Leo: El león
Capítulo cuatro: El cumplimiento del triunfo final

Aquí llegamos al final del círculo. Comenzamos con Virgo y terminamos con Leo. No es solo el final de la inspirada Palabra de Dios, sino también el fin tal como está escrito en los cielos. Y la gran verdad del último capítulo del último libro de El testimonio en las estrellas es: ¡No llores! ¡He aquí el León, el de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el rollo y sus siete sellos!(Apocalipsis 5:5). ¡Amén!

El nombre hebreo del signo es Arieh, que significa el León. Hay seis palabras hebreas para león, y esta se usa para el león cazando su presa. El nombre siríaco es Aryo, el león que desmembra, y el árabe es Al Asad; ambos significan: ¡un león viene violentamente, saltando como una llama! La Biblia identifica al Mesías como el León (Génesis 49:8-9, Números 24:8-9, Isaías 42:13, Amós 3:4-8).

Es una hermosa constelación de 95 estrellas, dos de las cuales son de primera magnitud, dos de segunda, seis de tercera y trece de cuarta. La estrella más brillante, alfa (en la Eclíptica), marca el corazón del león. Su antiguo nombre es Regulus, que significa pisar bajo los pies, y eso es exactamente lo que vemos en los cielos cuando se muestra al León descendiendo sobre la Serpiente. La siguiente estrella, beta (en la punta de la cola), es de primera magnitud y se llama Denebola, el Juez o Señor que viene. La Palabra de Dios confirma esto: Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio lo encomendó al Hijo (Juan 5:22). La estrella, delta (en la parte posterior) se llama Zosma, significa brillando. Otras estrellas que no están identificadas son Minchir al Asad (árabe), el castigo o el desgarro del león, Deneb Aleced, el juez venidero, el que se apodera y Al Dafera (árabe), el enemigo derribado. En Génesis 3:15 Dios dijo que la Simiente de la mujer aplastará la cabeza de Satanás, o le daría un golpe mortal. Esto representa el cumplimiento de esa profecía.

Lo que encontramos en las tres constelaciones de Leo es el regreso de Satanás, la última gran rebelión y el último día en el tribunal del SEÑOR.

1. Hidra (La Serpiente): Al final del Reino milenial, Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión (Apocalipsis 20:7) para dirigir una rebelión final de pecadores (aquellos incrédulos que sobrevivieron a la Gran Tribulación, entraron en el Reino mesiánico y se multiplicaron). Es notable que a pesar de la regla personal de Jesús el Cristo de la tierra, a pesar de la sociedad más moral que el mundo jamás conocerá, muchos amarán tanto su pecado que Lo rechazarán (Romanos 8:7-8). Incluso las condiciones utópicas del Milenio no cambiarán el triste hecho de que los humanos tienen una naturaleza pecaminosa. Así como cuando Cristo estuvo en la tierra, los pecadores rechazarán al Rey de toda la tierra. Esto no debe sorprendernos porque las condiciones perfectas del jardín del Edén no fueron suficientes para evitar que Adán y Eva, pecaran y se rebelaran contra el SEÑOR. El problema con respecto a la salvación nunca es la falta de información (Romanos 1:18-20); es el amor al pecado (Juan 3:19).843

Satanás es representado como la serpiente hembra Hydra, la madre y autora de todo mal. Hydra significa él es detestable. Es una inmensa constelación que se extiende más de cien grados de este a oeste, debajo de la Virgen, el León y el Cangrejo. Está compuesta por 60 estrellas, una de segunda magnitud, tres de tercera y doce de cuarta. La estrella más brillante es alfa (en el corazón de la serpiente); su antiguo nombre es Al Phard (árabe), que significa el separado, puesta a distancia. Otra estrella se llama Minchar al Sugia, la perforación del engañador. Sorprendentemente, en el final del Milenio, Satanás engañará a tantas personas que saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y Magog, a fin de reunirlos para la batalla; cuyo número es como la arena del mar (Apocalipsis 20:8).

2. Cráter (La Copa): La copa de la ira de Dios se derramará en la última gran rebelión. Satanás encontrará un terreno fértil para sembrar sus semillas de rebelión. Muchos de esos descendientes inconversos de aquellos que entraron al Reino milenial amarán tanto su pecado que rechazarán al Mesías. La verdadera estrategia y método del engaño de Satanás no se revela, pero logrará engañar a un número incontable de los cuatro ángulos de la tierra para que se rebelen contra el Señor Jesucristo.

Esta copa tiene 13 estrellas. La estrella alfa significa la Copa y, la estrella beta marca la parte inferior de la Copa. Esta copa es profunda y ancha y sujeta por las estrellas al mismo cuerpo de la Serpiente. Se piensa que las mismas estrellas que están en la parte inferior de la Copa pertenecen a ambas constelaciones.

