El cetro no se apartará de Judá
hasta que llegue Aquel a quien pertenece
49: 8-12

El cetro no se apartará de Judá hasta que llegue Aquel a quien pertenece ESCUDRIÑAR: ¿Qué era tan especial acerca de Judá? ¿Por qué fue favorecido sobre sus hermanos? ¿Cuál sería el futuro escatológico lejano de Judá?

REFLEXIÓN: Si usted es un creyente, la bendición de Judá es su bendición porque usted es de la realeza y un hijo del Rey Jesús. ¿Cuál es su evidencia para eso?

A ti Judá, te alabarán tus hermanos, Tu mano, en la cerviz de tus enemigos, Se postrarán ante ti los hijos de tu padre. Cachorro de león es Judá, De la presa subiste, hijo mío, Se agazapa y acecha cual león y cual leona, ¿Quién hará que se levante? No será quitado el cetro de Judá, Ni el legislador de entre sus pies, Hasta que llegue Siloh, Y sea suya la obediencia de los pueblos (49:8-10).

Aquí el enfoque se vuelve del pasado al futuro.769 Jacob tenía poco que decir sobre sus primeros tres hijos, pero su cuarto hijo Judá, fue el primero en recibir una verdadera bendición. Jacob profetizó con un juego de palabras cuando dijo: a ti Judá, te alabarán tus hermanos, literalmente, significa la alabanza que alabarán tus hermanos (49:8a), porque Judá significa alabanza. Él será alabanza él mismo, pero lo más importante, él será una alabanza a ADONAI porque esta es la tribu de la que vendrá El Mesías. Debido a esto, Judá será alabado por todos sus otros hermanos.

Entonces Jacob dijo: Tu mano, en la cerviz de tus enemigos, señalando la superioridad y el triunfo en la guerra (Génesis 49:8b; II Samuel 22:41; Salmo 18:40). Jacob predijo un feroz dominio de león de Judá sobre sus enemigos y sus hermanos.

Porque Judá había redimido totalmente su carácter (haga clic en enlace y vea KdJudá dijo a Israel, envía a Benjamín conmigo y yo garantizare su seguridad) con su conformidad cuando José fue vendido por sus hermanos (37:12-36), y por su encuentro desagradable con Tamar (38:1-30), su futuro fue de gloria y bendición para el mundo.770 Es obvio en el resto de la Biblia que de hecho se convirtió en la tribu principal. Judá debía ser alabado en efecto. Los descendientes de Judá serían los primeros en importancia, sus hermanos reconocerían su superioridad, tendrían victoria sobre sus enemigos, la autoridad y la administración real por el León de la Tribu de Judá (Apocalipsis 5:5). Por lo tanto, hay un aspecto del futuro histórico cercano y un aspecto del futuro escatológico lejano en cada parte de la profecía de Jacob concerniente a Judá.

En el futuro histórico cercano, Ya’akov profetizó acerca de Judá y dijo: “se postrarán ante ti los hijos de tu padre(49:8c). Aunque los derechos de primogenitura pertenecían a José, Judá fue primero en importancia sobre sus hermanos porque el Mesías vendría a través de él (1 Crónicas 5:1-2). Es por eso que sus hermanos continuarán postrándose ante Judá. Él será el preeminente, líder de la tribu. En el futuro escatológico lejano, en el nombre de Jesús se doble toda rodilla (el descendiente de Judá), y toda lengua confiese que Jesús el Mesías es el Señor para gloria de Dios Padre (Filipenses 2:10-11).

En el futuro histórico cercano, Jacob empleó un símil para describirlo. Dijo: cachorro de león es Judá, De la presa subiste (49:9a). Este es un cachorro joven, no el viejo león retirado en un zoológico. Proféticamente, Judá llevará la carga. ¡Incluso hoy, todos los judíos fuera de la tribu de Leví, afirman ser de Judá! ¿Qué más pruebas necesitamos ver para validar la profecía de Jacob? Tu mano, en la cerviz de tus enemigos, Se postrarán ante ti los hijos de tu padre. Cachorro de león es Judá, De la presa subiste, hijo mío, Se agazapa y acecha cual león y cual leona, ¿Quién hará que se levante? (49:9b)? Su hijo era como un león poderoso y fuerte. Como resultado de este versículo, el león de Judá se convirtió en una imagen favorita en el arte judío y un símbolo del Mesías. Juan nos recuerda esto cuando escribe acerca del futuro escatológico lejano: ¡He aquí el León, el de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el rollo y sus siete sellos! (Apocalipsis 5:5).

