquilizó a Jacob para que fuera a Egipto?

REFLEXINAR: Si ADONAI le llamara, en lugar de Yosef, ¿qué le pediría Él que deje usted atrás? ¿Por qué? ¿Qué querría Dios que mantuviera para su viaje? Cuando el Señor quiere que altere su estilo de vida, ¿qué hace Él? ¿Cómo Él obtiene su atención? ¿Qué es lo que Dios podría pedirle que cambie sobre su estilo de vida ahora?

Israel probablemente pensó que iba a Egipto sólo por unos pocos años, e incluso entonces él accedió con cierta renuencia y vacilación. Dios había instruido a su abuelo Abraham y a su padre Isaac (hebreo: Yitz’chak) a permanecer fuera de Egipto, por lo que iba, pero se sentía incómodo al respecto. Hasta entonces, cada vez que había hecho un movimiento importante en su vida, Dios le había hablado directamente. Cuando dejó a sus padres para ir a Harán, Dios le había aparecido en Betel (28:13-15), cuando él había estado con Labán el tiempo suficiente, Dios le ordenó regresar a Canaán (31:3) e incluso cuando él dejó Siquem, Dios se le había aparecido (35:1).699 Necesitaba un poco más de estímulo que la sola invitación de su hijo José o incluso de Faraón. Él necesitaba una luz verde de Dios.700

E Israel partió con todo lo que tenía, y fue a Beer-seba, y ofreció sacrificios al Dios de su padre Isaac (46:1). Sin embargo, Isra’el partió con todo y mientras viajaba hacia el sur desde Hebrón a Egipto, él se detuvo justo antes de abandonar la Tierra prometida en Beer-seba. Era la frontera sur de la Tierra prometida y el “punto de no retorno” antes de entrar a Egipto. Fue allí donde Abraham tuvo una revelación especial de Dios (21:33), y donde vivió después de la ofrenda de Isaac (22:19). Jacob había crecido allí, pero aún más, era un lugar importante en la vida de su padre Isaac. Fue en Beer-seba que Dios le había aparecido a Isaac en la noche y le había hablado palabras de promesa y consuelo. En respuesta, Isaac edificó allí un altar e invocó el nombre de YHVH (26:23-25). Ahora, quizás en el mismo altar, Jacob ofreció sacrificios al Dios de su padre Isaac.

Y entonces, el Dios de su padre Isaac habló a Israel: Y habló ’Elohim a Israel en visiones de noche, y le dijo: ¡Jacob! ¡Jacob! Y él dijo: Heme aquí. Entonces le dijo: Yo soy ’Elohim, el Dios de tu padre (46:2). El inspirado autor Moisés usó comúnmente el nombre de Israel, cuando se refería a Jacob. Por lo tanto dijo: ¡Jacob! ¡Jacob! la repetición era para dar énfasis. Y Jacob respondió: Heme aquí. Entonces, por tercera vez, Dios consoló a Israel al reafirmar el Pacto Abrahámico. Él dijo: Yo soy ’Elohim, el Dios de tu padre. No hay duda de quién estaba hablando a Israel. No temas bajar a Egipto, porque allí te convertiré en una gran nación (46:3). Esta es la única vez que Dios aprobó que la familia saliera de la Tierra Prometida. Anteriormente, Dios le había dicho a su abuelo Abraham que no bajara a Egipto, pero él desobedeció, y en el proceso conoció a una criada egipcia llamada Agar con desastrosas consecuencias (16:1-15). Del mismo modo, el SEÑOR apareció a Isaac y le dijo: “No bajes a Egipto, mora en la tierra que Yo te diré (26:2). Pero al igual que su padre Abraham, él no escuchó y casi le quitaron su esposa. Incluso Jacob mismo había huido a Harán contra los deseos de Dios después de engañar a su padre. Pero aquí, por primera vez, Dios aprobó que Ya’akov abandonara la Tierra Prometida con su familia.