La topografía de la tierra habrá sido drásticamente remodelada por los eventos catastróficos de la Gran Tribulación (Apocalipsis 16:20, Zacarías 14:4 y 9-11) que permitirán a las fuerzas rebeldes que subir sobre la anchura de la tierra, y rodear el campamento de los santos y la ciudad amada. Los santos estarán acampados alrededor de Jerusalén, la ciudad que Él ama, que es el lugar del trono del Mesías y el centro del mundo milenial. Disfrutarán de la gloriosa presencia del Señor cuando llegue el ataque. Pero como el Armagedón mil años antes (Apocalipsis 19:11-21), la “batalla” realmente será una ejecución. A medida que las fuerzas rebeldes avancen para atacar, descenderá fuego del cielo y los devorará (Apocalipsis 20:9b). Las fuerzas del Adversario serán muertas físicamente, pero aún esperan su sentencia final al infierno eterno.844

3. Corvus (El Cuervo): Cada capítulo termina en gloria y aquí vemos el cumplimiento del triunfo final de ADONAI sobre el mal. Representa el último día en la corte de Dios y se llama el Juicio del Gran Trono Blanco (Apocalipsis 20:11-12). El acusado, todos los inconversos que alguna vez hayan vivido, resucitarán para experimentar una prueba como ninguna otra que haya existido alguna vez. No habrá debate sobre su culpabilidad o inocencia. Habrá un fiscal, pero ningún defensor, un acusador, pero ningún abogado. Habrá una acusación, pero ninguna defensa montada por el acusado; la evidencia condenatoria se presentará sin refutación o interrogatorio. Habrá un Juez extremadamente no simpático y ningún jurado. No habrá apelación de la sentencia que Él pronunciará. Los culpables serán castigados eternamente sin posibilidad de libertad condicional en una prisión en la que no hay escapatoria ni esperanza.

Nadie tendrá el más mínimo motivo de queja sobre su sentencia. Aquellos que rechazan la gracia y misericordia de Dios en esta vida tendrán que enfrentar la justicia en la vida venidera. Hace mucho tiempo, Ha’Shem le dijo a Israel: Pero mi pueblo no escuchó mi voz, Y nada quiso conmigo Israel (Salmo 81:11). A sus descendientes igualmente obstinados Yeshua dijo: Por eso os he dicho que en vuestros pecados moriréis. Si no creéis que Yo SoY, en vuestros pecados moriréis (Juan 8:24). Los pecadores no arrepentidos experimentarán la justicia del Señor en el Juicio del Gran Trono Blanco.845

Her-na es el nombre de esta constelación en el zodíaco egipcio. Her significa el enemigo, y na significa romper o quebrar. Entonces esta escena representa la ruptura del enemigo. Hay 9 estrellas en esta constelación. La estrella brillante alfa (en el ojo) se llama Al Chibar (árabe), uniendo, del hebreo Chiba, que significa maldito. Esta estrella, habla de la maldición. La estrella beta (en el ala derecha) se llama Al Goreb (árabe), del hebreo Oreb, el Cuervo. Una tercera estrella se llama Minchar al Gorab (árabe), y significa el Cuervo que se rompe en pedazos.

Hasta el día de hoy, el Cuervo es un ave detestable e impura para los judíos ortodoxos (Levítico 11:15; Deuteronomio 14:14). Todos los animales, peces o pájaros sucios llevan la imagen del pecado, la muerte y la corrupción. La mayoría de los comentaristas modernos están de acuerdo en que es el simbolismo de aprovecharse de la caza de otros animales lo que hace que las aves de presa sean inmundas. Son asesinos y, por lo tanto, violan la ley.846 En Isra’el, incluso se esperaba que los animales obedecieran la Torá (Éxodo 20:10). Durante el Milenio, Edom y Babilonia no serán más que un yermo ardiente debido a su rebelión contra Dios y su pueblo. El cuervo está allí, y aunque se lo representa como un pájaro, solo los demonios podrían sobrevivir en un yermo ardiente por mil años (Isaías 34:9-15). Por lo tanto, el Cuervo es un símbolo de pecado, muerte y corrupción.

El pecado es juzgado en el Juicio del Gran Trono Blanco. El apóstol Juan, que escribió el libro de Apocalipsis, dijo vi a los muertos, grandes y pequeños, en pie delante del trono, y unos rollos fueron abiertos, y también fue abierto otro rollo, el cual es de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que habían sido escritas en los rollos, según sus obras. Y el mar entregó a los muertos que había en él, y la Muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos, y fueron juzgados, cada uno según sus obras (Apocalipsis 20:12-13; Dani’el 7:9-10), de acuerdo a lo que habían hecho con Jesús. Y así como el diablo, la bestia y el falso profeta fueron arrojados al infierno, también lo harán el Cuervo y aquellos que son juzgados en el gran trono blanco. El infierno es tanto físico como emocional. La Biblia enseña que quien no ama, no conoció a Dios, porque Dios es amor (1 Juan 4:8), y parte del Infierno es la ausencia de amor para siempre, pero ciertamente es un lugar físico, porque los juzgados serán condenados al Infierno: La muerte y el infierno fueron arrojados al lago de fuego. Este lago de fuego es la muerte segunda (Apocalipsis 20:14-15 NVI).

Solo hay una forma de evitar la aterradora realidad del Infierno. Aquellos que confiesan sus pecados y le piden a Dios que los perdone sobre la base de la muerte y resurrección de Cristo, en su nombre serán librados de la ira eterna del Señor (Romanos 5:9; 1 Tesalonicenses 1:10 y 5:9). Para aquellos que se niegan a arrepentirse, ADONAI dice: Mía es la venganza, Yo pagaré. Y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo. ¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo! (Hebreos 10:30-31).847 Pero para aquellos que se arrepienten, Dios dice que Él les enjugará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento ni dolor, porque las primeras cosas han dejado de existir (Apocalipsis 21:4). Vivirán en la Nueva Jerusalén, la Ciudad Santa, en la presencia y amoroso cuidado de Dios por los siglos de los siglos.

Este es el testimonio de las estrellas: ¿Cuál es su decisión?

Ntd: En esta traducción se empleó la BTX 3º edición.

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