En el futuro histórico cercano, Ya’akov profetizó que: No será quitado el cetro de Judá, Ni el legislador de entre sus pies (49:10a). El cetro era el símbolo de la realeza, y enfatizaba el derecho de Judá a gobernar. En su forma más temprana, el cetro era un bastón largo, que el rey tenía en la mano cuando hablaba públicamente, y cuando se sentaba en su trono descansaba en la base entre sus pies.771 Así que Dios declara que la única tribu que tendría el cetro, o el derecho a gobernar sería Judá. Todos los reyes kosher vendrían de Judá; y cualquier rey que el SEÑOR haya designado para gobernar a los judíos debe venir de la tribu de Judá. En el futuro escatológico lejano, este pasaje señala la Segunda Venida cuando Yeshua ha Mashiaj viene a establecer Su Reino por mil años. En ese tiempo, Él tendrá el derecho de gobernar, y sea suya la obediencia de los pueblos, la obediencia de las naciones Gentiles.

Hasta que llegue Siloh, Y sea suya la obediencia de los pueblos (49:10b). Muchas fuentes ven a Siloh como un título de Cristo. El Targum (una paráfrasis aramea del TaNaJ) refirió estas palabras a Ismael, el asesino del Gobernador Gedalía, pero los rabinos más tarde, más sobriamente la asignan al Mesías. Ellos dijeron que la transmisión de la autoridad no cesará en la casa de Judá, ni el escriba en los hijos de sus hijos para siempre, hasta que Aquél Ungido venga a quien pertenece el Reino y a quien las naciones gentiles obedecerán. Hasta el día de hoy los judíos enseñan que el Mesías no es divino. Pero las dos palabras hebreas, shai lo debe ser traducidas “a quién pertenece”, o “de quién es”.

El profeta Ezequiel pronunció palabras semejantes: tú, ¡oh profano e impío príncipe de Israel!, cuyo día ha llegado, la hora del castigo final. El príncipe profano e impío era Sedequías. Porque él violó su juramento de lealtad a Babilonia, él sería depuesto. Su muerte fue tan segura que fue tratado como si ya hubiera sufrido su castigo. La forma de su castigo es una de las más severas en las Escrituras. Su “día” fue el día de su juicio. El tiempo del fin de su maldad indicaba que la medida de la culpa estaba llena. Debido a que las súplicas de Dios habían caído en oídos sordos, Ezequiel declaró que toda la tierra de Israel estaba madura para el juicio (Ezequiel 21:25).

En el momento del último castigo histórico cercano para el reino de Judá en 586 aC, así dice Adonay YHVH: Quítese la mitra del Sumo Sacerdote (vea el comentario sobre el Éxodo Gc – Haga una placa y grabe en ella: SEÑOR), depóngase la corona del rey, porque esto marcaría el comienzo de los tiempos de los gentiles (vea el comentario sobre La vida de Cristo  JlJerusalén será pisoteada por los gentiles hasta que se cumplan los tiempos de los gentiles). Sedequías sería el último rey: ¡No sea más así!. De hecho, todo cambiaría, el rey Nabucodonosor vendría y destruiría Jerusalén (Jeremías 52:1-30), y los judíos serían expulsados ​​por setenta años al cautiverio babilónico. El rey antes orgulloso se humilló, y a los más pobres del país (2 Reyes 25:12) se le permitió quedarse y tomar su lugar en el manejo de la tierra para Babilonia: ¡Exáltese lo bajo y humíllese lo alto! ¡A ruina, a ruina, todo lo reduzco a ruina! Y no existirá más hasta que venga aquél a quien corresponde el juicio, a quien lo entregaré (Ezequiel 21:25-27). La corona no será restaurada.

