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El fruto del Espíritu es mansedumbre
5: 23a

El fruto del Espíritu es mansedumbre ESCUDRIÑAR: ¿Por qué la palabra mansedumbre es difícil de definir hoy en día? ¿Praiótes significa mansedumbre? ¿Por qué si o por qué no? ¿Dice alguna vez la Biblia que YHVH es manso? ¿Representan las Escrituras a Yeshua siendo manso? ¿En qué manera? ¿Por qué la mansedumbre va en contra de nuestra cultura actual? ¿Puede ser gentil, pero firme o asertivo? ¿Cómo? ¿Cuáles son las dos cosas que debemos recordar acerca de la mansedumbre?

REFLEXIONAR: ¿Cómo le va con la memorización de las evidencias del fruto del Espíritu? ¿Cuándo fue la última vez que respondió como el rey David, Jeremías, Esteban o Pablo? ¿Fomenta usted un espíritu de mansedumbre en su hogar? ¿Responde con amabilidad en su lugar de trabajo? ¿Quiere shalom? ¿Dónde comienza?

Cuando Pablo habló de caminar por el Espíritu, no se refería a seguir tras visiones y revelaciones místicas (haga clic en el enlace y vea Bv Caminar por el Espíritu, y no por los deseos de la carne). En cambio, proporcionó una lista de atributos que describen a una persona dirigida por el Espíritu. Así, la evidencia del fruto del Espíritu es una vida cambiada. Pablo presenta ahora el camino correcto según el cual deben andar los fieles a Dios en Su Mesías. El fruto contrasta con las obras de la carne. El fruto del Espíritu simplemente nos muestra las cualidades que caracterizan el Reino de Dios. Pero, en contraste con las obras de la carne, el fruto del Espíritu (singular, como un racimo de uvas) es amor, gozo y paz; paciencia, benignidad y bondad; fidelidad, mansedumbre, dominio propio (5:22-23a LBLA). Todos estos elementos deben ser parte de nuestra vida mientras permitimos que el Espíritu Santo fluya a través nuestro.

De todas las evidencias del fruto del Espíritu, la mansedumbre (griego: praiótes) es la palabra más difícil de traducir de todas porque su significado ha cambiado mucho a lo largo de los años. Incluso en el contexto de las Escrituras, a menudo significa varias cosas. Por ejemplo, en Mateo capítulos 5, 11 y 21 praiótes se usa siendo sumisos a la voluntad de Dios en nuestras vidas, confiando y siguiéndolo. Luego, hay otras veces, por ejemplo, en el capítulo 1 de Santiago, praiótes se usa para describir a una persona que es enseñable. Pero por lo general, cuando usted lee Primera de Corintios 4, Efesios 4, Segunda de Corintios 10, Filipenses 4 y aquí en Gálatas 5, significa considerado, amable y compasivo. Vea Ntd.

Pero muchas personas, debido a la traducción King James, asocian esta palabra con debilidad, docilidad o humildad. El problema con la palabra mansedumbre es que en los cuatrocientos años desde que se escribió la Biblia King James (publicada en 1611), los significados de las palabras han cambiado. Por ejemplo, en el gran incendio de Londres en 1666, la Catedral San Pablo fue destruida. El rey de Inglaterra encargó a Sir Christopher Wren que reconstruyera esa gran estructura, y pasó los siguientes treinta y cinco años de su vida haciendo precisamente eso. En 1711, cuando terminó ese trabajo, la reina Ana visitó las instalaciones terminadas y dijo que se veía “artificial” y “horrible”. ¡Y Wren respiró aliviado y le agradeció sus amables palabras! Porque en 1711 la palabra “artificial” significaba artístico, y la palabra “horrible” significaba sobrecogedor. Manso es lo mismo porque hoy mansedumbre significa debilidad. La gente mansa es atropellada. Las personas mansas no pueden tomar decisiones ni hacer nada. Entonces, hoy es una palabra negativa. Actualmente, una mejor traducción de praiótes sería gentileza en el inglés.

De las nueve evidencias o características del fruto del Espíritu, esta y la siguiente no se aplican a HaShem. El TaNaJ nunca se refiere a YHVH como praiótes, y en el Nuevo Pacto o Brit Hadashah, solo se habla del Hijo como manso durante Su encarnación. Aunque fue Dios mientras vivió en la tierra como Hijo del Hombre, fue manso [praiótes] y humilde de corazón (Mateo 11:29, 21:5; Segunda Corintios 10:1). Y como nuestro Señor, debemos buscar activamente la mansedumbre (Primera Timoteo 6:11), y usarla como una vestidura (Colosenses 3:12).

