El Primer Libro: El Redentor
(Su Primera Venida)
Virgo: La Virgen
Capítulo Uno: La Semilla Prometida de la Mujer
El principio de toda profecía está en Génesis 3:15. Hablando a la serpiente; ADONAI declara que: Y pondré enemistad entre ti y la mujer, Y entre tu descendiente y su descendiente. Él te aplastará la cabeza cuando tú hieras su calcañar. El nombre de este signo en hebreo es betulá (oBethulah), que significa una virgen, y en árabe una rama. Esto señala a la virgen María (Mateo 1:23) y al nacimiento de su Hijo (Isaías 4:2-6). Otro nombre es Sunbul que en árabe significa una espiga de maíz. Virgo está representado como una mujer con una rama en su mano derecha (Isaías 11:1) y algunas espigas de maíz, representadas como la semilla o prole, en su mano izquierda (Génesis 3:15), dando así un doble testimonio del Aquel que Vendrá, el Mesías Yeshua.
Hay dos profecías importantes de la virgen y su Simiente. Una está conectada con la primera venida: Por tanto, Adonay mismo os dará señal: He aquí, la virgen quedará encinta y dará a luz un hijo, Y llamará su nombre Emmanuel (Isaías 7:14). La otra está relacionada con Su Segunda Venida: Porque un Niño nos es nacido, Hijo nos es dado; El dominio estará sobre su hombro, Y se llamará su nombre: Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Lo dilatado de su principado y la paz no tendrán fin Sobre el trono de David y sobre su reino, Para disponerlo y afirmarlo con la justicia y el derecho Desde ahora y para siempre. ¡El celo de YHVH Sebaot hará esto! (Isaías 9:6-7). Éste es solamente el primer capítulo en el primero de tres libros, pero contiene el contorno del conjunto entero. La primera constelación Coma representa el primer libro y la primera venida de Cristo; la segunda constelación Centaurus representa el segundo libro, la Iglesia, el resultado de la primera venida; y la tercera constelación Bootes (o el boyero) representa el tercer libro, el reino mesiánico, el resultado de la Segunda Venida.
1. Coma (el deseado de todas las naciones): La primera constelación en Virgo explica que esta rama venidera será un niño. Los antiguos imaginaron esta constelación como una mujer con un niño en sus brazos. Pero esta imagen no se encuentra en ningún mapa moderno de las estrellas. ¡Hoy encontramos una peluca de mujer! En el siglo III aC., Berenice, la esposa de Ptolomeo III, rey de Egipto, se comprometió a consagrar sus cabellos a Venus si regresaba él seguro. Su pelo, colgado en el Templo de Venus, fue robado posteriormente y, para consolarla, Conon, astrónomo de Alejandría (283-222 aC), concluyó que Júpiter lo había tomado y lo había convertido en una constelación. Este es un buen ejemplo de cómo el significado de otras constelaciones también ha sido pervertido. El antiguo nombre de esta constelación es Coma, el deseado, o el anhelado. Esto se refleja en la Escritura: Porque así dice YHVH Sebaot: Dentro de poco Yo estremeceré los cielos y la tierra, el mar y la parte seca. Estremeceré a todas las naciones, y vendrá el Deseado de todas las naciones, y llenaré de gloria esta Casa, dice YHVH Sebaot (Hageo 2:6-7). La siguiente constelación prefigura la Iglesia, el cuerpo del Mesías, compuesto por creyentes judíos y gentiles (Efesios 2:14), que fue el resultado de Su Primera Venida.
2. Centaurus (La despreciada ofrenda de expiación): Esta es una figura de un ser con dos naturalezas. Centaurus era el nombre del primer centauro en la mitología griega. Era una criatura mítica con una cabeza y un torso humanos encima del cuerpo de un caballo. Pero las palabras hebreas Bezeh y en árabe Al Beze significan el despreciado. Otro nombre hebreo fue Asmeath, que significa una ofrenda por el pecado (Isaías 53:10). El nombre griego era Quirón (o Queirón, Chirón), significa el perforado o que tiene perforaciones (Isaías 53:5). En las fábulas griegas Quirón era famoso por su habilidad en la caza. Se suponía que era inmortal, pero voluntariamente aceptó morir; y herido por una flecha envenenada (no destinada para él) mientras estaba en conflicto con un jabalí, transfirió su inmortalidad a Prometeo; entonces fue colocado entre las estrellas. Sin querer, esta fábula apunta a Cristo teniendo dos naturalezas, Dios perfecto y hombre perfecto: Pero Él fue traspasado por nuestras transgresiones, Molido por nuestros pecados. El precio de nuestra paz cayó sobre Él, Y por su herida fuimos sanados (Isaías 53). Entonces la tercera constelación de este primer capítulo continúa para contar el Reino Mesiánico, que es el resultado de Su Segunda Venida.
3. Bootes o Boyero (el Destinado que viene): Esta constelación se representa como un hombre que camina rápidamente (Isaías 63), con una lanza en su mano derecha y una hoz en su mano izquierda. Los griegos la llamaron Bootes, que es de la raíz hebrea Bo (venir), significando la venida. Los antiguos egipcios la llamaron Smat, que significa uno que gobierna, somete y gobierna. También la llamaron Bau (que recuerda al Bo más antiguo), que también significa aquel que viene. Esto se puede ver en el Salmo 96:13: Delante de YHVH, porque viene, Porque viene a juzgar la tierra. Juzgará al mundo con justicia, Y a los pueblos con fidelidad. Esta es la visión que más tarde se mostró a Juan: Y miré, y he aquí una nube blanca; y sobre la nube uno sentado semejante al Hijo del Hombre, que tenía en su cabeza una corona de oro, y en su mano una hoz afilada. Y salió del santuario otro ángel, clamando con gran voz al que está sentado sobre la nube: ¡Envía tu hoz, y siega; porque la hora de segar ha llegado, pues la mies de la tierra está madura! Y el que estaba sentado sobre la nube arrojó su hoz a la tierra, y la tierra fue segada (Apocalipsis 14:14-16). El resultado de Su Segunda Venida será el Reino Mesiánico de mil años (Apocalipsis 20:2) de paz y justicia en la tierra (Isaías 54:11-17), (vea el comentario sobre Isaías Jg – Con justicia serás establecido, el terror estará lejos).
Esta es la conclusión del primer capítulo. Aquí vemos a la mujer cuya Simiente ha de herir la cabeza de la serpiente, la rama virgen nacida del SEÑOR, el Dios perfecto y perfecto hombre que fue despreciado y rechazado de los hombres, dando Su vida para que otros puedan vivir. Pero también lo vemos venir después en poder triunfante para juzgar la tierra. Este es sólo un capítulo de los doce, pero prefigura los padecimientos del Mesías, y las glorias que vendrían tras ellos en el Reino Mesiánico (1 Pedro 1:11b).
Ntd: En esta traducción se empleó la BTX 3º edición.
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