Maldita será la tierra por tu culpa,
Con penosos trabajos comerás de ella
3: 17-19

Maldita será la tierra por tu culpa, Con penosos trabajos comerás de ella ESCUDRIÑAR: ¿Qué castigo habría sido el más difícil para Adán? ¿Por qué? ¿Por qué Dios hace al hombre responsable de lo que sucede en el matrimonio?

REFLEXIONAR: ¿Cómo Adán siguió a Eva en el pecado afectando la relación entre los hombres y las mujeres hoy? ¿Cómo es la maldición evidente en tu vida hoy?

Adán ahora podía conocer toda la fuerza de las consecuencias de su pecado en la maldición y la muerte. Dios dijo Adán (17a): Por cuanto le hiciste caso a tu mujer, y comiste del árbol del que te prohibí comer, una maldición fue puesta en Adán, en la humanidad y toda la creación. Antes de la caída, la tierra había cooperado con el hombre mientras trabajaba la tierra (2:5, 15). Pero ahora se convirtió en reacia a generar su comida. En su lugar, comenzó a producir cardos y espinas, que requiere esfuerzo, sudor y lágrimas antes que el hombre pudiera comer su comida (hierbas silvestres). Y, por último, a pesar de toda su lucha, la muerte triunfaría y el cuerpo del hombre volvería al polvo del que fue tomado.69

El pecado de Adán fue que comió (3:6, 12, 17a). En respuesta a eso, Dios le habla cinco veces acerca de comer en esta sección. Esto es paralelo a la sanción de la serpiente: comerás polvo todos los días de tu vida (3:14). De la misma manera, el castigo de Dios de dolor seria experimentado por ambos: Adán (3:17b) y Eva (3:16). La misma raíz hebrea de esta palabra atsáb, se utiliza en ambos versículos y aparece sólo tres veces en el Tanaj, 3:16-17b y 5:29. Para Adán el dolor estará en conseguir los alimentos y para Eva el dolor será en el parto. Pero el pecado de Adán es mucho más penetrante que eso. Es el responsable de la actual condición humana.

Dios puso una maldición sobre Adán. Cuando se escondió de Elohim se sentía culpable; y ahora hay un sentimiento de condena en él. Y dijo Dios: maldita será la tierra por tu culpa (3:17b). Pablo escribía en Romanos 8:19-22:
La creación aguarda con ansiedad la revelación de los hijos de Dios, 20 porque fue sometida a la frustración o vanidad (mataiótes). Esto no sucedió por su propia voluntad, sino por la del que así lo dispuso. Pero queda la firme esperanza de que la creación misma ha de ser liberada de la corrupción que la esclaviza, para así alcanzar la gloriosa libertad de los hijos de Dios. Sabemos que toda la creación todavía gime a una, como si tuviera dolores de parto.
Antes de la caída no había malas hierbas, espinas o cardos que causaran dolor al hombre. Sin embargo, ahora la tierra se siente frustrada porque es incapaz de lograr su propósito original. No existe ninguna parte de la naturaleza como lo fue originalmente. A pesar de la maldición, sin embargo, gran parte de la belleza de Dios permanece. Y debido a eso, nadie tiene excusa para no creer en Dios (Romanos 1:20). Pero el destino de la tierra está conectado al del hombre. Pablo (rabino Saulo) dice que hay esperanza, de que la creación misma ha de ser liberada de la corrupción que la esclaviza, para así alcanzar la gloriosa libertad de los hijos de Dios (Romanos 8:21). Del mismo modo que el pecado del hombre trajo la esclavitud y la decadencia de la tierra, la restauración del hombre a una posición correcta delante de Dios también traerá restauración a la tierra. El hombre y su entorno volverán a ser como Dios manda.

Los rabinos enseñan que el hombre fue maldecido también con diez maldiciones, como lo estaban la serpiente y la mujer. En primer lugar, se redujo su estatura y fue más bajo. En segundo lugar, hubo debilidad después de la eyaculación. En tercer lugar, había espinas y cardos. En cuarto lugar, se produjo la angustia de ganarse la vida. En quinto lugar, la tierra fue maldita por lo que sólo hierba crecería para que el hombre comiera. Sin embargo, Adán se quejó de comer hierba, por lo que la quinta la maldición fue reemplazada por la sexta maldición, que era que el esfuerzo (sudor) se asociaría con el trabajo. Séptimo, antes era perfecto (no corrupto) ahora es imperfecto. Octavo, las manos y los pies de la serpiente fueron cortadas de modo que ya no podía serle de utilidad a ella. En noveno lugar, la expulsión del hombre del Jardín. Y décimo, la muerte y el entierro en el suelo.

En física, la ley de la entropía se refiere a la degradación constante e irreversible de la materia y la energía del universo hacia un creciente desorden. Esa ley científica contradice claramente la teoría de la evolución, que se basa en la premisa de que el mundo natural tiende a una auto mejora continua. Pero es evidente incluso en un lugar sencillo como un jardín se deteriora cuando es desatendido. Las malas hierbas y otras plantas indeseables ahogan a las buenas. La tendencia natural del universo, ya sea de seres humanos, animales, plantas o los elementos inanimados de la tierra y los cielos, obviamente y demostrable es de continua degradación. Esto no podía ser de otro modo, mientras el mundo permanece en la esclavitud de la decadencia por el pecado.70 Pero un día, el gemido y el sufrimiento de la tierra va a terminar. Mientras tanto, como Eva, cuyo pecado trajo la maldición del parto doloroso, la tierra misma perdura en su propio tipo de dolores de parto hasta el presente. Pero la maldición llegó mucho más lejos, y el escritor ahora menciona el aspecto más obvio de esto.71

La maldición era en última instancia una sentencia de muerte. Dios habló la verdad cuando dijo: pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no deberás comer. El día que de él comas, ciertamente morirás (2:17). La muerte física es la separación de la persona, el espíritu y el alma del cuerpo. El Señor Dios le dijo el hombre trabajará hasta volver a la tierra, porque de ella fue sacado. Del polvo eres y al polvo volverás (3:19b). Salomón escribió: Volverá entonces el polvo a la tierra, como antes fue, y el espíritu volverá a Dios, que es quien lo dio (Eclesiastés 12:7). Nosotros deberemos responder en última instancia a Dios. Si somos salvos o perdidos, vamos a tener que responder a Él. Adán no murió físicamente el día que comió. No murió sino hasta 900 años después. Sin embargo, él murió espiritualmente en el momento en que desobedeció. Él fue separado de Dios. Eso es la muerte: separación. Pablo escribía a la iglesia de Colosas que estaban muertos en sus pecados (Colosenses 2:13). Pero eso no quería decir que estaban muertos físicamente; estaban muertos espiritualmente, separados de Elohim y todo amor. Esa es la muerte. Pero hay buenas noticias. Jesús le dijo a Marta: Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá, aunque muera; y todo el que vive y cree en mí no morirá jamás. ¿Crees esto? (Juan 11:25-26). 72 A continuación vamos a ver cómo Dios proveyó un sacrificio apropiado para ellos.

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