Entonces 49:10b nos pone en el futuro escatológico lejano:

Y no existirá más hasta que venga aquél a quien corresponde el juicio, a quien lo entregaré, o ad bo asher lo (Ezequiel 21:27b).

Hasta que llegue Siloh, Y sea suya la obediencia de los pueblos. Hasta que Él venga, a quien pertenece legítimamente, o ad bo asher lo (Génesis 49:10b).

Estos dos versículos son tan paralelos que el gran Rabino Rashi en su comentario sobre Ezequiel dijo que hay una fuerte conexión entre Ezequiel 21 y Génesis 49. Algunos han traducido Génesis 49:10a como: Hasta que llegue Siloh. Ellos ven a Siloh como la ciudad en el territorio israelita de Efraín donde estaba el Tabernáculo desde el tiempo de Josué (Josué 18:1) hasta el tiempo de Samuel (1 Samuel 1:24). She lo (véase arriba) no es el nombre de una ciudad, es una forma corta de shiloh en hebreo. En consecuencia, podemos mirar los dos pasajes paralelos de arriba y estar de acuerdo con Rashi que she lo es la persona de Ezequiel 21.

Aquél que tiene el derecho al trono sería el Rey Mesías – el Rey Kosher de Judá a quien el trono pertenece legítimamente. Había otros reyes piadosos de Judá, como David, Salomón, Asa, Josafat, Joás, Ozías, Ezequías y Josías. Pero la triste profecía de Ezequiel 21 dice depóngase la corona, y esto está hecho. Los reyes kosher se detienen en el 586 aC. No habrá más reyes de Judá hasta que viene Aquel a quien legítimamente pertenece (vea el comentario sobre Apocalipsis CeEl León de la Tribu de Judá, la raíz de David ha triunfado), y hasta el día de hoy ningún rey de Judá ha sido coronado. Los macabeos eran levitas. De hecho, el Imperio Asmoneo se encontró con problemas precisamente porque eran sacerdotes que trataron de convertirse en reyes más tarde. ¿Y el rey Herodes? Su familia se convirtió al judaísmo. Él era realmente un rey romano. En 1948 David Ben-Gurion no se llamó a sí mismo un rey. Por unos 2.500 años, no hay rey ​​de Judá. Esta es la razón por la que Rashi, y muchos otros rabinos creen, que el último Rey de Judá tiene que ser el Rey Mesías.

Históricamente, esta profecía ya se ha cumplido. Una vez que la tribu de Judá, bajo el rey David, alcanzó el liderazgo sobre la nación, el cetro (o el símbolo del rey) nunca se apartó de Judá hasta que Cristo nació.772 En esa época los romanos, que tenían derecho a gobernar, quitaron de los judíos el derecho a la pena capital. Esto cambió la pena de muerte por lapidación al método romano de la cruz para los judíos (Juan 18:31-32). Cuando esto sucedió, el sumo sacerdote se fue por toda la ciudad de Jerusalén llevando saco y ceniza, diciendo: “¡Ay de nosotros, porque el cetro ha sido tomado de Judá, y a quien le pertenece no ha venido!”. Ellos pensaron que la palabra del SEÑOR había sido quebrada porque no sabían que en la tienda de un carpintero de Nazaret, Jesucristo, Aquel a quien pertenecía el cetro, Aquel a quien pertenecía la obediencia, había venido y se había cumplido Génesis 49:10.