Entonces explica el motivo. Dios dijo: allí te convertiré en una gran nación (46:3). Este era un presagio de que su viaje a Egipto no sería breve. El Espíritu Santo sabía que la familia de Jacob estaba abandonando la Tierra prometida y entrando en una tierra de esclavitud. En Egipto, los israelitas se multiplicarían sin matrimonios con los goyim. fueron fecundos y se multiplicaron, y fueron aumentados y fortalecidos en extremo, y se llenó de ellos la tierra [de Egipto] (Éxodo 1:7, Salmo 105:24). Eventualmente su esclavitud cumpliría los propósitos de Dios al igual que la esclavitud de José había sido usada para Su gloria. Los israelitas finalmente saldrían de Egipto por los poderosos actos de Dios (Éxodo 7:1 a 14:31), y por Su gracia entrarían en Canaán como una gran nación.701

Yo descenderé contigo a Egipto, y ciertamente Yo también te haré subir, y la mano de José cerrará tus ojos (46:4). Le dice: descenderé contigo a Egipto, así como Él estuvo en Harán y en la Tierra prometida, y ciertamente te haré subir, el singular significa que Jacob, regresará otra vez. ¿Es esto un singular absoluto o un singular colectivo? Si es un singular absoluto, significa que Jacob será llevado de regreso a la Tierra prometida y enterrado allí, pero si está siendo usado como un singular colectivo, significa que los hijos de Israel serán sacados de Egipto, y por lo tanto Dios promete el éxodo. Pero de cualquier manera, su descenso a Egipto cumplirá el pacto de Dios con Abraham. Anteriormente: dijo a Abram: Sabe por cierto que tu simiente será forastera en una tierra no suya (y allí será esclavizada y será oprimida) cuatrocientos años. Pero también a la nación que han de servir la juzgaré Yo, y después saldrán con gran riqueza. Y tú te reunirás con tus padres en paz, y serás sepultado en buena vejez. Y los de la cuarta generación regresarán aquí, porque aún no ha llegado hasta aquí la iniquidad del amorreo (15:13-16).

Y la mano de José cerrará tus ojos en la muerte (46:4b). Qué reconfortante para Jacob saber que aquél que creyó muerto (José) estará con él en su muerte.702 Ahora él sabe que su vida terminará en Egipto, y de hecho pasaría los siguientes diecisiete años allí. Pero no hubo vuelta atrás una vez que Dios le habló.

Por lo tanto, en Beer-seba, Dios animó a Yaakov a ir a Egipto. Al identificarse a sí mismo como el Dios de su padre Isaac, le aseguró a Jacob que El (Él, el fuerte Creador y Soberano de todos los hombres) lo protegería y bendeciría en Egipto, como lo había hecho en Canaán.703 Esta era “la luz verde” que Ya’akov había estado buscando.

Y se levantó Jacob (sin vacilar más) de Beer-seba, y los hijos de Israel hicieron subir a su padre Jacob, a sus pequeños y a sus mujeres en los carros que Faraón había enviado para que lo llevaran. Y tomaron sus ganados, y las pertenencias que habían adquirido en la tierra de Canaán, y se fueron a Egipto, Jacob, y toda su descendencia con él, sus hijos y nietos, sus hijas y nietas. Y llevó consigo toda su descendencia a Egipto (46:5-7). Toda su descendencia fue a Egipto: hijos, nietos, hijas y nietas. Todos sus descendientes fueron incluidos en la bendición divina de Dios. La familia de Jacob tuvo ciertamente tanta fricción, si no más, que la de Abraham y que la de Isaac. Sin embargo, Jacob no tenía un Ismael, como lo había tenido Abraham, ni un Esaú, como lo había tenido Isaac. La decididamente disfuncional familia de Jacob estaba a punto de volver a reunirse, pero esta vez en paz.704

Ntd: En esta traducción se empleó la BTX 3º edición.

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