Entonces, ¿qué quiere decir la Biblia cuando dice que debemos ser mansos? Es esa actitud humilde y gentil que ejemplifica la fuerza (o potencia) bajo control. Eso va en contra de la cultura en la que vivimos hoy. Las palabras gentil y fuerza no parecen pertenecer a la misma oración. En 1977, Robert Ringer escribió un libro titulado Looking Out for Number One, y se convirtió en el tema de nuestra cultura durante los últimos cuarenta años. Y el libro decía que debe cuidarse a usted mismo y ponerse primero porque nadie más lo hará. Por lo tanto, la mansedumbre es contracultural a ese pensamiento.

La mansedumbre no significa que no pueda ser asertivo, exitoso o un buen líder. La mansedumbre es la actitud por la cual hacemos esas cosas. Señala a una persona que es fuerte, pero bajo control. Eso se desarrolla de dos maneras. Primero, cómo tratamos a las personas que nos rodean. La Biblia dice que debemos tratarlos con mansedumbre. Luego, en segundo lugar, en la forma en que respondemos a cómo nos trata la gente. ¿Cómo reacciona usted cuando alguien lo maltrata? Se supone que debemos ser gentiles o amables en la forma en que tratamos a las personas, pero también debemos ser amables en la forma en que reaccionamos ante las personas.

Vemos cuatro ejemplos (aunque hay docenas de ellos) de cómo las personas en la Biblia demostraron un espíritu de mansedumbre: ¿cómo reaccionó el rey David ante Simei? (vea el comentario sobre La Vida de David Ds – Simei maldice a David). ¿Cómo reaccionó Jeremías ante los sacerdotes, los falsos profetas y todo el pueblo que había oído su profecía contra los malos caminos de ellos? (vea el comentario sobre Jeremías Cg – Jeremías amenazado de muerte). ¿Cómo reaccionó Esteban mientras lo apedreaban? (vea el comentario de Hechos Ax – La lapidación de Esteban); y ¿cómo respondió Pablo a los que lo habían abandonado) (Segunda Timoteo 4:16).

Vivimos en un mundo que no expresa mansedumbre. El mundo dice: “Yo no me enojo. Me pongo a mano. La Biblia dice que cuando estamos llenos del Espíritu, debemos tener un espíritu de mansedumbre. Por lo tanto, debemos recordar dos cosas. En primer lugar, debemos tener cuidado con la forma en que reaccionamos. Vivimos en un mundo que es violento y que reacciona antes de pensar. Como seguidores de Yeshua el Mesías, debemos tener cuidado con nuestras acciones, y nuestras acciones deben ser amables. Ya que el Espíritu Santo vive en usted, sus acciones deben reflejar ese espíritu de mansedumbre. Pero no solo eso. En segundo lugar, debemos ser mansos en nuestras palabras. El dicho común, “palos y piedras pueden romper mis huesos, pero las palabras nunca pueden herirme” no es cierto. Las palabras crueles pueden quebrantar nuestro espíritu. Las palabras irreflexivas pueden romper nuestro corazón. Las palabras de enojo pueden romper una relación. Si podemos ser mansos en nuestras palabras, entonces nuestras acciones serán mansas.

Pablo, al escribir a la iglesia de Filipos, dijo: Vuestra gentileza, mesura, amabilidad sea conocida de todos los hombres. ¡El Señor está cerca! (Filipenses 4:5). Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buena reputación; si hay alguna virtud, si hay algo digno de alabanza, en eso pensad. Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced, y el Dios de paz estará con vosotros (Filipenses 4:8-9). Si quiere que shalom llegue a su casa, su cuadra, su ciudad o su pueblo, empiece por usted.

Querido Padre Celestial, ¡Alabado seas por lo que eres! Tú, el santo y poderoso Rey del universo, voluntariamente fuiste amable, dejando a un lado tu poder y santidad para morir en nuestro lugar, llevando nuestro castigo por los pecados: porque el Mesías, nuestra pascua, ya fue sacrificada (Primera Corintios 5:7c). Pero Él fue traspasado por nuestras transgresiones, Molido por nuestros pecados. El precio de nuestra paz cayó sobre Él, Y por su herida fuimos sanados (Isaías 53:5). Ayúdanos a seguir Tu ejemplo de mansedumbre. En nombre de Tu santo Hijo y el poder de Su resurrección. Amén.

Ntd: praiótes (prautes, o praotes), denota mansedumbre. En su utilización en las Escrituras, donde tiene un significado más pleno y profundo que en los escritos griegos seculares, consiste «no solo en el comportamiento externo de la persona; ni tampoco en sus relaciones con sus semejantes; tampoco se trata meramente de su disposición natural. Más bien es una obra efectuada en el alma; y se la ejerce en primer lugar y ante todo para con Dios. Es aquella disposición de espíritu con la que aceptamos sus tratos con nosotros como buenos, y por ello sin discutirlos ni resistirlos.