La promesa de un Mesías personal comenzó en el jardín del Edén. Y el SEÑOR dijo a la serpiente: “Pondré enemistad entre ti y la mujer, Y entre tu descendiente y su descendiente. Él te aplastará la cabeza cuando tú hieras su calcañar (Génesis 3:15). A través de todas las edades, los hombres han buscado al Salvador que viene, y esto fue realmente cierto de Jacob. El viejo patriarca espera para expresar esa esperanza en su profecía. Esta promesa a Judá debe ser la referencia específica de Jacob a esa esperanza. Siglos después, Isaías parecía tener estas profecías en mente cuando habló por primera vez que la virgen quedará encinta y dará a luz un hijo (Isaías 7:14), y luego continuó diciendo que su nombre sería el Príncipe de la Paz (Isaías 9:6-7). La obediencia de las naciones gentiles, que Ya’akov profetizó, corresponde claramente a la promesa mesiánica de Dios a Abraham, Isaac y Jacob: y en ti serán benditas todas las familias de la tierra (12:3b) .773

En el futuro histórico cercano, no sólo la tribu de Judá sería fuerte y valiente, sino que su tierra también sería productiva y fructífera. Él ata a la vid su pollino, Y a la cepa el hijo de su asna (49:11a). Normalmente esto no sería una buena cosa para hacer porque su pollino o su asna sólo arrancaría la vid o cepa. El punto es que cuando Judá entró en la tierra de la promesa, estas vides y cepas serían tan fuertes que él sería capaz de amarrar su asno o pollino a ellos. El vino es un símbolo de abundancia. Los rabinos enseñan que el Mesías será reconocido como montado en su asno (Zacarías 9:9; Lucas 19:28-40). En el futuro lejano escatológico cuando el Mesías regrese, Israel será un paraíso (Isaías 35:1-2). La tribu de Judá tendrá una porción de tierra, junto al límite de Rubén, desde el lado oriental hasta el lado del mar (Ezequiel 48:7).

En un futuro histórico cercano, Jacob dijo que cuando los descendientes de Judá regresaran a Canaán, su tierra sería muy productiva. Sus ojos están turbios por el vino, Y sus dientes blancos por la leche (49:12). Sus ojos serán brillantes de vino, y sus dientes estarán blancos de beber mucha leche. Estas son las formas pintorescas de describir la aptitud del territorio de Judá para los viñedos, lo que es cierto hasta el día de hoy. Sin embargo, en el futuro lejano escatológico, el Mesías llegará en juicio. Lava en el vino su vestido, Y en sangre de uvas su manto (49:11b). Esto también se describe en Isaías 63:1-8 donde el profeta vio al Mesías regresando a Bosra (vea el comentario sobre Isaías KgLa Segunda Venida de Jesucristo a Bosra) con Sus vestiduras manchadas de carmesí.

Y cuando Cristo regrese, nosotros regresaremos con Él. Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino fino, blanco y limpio, lo seguían en caballos blancos. Durante Su reinado de mil años, gobernará con cetro de hierro a las naciones (Salmo 2:8-9). Él pisará el lagar del vino del furor de la ira del Dios Todopoderoso (Apocalipsis 19:14-15). En ese tiempo Jesús será el Rey que sostendrá el cetro de hierro. Él juzgará rápidamente todo pecado y instantáneamente pondrá fin a cualquier rebelión. Usando la misma imagen de gobernar con un cetro de hierro, Yeshua prometió que los creyentes gobernarían bajo Él en el reino mesiánico: Al que venza y al que guarde mis obras hasta el fin, le daré autoridad sobre las naciones (y las pastoreará con vara de hierro, así como son desmenuzados los vasos de barro), como también Yo la he recibido de mi Padre; y le daré la estrella de la mañana (Apocalipsis 2:26-28).

Por lo tanto, porque somos linaje escogido, sacerdocio real, nación santa (1 Pedro 2:9a), seremos sacerdotes de Dios y del Ungido y reinaremos con Él mil años (Apocalipsis 20:6). Los creyentes ahora sirven como sacerdotes adorando a ADONAI y guiando a otros al conocimiento de Él, y también serviremos de la misma manera durante el Reino milenial.774 Somos bendecidos por ser realeza; gobernaremos bajo Cristo con un cetro de hierro porque somos hijos del Rey.

Hasta este punto Jacob había profetizado en el orden natural de sus hijos a través de Lea. Pero ahora la progresión tiene un giro diferente.

Ntd: En esta traducción se empleó la BTX 3º edición.

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