Siete años de abundancia vendrán a Egipto
pero luego habrá siete años de hambruna
41: 25-36

Siete años de abundancia vendrán a Egipto pero luego habrá siete años de hambruna ESCUDRIÑAR: ¿Qué dice de José acerca de su relación con Dios la interpretación y el asesoramiento sobre el sueño del Faraón? ¿En que es diferente el Yosef del Capítulo 41 respecto al José del Capítulo 37? ¿Qué ha ocurrido en los veintidós años desde que fue separado de sus hermanos? ¿En qué tres formas Yosef prefigura la vida de Cristo?

REFLEXIONAR: ¿Cómo ve usted el papel de ADONAI en todo esto? ¿Por qué cree que Dios escoge trabajar con José, y en algunos de nosotros, de esta manera? Así como Yosef sugirió planes a Faraón, ¿le gustaría diseñar un plan de acción específico para su vida hoy? ¿Cómo ha crecido y cambiado desde su madurez espiritual y experiencias de la vida? ¿Estará listo para el momento exacto que el SEÑOR ha preparado para usted?

José discernió el significado del sueño del Faraón tan rápido como había discernido el del copero y del panadero. Entonces José dijo a Faraón: Los sueños de Faraón son uno solo (41:25a). “Los dos sueños del Faraón tienen el mismo significado”. Parece que el rey de Egipto ya lo había sospechado (41:17-24a), y ahora José lo confirmó.

45. Después de escuchar el sueño del rey Yosef dijo: Elohim ha anunciado a Faraón lo que está por hacer, y entonces supo el significado de los sueños (41:25b). Cuan perfecto es el paralelo entre este versículo y el versículo de apertura del libro de Apocalipsis. Del mismo modo que Dios dio a conocer a los egipcios, a través de José, lo que Él estaba a punto de hacer, ahora nos dio a conocer, por medio de Yeshua el Mesías, las cosas que está a punto de hacer en este mundo cuando Juan escribió: Revelación de Jesús el Mesías, que Dios le dio para manifestar a sus siervos lo que debe suceder en breve (Apocalipsis 1:1a); (vea el comentario sobre Apocalipsis, para ver el enlace haga clic en AhLa Revelación de Jesucristo, que Dios le dio).

Los cuatro símbolos eran realmente dos conjuntos de siete años. Las siete vacas buenas son siete años, y las espigas buenas son siete años. El sueño es uno solo. También las siete vacas flacas y de mal aspecto que subían tras ellas son siete años, y las siete espigas menudas y resecas por el viento oriental significan siete años de hambruna (41:26-27). José enfatiza claramente la hambruna de siete años más que los siete años de abundancia.

Es el asunto que antes indiqué a Faraón: Elohim ha mostrado a Faraón lo que va a hacer (41:28). Aquí Yosef da la gloria a Dios. Cuando los acontecimientos sobrenaturales ocurren en el mundo, se puede discernir quién está detrás de ellos por quién se lleva la gloria. Cuando Moisés volvió su vara en una serpiente, dio la gloria a Dios. Cuando los sabios y los encantadores, y los magos de Egipto también hicieron lo mismo con sus encantamientos, concedieron el crédito los dioses egipcios (Éxodo 7:11-12). La Biblia enseña que antes de que el Señor regrese, la serpiente antigua, engañará al mundo entero: la venida del inicuo, cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con toda clase de poderes, y señales milagrosas, y prodigios mentirosos (II Tesalonicenses 2:9). Jesús dice: Entonces, si alguno os dice: ¡He aquí el Mesías! o: ¡Aquí!, no lo creáis. Porque serán levantados falsos mesías, y falsos profetas, y mostrarán grandes señales y prodigios, hasta el punto de engañar, si fuera posible, aun a los escogidos (Mateo 24: 23-24). ¿Cómo sabe usted lo que es falso y lo que es real? Usted lo puede saber por quien recibe la gloria, y José se encargó de eso primero: Dios ha mostrado a Faraón lo que está por hacer.

Entonces José entrando en detalles dijo: He aquí vienen siete años de gran abundancia en toda la tierra de Egipto. Después de ellos, se levantarán siete años de hambruna, y toda la abundancia en la tierra de Egipto será olvidada, y la hambruna consumirá el país (41:29-30).

De modo que se olvidará la abundancia en el país a causa de aquella hambruna que le seguirá, porque será muy severa (41:31). Faraón había visto las siete vacas gordas que salían del río Nilo, que era la línea de vida de Egipto. Debido a que Egipto no tiene prácticamente lluvias durante todo el año, se basa en la inundación del Nilo para abastecer de agua a sus cultivos. Durante los primeros siete años las aguas del Nilo desbordarán sus riberas y habrá mucha tierra fértil, pero durante la hambruna disminuirán y no se producirá ninguna inundación.

Esta hambruna afectaría a los dioses egipcios. El dios Osiris, que fue representado como un toro, era el dios del Nilo. También afectaría a la diosa Isis, que fue descrita como una vaca, ella era la supuesta esposa de Nimrod. En Siria, era llamada Ishtar. En Fenicia, fue llamada Astarté. En Grecia, era Afrodita. En Roma era Venus, pero en Egipto, fue llamada Isis. Ella era la diosa-reina que era adorada por tener el poder sobre la vida y la muerte. A ella rezaban como fuente divina de la fertilidad y de la sabiduría.

En cuanto a la repetición del sueño a Faraón dos veces, es porque el asunto está determinado por Elohim, y Elohim se apresura a ejecutarlo (41:32). La interpretación de José era una refutación de la visión del mundo de Faraón, y una confirmación para el rey. Faraón era adorado como dios en la tierra de Egipto, pero José presentó al rey una realidad diferente. Sólo Dios era divino y Él había revelado los eventos que estaban a punto de ocurrir a Faraón. Faraón sólo podía responder a lo que Dios ya había puesto en marcha. Qué escena, un esclavo hebreo que explica el funcionamiento de Dios al poderoso Faraón de Egipto, y los trece años de prisión lo habían preparado para ese momento.

José había interpretado correctamente los misteriosos y perturbadores sueños del Faraón. Eso significaba que la tierra de Egipto se dirigía hacia problemas. ¿Cómo haría el Faraón al respecto? El pueblo egipcio tenía una buena vida. Pero ¿cómo iban a reaccionar cuando llegara la hambruna? ¿Lo culparían ellos a él? ¿Iban a perder ellos la fe en sus dioses? ¿Habría una revolución? Sobre todo si este Faraón era un miembro de la odiada dinastía de los hicsos, pensamientos como éstos deben haberlo molestado enormemente.

Siendo la naturaleza humana como es, no se podría realmente contar con la misma gente para almacenar el grano para los próximos años. Pero, por otro lado, una burocracia central podría conducir fácilmente al despotismo y la crueldad si todo el grano se dejaba en manos de un dictador egoísta. La clave para el éxito de un plan de este tipo, y la supervivencia de la nación, serían la clave de la administración. El hombre adecuado sería un “salvador”; el hombre equivocado sería un tirano. Por lo tanto, la primera recomendación de José fue encontrar un hombre así.

46. ​​Después de haber interpretado a Faraón el significado de sus sueños, Yosef entonces se comprometió a informar al rey cual era el mejor curso a seguir con el fin de satisfacer la emergencia que se aproximaba y prever para el futuro. Y ahora, provea Faraón un hombre inteligente y sabio, y póngalo sobre la tierra de Egipto (41:33). De nuevo el presagio es perfecto; Cristo, también, ha mostrado ser el Consejero admirable (Isaías 9:6), el enviado por Dios con un mensaje para decir a los hombres cómo prepararse para un futuro incierto, y hacer seguro sus intereses eternos. Él es Aquel en el cual están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento (Col. 2:3).

José continuó hablando y sugirió que los egipcios debían tener un plan para enfrentar el hambre venidera. Dijo: Actúe Faraón, y designe superintendentes sobre el país, y quinte la tierra de Egipto (o un impuesto del veinte por ciento) en los siete años de abundancia (41:34). Eso sería duplicar el impuesto habitual en grano, que normalmente era un diez por ciento. Para que ellos recojan toda la provisión de estos buenos años que vienen, y almacenen el grano bajo la mano de Faraón y lo guarden en las ciudades para sustento (41:35).

47. Yosef advirtió del peligro que venía, e instó a sus oyentes a que se preparasen. José no pintó un panorama color de rosa. Sin temor le dijo la verdad. Y el alimento será reserva para el país, para los siete años de hambruna que habrá en la tierra de Egipto, y el país no será consumido por la hambruna (41:36). Cristo también dijo la verdad y advirtió del peligro que viene, e instó a sus oyentes a que se preparen (Lucas 11:27, 12:4). Dio a conocer el hecho de que la muerte no es el final de la vida, que hay una vida por venir (Juan 14:6). Él advirtió a aquellos que confiaban en sus posesiones terrenales y que se jactaban de cómo iban a disfrutar de ellas, que sus almas en breve serían demandadas de ellos (Lucas 12:20). Se levantó el velo que ocultaba las cosas que no se veían, y dio a sus oyentes una vista del sufrimiento de los condenados en el infierno (Lucas 12:4, 16:19-31). A menudo hablaba de ese lugar donde su gusano no muere y el fuego no se extingue (Marcos 9:48), y allí será el lloro y el crujido de los dientes (Mateo 13:42b). Por lo tanto, Yeshua aconsejó a hombres y mujeres a prepararse para la vida eterna; ya sea con o sin Él (Juan 6:37-40; Mateo 7:15-23).

Es interesante ver cómo los dos nombres del SEÑOR son utilizados en la historia de José. Siempre que Yosef hablaba a los egipcios acerca del SEÑOR, él usaba Dios (39:9, 40:8, 41:16, 25,28, 32), pero cada vez que el Ruaj HaKodesh comentaba sobre el trato de Dios con José, Él usa ADONAI (39:2-3, 5, 21, 23).

José no estaba insinuando que él era el hombre para el trabajo. Ni siquiera se cruzó en su mente. Nunca un prisionero hebreo había ocupado ningún cargo político. Él no estaba capacitado para tal tarea, no tenía ninguna experiencia, y Yosef tenía sólo treinta años. A pesar de que él no se dio cuenta, ADONAI lo había preparado para ese momento exacto.

Ntd: En esta traducción se empleó la BTX 3º edición.

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